CAPÍTULO 1: EL REENCUENTRO
POV KATNISS
Estoy corriendo por las calles de New York con decenas de paparazzi persiguiéndome. Siento un dolor atroz en mis pies debido a que me he torcido el tobillo derecho por culpa de estos malditos tacones. Los pulmones me arden y cada uno de mis músculos pide a gritos que pare de correr, pero no puedo… no puedo dejar que me alcancen.
Sigo corriendo como un animal que intenta huir de las garras de los depredadores cuando oigo una bocina y veo un coche acercándose velozmente hacia mí. Cuando me doy cuenta de que estoy en la carretera ye es demasiado tarde. Todo se vuelve negro…
El ruido del despertador hace que me despierte y pegue un grito bañado en terror… Otra pesadilla. Intento tranquilizarme repitiendo en mi cabeza una y otra vez: "No ha sido real, no ha sido real" .
Miro la hora en el despertador: las 10:30. Hoy es sábado así que tengo todo el resto del día libre. Este fin de semana es uno de los pocos ratos que tengo para mí solita. No grabaciones, no estúpidas sesiones de fotos, no aburridas charlas de mi manager… solo yo y mi familia. Como en los viejos tiempos.
Bajo a la cocina de mi apartamento para prepararme el desayuno. Me como dos huevos fritos, un panecillo de queso, dos magdalenas y me bebo una taza de chocolate caliente. Vuelvo a subir a mi habitación y cojo del armario unos vaqueros, una blusa verde y una cazadora negra. No quiero maquillarme ni ponerme vestidos carísimos; solo quiero ser yo. Me hago mi típica trenza y me pongo unas gafas de sol y una bufanda para que nadie me reconozca, meto mi móvil en el bolsillo de mis vaqueros y salgo del apartamento a toda pastilla. Este fin de semana es solo para mí y lo voy a aprovechar.
Por suerte he pasado desapercibida entre la gente y he podido estar tranquila toda la tarde. Hoy en día las expresiones "estrella de cine" y "vida tranquila" no pegan nada juntas. Es casi imposible que pueda salir a comprar algo del supermercado sin que las fans locas me acorralen pidiéndome histéricamente que me haga una foto con ellas o que les firme un autógrafo. Pero no puedo escaquearme. Según mi manager Cinna, eso daría una mala imagen de mí. El mundo me conoce como Katniss Everdeen "La Chica en Llamas". Si, bueno, el llevar siempre vestidos que arden en las entrevistas se podría considerar una de las razones principales por las cuales me llaman así. En algunas revistas también se puede leer:" Katniss Everdeen, la actriz que hace arder a los demás actores con su gran talento". Chorradas de periodistas chiflados. Mi sueño nunca fue ser actriz y aún menos trabajar para Panem Universal Studios, la compañía cinematográfica más famosa del mundo. Ese era el sueño de mi hermana Prim, pero debido a desagradables circunstancias no pudo lograrlo.
El rugido de mis tripas me saca de mis pensamientos. Por suerte sé un lugar dónde puedo ir a comer sin que nadie me descubra… el Quemador. El Quemador es un pequeño bar a dónde va la gente que no tiene dinero suficiente para pagar las lujosas cenas que se preparan en los demás locales de la ciudad, aunque en mi opinión la comida del Quemador es mil veces mejor. Resulta que su propietaria es Sae la Grasienta, mi vecina. Es una de las pocas personas en las que realmente confío. A ella le da igual que sea famosa. Para ella soy una amiga.
Al entrar en el local veo a Sae limpiando una de las mesas. No hay ningún cliente. Al verme se acerca y me saluda:
-Hola hija.
-Hola Sae.-le respondo con una sonrisa-¿Dónde están todos los clientes?
-La mayoría se han ido a los festivales del centro de la ciudad. Los clientes habituales han venido por la mañana.-me responde mientras sigue limpiando-Iba a cerrar el local, pero ya que estas aquí vamos a la terraza y preparo algo para comer juntas.
