Los hechos pueden NO coincidir con la historia original.
Parejas yuri y yaoi (chicaxchica, chicoxchico), si no te gusta, no hace falta que lo leas :)
Los personajes utilizados son propiedad de ChiNoMiko y Beemoov.
Capítulo 1
Realmente complicados
Ezarel trabajaba en el maldito informe de la misión que había terminado. Ese día en particular estaba de malhumor, solo quería que terminara la jornada, ya ni siquiera tenía ganas de cenar... No se aguantaba ni siquiera a sí mismo.
—Diez minutos más y ya... —murmuró, en el silencio que reinaba en el laboratorio.
De pronto sintió una respiración suave en el cuello y se le puso la piel de gallina. Una nariz y unos labios se apoyaron en su nuca y soltó la pluma con la que escribía.
—¿Diez minutos? —le preguntó una voz conocida, baja y seductora, que lo sacaba de ese mundo—. Termina el informe mañana y hagamos algo más interesante.
Sintió dos brazos fuertes rodeando su cintura y cómo lo empujaron contra la mesa de trabajo.
—Sí, diez minutos —afirmó el elfo, conteniendo lo que empezaba a surgir en él—. Además, sabes que este no es el momento ni el lugar.
—Algún día será el lugar...
Ezarel se liberó de los brazos que lo sujetaban y se volteó, pero antes de poder decir algo para negar aquella idea, Nevra le comió la boca de un beso.
—Detente —murmuró el chico de pelo azul, contra los labios del otro—. Te dije que aquí no.
—Admite que me extrañaste —lo desafió el vampiro, luego de romper el beso—. Conmigo no te hagas el difícil.
Ezarel le dio la espalda y continuó con su informe.
—¿Así que buscas el segundo plato? No cuentes conmigo —dijo el elfo, ocultando su gran molestia.
—¿Lo dices por la chica que viste recién? Solo hablábamos. —Nevra sonreía al pensar que el otro chico podía estar celoso—. Además, tú sabes que eres mi plato principal —agregó, sonriente.
—Cierra la boca, no estoy de humor.
—Soy justo lo que necesitas —le susurró al oído. Nevra cruzó el laboratorio para retirarse de allí—. Te espero.
Ezarel no le respondió, esperó unos buenos minutos hasta asegurarse de que se había ido, y relajó su expresión molesta, desconsuelo reflejado en su mirada. Suspiró, era cierto que Nevra le hacía olvidar todo, pero con el paso del tiempo... Ya no era solo deseo lo que sentía...
Terminó todos sus deberes y abandonó el laboratorio. Cenó algo muy rápido y pensó si debía cancelar el encuentro de esa noche. Tal vez, el de esa noche y todos los demás...
—Hola, Ezarel. ¿Estás bien? —Erika pasaba junto a su mesa.
—¿Qué te importa? —cuestionó él, malhumorado.
Erika alzó ambas cejas y él quedó boquiabierto, arrepentido por lo dicho.
—Lo lamento, no quise hablarte así. Estoy bien, solo prefiero no hablar ahora mismo —dijo el chico, con un tono de voz más suave.
No agregó nada más y ella, aunque fingía no darse cuenta, sabía que estaba angustiado por algo. Si necesitaba ayuda y era demasiado orgulloso para pedirla, la guardiana no dudaría intentar hacer algo. Decidió no molestarlo por el momento, descubriría por su cuenta lo que sucedía.
Luego de la corta cena, Ezarel directamente se dirigió a su habitación. No quería verlo. Para su sorpresa, el vampiro estaba esperándolo apoyado en la puerta de su cuarto.
—Ya era hora.
Ezarel decidió no decir nada, ignorarlo y entrar sin más a su habitación. Nevra, extrañado, lo siguió y cerró la puerta detrás de él.
—Hey, ¿estás bien?
Ezarel le daba la espalda. No, no estaba bien. No estaba nada bien. Y lo más sano en ese momento era decirle que terminaran todo ahora mismo y continuaran solo con su relación de compañeros de trabajo. Tenían que parar.
¿Pero qué explicación le daría? ¿Que no quería ser solo su amante? ¿Que, contra todo pronóstico, se había enamorado de él?
No podía.
—Ez...
El elfo se volteó y empezó a besarlo sin contenerse. Solamente una vez más... Luego tendría tiempo de terminar con él. Necesitaba olvidarse de todo por un momento.
