HISTORIAS DE NERIMA
Por que todos tienen algo que contar, el como lo cuentan, es otra cosa.
Cap 1: Una oportunidad para Soun
¿Hace cuanto tiempo ya que no era un artista marcial como lo había sido en su juventud? Ya sería casi dos décadas y Soun Tendo estaba viejo, a sus 45 años hacía mucho tiempo que había perdido el espíritu de luchar, pero había sido uno de los mejores junto con su mejor amigo, Genma Saotome.
Ahora, 20 años después de las grandes luchas y entrenamientos a cargo de ese maldito viejo libidinoso que no hacía más que mirar a las mujeres, queriéndoles robar su ropa interior...20 años después era un hombre que daba lastima, incluso para si mismo.
Pero el se lo había buscado ¿cierto?, después de todo, cuando falleció su esposa, dejó de lado el dojo que tenían, abandonó las artes marciales y cada una de sus hijas creó su mundo propio.
Era su error que Kazumi ahora fuera la dueña de casa, con esa sonrisa amable y siempre dispuesta a tratar amablemente a cualquier loco que entrarse a su casa. Para sus adentros, Soun, en su juventud, con su difunta esposa, Kaori, había pensado entrenar a su hija mayor, pero no tenía alma de luchadora. Tenía un alma demasiado pura.
Era su error que Nabiki fuese una arpía que lo único que le interesaba era el dinero y sacar cuentas provechosas de una forma egoísta. Pero, si el se hubiese logrado reponer rápidamente tras la muerte de su esposa y haber tenido el coraje para hacerse respetar, nada de eso hubiera pasado, su hija había partido en el mundo de los negocios como vía de escape al dolor que representaba el perder a su madre.
Pero no sabía bien que error había cometido con su hija menor, Akane, una jovencita de cabello azulado, igual a su madre en ello, pero con un carácter que le recordaba a Soun en su juventud. Ella misma se auto-entreno en las artes marciales cuando su madre falleció, Soun nunca le dio clases directamente, su mejor manera de hacer desaparecer el dolor era entrenar como nunca, ahí su hija lo seguía.
Soun Tendo había cometido demasiados errores en su vida, y ahora, a su edad, no sabía que hacer para repararlos. ¿Y si tuviera una cita con cada una de sus hijas? Quería ser el padre que había sido una ves, quería ser Soun Tendo, el luchador.
Aquel día era Domingo, ya había pasado la hora de almuerzo y todos en casa hacían lo suyo, Akane y Ranma habían ido a dar un paseo a quien sabe donde, Genma estaba intentando lidiar con su ex esposa, o esposa, no tenía idea como era la situación de Genma y Nodoka actualmente.
Era una tarde agradablemente veraniega, las nubes estaban en su punto culmine y el sol iluminaba entre ellas apareciendo de cuando en cuando. Al no tener a nadie con quien jugar a su característico juego de shogi se levantó de la terraza con dirección a la entrada de su casa cuando una voz lo interrumpió en su andar.
- ¿Papá? ¿Ocurre algo? – Quien más podía ser, Kazumi que tendía la ropa.
- No, hija, solo quiero ir a caminar un rato, hace mucho tiempo que no salgo a dar un paseo y hoy es una tarde muy agradable, no lo era desde... – se atragantó, le costaba aún hablar de Kaori – desde lo de tu madre, pero bueno, no quiero ser un vegetal para toda la vida ¿sabes? – una sonrisa forzada hacía entender que no quería hablar del tema.
Soun tomó un viejo bastón que se encontraba en la entrada y antes de llegar a la puerta se detuvo, miró hacia su casa y después al cielo.
- Tu no hubieras querido que saliese así ¿cierto?
Entró nuevamente en dirección a su habitación, de su armario sacó una camisa blanca y unos pantalones negros, desempolvó unas viejas botas y luego se dirigió a la bañera para arreglarse el cabello que lo tenía algo enmarañado.
¿Y si se afeitaba? No lo había echo en años pero con bigote se veía demasiado viejo, no aparentaba de 45, sentía que estaba en una especie de reinvención de Soun Tendo.
Sí, ya no más del Soun Tendo llorón, inseguro, que le pide a otros que rescaten a su hija por que el no sabe que hacer. A fin de cuentas, el deber de un padre es ayudar a sus hijos cuando están en problemas.
Salió de la habitación más presentado de lo que jamás se había visto, se había quitado años de encima y de algún modo se volvía a sentir joven.
