Disclaimer: Los personajes no son míos, (ojala lo fueran) pertenecen a Stephenie Meyer. Lo único que es mio es la manipulacion de lo que sucede...

Este es mi primer fic en Twilight... ojala valga la pena.

Mi tormento inicia

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OCTUBRE

Definitivamente esta no era una de las mejores mañanas en Seattle. El cielo parecía que se caía en pedazos ya que desde la noche anterior había empezado a llover sin pausa alguna. Las calles se encontraban abarrotadas de personas que anhelaban llegar a sus destinos a tiempo y con un poco de suerte secos.

En una esquina esperando que la luz del semáforo cambiara a rojo me encontraba yo, una mujer delgada de largo cabello marrón, la cual fácilmente podría pasar desapercibida. Llevaba en una de mis manos mi café favorito del Starbucks y en la otra sostenía a duras penas el paraguas y mi maletín. No estaba acostumbrada a tener que lidiar con varias cosas a la vez, pues soy conocida por mi inmensa patosidad pero precisamente esta mañana a mi camioneta que según supe cuando la adquirí fue fabricada a inicios de los años setenta, le dio por pasar a mejor vida.

La luz por fin hizo el cambio y los transeúntes cruzamos al otro lado de la calle, cuando como era de esperarse, mi patosidad se hizo presente. Los pies se me tropezaron solos, el café se derramo en medio de la calle y el maletín se abrió con el impacto del piso, haciendo un desplaye de papeles a lo largo. – Genial, nada podría ser peor – me dije a mi misma. Había trabajado toda la noche en ese informe que ahora se encontraba totalmente mojado. Mi edificio estuvo sin electricidad en la mañana, por ende el despertador nunca sonó, mi amada camioneta murió y el único traje que estaba limpio acaba de empaparse por completo. ¡Que bello día!

Un caballero me ayudo a levantarme y me ofreció invitarme otro café, pero por estar con el tiempo muy justo tuve que rechazar la propuesta. Y que pesar… era atractivo.

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Al llegar a la oficina fui el objetivo de varias miradas. Aunque para muchos no era sorprendente que yo, Bella Swan estuviera empapada, es mas se podría esperar más de mí.

-Bella… pero ¿qué te paso? – pregunto Angela.

Angela era una chica en la cual se podía confiar. Cuando entre a trabajar en la Editorial Thomas encontré otra verdadera amiga en ella.

Le conté lo catastrófico que estaba siendo mi día a Angela. La cual para mi suerte había pensado salir con su novio Ben y tenia un cambio de ropa en un maletín.

Sus jeans me quedaron un poco grandes pero con una correa lo solucioné.

Gracias a Dios mi jefe comprendió lo sucedido y pospuso la presentación que tenia que realizar, para el día siguiente.

En eso sentí vibrar mi teléfono dentro de la cartera, estaba recibiendo un mensaje. –Es de Alice – me dije con emoción al percatarme. No había hablado con Alice desde hace unas semanas y desde esa vez sentía que me ocultaba algo. Y no podía sonsacarla porque para eso la debo tener de frente, y actualmente anda en Francia.

"Bells estoy en Seattle. Llegué anoche.

Nos vemos en el Starbucks de tu calle cuando salgas.

Necesito contarte algo

Te quiero… Ali"

Por lo visto el misterio de Alice ya acabaría. Quien sabe y ya el día empezaría a mejorar.

Así como pensé, el día empezó a mejorar poco a poco. Un manuscrito que estuve esperando desde hace semanas, por fin llegó a mis manos. Era de una nueva escritora, Karla Torres, había hablado con ella sobre el libro que pensaba publicar. Y mi jefe me dio la autorización de hacerle la revisión. "Las cosas pasan por una razón" filosófico nombre que tenía, pero mucho había de cierto en eso.

Para las cinco de la tarde me sentí de verdad apenada con Angela, pues tendría que ir a su cita con el uniforme de trabajo, el cual todas las empleadas de la editorial odiábamos, hasta yo que era la más conservadora. Pero Angela dulcemente me pidió que no me preocupara ya que Ben pasaría una rápida por su casa permitiendo que ella se cambiase.

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La lluvia ya había cesado, haciendo más fácil para mí llegar al encuentro con Alice. El Starbucks estaba lleno. Todos en busca de sus cafés para desestresarse luego de un día de trabajo pero a penas entré la vi. Aquella que estuvo ahí cuando mis padres decidieron separarse, esa que era mi pañuelo, mi bufón, mi martirio y en la cual estaban confiados casi todos mis secretos.

Alice me miró. Era increíble… después de un año, ahí estábamos otra vez juntas.

