Aclaraciones:

-Hablo-

-"Pienso"-

Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto.


DEMONIOS DEL PASADO

Capítulo 01: Nacimiento y desgracia

-Tetsuya, Tetsuya, despierta!!....- grita un joven de aproximadamente 20 años mientras trata desesperadamente de despertar, como si su vida dependiera de eso a su compañero de habitación.

-mmm…pero que te pasa Kei!? mira la hora que es.- y él tenía razón, casi las once de la noche, que quería su hermano menor a esas horas?

-Ya va a nacer, Tetsuya! Akane-sama ha empezado el trabajo de parto..-

-Por Dios! Y qué haces aquí…ve a llamar a Takumi-san, rápido! Qué esperas?-

Como puede, Tetsuya se levanta rápidamente, se pone lo primero que encuentra y de pronto se acuerda de algo, se voltea para decirle a su hermano pero ya es demasiado tarde, Kei no está.

-Bueno, supongo que tengo que avisarle yo…maldita sea.-

Sale de la habitación con el seño fruncido, más caminando rápidamente que corriendo y se encuentra que la casa está en caos total, o al menos la parte de las habitaciones de los sirvientes de la familia. Una pareja y tres hombres salen de los otros cuartos, al parecer sin saber qué hacer.

-"Creo que Kei ya les informó a todos"- piensa el hombre frotándose la sien tratando de disminuir el creciente dolor de cabeza, mientras se prepara para utilizar su mejor tono de dictador.

-Ya todos…Cálmense. Ustedes cuatro, supongo que ya saben lo que pasa, lleven a la habitación de Akane-sama sábanas limpias y agua caliente mientras llega el doctor-.

Los cuatro hombres se dirigen a cumplir la orden directamente.

-Y yo que hago, Tetsuya-san?- pregunta una joven como de veinticinco años mientras sostiene a un bebé que milagrosamente no se ha despertado con semejante alboroto (el de Kei).

-Yasú, pues tú ve a hacerle compañía a Akane-sama-.

Mientras ve a la chica alejarse por el pasillo, niega levemente con la cabeza y sale de la mansión. Una vez fuera, de un salto llega hasta el techo de la misma. "Si quiero llegar a tiempo, mejor me apuro", piensa y empieza a moverse de techo en techo mientras el resto de Konoha duerme.

Después de diez minutos, visualiza la entrada del barrio Uchiha, avanza un poco más y como buen ninja, se infiltra en una casa. Recién entra, y un kunai ya está rozando su cuello…-"mierda"- piensa mientras su cuerpo se tensa un poco.

-Que quieres- susurra el hombre que lo sostiene por detrás.

-Ya es hora…maldito-

-Ah, que bien, perfecto- dice el otro mientras quita el kunai del cuello de Tetsuya. –Apurémonos, entonces-.

El más joven se voltea y se encuentra con que el "maldito" tiene activado su sharingan.

-Puede dejar de mirame así, Fugaku-sama, no voy a intentar nada…por ahora-

El Uchiha sonríe con malicia y desactiva el sharingan.

-Sera mejor no demorarnos, pero antes, pasaremos por uno de mis hombres, ni creas que voy a ir solo-.

Salen de la casa silenciosamente y empiezan a avanzar, desviándose ligeramente de su destino original. Se detienen un momento y el Uchiha ingresa a un apartamento. Unos minutos después, sale con otro hombre con cara de pocos amigos e inician la marcha nuevamente, esta vez, hacia la mansión.

-"Qué estará tramando"-. Piensa el más joven del grupo mientras se acercan al lugar.

Cuando llegan, Fugaku le da unas instrucciones al otro hombre, que Tetsuya no alcanza a escuchar bien, y aunque ve que el rostro del Uchiha permanece impasible, nota como en el otro hombre aparece una mirada de satisfacción, que después de dedicarle una horrenda sonrisa, desaparece de su vista.

-Dónde es?- pregunta el Uchiha como si nada, y Tetsuya no tiene más remedio que guiarlo hasta la habitación de su ama.

En el corto recorrido, ninguno de los dos hace comentario alguno, pero cuando se acercan a la habitación, notan que casi no hay ruido, considerando la situación, solamente se escucha la fuerte respiración de alguien y la voz de un hombre que Tetsuya reconoce como la del doctor dando algunas instrucciones.

