Título: Conexión.
Fandom: Twilight.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, la trama sí.
Claim: Edward/Rosalie.
Rated: K+
Advertencias: Al raiting me remito.
Summary: Rosalie tenía muchas cosas en común con él (tantas que no podía entender cómo era que siempre estaban peleando).
Notas: Para el reto Palabras para el recuerdo, del Foro LOL. (Palabra clave: Pian).


Conexión.

Tan pronto le presentaron a esa chica, supo que ambos la habían convertido para él. Rubia, de ojos profundamente rojizos (antes color violeta, según los recuerdos de Carlisle) y de facciones devastadoramente hermosas. Ella caminaba con soltura y altivez, como modelando en una pasarela.

Ella, además, también pensaba que los vampiros eran monstruos sin corazón ni alma. Era cerrada con los demás, era silenciosa y poseía con un deje de tristeza en su mirada. Rosalie tenía muchas cosas en común con él (tantas que no podía entender cómo era que siempre estaban peleando). Pero la más grande, definitivamente, era su gusto por tocar el piano.

Recuerda cuando llegó de cazar y escuchó las notas dulces invadir la sala de estar, no tuvo tiempo de que la confusión lo llenara antes de ver en la mente de Rosalie la pasión y entrega con la que tocaba.

Se acercó a ella, mirándola desde el marco de la puerta, siguiendo con sus pupilas los finos y delicados dedos de ella. Ella sintió su presencia, por supuesto, pero no se detuvo hasta que terminó la canción.

—Lo siento; tenía muchas ganas de tocar —dijo al finalizar, entre apenada y presumida. Podía distinguir el huracán de pensamientos que surcaban su mente, pero la expresión de su rostro era muchísimo más interesante.

—No tiene importancia, Rosalie, se nota que te gusta mucho tocar piano —contestó él, sonriendo y lleno de entendimiento.

Ella rió ante la obvia afirmación, sonó a campanas y tintineos. Los ojos, ahora dorados, le brillaban con intensidad y los labios se le veían más bonitos ahora que no estaban contraídos en una mueca de disgusto y tristeza.

Fue en ese momento que Edward se dijo que ella era más hermosa de lo que antes le había parecido, ya que no estaba actuando como una perra presumida. Sin embargo, supo que no había manera de que la amara alguna vez.

(Aún cuando el piano se convirtió desde ese día, a pesar de sus constantes e intensas peleas, una fuerte conexión).