-Genial-respondo entusiasmada-Estoy hambrienta.
-Y dime… ¿qué te apetece comer?
-Uno de tus deliciosos estofados de cordero estaría muy bien-le respondo relamiéndome los labios solo con pensar en su exquisito sabor- Pero no quiero dejarte hacerlo todo… quiero ayudar.
-Bueno pues yo me ocupo de la comida y tú pones la mesa…¿vale?
-Eso está hecho.
Pasamos varias horas charlando sobre cosas triviales y comiendo estofado. Fue una de las tardes más tranquilas desde que empecé mi carrera. Pero la tranquilidad no duró mucho…
El móvil empezó a sonar… era Cinna. Le pedí disculpas a Sae y me fui al baño para responder. Fuera podrían descubrirme.
-Hola Cinna.
-Hola Katniss.-dijo con un toque emocionado en la voz – Tengo buenas noticias.
¿Qué habrá hecho ahora? ¿Otro maravilloso vestido? ¿Habrá conseguido que participe en otra entrevista que se emitirá en todo el país?...
-¿Conoces a Plutarch Heavensbee…?
-Sí…¿es uno de los directores de cine de la compañía, verdad?
-Efectivamente… verás, él quiere que interpretes a la protagonista de su nueva película.
Me quedo sin habla. No sé si es por el hecho de que uno directores de cine más famosos del mundo me quiera como protagonista de una de sus películas o porque me acaban de fastidiar el fin de semana.
-Quiere que vayas mañana a una reunión a la que asistirá todo el equipo de grabación.-continúa hablando al ver que no hay respuesta de mi parte- Sé que este fin de semana era tu rato libre y que ibas a visitar a tu familia pero es una gran oportunidad para ti Katniss.-me dice animándome para que asista a la reunión.-Como manager debería recomendarte lo mejor para tu carrera, pero como amigo te recomiendo que sigas a tu corazón.
No sabía que decir. Llevaba meses sin ver a mi familia y les echaba muchísimo de menos, pero como bien había dicho Cinna, ese papel era una gran oportunidad para mí.
No me había dado cuenta de que me había colgado. Me imagino que intentará entretener a Plutarch mientras yo tomo una decisión. Por eso respeto tanto a Cinna. Porque me conoce bien y sabe reaccionar ante las situaciones que me bloquean. De no ser por él hoy en día no sería nadie.
Vuelvo a la terraza del restaurante para despedirme de Sae.
Lo primero que hago al llegar al apartamento es subir directamente al baño, llenar la bañera de agua fría, quitarme la ropa y meterme rápidamente en ella. Necesito refrescar mis pensamientos.
¿Qué debo hacer ahora?,¿aceptar el papel?,¿ir con mi familia? Ahora mismo los pensamientos negativos nublan mi cabeza. ¿Qué pensará la gente de mí si rechazo ese papel? ¿Me despedirán de la compañía? Y mi hermana ¿se enfadará conmigo por no ir a verla en su cumpleaños como le prometí? No podía tomar esa decisión sola, así que decidí llamar a la persona que más quería en este mondo.
-Hola patito.
-Hola Katniss-suena la voz de una niña al otro lado del teléfono-¿Qué tal estas?
-No muy bien.
-¿Por qué?¿Qué te pasa?-dice preocupada.
-Es por…
-Es por lo de la película…¿verdad?
-¡¿Qué?!¿Cómo los sabes?-pregunto asombrada.
-Cinna nos llamó hace unas horas. Nos lo contó todo.
-Debí imaginármelo.
-No te enfades con él por favor. Solo quería ayudarte.-dice defendiendo a Cinna-Sabía que tú no podrías tomar esa decisión sola y nos avisó.
Supongo que sabía que iba a realizar esta llamada y avisó a mi familia para que me aconsejaran sobre lo que es mejor. Sabe que yo siempre me tomo los consejos de mi hermana muy enserio.