El joven se tranquiliza un poco, pero Fugaku ingresa rápida y silenciosamente al lugar, cerrando la puerta detrás de él. Al entrar, puede ver a un hombre de unos cincuenta años que da instrucciones a una joven tendida en una amplia cama. La muchacha, que no pasa de los veinticinco años, se nota bastante cansada y pálida, aún así no se puede negar su belleza, de cabello castaño y hermosos ojos verdes, un poco delgada a pesar de su estado…-"Un rostro para recordar"-. Piensa por un instante, notando de pronto que la habitación está demasiado iluminada para su gusto, y una pequeña pero hermosa cuna blanca casi al fondo que lo regresan a la realidad, haciéndolo soltar un bufido.

-Fugaku-sama!!- dice Yasú entre sorprendida y asustada mientras lleva un recipiente con agua caliente hasta donde está el doctor, cuando nota al hombre junto a la puerta que parece contemplar la escena con una mirada maliciosa, lo cual hace que el doctor pierda la concentración un momento mientras lo voltea a ver con un poco de rabia mal disimulada y que la mujer tendida en la cama abra los ojos y sonría levemente por unos segundos.

-Fugaku- lo llama suavemente. Parece ser la única que se alegra con su llegada.

El hombre deja entrever una leve sonrisa, disimulando la maldad que emiten sus diabólicos ojos, y tomando suavemente la mano de la chica cuando se acerca hasta ella.

-Akane, querida, que alegría volver a verte-. Lo cual parece relajar un poco a la mencionada. –Takumi-san, me satisface que sea usted quien atienda a Akane-. Dice dirigiéndose al doctor, el cual se limita a seguir con su trabajo, al igual que Yasú, quien reacciona después de unos segundos.

**---**

La puerta de la habitación da hacia un pasillo que se comunica con un hermoso jardín, son casi las doce de la noche, y la luna alumbra el lugar, dejando ver a un joven sentado que custodia la puerta, a pesar de tener los ojos cerrados, parece estar alerta, no tiene más de veintitrés años, pero la seriedad y rigidez de su rostro lo hacen parecer mayor.

Tetsuya abre los ojos al notar que alguien se acerca corriendo.

-Kei. En dónde te habías metido?-. Dice ya más calmado después de asimilar un poco los acontecimientos de la última hora.

-Pues mandé a los demás a descansar, no creo que los necesitemos para algo más-. Responde un poco preocupado. Después de unos minutos en silencio, aún de pie -Le avisaste, cierto- más como afirmación que como pregunta. El silencio de su hermano lo confirma –Está bien…así es como debía ser-. Dice unos segundos después al no obtener respuesta, y resignado se sienta junto a su hermano a descansar un poco y a recordar lo sucedido las últimas dos semanas…

Flash Back

-Pero, Akane-sama!! No es justo, sus padres no hubieran permitido ésto- grita un descontrolado Kei bajo la mirada vacía de su ama.

-No te interesa, no es tu problema-.

-Pero, Akane-sama!! Es nuestra obligación protegerla, somos sus sirv…-.

-Exactamente, tú y tu hermano son mis sirvientes, es tu obligación protegerme y cumplir mis órdenes, ese ha sido el trabajo de la familia Michi desde que existe el clan Yami, así que limítate a cumplir con tus obligaciones, aprende de tu hermano, el es un buen ninja, un buen perro. – Responde la mujer mordazmente sin un ápice de arrepentimiento en su mirada.

-Akane –sama, si le entrega su hija al Uchiha, el clan Yami desaparecerá para siempre…-

-No me importa, yo tampoco les intereso a ellos, además Fugaku es el padre. Igual van a querer experimentar con ella.-

-Ya basta Kei, Akane-sama tiene la razón- dice Tetsuya sin cambiar la expresión seria que ha conservado en todo el desarrollo de la conversación.

-Te lo dije, Kei, aprende. Ahora obedece a tu ama y cállate.- Sonríe ésta vez satisfecha la mujer. – Pueden retirarse.

Ambos jóvenes hacen una reverencia, y salen de la habitación donde se encontraban.

-Tetsuya…-

-Qué pasa-

-Ese hombre acabará con el clan.-

-Ya deja de pensar en eso-.