—Vaya, alguien tiene muchas ganas de divertirse un poco —susurró el vampiro en el oído del elfo, cuando pudo romper el beso para recuperar el aire.
—Cállate y bésame.
—Algo debe pasarle a Ez. Está muy raro —dijo Erika, pensativa.
—¿Y a ti qué más te da? ¿O él te gusta? —cuestionó Karenn, mientras atacaba su plato en la cantina.
—Por supuesto que no. Sabes que estoy enamorada de otra persona —replicó Erika, sin dar nombres porque estaban en público, y los miembros de la guardia eran bastante cotillas.
—Ah, sí, de Eweleïn —dijo la vampira, con la boca llena.
—¡Karenn! ¡Cierra la boca! —susurró la guardiana—. Sabes que ella no quiere que nadie se entere. Y tú te enteraste porque nos espiaste.
—¡Estaba en mi derecho! Mi mejor amiga no quería contarme algo sumamente importante: que tiene novia.
—Ya sabes por qué no quería contártelo. Y tal vez en el fondo, sabía que lo terminarías descubriendo.
—Me gusta fastidiarte, ja, ja. —Karenn terminó de comer y miró a ambos lados antes de bajar la voz—. Lo que no puedo averiguar a pesar de mis maravillosas habilidades, es con quién se está acostando mi hermano.
—¿Desde cuándo te fijas en eso? No es algo sorprendente.
—No, escucha... Bueno, a pesar de que tú no me lo cuentas todo, yo sí confío en tu silencio. —La vampira se acercó más sobre la mesa, para que solo Erika la escuchara—. La cosa es que estoy cien por ciento segura de que esta vez no es una chica.
—¿Cómo? —Erika alzó una ceja.
—Está con un hombre. Lo sé, no me preguntes cómo.
—Espero que no hayas oído algo que no debías —dijo la guardiana, espantada del nivel de intromisión de su amiga.
—Bueno, obviamente a mí no me molesta —continuó la chica vampiro, como si no hubiera oído el comentario de Erika—. Pero me muero de curiosidad... Y no puedo descubrir quién es el chico.
—O viejo —bromeó la faérica.
Ambas rompieron a reír.
—Oye, ¡qué asco!
—¿Y por qué no? Dijiste que no te molestaba quién fuera. Puede ser joven o viejo —continuó bromeando.
La cantina se había vaciado un poco y no había nadie cerca que pudiera escucharlas sin ser demasiado obvio, por lo que Karenn continuó:
—No creo que mi hermano haya hecho un cambio tan drástico de gustos. Ese es el punto, sabes que él considera a las mujeres "maravillas de la naturaleza".
La faérica puso los ojos en blanco.
—¿Y que ahora esté con un hombre es un cambio drástico? Tal vez siempre fue gay y su adoración por las chicas era para ocultarlo. —Erika se encogió de hombros.
—No, no... Mierda, todas estas teorías solo me dan más hambre.
—Yo ya tengo que irme. Quiero llevarle algo para cenar a Leïn, está muy ocupada para venir.
Karenn la miró con los ojos entrecerrados.
—¿Cuánto tiempo vas a aguantarte sin siquiera poder tomarle la mano en público?
Erika bajó la mirada, algo triste.
—No lo sé. Yo... respeto que ella se tome su tiempo.
—Que no se atreva a lastimarte o tendremos una seria conversación —dijo la vampira, sin rastro de bromas.
—No va a lastimarme. Solo... le cuesta...
—Pero tú no eres una novia de juguete, para olvidarse de sus penas.
—Karenn, ella no me toma de ese modo. Yo la entiendo.
—Ya veo.
Erika se despidió de su amiga y fue a buscar una ración para llevar a su chica. Lo bueno era que nadie sospechaba que eran más que "mejores amigas" con Eweleïn. Aunque a Erika le habría gustado gritarlo a los cuatro vientos desde el primer día. Bueno, ¿qué importaba? Estaban bien así, ¿no?
Elfos... Realmente eran complicados.
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¡Muchas gracias por leer!
Mil años después de tener la idea para esta historia, ¡por fin esta acá! Espero que les haya gustado y si veo apoyo voy a continuarla! :D
Estaré subiendo este fic en Wattpad al mismo tiempo, aviso por si me ven por ahí y creen que alguien me copió xD
¡Nos leemos la próxima!
