Historia en Quebec

Capitulo 1: llegada a Quebec.

En la estación de trenes se encontraba sentada una chica alta, delgada, de ojos claros, pelo negro, y un ojo tapado por el flequillo.

Llamada Christeen McLean, si, la hija del ex. Anfitrión del reality show Chris McLean.

Christeen era la única en la estación, tenia la vista clavada en su equipaje como si temiera que alguien saliera de la nada y se lo robara.

Ya habían pasado 20 minutos desde que había llegado a Quebec, supuestamente a las 12:00 el mayordomo de la familia Beylajan la pasaría a buscar.

Soplaba un viento frío y el cielo amenazaba con una tormenta, Christeen tuvo que admitir que estaba vestida muy de verano: una remera azul que no le llegaba al ombligo, pantalones cortos y ojotas.

Mientras que se abrazaba a si misma por el frío recordaba como había terminado en ese lugar: su padre había muerto, y a su madre, Bella, le había dado un ataque de depresión por lo que decidió mandarla a vivir con los Beylajan al menos por un tiempo.

Ahora llovía y a lo lejos se veían dos luces, se levanto para ver mejor y comprobó que lo que venia hacia ella era una limusina.

La limusina freno frente a ella y bajo un hombre de aspecto fúnebre.

--- Buenas noches, señorita--- dijo el hombre con voz de ultratumba—suba usted.

Durante el viaje, Christeen miraba por la ventanilla la quietud, la soledad, el vacío…

Repentinamente a través de la lluvia se delineaba una mansión de tres plantas sobre una loma que provocaba escalofríos, las ramas de los árboles se mostraban como garras amenazantes. Alzo sus ojos y vio en la torre una silueta y una luz que se apago en el acto.

Cuando llego a la casa subió los escalones hasta la galería y quedo frente a una puerta oscura con una gran aldaba de bronce. La puerta se abrió y quedó frente a un enorme salón y una figura femenina la recibió la Sra. Beylajan muy coqueta, los cabellos muy arreglados en un rodete, collar y pulsera que hacían juego, maquillaje algo exagerado, un traje negro y zapatos de tacón de muy buena calidad.

--- lamento mucho lo de tu padre--- le dijo la Sra. Beylajan.

Ante el recuerdo de su padre un sentimiento de angustia estallo pero se controlo y de su interior broto algo… una duda…

--- ¿Quién estaba en la torre?

La Sra. Beylajan se puso tensa y dijo:- no preguntes y que no se te ocurra subir a la torre.

--- ¿Por qué mi madre me mando a su casa?

--- porque tu madre es mi amiga.

Luego en su cuarto sus ojos iban de un lado a otro mirando la ventana, los muebles antiguos.

Su cabeza y sus ojos enfocaban al techo un escalofrío recorrió su cuerpo. Una atracción irresistible la dominaba y la hacia mirar hacia arriba.

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