-Pero es que el ya tiene al pequeño Itachi, y a Mikoto-san…ella no se merece esto…Akane-sama tampoco-.

-No es de nuestra incumbencia, hermano- dice Tetsuya mientras se gira para observar a Kei, que camina con la cabeza baja detrás de él. –Ya veremos después como hacemos para salvar a la niña, ella no tiene la culpa de los errores de sus íe levemente mientras nota como su hermano se anima un poco con lo que le ha dicho.

Fin Flash Back

-"Tampoco es como si fuéramos a dejar abandonada a nuestra ama en estos momentos".- Piensa Kei mientras recuerda lo que habló con su hermano anteriormente.

A eso de las tres de la mañana, un llanto hace que los dos hermanos se levanten súbitamente e ingresen la habitación. Como antes, adentro hay bastante luz, por lo que pueden observar como emana una luz verde de las manos del doctor, curando casi al instante el daño que causó el bebé al momento del parto y a una agotada Akane que observa como Yasú limpia a su bebé.

-Es una niña-. Dice alegremente el doctor cuando se fija en los dos hermanos. Cuando termina su trabajo unos minutos después, se levanta y carga a la nena que ya se ha callado para evaluarla, parece una niña adorable, su piel es muy blanca, y el poco cabello que tiene es bastante negro.-"Como el de éste desgraciado"-. Piensa mientras suspira levemente. Un pequeño lunar negro bajo su ojo izquierdo, en ése momento, la niña trata de abrir los ojos…-"Tan verdes como los de Akane, parecen dos esmeraldas, já se va a morir el Uchiha"-. De repente se pone pálido, demasiado bueno para ser verdad. Ahí estaba la marca de la desgracia y desventura de la pequeña…suspirando con pesadez se voltea para encontrarse con la penetrante mirada de Fugaku que se levanta inmediatamente a ver qué sucede.

Prácticamente, la niña es arrancada de los brazos del doctor, y es examinada de nuevo, ésta vez, bajo la mirada atenta del Uchiha. Al tomar el pequeño brazo izquierdo de su hija, nota una marca de nacimiento en su muñeca, que de no ser su portadora una recién nacida, pasaría como un tatuaje por su gran definición. Un brillo de locura se alcanza a distinguir en la mirada de Fugaku al comprobar que el "tatuaje" consiste más o menos en la cabeza de un pequeño demonio, con grandes colmillos y la boca demasiado abierta, dejando un espacio libre en el medio.

-Demasiado obvio- susurra sin ocultar su satisfacción.

El doctor contempla la escena con tristeza, y dirige su mirada a Akane, que parece dormida, mientras Yasú tiene cara de no entender nada de nada, y los dos hermanos se limitan a observar a Fugaku con el rostro lleno de angustia, odio e incredulidad por lo último que alcanzaron a escuchar con un poco de dificultad.

Entonces, de la nada, aparece en la habitación, un hombre que Tetsuya reconoce casi al instante como el que trajo Fugaku unas horas antes a la mansión. El Uchiha, dirige su mirada al hombre, ahora sonriendo de una manera que en verdad espantaría a cualquiera mientras dice –Ya está hecho- como una sentencia de muerte.

Éstas palabras hacen reaccionar a Tetsuya, que instintivamente se lanza a recuperar la nena, pero en ese instante, escucha la voz de Akane.

-Detente!!- y como si se unas cadenas lo unieran al suelo, el joven se detiene inmediatamente. –Tetsuya, Kei, el es su amo ahora, obedézcanle, es una orden-, y la mujer sonríe triunfal.

Tetsuya escucha con el rostro impasible y asiente obediente, al igual que Kei. El médico, visiblemente alterado, parece ausente, y Yasú no cree lo que dice su ama en ese momento.

Fugaku se acerca a Akane y le entrega la niña –Ustedes dos- dice dirigiéndose a los jóvenes –No intenten nada, los otros cuatro ya están muertos, al igual que los padres de Akane-. Sonríe y en menos de un parpadeo llega junto al hombre que trajo en un principio y rápidamente, con un kunai, corta su cuello. El hombre cae desangrándose.

