Un día, repentinamente se hizo un agujero en el mundo, y desde entonces fueron apareciendo un sinnúmero de monstruos. Y en un abrir y cerrar de ojos, el mundo volvió a caer en un caos y desgracia.
El rey pensó que el Rey Demonio, Luchimedes, quien había sido sellado por el héroe Creation mil años atrás, había resucitado. Por lo que decidió mandar a su hijo, el héroe Alba, a derrotarlo…junto a sus 75 descendien-
-Son… muchos, alteza… - dijo uno de los sirvientes del rey
-…Sí, sí ya lo sé. -respondió el rey
-¿Eso es un perro?
… -tes… dejadme terminar las narraciones… por favor. ¿Me habéis hecho repetir esta parrafada en todos los capítulos del anime y ahora encima lo tengo que hacer en una historia escrita? MALDITA SEA.
…
El héroe Alba y el guardián Ross que lo acompañaba, continuaron su viaje para derrotar al Rey Demonio Luchimedes… y todo eso…
- Alba…¿Puedo matarte? Estoy aburrido de ir contigo… - dijo Ross mientras sacaba su arma.
- ¡Ni se te ocurra! ¡Y no llevamos ni un día de viaje! - gritó Alba alejándose rápidamente de él.
- ¿Y dónde se supone que vamos ahora Alba? -preguntó Ross
- Tenemos que ir al pueblo Foyenimol que está por aquí cerca, parece que una serie de monstruos lo están atacando… -respondió Alba con un suspiro.
- ¿Foyenimol?
- Foyenimol…
Se hizo un silencio por unos segundos.
-…Pff, ¿en serio?... -dijo Ross burlón
- Lo sé, lo sé, el nombre eees… - dijo Alba intentando describir el ridículo nombre que tenía el pueblo mientras se contenía para no reír.
- Incluso más patético que usted…
- Sííí…¿qué?
- ¡Oh! Mira Alba, hemos llegado al pueblo.
Nuestro héroe Alba y el guardián Ross habían llegado a Foyenimol, que en sus días era un lugar feliz y cálido, dónde la gente trabajaba de la apicultura y se acababa de aprobar el matrimonio entre humanos después de que solo se permitiera casarse con alguna de esas típicas almohadas eróticas compradas por Internet. Pero ahora estaba todo completamente destrozado. Hogares, tiendas, posadas, no quedaba nada… era un lugar muy diferente a lo que era.
- ¡Oh dios mío! ¡Mira eso Alba! - gritó Ross hacia una parte del pueblo
- ¿Q-qué pasa? ¿Están los monstruos atacandoooooooo-¿Por qué eres lo único del pueblo que sigue intacto? - dijo el héroe sorprendido al ver el cartel, con luces de colores como decoración, con el nombre del pueblo. - Bueno…vamos a entrar Ross… ¿Ross?
- Alba ya he entrado. ¿Acaso es lento en los dos sentidos?
Los dos viajeros entraron dentro del pueblo destrozado, era un pueblo fantasma, no quedaba nadie ahí…o eso pensaban.
- ¡Oh! Alba, no te gires. - gritó Ross.
- ¿Qué pas-¡Ahhhhh! ¿¡Qué mierda?! ¡MUERE! -gritó el héroe, dando una estocada con su espada al monstruo que le iba a atacar por detrás.
- Ha faltado poco… - dijo Alba jadeando.
- Alba…te dije que no te giraras… - dijo Ross con un tono decepcionado.
- ¡Y una mierda! - gritó Alba.
- Me has dejado parapléjico. - dijo Ross con una sonrisa.
– Supongo que querrás decir perplejo.
- No idiota, me acabas de dañar las neuronas por no dejarme presenciar tu muerte. Mira. - se quejó Ross sentado en una silla de ruedas.
- ¡No hay manera de que algo así te pueda pasar! ¿Y de dónde has sacado eso?
Y así, nuestro héroe cambió su objetivo de derrotar al rey demonio para ser ama de casa y hacerse cargo de su preciado guardián. ¿Podrá Ross volver a jugar al baloncesto?
- ¡No cambies la historia!
Continuara.
