Amm Hola! Bueno soy Yami! soy nuevecita en esto…y no sabía de qué podía hacer el fic, tenía que hacerlo de algo que me gustara para así no quedar en blanco a la mitad de la historia, y de repente miro la pared de mi pieza y veo la sensual respuesta! Sí hay estaba mi demonio favorito, Sebastián Michaelis.
Y bueno así que me puse manos a la obra (aunque me costó un mundo entender a fanfiction y aun me cuesta) así que aquí les dejo el primer cap de mi historia…tenía un enredo gigantesco en donde poner la marca del contrato, pero al final decidí dejarlo como se presenta en la historia, sin más que decir al fic…creo que a lo mejor tiene un poco mucho de violencia.
¿Realidad o solo mi imaginación?
Soy Jessie Cross, tengo 19 años y esto son los últimos acontecimientos (raros e increíbles) que me han pasado en mi vida, bueno como decir esto suena tan descabellado que yo misma me he preguntado si no estoy loca y bien encerrada en un manicomio, debo confesar que esa idea me encantaría que fuera cierta, pero lamentablemente no es así.
Bueno todo empezó un día Sábado, mi molesta hermana Shopia me obligaba a ir a una fiesta a la cual me parecía un error ir, para ella era fácil ya que era un derroche de encanto y de hermosura, sus hermosos ojos verdes, su metro 1, 79, su cuerpo sacado de una revista de modelos, su piel de un bronceado perfecto y su pelo castaño muy bien cuidado le daban el lujo de ser popular. Todos en mi familia eran lindos según yo, mi madre era rubia y de ojos azules, parecía la hermana mayor de Shopia y su nombre le quedaba perfecto a ella…Lucia, mi padre era encantador sus ojos violetas, y su buen físico hacían suspirar a varias de mis profesoras, que tiritaban y apenas les salía un: Si Señor Samuel Cross
.
Y bueno yo era la diferente, era término medio, aunque mi madre, padre y hermana decían que era un encanto. Para mi buena suerte saque los ojos de mis dos progenitores, el izquierdo lo tenía violeta oscuro y el derecho de un azul profundo, mido 1,68(una enana al lado de Shopia) y creo que con buenas proporciones respecto a lo físico, en que iba antes de desviarme de el tema principal, ya recuerdo, mi hermana se veía linda enfundada en un vestido rojo con unas flores negras que simulaban un cinturón, y yo aun buscaba que ponerme. Además no estaba mama para ayudarme ya que se habían ido a una cena con papa y llegarían mas tarde.
-Jessi por favor apresúrate…no tenemos toda la noche-dijo con el ceño fruncido.
-Lo siento es que sinceramente, no tengo nada que ponerme-suspire pesadamente.
-No seas así te traeré uno de mis vestidos-Me sonrió mostrando todos sus dientes.
-Me quedaran colgando…-
-Eso lo tengo resuelto, me tome la molestia de comprarte uno-
Creo que eso me hizo enfadar, pero no lo demostré, odió usar vestidos y mostrar mis piernas, es uno de mis grandes complejos…escuche la voz de mi hermana hablando en la lejanía mientras yo divagaba si no tenia que simular un ataque o desmayarme.
-Jessie, que me dices-dijo eso mientras me mostraba un vestido color azul, corto y con pequeños detalles en negro.
-Es lindo, pero no crees me quedara muy corto…-mi voz sonó como una súplica.
-Esa es la idea, Nicolás quedara rendido a tus pie-, solté una risita nerviosa mientras me ponía roja.-Ah era verdad lo que pensaba, no te quedes callada chiquilla se que eres una niñita y Nicolás es mayor que tu, pero para eso está tu hermana que ya está bastante grandecita.
Estuvo dándome explicaciones de cómo tenía que actuar y bla bla bla, no le preste atención a lo que me decía, no podía dejar de mirarme en el espejo, no parecía yo…era una Jessie totalmente distinta, mi pelo negro semi-ondulado caí en cascada por mi hombro derecho, parecía más alta y mis ojos resaltaban, aunque aun me veía pálida, la palidez de mi piel daba nervios era como si siempre estuviera enferma o con frio , mi hermana había hecho un buen trabajo, nos fuimos a la fiesta, pero nunca llegamos a nuestro destino…todo paso rápido íbamos doblando la esquina de nuestra calle cuando sonó un estallido de los mil demonios, perplejas vimos como el auto de nuestros padres estallaba ante nuestros sorprendidos ojos, salieron volando partes del auto y otras cosas que deberían haber sido antiguamente Lucia y Samuel, el chofer freno y se bajo, un gran error, de la nada salieron unos hombres y hay mismo le dispararon a la cabeza, no sé qué arma era pero le dejo un agujero en la frente, Shopia grito en estado de sock.
