Prologo
Yuri Katsuki estaba a punto de debutar como junior en el Gran Prix, su rival Yuri Plisetsky estaba a la par en puntuación y los dos ya estaban con su pase directo a la final, todos estaban orgullosos de los dos.
El día de la presentación del programa corto todos estaban ansiosos por ver el desempeño de los competidores en la pista. Muchos patinadores senior estaban ahí para apoyar a sus compañeros junto con sus entrenadores, entre ellos estaba Victor Nikiforov, quién venía a apoyar a su compatriota ruso.
El calentamiento había terminado, el primero en pasar sería Pichit Chulanot, el tailandés tenía una hermosa coreografía que hacía a todos querer bailar a al ritmo de la música. El siguiente era Leo de la Iglesia, el estadounidense tenía preparado un programa muy alegre, al menos a la vista del público. El siguiente competidor era Otabek Altin que al igual que cada año escogía música de Beethoven y, como siempre tenía un programa perfecto.
Yuri
Ya casi es mi turno y todos mis compañeros se ven con una dedicación impecable, incluso mi amigo Pichit lo hizo excelente, aunque falló su Axel triple, no sé si pueda con tanta presión.
-Yuri ya casi es tu turno hay que comenzar a salir- me dijo mi entrenador con mucho entusiasmo, aunque no puedo decir lo mismo de mí. Comenzamos a caminar hacia la pista, ya había terminado mi compañero inglés con unos 95 puntos, que miedo me daba el estar en frente de toda esa gente y el pensar que si fallo ahora seré una decepción para todos los que me hayan apoyado hasta ahora, pero estoy listo yo lo sé, seré el mejor y mi familia, amigos, todo el mundo sabrá mi nombre de ahora en adelante.
Narradora
Yuri se acercó a la salida, se quitó los protectores de las navajas de los patines, le dio sus lentes a su entrenador, respiró profundo y entró en la pista, todo el público aplaudió, Yuri estaba listo para ser el mejor. Su programa empezó lento y suave y aumentó la velocidad con el pasar de algunos segundos, Yuri casi siempre ponía sus saltos para la segunda mitad para poder alcanzar una mayor puntuación, dio un giro combinado y luego empezó con su serie de saltos, un triple salchow y flip doble, excelentes, venía luego unos pasos al ritmo de Forbidden Friendship de John Powell, arreglada para su programa corto, estaba en el giro final para terminar en una pose con los brazos posicionados casi formando una "v" casi a la altura de sus hombros.
Yuri
Estaba dando mi último giro y terminar con un programa corto impecable cuando empecé a sentir un calor muy intenso en todo mi cuerpo, creí que solo era el agotamiento, que se iría cuando terminara y descansara y me decidí a terminar con mucho esfuerzo mi programa, ¡lo había hecho!, había terminado pero el calor en mi cuerpo no se disminuyó, cuando me decidí a voltear a mi alrededor y me encontré ante muchos ojos de lobo hambrientos mirándome como si fuera una presa indefensa, no sabía qué hacer hasta que escuché dos voces, la de mi entrenador y otra que me sonaba muy familiar pero no pude reconocer por el horror ante mí, mis sentidos y piernas estaban casi muertas.
- ¡Yuri, patina hacía acá, rápido! - me dijo mi entrenador con un tono un tanto alterado.
- ¡Vamos chico, no tenemos tiempo! - esa voz tan familiar es muy dulce- ¡Ven hacía nosotros antes de que los alfas de este recinto decidan sacar todas sus ansias en ti!
No me percaté de quien era hasta que volteé a la zona donde te recibe tu entrenador, cuando mi voluntad hizo acto de presencia vi algo hermoso junto a mi entrenador, un muchacho alto, cabello plateado recogido en una coleta, facciones perfectas y ojos azules como el cielo, así es, el mismísimo Victor Nikiforov estaba llamándome para salir de ahí y entonces fue que patiné con todas mis fuerzas a la parte donde se encontraban, casi me tiro encima de él pero me resistí, me dieron mis lentes y los protectores y salimos por un pasillo hacía el estacionamiento, Victor se veía que sufría cuando lo volteaba a ver pero se daba cuenta que lo estaba mirando y entonces sonreía, yo sentí como si esa sonrisa fuera solo para mí. Nos detuvimos frente a la camioneta del equipo ruso, la admiré por unos segundos y luego él habló.
- Quédense aquí en lo que voy por los supresores- dijo Victor mientras empezaba a subir al camión. – Ah y será mejor que hablen sobre lo que está pasando- y se terminó de subir al camión.
- Yuri, hay algo que tienes que saber- dijo mi entrenador con un tono de angustia y tristeza en su voz.
- ¿Soy un omega no es así- dije sin rodeos, -Mi presentación y primer celo sucedieron durante el final de mi programa corto o me equivoco?
- Así es Yuri- dio un suspiro y continuó- Pero no hay de qué preocuparse, Victor subió por unos supresores de una compañera suya para que no tengas que sufrir con todo esto, te ayudaran a que tus feromonas se calmen.
- Lo sé, pero, ¿por qué me tiene que suceder esto justo cuando voy a debutar como junior? -no lo soporté más y me solté a llorar, siempre lloro cuando me estreso mucho.
- Eso sucede, es parte de nuestra naturaleza- una voz muy dulce me sacó de mis pensamientos- Toma Yuri, te ayudaran en estos días, no sé cuántos exactamente ya que suele variar dependiendo del omega así que será mejor que vayan con n medico a que te revisen- lo dijo con una sonrisa tan hermosa que yo solo asentí y me incliné para darle las gracias. -Eso me recuerda una pregunta, ¿nunca te revisaste con un médico para saber que sucedía al interior de tu cuerpo? – Me limpié mis lágrimas, respiré profundo y le contesté.
- No, la verdad es que todos en mi familia sin alfas o betas y creyeron que tal vez era un beta ya que no crecía de estatura ni musculatura, así que asumieron que era un beta ya que nunca se había presentado un omega en todo el linaje Katsuki, creo que se equivocaron con eso.
- Creo que tu familia no sabe que el linaje no tiene nada que ver a veces – dijo Victor con una media sonrisa en su rostro- Hay casos donde depende del linaje, sí, pero hay ocasiones donde depende de cómo se forme tu cuerpo con el pasar de los años, pero eso no importa ahora, lo que importa es que vean un médico para que sepan los días de duración de tu celo, que tan fuerte son tus feromonas y el estado de tu útero, ¿de acuerdo? – preguntó con una sonrisa en su rostro y yo asentí con mucho gusto.
- Muchas gracias por todo Victor- dijo mi entrenador estrechando la mano de Victor.
- De nada- dijo mientras nos poníamos en marcha para saber mi puntuación del programa corto cuando, - ¡AH YURI CASI LO OLVIDO! - yo volteé para ver al chico de pelo plateado que me gritaba ya un poco a lo lejos- ¡ESTUVO MARAVILLOSO TU PROGRAMA!, ¡LO AME!, ¡NUNCA HABÍA VISTO TANTA PASIÓN EN UN CHICO, SIGUE ASÍ Y CUIDATE MUCHO! -. Yo no supe que decir, solo sentí que mi cara se llenaba de color y un ardor llegaba a mis mejillas, ¿me sonrojé?, así es.
Narradora
Fue ahí, a los 14 años de edad, en su primer celo y en un estacionamiento que Yuri Katsuki conoció por primera vez al amor de su vida.