Tan rápido como hace unos segundos, se abalanza contra el médico, que lo mira aterrado, haciéndole un corte en la muñeca, el hombre grita del dolor y Fugaku lo arrastra hasta la cama, junto a Akane y la niña, se la arrebata a su madre, que parece no inmutarse, lanzando una mirada a los hermanos, que para su satisfacción no hacen nada. Triunfal, levanta el brazo del doctor y deja caer unas gotas de sangre sobre la marca de la nena, que a los pocos segundos parece absorber el líquido vital, emitiendo una tenue luz –"como si ardiera"- piensa, provocando que la bebé se despierte, empezando a llorar y a moverse violentamente, parece bastante doloroso. Luego de unos tensos minutos, la marca deja de brillar y la niña se calma un poco.

-FUNCIONA, REALMENTE FUNCIONA!!!!-. Grita el maldito bajo la mirada atónita de los que están en la habitación –Ya no me sirves de nada-. Y de un golpe termina con la vida del doctor. Lugo observa a Akane y se dispone a terminar su tarea, la mujer, con los ojos muy abiertos parece reaccionar.

-Shizuka, ponle Shizuka-. Fugaku la mira burlonamente y sin más consideraciones, acaba con la vida de su amante.

-Eres un maldito!!!- Grita Kei descontrolado.

-Es cierto, pero deben obedecerme-. De pronto, ven como se hace un corte en la mano y nuevamente pone un poco de sangre en la marca de la niña, la escena anterior se repite, y cuando la niña se calma, se la entrega a Yasú.

-Ahora si es una Uchiha, cuídenla y háganla fuerte. Recuerden éste día, hoy ha desaparecido el clan Yami. Háganla odiar Konoha. Cuando sea la hora, iré por ella, al menos me será útil para que el clan retome el poder de la aldea, es su obligación. Al menos éste clan maldito volverá a atormentarlos desde las tinieblas, como el mismísimo demonio-. Dice mientras señala levemente con odio la marca de la niña que sostiene Yasú. – Como debió ser siempre-.

-Yasú, ve por Taro-. Dice Kei refiriéndose al hijo de la mujer, que aún no asimila lo sucedido, y tomando en brazos a la recién nacida.

-Ah!! Y pónganle Shizuka, démosle gusto a su madre!!-. Ríe cínicamente el Uchiha. –Después de todo me hizo un favor. Prepárense, en una hora parten hacia el país de la nieve, sé que el clan Yami tiene un complejo ahí, los necesito a los tres, a ustedes dos para que la entrenen y a Yasú para que la cuide, sé que recientemente tuvo un hijo, puede llevarlo-. Dice mientras mira a la última que sale corriendo por su hijo antes de que el buen hombre se arrepienta. Antes de salir y dejar a los dos hermanos solos, se voltea para decir unas últimas palabras…- No está demás decir que nadie puede enterarse, cierto?, Será nuestro secreto-. Saliendo finalmente de la habitación.

Una hora después, casi a las cinco de la mañana, mientras se daba la alarma de incendio en la aldea, tres figuras con capas negras contemplan Konoha desde la muralla, uno de ellos, con un niño en brazos que empieza a despertar y otro con una nena que descansa plácidamente.

Antes de seguir su camino hacia el destierro, Tetsuya voltea para contemplar, por última vez, su querida aldea, y puede observar cómo se levanta humo y fuego de la que fuera la mansión de sus amos, mientras se nota sobre los techos de las casas varios ninjas que comienzan a dirigirse al lugar.

-Será mejor que nos alejemos rápido- dice al resto de sus acompañantes.

-"Ya no hay nada que hacer"- piensa, mientras la aldea desaparece poco a poco tras de ellos.

CONTINUARÁ…


Bueeeno...pues ese es el inicio de mi primer fic...muerte a la autora?? espero que no porfa jejeje... Sé que se deben estar preguntando si tengo un derrame cerebral o algo así, pero no tranquilos, es solo una pequeña idea que he tenido, prometo que si les gusta en capítulos próximos se explican bien las cosas.

Pues es un Kakashi/OC, sólo que todavía no aparece mi querido peliplata...en realidad pues no aparece ningún otro personaje aparte de los Uchiha por ahora (muajajaja...intento de risa maléfica), pero como ya les dije, próximo capítulo...un poquito de paciencia si?.

Review?? jeje..se acepta de todo..gracias y hasta la próxima!!