Capítulo I: Invitación

En la mansión Kido los caballeros de bronce se encontraban disfrutando de una tarde de botana frente al televisor cuando e dragón Shiryu se acercó al grupo para informarles sobre un suceso que cambiaría sus vidas…

- Hey, llegó esta carta del santuario, está firmada por varios caballeros dorados.

El caballero del cisne se acercó al dragón para preguntar:

- ¿Qué dice Shiryu?

- Nos están invitando a pasar un rato con ellos, pero no quieren que llevemos a Saori

El caballero de Andrómeda expresó desde un sofá:

-Eso va a ser un problema

- A menos que la engañemos-declaró Hyoga.

- ¿Cómo?- preguntó el peliverde.

- No podemos decirle a Seiya tampoco, podría arruinar todo-expresó el dragón haciendo del conocimiento general su preocupación.

- Ya sé, le diremos que…-comenzó a planear el cisne.

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Los caballeros se dirigieron a una audiencia con Saori Kido para convencerla de la necesidad de sus presencias en el santuario…

- Por eso es necesario que vayamos a Grecia-declaró triunfal Hyoga.

- Puedo llevarlos en un avión de la fundación-agregó extrañamente servicial Saori Kido.

- No Saori, lo mejor es no llamar mucho la atención-declaró Shun.

- ¡Yo quiero ir a Grecia!- expresó un entusiasmado Seiya que desconocía por completo el plan de sus ¿amigos?

- Seiya, tú ya tienes que ir, no es si quieres-aclaró el dragón.

- Yo podría aprovechar para ir a la playa en las islas griegas-expresó Saori analizando los beneficios que ese viaje le podría proporcionar.

- No Saori, lo mejor es que te quedes aquí, no tendremos tiempo de cuidarte y no queremos que nada te pase-explicó Hyoga esperando que su necia "diosa" lo escuchase.

- Si tú lo dices, bien, preparen sus cosas para que se vayan mañana-aceptó misteriosamente Saori.

- Gracias Saori-agradeció el discípulo de Dohko.

- Sí, por nada-concluyó Saori.

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-¡Tatsumi…!-gritaba Saori tras la partida de sus caballeros.

- ¿Sí mi señora?- atendió el diligente empleado de la señorita Kido.

- Llama a los caballeros de acero, diles que Shiryu y los demás andan muy raros, quiero que los vigilen y me informen de todo lo que hagan o digan

- Sí señora…

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De esta manera los metiches de acero hicieron su labor persiguiendo a los "honorables" caballeros de bronce.

- Espera Sho, no puedo oír-Se quejó Taichi escuchando detrás de la puerta…

- Sí que lo logramos-expresaba satisfecho el dragón.

- No creí que fuera tan fácil, al fin voy a poder ver a mi maestro Camus-decía Hyoga imaginando muchas cosas.

- Oh, sí, yo siempre he querido ir al santuario-confesó Shun.

- ¿Vamos a ir al santuario?-cuestionó un de por sí confundido Seiya.

- Oh no Seiya, sí, bueno, sólo un rato…-explicó el dragón con nerviosismo.

- Con que al santuario eh- declaró Sho descubriendo el plan.

- Debemos informarle a la señorita Saori-declaró Shoun.

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- Señorita Saori, ya tenemos su información-Declaró corriendo un emocionado Taichi.

- Qué bien, ¿qué saben? –cuestionóla diosa.

- No tienen planeado ir a comprar galletas griegas señora, van a ir al santuario-explicó Sho.

- ¿Al santuario? Seguro están conspirando en mi contra y con esos caballeros dorados, pero no lo voy a permitir, alisten un avión de la fundación que mañana nos vamos a Grecia-ordenó Saori.

- ¿Nos vamos?-preguntaron al unísono los caballeros de acero.

- Por supuesto que no, ustedes no van a ir, tienen que quedarse a hacer la limpieza de la casa, pero cómo se les ocurre, vamos, vamos que están esperando hagan eso ¡ya!

- Sí claro -respondió Taichi lleno de desolación.

- Yo quería ir-se quejó Sho

- Ya sabes que tenemos que obedecer a Saori-agregó Shoun.

- Sí, sí obedecer a Saori-declaró un Taichi enojado.

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Al día siguiente…

- Los veo en el aeropuerto quiero ver a June, tengo que contarle que voy a ir al santuario-expresó un emocionado Shun que no daba crédito a lo que estaba por vivir.

- Sí claro, Shun, no te vayas a tardar-respondió Hyoga.

- Nos vamos a las 3-irrumpió Saori en la habitación, dejando a los caballeros con los ojos bien abiertos.

- ¿Nos vamos?-cuestionó un sorprendido y nervioso Hyoga.

- Creyeron que me verían la cara de tonta, jeje, soy más lista que ustedes, sé que van a ir al santuario, no sé para qué pero voy a ir con ustedes

- Pero…-musitó el dragón.

