¡AVISO!

No promuevo la violación infantil ni la pedofilia. Los personajes de Kuro no me pertenecen, pertenecen a Yana Toboso, jo solo pongo mi imaginación ^_^

Espero que disfruten del cap.

¿Solo es un contrato? ¿Un hechizo? No… es mucho más… es vender tu cuerpo y alma a un demonio.

Ciel Phantomhive esperaba pacientemente sentado en la orilla de su cama a su mayordomo Sebastian Michaelis para cumplir como cada noche su parte del contrato.

Al cabo de pocos minutos de espera, la puerta se abrió lentamente y apareció Sebastian, con su habitual traje negro de mayordomo y sus guantes blancos.

Se aproximó a la cama donde estaba Ciel, vestido solamente con su camisón blanco y alargó su brazo para levantar con su mano derecha la barbilla del moreno, obligándole a alzar su mirada para mirarle directamente. Sus miradas se encontraron, una azul la otra de un color rojo vivo.

Sebastian aproximó su mano izquierda a su boca, para retirar el guante que cubría la marca del contrato con los dientes. La marca brilló, y con la misma mano retiró el parche del ojo derecho de Ciel, para contemplar la marca. Su marca.

Sebastian sonrió y aproximó sus labios a los labios de Ciel, el pequeño cerró los ojos al notar esos labios chocar contra los suyos y, una lengua intrusa explorar dentro de su boca, mientras él también correspondía a ese beso demandante y enroscaba sus brazos en el cuello de Sebastian. El demonio cogió a Ciel por la cintura y lo atrajo más a su cuerpo, mientras lo levantaba levemente del colchón y se posicionaba encima de él.

Sebastian empezó a repartir besos en toda la carita de Ciel hasta llegar al cuello, donde lamió y chupó mientras se complacía de los estremecimientos que su toque causaba en el menor. Sus manos se dirigieron a la parte baja de Ciel, donde acariciaron sus muslos y apretaron sus glúteos para después levantarle más el camisón. Sebastian quitó el calzoncillo de Ciel y bajó su cabeza para posicionarla entre las piernas del niño, donde empezó a lamer sus muslos mientras el pequeño niño soltaba de vez en cuando pequeños gemiditos de placer. El miembro de Ciel parecía tener vida propia, pues llegó a su máximo esplendor y Sebastian empezó a lamer y a dar pequeños mordisquitos a la punta del miembro de Ciel, que se retorcía de placer, después de un rato de hacer eso, Sebastian "engulló" el miembro de Ciel, mientras daba pequeños círculos con su lengua en la extensión del chico, mientras Ciel le agarraba la cabeza y se revolvía.

El demonio llevó dos de sus dedos a la boca de Ciel, donde el pequeño los chupó con avidez y, Sebastian prosiguió con su faena, introduciendo uno de esos dedos en el interior de Ciel bruscamente sin dejar de practicarle el sexo oral.

Ciel, por su parte, no podía parar de gemir, cada noche era igual, Sebastian lo dominaba y le hacía llegar al paraíso del placer. Cuando sintió el primer dedo de Sebastian introducirse dentro de él, sintió una pequeña punzada de dolor que pronto se incrementó con la invasión de un segundo dedo en su recto.

- Se… ¡Sebastian!- Ciel agarró los brazos de Sebastian con sus manitas mientras cerraba los ojos e intentaba relajarse.

El demonio empezó un mete y saca con sus dedos en el interior de Ciel intentando dilatar su esfínter tanto como podía, cuando pensó que ya estaba listo, posicionó las piernas del menor encima de sus hombros y se bajó los pantalones juntamente con su ropa interior a la altura de las rodillas, y entró en el interior del menor de un solo empellón, mientras sentía como Ciel arqueaba su espalda, y empezó a chuparle los pezoncitos.

El menor sentía las embestidas rápidas y profundas, cada noche era lo mismo, pero nunca llegaba acostumbrarse a esa invasión, Ciel cerró los ojos y sintió las embestidas profundas de Sebastian.

- Míreme…- Ciel abrió sus ojos para encontrarse con la mirada de Sebastian, este en el momento justo empezó a masturbar a Ciel al ritmo que lo embestía cada vez más rápido y profundo. Los dos se corrieron casi simultáneamente, Sebastian en lo más profundo de Ciel y Ciel en el estómago de Sebastian, manchándose el también con su esencia.

Sebastian se retiró suavemente del interior de Ciel mientras acariciaba su mejilla con la mano izquierda.

