Cinema
Epilogo:
Lo estaba oyendo, con mis propios odios. Lo estaba viendo con mis propios ojos, nadie me lo estaba contando, todo esto era real, muy real. No era como una mala pesadilla, que de la nada venían e interrumpían una noche de sueño tranquila. Todo era cierto y no lo podía creer. Mi padre; el hombre que me dio la vida, me sentía traicionada. No podía creer que el me hiciera algo como esto, que jugara con mis sentimientos, con mi pasión; el baile.
Mi padre estaba al teléfono; conversando con alguien, que por lo que alcanzo a escuchar era sobre mi. Y estaba segura de eso, ya que mi padre le decía:
﹘ ¡No, no y no! Aun no acepto la decisión que mi hija tomo, me cuesta mucho trabajo, pensé que estábamos en la misma pagina. Yo le e dado el apoyo y paciencia necesaria con respecto a sus decisiones, pero esto si que no lo puedo aceptar. ﹘
Hizo una pausa, a lo que tome como una respuesta de parte con la persona que estaba hablando por teléfono. Él estaba parado viendo, pero no observando atreves de la ventada de su habitación, con su mano libre en la cintura. ¿A que decisión mía se esta refiriendo? ¿Con quien demonios estaba hablando por teléfono? No tiendo nada y esto me esta asustando demasiado, mi corazón late a una velocidad que juraría que en cualquier comento sale de mi pecho.
﹘ Es mi ultima palabra, no voy aceptar que Avalanna siga con esa locura y si es necesario, hare todo lo que este a mi alcance para obligarla a que deje el baile. ﹘
¿QUEE? ¡NOO! ¿Cómo puede ser capaz de siquiera pronunciar esas palabras? Obligarme a que deje una de las pasiones que mas amo; El Baile. Esto no puede estar pasando. ¡Esto no puede ser cierto! ¡NOO!
﹘ ¡Avalanna! ﹘ Katherine dijo mi nombre en susurro y a su vez tomándome de el brazo y me sobresalte. ﹘ ¿Qué haces aquí? Si tu padre sale y te ve escuchando conversaciones privadas se molestara mucho contigo. ﹘
Me decía mientras me alejaba de la puerta a medio cerrar de la habitación de mi padre.
¿Y eso a mí que? Lo que él estaba pensando hacer en estos momentos, era mas importante que una simple reprenda por estar escuchando conversaciones ''privadas''.
Pero en realidad había entrado en shock cuando escuche esas palabras salir de la boca de mi propio padre; ﹘''Hare todo lo que este a mi alcance para obligarla a que deje el baile''. ﹘
Lo que estoy sintiendo en estos momentos, es como una bola de metal caliente, tratando de atravesar mi garganta, hacia mi interior.
Esto me estaba doliendo hasta el alma, me sentía traicionada, sentía como si me hubieran apuñalado por la espalda. Esto es demasiado, es algo que no puedo ni creo poder soportar. Los sentimientos iban a mil por hora, sentía rabia, enojo, ganas de gritar, maldecir, llorar, ganas de golpear algo o alguien, me sentía herida, terriblemente triste, sentía que me estaba ahogando en mi propio cuerpo, pero sobre todo sentí Odio, Odio hacia padre.
No podía creer que el me estuviera haciendo algo como esto a mi, yo que soy su hija. Esto se sentía igual o peor como cuando has perdido a alguien que amas.
Pero definitivamente estaba segura de algo, No iba a permitir que nadie me quitara la posibilidad de cumplir mis sueños. No iba a permitir que alguien me despojara de mi pasión por el baile y mi sueño en convertirme algún día en una bailarina profesional. Y si para cumplirlo tenía que escapar de la protección y apoyo de mi padre y familia, lo haría.