- ¿De dónde sacaste esa idea?-cuestionó Shun.

- Soy una diosa, no se les olvide, sé lo que hacen y cómo lo hacen-declaró Saori dándose importancia.

- ¡Ouch!-se quejó Hyoga.

- ¿Hyoga?

- Nada, nada

- Saori va a venir, qué bien, qué bien, podemos jugar a las muñecas en el avión Saori-agregó Seiya manifestando la emoción que sentía.

- Pero qué idiotez, bueno los veo a las 3 en la pista de la fundación-ordenó Saori.

- Sí Saori- asintió Shiryu.

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Shun logró su objetivo de encontrar a June, y así pudo compartir sus fantasías con su amiga a quien en el fondo siempre le había envidiado su belleza…

- Hola June

- ¿Shun?

- Tenía que verte, me ha pasado algo increíblemente bueno, voy a ir al santuario-presumió sabiendo que en el fondo aquello era algo que June también anhelaba hacer.

- A ver a los dorados

- Sí, ¿no es fantástico?

- Yo creí que venías a jugar- expresó una June que a falta de buena carne se había estado conformando con Shun.

- Basta June, Shun no quiere "jugar" contigo-interrumpió Spika.

- ¡Spika!-declaró con entusiasmo Shun, al recordar los ardientes momentos que había pasado con aquel caballero.

- Así es June, conoces muy bien los gustos de Shun y a él le gustamos nosotros dos-agregó Reda.

- ¡Reda!- se emocionó el caballero de Andrómeda.

- Prepárate Shun- declaró Reda tomando sus cadenas para amarrar a Shun con ellas.

- Oh Spika, Reda, no enfrente de June-dijo Shun con falso pudor, en realidad le gustaba el sexo en cualquier condición y bajo cualquier pretexto.

- Tranquilo Shun, nos encargaremos de ella- dijo Reda preparándose para atacar a June.

-¿Cómo?- cuestionó una aturdida June que fue sorprendida por el ataque de los caballeros que la dejaron completamente inconsciente.

- ¿Así está mejor?-cuestionó Reda acariciando el rostro de Shun.

- Oh sí, los he extrañado tanto….-declaró Shun sintiendo que su cuerpo se excitaba, Spika comenzó a acariciar el torso de Shun hasta introducir su mano en el pantalón del guerrero de Andrómeda.

- ¿Así?- cuestionó Spika.

- Oh Spika….

Reda acarició el trasero de Shun y comenzó a besar el cuello del peliverde -hueles bien.

- Re…da…

Spika comenzó a masturbar el miembro de Shun en el interior de su pantalón -sé lo que te gusta.

- Mas…Spika…. Dame más.

Reda comenzó a frotar su miembro contra el todavía vestido trasero de Shun -Shun….

- Reda, ¿eso es?

- Sí…

Spika comenzó a bajar el pantalón de Shun hasta dejarlo a la altura de sus rodillas -mmmmh Shun, no has cambiado nada.

- ¡Reda….Spika!

Spika comienzó a practicarle sexo oral a Shun al tiempo que Reda lo penetra por detrás provocándole a Shun una revolución hormonal acompañada de incontrolables gemidos y retortijones de su cuerpo

- Ahhhh… más…. Más… duro, no se detengan…. Soy suyo….. ahhhhhh- Shun comenzó a eyacular en el interior de la boca de Spika.

- Oh Shun mmmh-agrdeció Spika y comenzó a beber el líquido de Shun.

Reda aceleró su ritmo provocándole a Shun dolor ante las insistentes estocadas -¿Quieres más?

- Oh….oh…oh Reda….

- Sí – Reda comenzó a eyacular en el interior de Shun.

- ohh… oh...

June empezó a sentir que su cuerpo reaccionaba con aquellos sonidos

- mmmh- se quejó June.

- Está despertando- se quejó el excitado Shun.

- Rápido Spika ayúdame a vestirlo, haremos que parezca que estamos peleando contra él- ordenó Reda.

- Eso estamos haciendo, ¿no?- se burló Spika.

- Sabes a lo que me refiero- aclaró Reda.

- ¡Muere Shun!-fingió Spika.

- Chicos, no los quiero lastimar- lloriqueaba Shun buscando ocultar la excitación de la que aún era víctima.

- ¡SHUN!- gritó June alarmada.

- ¡Cadena nebular!

Reda y Spika salieron volando por los aires en un buen acto tipo hollywood

- Vas a arrepentirte Shun -declaró Spika buscando ser lo suficientemente convincente.

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- ¿Dónde demonios se habrá metido?- se quejaba Hyoga.

- Ya es muy tarde- agregó el dragón.

- Ni que lo digas, desde hace una hora quiero ir al baño y no puedo ir por que todavía no llegamos-declaraba Seiya con molestia.

- ¡Seiya!-lo reprimieron sus compañeros.

