En una nevada bella observe un sueño hermoso que me devolvía las ganas de seguir adelante y terminar con esta guerra de mierda, que sufría mi país mi misión era llegar sana y salva a la ciudad de San Petersburgo por ordenes del ejercito rojo mi nombre Sofía; mi edad no importa por ahora solo quiero llegar donde mi jefe que su nombre es Adolfo rara vez he escuchado su nombre o su apellido no se que me pasa cuando lo veo me da mucha tristeza verlo solo y en plena. Ya que su corazón se congelo por su amada esposa ella murió empezando esta guerra siempre he odio hablar de su mujer solamente escuche una vez el nombre de ella la cual ese seudónimo es Mariám lo escuche de su boca no se que me pasa a mí me salen algunas lagrimas, por ahora seguía esperando la correspondencia del ejercito rojo para volver a san Petersburgo, siempre me he preguntado siempre porque los copos de nieve de mi ciudad natal no eran blancos sino tenia una tonalidad rojiza era muy raro ver los copos de ese color ya cansada de pensar en algo sin sentido en este conflicto quiero terminar esto y regresar con mi madre la extraño mucho quiero volver a proba su deliciosa sopa Shchi y también otro tipo de las deliciosas recetas como Rassolnik y su solyanka.

Un soldado me entrego una gran maleta llena de correspondencia, suministros y otras cosas a mi me dieron para mi camino un poco de pan dulce y una gran botella de wolka raro que me dieran bebida alcohólica a una niña como yo, era raro en este situación que estaba pasando de la nada sentí como una brisa me arrastraba hacia la salida del cuartel del ejercito rojo antes de salir de Moscú me fui al mausoleo donde están los restos de Lenin medite un poco y partí rumbo a San Petersburgo un gran camión de guerra me estaba esperando; observe a mucha gente joven con ganas de terminar esta mierda pero otros ya sin animo sin ganas de salir adelante uno de los soldados me ayudo a subir al camión, ellos se preguntan como una niña joven y tan linda esta metida en esta cruel guerra es un horror que le acaben la alegría a un ángel como ella.

Seguía el recorrido a San Petersburgo ya el frio me estaba debilitando me acorde que un soldado en Moscú, me había dado un poco de pan dulce que delicia estaba el pan, también me tome un poco de Wolka lo cual me volvió las energías a mi cuerpo habían pasado como tres horas y media de viaje pero tenia un mal presentimiento; a la vez observaba como caían lentamente los copos de nieve mientras proseguía el viaje cerré mis ojos comencé a orar es muy raro en mi país ver orando alguien en plena guerra pero era mi voluntad la que quieras no por capricho mi o algo por el estilo.

En plena oración sentía como nuestro enemigo nos elaboro una emboscada de pronto abrí rápidamente mis ojos cuando los soldados me trataron de salvar de las balas, de la milicia enemiga mientras en pleno enfrentamiento intentaba reorganizar mis pensamientos ellos me dicen:

Salta y corre, no dejes que te capturen eres la única que puedes llegar sana y salva a San Petersburgo, tienes la carta del triunfo me decidí a saltar del camión mientras tanto salte observe a unos amigos de milicia que se iban al matadero esta guerra de mierda va cobrar otras vidas; no quiero sufrir mas se pregunto la chica.

Ya a fuera del camión, emprendí un viaje largo a mi ciudad pero del salto me lastime mí tobillo peor esta lejos de un pueblo cercano.