-El caso es que deberías aceptar ese papel Katniss.-sabía que iba a decir eso-Puedes venir a visitarnos cuando quieras, pero una oportunidad como esa se presenta solo una vez en la vida y debes aprovecharla.
Aunque sea solo una niña de 14 años, tiene más sabiduría que toda la gente de Estados Unidos junta.
-Mamá y yo estamos muy orgullosas de ti y te queremos mucho.
-Yo os quiero mucho más-digo con una sonrisa y con lágrimas en los ojos.
-Sé que tomarás la decisión adecuada.-percibo perfectamente su sonrisa.
-Te quiero- le digo con sinceridad.
-Y yo a ti-dice y después cuelga.
Ya sé lo que debo hacer. He tomado una decisión.
Estoy esperando frente a mi portal a Cinna para que me lleve a la reunión. Aún no me creo que vaya a hacer esto.
Cinna aparca su Jaguar negro frente a mi portal y me hace una señal para que suba. Me siento junto a él en el asiento del copiloto y me saluda cordialmente.
-Hola.
-Hola.-respondo con la poca voz que me queda.
-¿Nerviosa?-comenta al ver mi estado.
-Un poco.
-Tranquilízate.-dice amablemente-Plutarch es un buen hombre. Trata muy bien a sus empleados.
-No es eso lo que me preocupa.-le digo seriamente-He trabajado con los directores más cascarrabias y exigentes del mundo pero...¿Y si no le gusto? No quiero fastidiar mi carrera por culpa de un estúpido papel.
-Y no lo harás. Yo confío en ti "Chica en Llamas".
Todo el resto del camino estuvimos hablando de cualquier cosa que no tuviera que ver con lo que estaba a punto de pasar. Eso hacía que mis nervios disminuyeran… más o menos.
De repente nos paramos frente a una mansión enorme y extravagante rodeada por grandes arbustos de forma rectangular.
-Hemos llegado.
-¿Pero no íbamos a una reunión?-digo confusa.
-Sí y aquí es-dice riendo-Esta es la mansión de Plutarch Heavensbee.
-Vaya mansión-digo asombrada por el tamaño y el aspecto de su casa.
Bajamos del coche y nos dirigimos a las enormes puertas de metal plateado con forma de herradura que separan los jardines de la calle. Al acercarnos las puertas se abren automáticamente como si supieran quiénes somos. Entramos a los jardines y justo enfrente de nosotros se abre la puerta principal de la mansión para mostrarnos la figura de un hombre bajito y regordete de pelo canoso que nos saluda animadamente:
-Ya era hora de que llegarais. He llegado a pensar que habíais rechazado mi oferta.-dijo preocupado-señorita Everdeen encantado de conocerla, soy Plutarch Heavensbee-dice ofreciéndome una mano-pero puedes llamarme Plutarch.
-Y usted puede llamarme Katniss.-le digo aceptando su fría mano para saludarnos.
-Mi asistente Fulvia os guiará hasta el salón dónde están los demás invitados.-dice presentándonos a una mujer algo más alta que yo de pelo castaño y unas extrañas incrustaciones de plata con forma de flor en sus mejillas que previamente se acercó a nosotros.
-Tengo que ocuparme de una cosa pero enseguida voy al salón.-dice despidiéndose-Nos vemos enseguida.
La mujer nos guía a través de una infinidad de pasillos y escaleras hasta llegar a una enorme puerta de madera decorada con incrustaciones de plata en forma de estrellas. ¿Acaso todo aquí es de plata?
-Es aquí-dijo Fulvia parándose frente a la puerta-Si queréis podéis decirles a los demás invitados que el señor Heavensbee llegará enseguida.
-Claro-respondió Cinna amablemente-y gracias por acompañarnos.
-Ha sido un placer-dice y después desaparece entre el sendero de pasillos.
-¿Por qué todo por aquí es tan raro?-le pregunto a mi manager.
-¿Y cómo te esperabas que fuera? Es un barrio de ricachones.-dice abriéndome la puerta.