Seiya se retorcía con las manos en la entrepierna tratando de aguantar las ganas de orinar-¿sí?

- En el avión hay baño-explicó Shiryu.

- ¿Quiere que vayamos a buscarlo?-se ofreció servicial Sho.

- No, estoy segura de que llegará- Declaró Saori con seguridad.

- Lamento la tardanza, surgió un imprevisto- se disculpó el peliverde con sus compañeros.

- Ya lo creo- expresó Hyoga observando el abultado miembro de Shun en el interior de su pantalón.

- ¿Ya nos vamos?- preguntó Shun sonrojado.

- Adiós caballeros de acero, cuiden de la casa y alimenten a los perros- expresó Saori.

- Sí Saori- asintió Taichi.

- ¿Te divertiste con June?- cuestionó Hyoga a un inocente Shun

- ¿Cómo?

- No te hagas el tonto, vi cómo llegaste

- Sí, claro

- Pillo, andas por ahí revolcándote con los caballeros femeninos

- No lo pongas así

- Como sea

- Creyeron que se escaparían de mí, ¿ah?- dijo Saori con molestia.

- Mira Saori traje tus muñecas y otras cosas, ¿para qué es esto?- preguntó Seiya sosteniendo un vibrador.

- ¡Deja eso Seiya!- se quejó Saori arrebatándole el instrumento.

- Vamos a peinarlas- expresó emocionado Seiya.

Así pasaron unas cuantas horas viendo las estupideces de Seiya y recordando el incidente de vibrador de Saori hasta llegar a Grecia

- Bienvenidos…..oh… no esperábamos su presencia aquí señorita Kido- dijo Tremy dándoles la bienvenida.

- Sí ya me di cuenta, no prepararon nada para recibirme, un cóctel habría bastado- se quejó Saori.

- Sí claro, chiquilla odiosa…-murmuró- vengan por aquí

En el santuario…

- Rayos, que no se les especificó que no trajeran a esa bruja- se quejo Aioria.

-Tal vez no saben leer- dijo Milo sin perder de vista el trayecto de la lima de uñas sobre su querida garra.

- Qué bien, ahora tendremos que hacer el tonto- dijo Mu de Aries.

- A menos que hagamos algo al respecto- Añadió Arles.

- Sí, hagamos algo- dijo Aldebarán.

Arles se dirigió telepáticamente a Tremy y dijo:

-Ponle una flecha para dormirla un rato e inventa una historia creíble para que no sospeche nada.

- Aquí es el santuario de Athena, como podrán observar hay doce templos antes de llegar a los aposentos del gran patriarca- decía Tremy.

- Aquí nos quedamos, gracias muchacho, ve y cómprate unos dulces- dijo Saori dándole unas monedas a Tremy.

- Sí, claro- esperó algunos segundos- esperen, no podrán subir "ataque de flechas de sagitario"

- ¡Aaah!- se quejó Saori.

- ¡Oh no! "Dame tu fuerza Pegaso".

- Ahhhh! Si quieren retirar la flecha de su pecho tendrán que atravesar los doce templos del zodiaco, pero sólo tienen doce horas porque el único que puede sacar la flecha es Arles el gran patriar….

- ¿Por qué lo hiciste Seiya?-Cuestionó con molestia Hyoga.

- ¿Hacer qué?- Cuestionó Seiya.

- ¿Por qué atacaste a Tremy?- cuestionó Hyoga.

- ¿Qué, te preocupa más Tremy que la señorita Saori?, no lo puedo creer- se quejó Seiya.

- Seiya, no podemos andar por la vida matando a quien se nos dé la gana- aleccionó Shiryu.

- ¿Y Tremy sí?- cuestionó un confundido Seiya que no terminaba de entender nada.

Shun abrazó a Tremy y dijo: -oh pobrecillo, Seiya has sido muy cruel

- Ya desgraciados hagan lo que el estúpido ese les dijo, no querrán verme morir- se quejó con molestia Saori.

- ¿Puedo elegir?- cuestionó Hyoga.

Shiryu le dio un codazo a Hyoga para recordarle que Saori aún estaba consciente -está bien Saori

Seiya abrazó a Saori suplicando: -oh Saori, no mueras, no mueras, quién va a jugar a las muñecas conmigo.

- Seiya ya déjate de estupideces y ve a salvarme ahora maldita sea, además no juego contigo

- Así que no pierdes mucho- añadió Shun en tono casi imperceptible.

- Desgraciados infelices, vayan a hacer su trabajo ahora mismo o no volverán a ver ni un centavo

- Eso es serio chicos vamos- ordenó Shiryu.

- Seiya, muévete- ordenó el cisne.

- Ya suéltame caballo alado, me estás babeando y me da asco tu pegajosa baba- se quejó la amable Saori.

Seiya comenzó a llorar y declaró: -oh Saori, te prometo que regresaremos

Así estos idiotas se encaminaron al templo de Aries…