Yo no sabía qué hacer me quede helada, uno de ellos bajo a Shopia y otro me bajo a mí, estaban vestidos de negros y con la cara bien tapada.
-Por fin…mira que preciosuras tenemos aquí, hoy será una gran fiesta-murmuro uno y sus compañeros se echaron a reír y uno de ellos empezó a tocar a mi hermana.
-Saca tus sucias manos de mi hermana-rugí con fuerza.
-Y que si no lo hago…¿llamaras a tus papis? VERDAD QUE NO TIENES-lo ultimo lo grito y se puso a reír.
-¿Quiénes son? ¿Qué quieren?- quería respuestas pero sabía que no las tendría, sentía que la muerte se acercaba a pasos agigantados, esos tipos nos subieron a un auto, llegamos a una casa y nos bajaron, yo estaba confundida y asqueada por todo.
Luego de unos minutos nos llevaron a un salón, repleto de gente, Shopia tiritaba y lloraba, yo estaba muda y apunto de vomitar por lo que mis ojos veían, en el centro de el salón había una mujer embarazada totalmente desnuda, tenia moretones por todo el cuerpo y varios cortes en los brazos, a su lado había un hombre, o lo que había sido un hombre, estaba brutalmente amputado pero aun seguía vivo aunque por lo que veía le quedaba poco tiempo, la mujer lloraba y cayó desplomada en un charco de sangre. Yo quede horrorizada, de repente se escucho una voz.
-Hermanos y Hermanas, estamos reunidos para hacer nuestro sacrificio a nuestro dios y para vengar su nombre, ya hemos matado al puritano, falta el bebe, y las dos hijas de Samuel y Lucia Cross, pero antes tenemos que disfrutar de las chicas.
Un hombre se acerco y empujo a Shopia al centro, me quede muda al ver como desnudaban a mi hermana y la empezaban a tocar, podía ver la excitación de el hombre y de el otro que afirmaba a mi hermana, yo me puse a gritar pero unos de los tipos me tapo la boca, no podía creer lo que estaba viendo mi hermana estaba siendo brutalmente violada y torturada, mientras yo no podía hacer nada, de repente uno de los hombres le enterró un cuchillo sentí un chillido y mi hermana cayó muerta, después de eso ambos hombres sonrieron y la dejaron tirada en el suelo, mientras otro iba a disfrutar del cuerpo sin vida de mi hermana, la mujer embarazada tenía los ojos desorbitados y ante de poder siquiera chillar ya le habían abierto el vientre y sacado el bebe, yo grite y vi que llegaba mi turno.
-Acá esta la más sucia de todos, ella merecerá el peor castigo-me tomaron de todas partes y me llevaron a la mesa, allí me desnudaron y me empezaron a pegar, uno de los hombres me empezó a tocar, en mi mente era un torbellino, donde estaba nuestro señor que nos protegía, qué demonios pasaba que no me ayudaba, por favor que enviara a un ángel o lo que sea…pero no pasaba nada, y yo pronto también seria violada y estaría muerta, ¿muerta? No, no quería eso, de repente grite, grité cargada de un odio, ira, pena.
-Sea quien sea, ayuda, maldita sea, ayuda, daría cualquier cosa, pero por favor solo ayúdenme-sollocé y de repente todo se volvió obscuro, era una oscuridad palpable, caían plumas blancas, y todo quedo en un escalofriante silencio.
-¿Que deseas?-era una voz potente y que hipnotizaba.
-No quiero morir, ayúdame, hare lo que sea-Grite esto último, cegada por la rabia y mis sentimientos.
-¿Lo que sea? ¿Está segura?-Su tono de voz cambio, se podría decir que se volvió más dulce.
-Si lo que sea, quiero vivir, vengarme-
-Perfecto-
-¿Que quieres a cambio y que eres?-pregunte con curiosidad.
-Su alma y soy un demonio-respondió en un murmullo que me hizo poner los pelos de punta.
-La tendrás pero tienes que ayudarme en lo que quiero-no me intereso lo que era, ni tenía miedo.
-Claro- se acerco a mí y poso sus labios sobre los míos, solo basto eso para que yo ya me corrompiera, como tantos otros que hicieron un trato con demonios, las plumas blancas se tornaron en negras . De repente sentí un ardor en el lado derecho del omoplato y caí inconsciente, mientras escuchaba gritos desesperados.
¿Y? ¿Qué les pareció? Acepto de todo, me pareció bien el contrato en el omoplato, mas adelante habrá más acción y Sebastián e.e!