Encontró algo de dinero en su cajón y lo tomó, probablemente tomaría algo fuera de casa, nada alcohólico, una bebida o un juego en algún bar si era posible. El Sake solo era para ocasiones especiales y como hacía mucho tiempo que no ocurría nada.
Bajó las escaleras y se topó con Nabiki que venía entrando con un ramo de flores.
- Ay Kuno, cuando entenderás-
- ¿Sucede algo, hija?- Soun pretendió parecer curioso, la verdad nunca le había caído bien Tatewaki Kuno.
- Nada papá, es que desde que se rindió con Akane y con Ranma, ahora me ha estado mo...
Pero no pudo continuar, sus ojos se fijaron en un hombre de cabello negro largo, tomado, camisa blanca y pantalones negros. Sabía que era su padre, lo sabía, pero al mismo tiempo no lo era, era un hombre diferente, alguien distinto.
- No es necesario que preguntes, Nabiki, solo voy a dar una vuelta, decidí arreglarme porque hace mucho tiempo que no lo hago para mi. ¿Le darías una oportunidad a un viejo como yo?
Nabiki no pudo responder, de algún modo, ese cambio, le imponía respeto. Su padre, un hombre patético que siempre lloraba y se quejaba de cualquier cosa, ahora era alguien con un aspecto maduro, serio... no era su padre. ¿Lo era?
El aire fresco golpeó al ex artista marcial, se sentía bien el caminar sin tener preocupación alguna, solo un viaje rapido, algo que lo refresce. Recordó la cara de Nabiki y rió, esa era la impresión que quería dar a la gente que lo conocía.
Esperaba que la plaza de Nerima se encontrase todavía en su lugar, tenía buenos recuerdos tanto con sus hijas como con su esposa. Un lugar familiar a donde ir, un lugar para Soun donde caminar sin sentirse un hombre extraño.
Afortunadamente para él, la plaza estaba ahí, en un pie todavia, y mas bella de lo que recordaba. Probablemente el verano la había embellecido debido a que con su lago central y arboles alrrededor, todo era tan verde. Le encantaba.
Se compró un refresco y se sentó en una banca, por suerte para él, traía un libro, hacía tiempo que no leia algo y nescesitaba hacerlo.
No sabía cuanto tiempo estaba en ello cuando una voz lo sacó de su lectura, era una voz alarmada.
- ¡Keitaro! ¡Keitaro! –
Se fijó por donde venía la voz y se percato que una mujer estaba tratando de sujetar a un niño pequeño que había caido al lago pero que la corriente lo estaba arrastrando. Los gritos pedían indirectamente ayuda, o al menos asi lo entendió Soun quién de inmediato dejó el libro para ir a ayudarla.
- ¿Sucede algo? – Debía mantenerse calmado ante cualquier situación, esa era la regla de su primer sensei.
- Mi nieto quería recoger un barquito de madera y se resbaló, ahora no puedo recogerlo.
El niño ya estaba lo bastante lejos como para ser ayudado en ese punto y al ser un niño pequeño, estaba pronto a ahogarse. No lo pensó dos veces y se tiró al lago con un piquero perfecto. Había sido un excelente nadador antes de ser artemarcialista.
º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º
- ¿Estás bien Keitaro? Me asustaste – La mujer abrazaba a su nieto de una manera sobrecogedora, le recordó a Kaori un dia cuando a Akane le pasó lo mismo cuando habían ido de camping a las montañas.
Soun se percató de algo, esa mujer tenía un aspecto muy joven, su cabello rojizo natural y unos profundos ojos verdes lo tenían embelazado, su figura también era bastante delgada, la hacía parecer una modelo. No pudo evitar sonrojarse.
- Muchas gracias señor, no se como agradecerle –
- Me llamo Soun Tendo, y es el deber de un Arte Marcialista ayudar al nescesitado en cualquier peligro.
Porque eso es lo que era, un hombre de honor, un luchador, un Artemarcialista.
Y quisiera negarlo o no, esta mujer de algún modo le atraía.
CONTINUARA.
He vueeeeeltoooooo!! Después de meses sin escribir nada aquí vengo con un nuevo proyecto que tengo en mente y hace poco lo escribí.
Originalmente este capitulo es uno solo pero me estaba quedando bastante largo mientras lo escribía en word.
No es que Soun Tendo sea el protagonista de este fanfic, muchos personajes del Ranmaverso tendrán un capitulo dedicados a esta historia, que tiene como objetivo plantear y re-plantear todos sus deseos, anhelos o frustraciones.