- Sebastian… duerme hoy conmigo…- El demonio sonrió.

- Yes, my lord.

El muchacho tenía atadas fuertemente las manos al cabezal de una cama y unos grilletes en los tobillos sujetos a las patas de la misma que le impedían cualquier movimiento.

Llevaba puesta una mordaza que impedía que sus quejidos fueran escuchados con claridad y una venda que suponía que era color negro, y lo peor de todo, es que estaba desnudo.

Lo único que recordaba era que estaba paseando por la calle cuando alguien se le acercó por atrás y, con un pañuelo impregnado de cloroformo le había dejado inconciente, y ahora se encontraba atado a una cama y desnudo.

Escuchó un ruido, y giró su cabeza en dirección a este. De pronto sintió como una mano gélida le acariciaba la mejilla. El muchacho se asustó y se revolvió en la cama, mientras la otra persona en la habitación al ver que el muchacho quería soltarse de sus ataduras reía.

De pronto el muchacho sintió como unas manos recorrían su cuerpo y se removió con más fuerza, siendo recompensado con unos puñetazos en el estómago que le quitaron el aire. Mientras el chico se intentaba recuperar respirando por la nariz, el intruso de sentó a horcajadas sobre él y le enrolló una cuerda en el cuello…

- Mfhsffh- el chico empezó a llorar y mojó la venda que cubría sus ojos.

- Shh… será rápido… no te dolerá… demasiado- el intruso le quitó los grilletes y el joven intentó darle patadas, el hombre volvió a reír fríamente y, cogiéndole las piernas las abrió tanto como pudo y se hundió en el interior del muchacho sin prepararlo antes y sin lubricante. El joven arqueó su espalda por el dolor y sus quejidos fueron más fuertes, sangre bajaba desde su entrada manchando las sábanas de la cama y su propio cuerpo. El hombre se corrió en el interior del joven y salió de él bruscamente, causándole aún más dolor al muchacho. Tiró de la cuerda que posteriormente había colocado en el cuello del joven y miró atentamente al chico hasta que se quedó inmóvil y frió.

Cuando acabó desató al joven y lo llevó a su carruaje, desnudo, donde lo dejó cerca del puerto con un pequeño obsequio en su mano derecha. El sol aún no había salido y la espesa niebla le ayudaría a volver a casa sin ser visto.

El intruso volvió a su carruaje dejando el cadáver del chico en el suelo y desnudo, mientras susurraba:

- Al fin y al cabo… tú… no eres y jamás serás "él"

- ¡Bocchan!- Meirin se acercó a la mesa corriendo, donde Ciel estaba tomando su desayuno y leyendo el periódico.- A llegado una carta para usted.

Ciel cogió la carta entre sus manos apresuradamente al ver que llevaba "su" sello.

Abrió el sobre y leyó la carta durante varios minutos, cuando acabó la volvió a plegar y la dejó encima de la mesa.

- Al parecer ella también se ha enterado de los ataques de los jóvenes muchachos.- Se volteó bruscamente en dirección a Sebastian- ¡Sebastian! Prepara las cosas para ir a Londres. Vamos a calmar "su" dolor.

Sebastian miró por unos segundos a los ojos a Ciel antes de contestar.

- Yes, my lord- y llevando su mano al pecho y haciendo una pequeña reverencia, giró sobre sus talones para preparar las cosas de su amo.

Ciel echó un último vistazo al artículo del diario mientras terminaba su taza de café.

Cinco cadáveres de chicos jóvenes hallados cerca del puerto en menos de una semana

Los cinco cuerpos hallados cerca del puerto de Londres mostraron las mismas marcas en las muñecas y tobillos, signos de que fueron atados con correas para impedir su movilización, dichas marcas también se encontraron en la boca y en el cuello de las víctimas, por lo tanto el asesino amordazó a los jóvenes, los ató y seguramente los asfixió pasándoles una cuerda por el cuello y apretándola hasta que los jóvenes murieron asfixiados.

Los cinco cuerpos presentaban signos de violación y hematomas en el cuerpo, por lo tanto el asesino los había maltratado físicamente antes de violarlos salvajemente.

Scotland Yard está haciendo todo lo posible para encontrar al responsable de estas muertes, pero por ahora la única referencia que tienen es que lo cinco chicos eran menores de quince años y eran pertenecientes a familias adineradas. Los cinco cadáveres se han encontrado desnudos con una rosa negra en su mano derecha […]

Espero que les haya gustado ^_^

Dejen sus coments o críticas :D

byee