Todo esto comienza un viernes por la tarde…

Sakura salía de su escuela y ahora se encaminaba a casa, estaba realmente cansada y tan solo quería llegar y recostarse sobre su cama y ver la tele. Ella era bonita, tenía sus ojos de un color verde jade, su cabello era rosado lo cual era un poco extraño, era largo hasta un poco más debajo de los hombros, su piel era blanca y… bueno no estaba tan "desarrollada" pero seguía siendo bonita.

Se aproximaba a su apartamento en Shibuya – en una de las mejores zonas del estado realmente-. Llegó a su apartamento, sacó las llaves de su mochila y entró al edificio se dirigió al ascensor y presionó un botón. Estando ya dentro de su apartamento gritó:

"¡Padre he llegado!"—

"Hola hija…mmm ¿te importaría si hablamos un poco?"—dijo Hideaki, el padre de Sakura, con un poco de nerviosismo.

"Mmm…adelante"—dijo la chica

"bien…Sakura, hija… ¿que pensarías acerca de tener… emm…tu sabes…una nueva madre?"

"¿nueva madre?"

"Si… bueno tu sabes que salgo con una mujer…y bueno pues… planeo hacerla mi…esposa"

"¡¿QUÉ?!"Dijo la chica explotando de rabia—"…no… ¡tu no puedes hacerme esto! ¡tu no puedes casarte!"—dijo la chica ya entre lagrimas- "¡¿Qué hay acerca de mamá?!...¡¿ que hay acerca de mi?!"—diciendo esto Sakura se fue a encerrar a su habitación.

No padre. Tu no puedes casarte! No puedes!

1 hora después…

Sakura salió de su habitación en dirección hacia la sala y vio a su padre sentado en el sofá que pensando pero vio a Sakura ahí parada, se dirigió hacia ella.

"Sakura , mira lo siento pero es que yo en verdad la amo y- "-fue interrumpido por la chica antes de que terminara la oración.

"padre…soy yo la que debe disculparse, no tu…tu mereces ser feliz asi que…-inhaló antes de terminar- yo…quiero que te cases con quien tu vayas a ser feliz" -aunque yo no pueda serlo-pensó, y le dirigió una sonrisa un poco falsa a su padre que este también le dio una.

"Gracias…Sakura"- musitó el padre y le dio un abrazo a su hija.