Al entrar en el salón me quedo boquiabierta.
Es una habitación enorme que está rodeada por unas preciosas mesas de cristal que están llenas de variados y exquisitos tipos de comida. En el centro hay un conjunto de sillones de color beige con distancias medidas al milímetro entre ellos, dispuestos en forma circular y con una preciosa mesa de madera de roble en el centro decorada con un jarrón lleno de crisantemos amarillos que van perfectamente a juego con los sillones. En el suelo hay una preciosa moqueta negra con pequeños dibujos blancos y amarillos de espirales que van formando otros círculos más grandes. Y por último, pero no menos importante, un enorme chandelier de plata y oro que ilumina toda la habitación.
Además de la habitación en sí, las personas que están aquí también impresionan: En una de las mesas están los hermanos Gloss y Cashmere Knife que se están inflando con el champán, en el centro de la habitación están Beetee Latier y Wiress Plummer los expertos en efectos especiales y sentados en dos de los sillones están Johanna Mason y Finnick Odair que por cierto es más guapo en la vida real que en la tele. Hay muchísimas más personas pero no logro reconocerlas.
Al parecer Finnick es el primero que se percata de nuestra presencia.
-¡Mirad eso…-dice a pleno pulmón-ha llegado la prota!
Todos se dan la vuelta instantáneamente para mirarme.
-¡Ya era hora!-dice Johanna aún más fuerte-Llevamos una eternidad esperándote. ¿Qué clase de actriz principal eres tú? ¿Intentas ser la típica princesita que llega la última al baile y los asombra a todos con su belleza o qué?
Casi toda la sala se ríe ante su comentario .La acabo de conocer y puedo asegurar que no la aguanto.
-Gracias por el maravilloso recibimiento-respondo irónicamente.
-De nada-responde Johanna volviéndose a burlar de mí. –Te mereces eso y mucho más.
Y la sala vuelve a estallar en risotadas.
Me retiro hacia la mesa más alejada de esa bruja antes de partirle la cara.
La gente ya ha dejado de observarme y todos han vuelto a hacer sea lo que sea que estaban haciendo antes de que yo llegara. Pero una sensación extraña se apodera de mí. Es como si alguien siguiera observándome. Al darme la vuelta hallo la respuesta de mi incomodidad. Un chico alto y musculoso observa atentamente cada movimiento que realizo con unos intensos ojos azules que parecen zafiros iluminados por la luz del chandelier. El rubio aparta su mirada al ver que me percaté de su presencia. Ese pelo, esos ojos… me suenan demasiado.
Entonces me acuerdo de aquella tarde bajo la lluvia, cuando un chico rubio de ojos azules me ofreció el pan que salvó mi vida y la de mi familia…
Yo conocía a ese chico…
Su nombre atravesó mi mente cómo una flecha atraviesa la carne de su objetivo…
Peeta Mellark.
Bueno chicas y chicos aquí está el primer capítulo de mi primer fanfic. Espero que os haya gustado y si es así me encantaría que me dejarais un review para que sepa si alguien se interesa por mis ideas o no y así poder seguir escribiendo. Con un solo review ya tengo suficiente para seguir desarrollando esta historia.
En cuanto a la ortografía y la gramática intentaré cometer los menores fallos posibles. Hay algunas frases o descripciones que a lo mejor resultan algo confusas pero si tenéis dudas podéis preguntarme sin problemas. Aunque me guste mucho escribir, no soy una profesional y tengo mis fallitos.
También me gustaría decir que acepto sugerencias. Yo ya tengo la estructura de la historia más o menos diseñada pero si tenéis alguna idea me lo podéis comentar en los reviews.
Un saludo y gracias por vuestro tiempo.
Los personajes de este fanfic NO ME PERTENECEN a mi, sino a su creadora Suzanne Collins. Yo solo los estoy utilizando para enseñaros mi propia versión modernizada de Los Juegos del Hambre.
