Disclaimer: Esto debería venir incorporado en ff, algo así como una aplicación, porque después de casi dos años en el sitio, cansa xD

Claim: Heidi/Félix.

Advertencias: Vitamina C, de la fuerte ;D

Notas: Participa en el Reto Palabras para el recuerdo, del foro LOL.

Punto intermedio

(47# Control)

Heidi.

.

Ella pasa por donde él se encuentra y menea las caderas, sonríe de lado y le mira con aquellos ojos violetas y feroces. Le está provocando, pero él se deja, porque le gusta todo aquello, ser el provocado, le gusta que ella le coquetee, como si fuera la primera vez que lo hace, como si fuera la primera vez que intenta empujarlo contra la pared con fuerza.

Él le sonríe de regreso y le dice con los ojos que no espere más, que aquel juego ya no funciona y que se deje de perder el tiempo. Ella ríe complacida.

Lo próximo que siente Félix es la pared de rocas contra su espalda, y aquel apenas audible sonido de que unas cuantas rocas pequeñas han caído, pero no le importa, porque lo que ahora realmente le concierne es buscar nuevas formas de hacer que Heidi grite su nombre sin discreción alguna (porque le gusta que todos sepan que se la está follando, porque aquello le excita más). Ella le besa feroz, mordiendo y dejando sus pequeñas marcas en los labios de él, pegándolo a su cuerpo casi al punto de hacer que la presión agriete sus pieles allí donde se tocan, y el vampiro no se tarda que sus manos ya se encuentran debajo de la falda color rojo.

Ella le dice "Chico rudo" y él ya le ha arrancado la blusa. Ella le grita "Fóllame fuerte" y él ya ha comenzado a golpear la pared en la que ella está apoyada. Heidi gime un "Félix" demasiado distorsionado como para significar algo y él ya se ha derramado en ella. Ella ríe extasiada y le clava las uñas en su ancha espalda y él se encuentra nuevamente besándole el cuello, listo para una segunda ronda. Ella arquea su espalda, aumenta aquel maldito punto de contacto allí abajo y Félix ya está fuera de control. Él rompe la estúpida pared y ella grita toda la maldita noche (y el día, qué importa).

Y todo el cuerpo de Heidi pide por más, y él concede. Y todo lo que los labios de Félix dicen es follar, y ella quiere. Porque los dos juntos no pueden estar juntos sin tachar la palabra control en medio, porque no conocen lo que es aquello, porque no les importa, tampoco.

Porque entre ellos dos, no hay punto medio.

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