-¡Oh Ali… te he extrañado! - La abrace fuerte, tanto que pude haber partido en dos a mi duendecilla. - Por favor dime que terminaste tus investigaciones en Paris. No soportaría tenerte lejos otra vez

-Jajaja… tranquila Bells. He vuelto para no volver a irme… al menos no por ahora, tengo cosas que planear por estos lares.

-A ver… que quieres decir – dije extrañada.

-Primero pidamos nuestra orden y luego charlamos como es debido.

-George, dame dos venti de mocalatte con una caja surtida de donas – pedí al chico que los preparaba. El ya me conocía así que en breves minutos me despacho nuestra orden y volvimos a la mesa.

-Y bien Alice. Cual es el misterio. Suelta lo que hace semanas tienes guardado, porque a mi no me engañas. Algo me ocultas.

Alice soltó un gran suspiro, puso ambas manos sobre la mesa y me miró esperando una reacción mía.

La mire detenidamente, no entendía porque no hablaba. La Alice que he conocido por toda mi vida no se aguanta tanto en soltar las cosas, al contrario hay que pedirle que por favor se calle. Entonces que esta pasando. Me detuve a analizar nuevamente su mirada y noté que la bajo hasta sus manos y fue ahí donde lo capte. Entendí que sucedía. Su dedo anular de la mano izquierda, esta adornado por un lindo, que digo lindo, por un precioso anillo de diamantes. – ¡ALICE, TE VAS A CASAR!- grite de la emoción, ganándome la mirada de varios en el establecimiento. Me levanté de mi silla y la abrace mas fuerte que cuando la vi al entrar.

-Pero… no entiendo algo. ¿Con quién? Y por qué no me habías contado que estabas saliendo con alguien – Sentí una punzada en mi pecho. Estoy segura que Alice nunca me había ocultado algo. Es mas esa era la razón por la que cuando hablábamos de chicos yo sentía que la defraudaba. Yo si le había ocultado algo a ella. Pero me convencí que no era tan importante y lo enterré en el pasado.

-Bells, lo siento. Pero es que las cosas con el se dieron sin aviso. Al principio sentí miedo y estaba insegura. Nunca pensé que me lo encontraría por allá. Salimos un par de veces y fue como si el tiempo nos hubiera hecho esperar, era como si mi lugar siempre hubiese estado a su lado. Hace dos noches subimos a la torre Eiffel, que fue donde nos encontramos y me lo propuso. Y como vez acepte. No necesito meses o años para saber que quiero pasar el resto de mi vida junto a el.

-Mi amiga estaba feliz. Me alegro tanto por ella. – Pero… ¿quién es? ¿Acaso lo conozco? ¿Cómo es eso de que el tiempo los hizo esperar? – pregunte, no esperando jamás aquella respuesta.

-Sí, lo conoces. Es mas estudio en el instituto, solo que es un año mayor que nosotras…

-¿Es James? Se que el estaba tras de ti toda la secundaria.

-Ja, y tras de muchas otras más. O no sabes lo de Victoria y el. Bueno yo tampoco lo sabía hasta que mi amorcito me lo contó.

-Amorcito…Dios, este si le pegó fuerte. - ¿Garret?

-No, es más a el ni lo he visto desde el baile de graduación.

-Que mala es Alice, me estaba llevando a las adivinanzas. – Ya se… no se como no lo dije antes. ¡JASPER!

-Al pronunciar ese nombre mi amiga llego a una tonalidad de rojo increíble. Alice muy pocas veces se sonroja, así que debí de haber acertado.

-Es el verdad… te has sonrojado. Tiene que ser el, que alegría. Es un cuento de hadas. ¡Siempre quisiste estar con Jasper!

-Ehh Bells… bájale un poco… no es Jasper. Es con su mejor amigo, Edward.

-Ed… Edward… ¿Edward Cullen?

-¡Si! Recuerdas que una vez el y yo nos besamos por ese estúpido juego de verdad o desafío… WAO… lo que hace las vueltas de la vida y…

Alice, seguía hablando a gran velocidad, pero mi cerebro ya no registraba lo que ella decía. Me sentí revuelta, y no era por el mocalatte. Jamás pensé que esto pasaría. Como le decía a mi mejor amiga que ella se casaría con el hombre que siempre he querido y que nunca se lo confesé por lo sucedido en ese estúpido juego de verdad o desafío.

N/A:

Hola... que tal?

Bueno como dije alla arriba, este es mi primer fic en Twilight. Espero que les agrade como he iniciado. Me gustaria mucho conocer sus opiniones, para saber si continúo con esta loca idea que me ha llenado la cabeza con escenas!

Este capitulo ha sido corto, pero a medida que coja cuerpo la historia los capitulos estaran mas rellenitos.

Bye...

...: Diminuta :...