Bueno después de 777 años, volvió a intentar escribir una historia, esta vez de pokemon pero con varias sorpresas.
Si me pregunto porque no he continuado mi otra historia no es porque me he quedado sin ideas, de hecho tengo muchas, solo que la motivación por la escritura.
él decido crear esta historia ya que últimamente el estado bastante avanzado con el envío de la palabra, además de que esta idea la tuvo en la cabeza por muuuucho tiempo.
Sin nada más que decir, comencemos !.
Prólogo: Holy Wars.
Sangre ...
Agonía ...
Desesperación ...
Lucha ...
Odio ...
Dolor...
Son las únicas cosas negativas que se pueden ver en estos tiempos ...
Tiempos de guerra ...
En guerra contra deidades divinas, nosotros, seres mortales, nuestras únicas armas son bestias con dotes mágicos y asombrosos, en medios de una guerra contra dioses que aborrecen nuestra existencia.
Para nuestra fortuna, al igual que estaban esos que despreciaba cada segundo de nuestro vivir, habían otras deidades que nos defendían a capa y espada, ya que según esas deidades nosotros los seres humanos somos más de lo que parecemos.
Las deidades que nos defendían eran: Athenea, la diosa de la guerra y la sabiduría; Selene, Diosa de la luna; amateratsu, Diosa del sol; y por último pero no menos importante, Gea, la diosa de la tierra. Además de la ayuda del Dios de las bestias, una entidad llamada "Arceus", quien nos reveló que las bestias en realidad se llamaban "Pokemon" y que éste fue quien los creo.
La Diosa de la tierra fue la primera que salió en nuestra defensa, la que siempre estuvo velando por nosotros los humanos.
Desde el inició de la bautizada: "Santa guerra inmortal", habían transcurrido ya más de 500 años. ( N/A: En esta época los humanos tenían una esperanza de vida alrededor de los 120 años, y si les va bien, hasta 150 )
Habíamos batallado con honor y orgullo contra esos dioses que sólo querían vernos arder.
Esos eran: Shinigami, Dios de las tinieblas; Poseidón, Dios de los mares; Ares, Dios de la guerra; Bills, Dios de la destrucción; y Hades, Dios del infierno.
No sólo eran dioses malignos ante nuestros ojos, sino que también eran de los más fuertes de la orden divina, considerados como "la élite".
Siendo dos de estos hijos directos de cronos, el Dios del tiempo y el espacio, y hermanos de Zeus, el Dios del cielo y el Trueno. Se podría decir que estábamos bastantante jodidos desde el inicio.
Pero si algo nos caracteriza tanto a humanos como a Pokemon, es que "nunca nos rendimos hasta el final".
Nuestros Dioses protectores eran de gran ayuda, pero debido a la ley divina que dice que: "Si un Dios de la orden divina declara la guerra contra una raza, la raza amenazada podrá recibir ayuda de otras entidades divinas pero bajo la condición de que estas no participen en batalla"
Y la ley también es en viceversa, es decir, el Dios que nos declaró la guerra puede recibir ayuda de otros dioses pero bajo la misma condición de que estos no participen en batalla.
Para nuestra mala suerte, ellos encontraron la forma de burlar la regla, atrayéndonos hacia sus mundos.
Nuestra única ventaja referente a esta regla es que Arceus al no ser parte de la orden divina, siendo simplemente un Dios de nivel medio-bajo, era excluido de esta regla y el sí podía luchar sin ningún problema.
Pero eso no era suficiente, ni con su ayuda directa no pudieron hacer mucho.
¿Por qué lo digo?
Simple... La humanidad sólo es un 30% de lo que era su población antes de la guerra.
Las diosas llevaban un siglo y medio diciendo que siguiéramos luchando porque la solución llegaría pronto.
Pero a medida qué pasaba el tiempo las personas y los guerreros empezaban a dejar de creer en ellas y en ellos mismos.
Sin embargo...
Un día...
Se vio un rayo de esperanza...
501 años después de que empezará la guerra, un 7 de julio, fueron llamados a la cámara de las deidades los 7 mejores guerreros junto con sus respectivos Pokemon.
Kã, un guerrero terco y valiente, acompañado de su amable pokemon "Ho-oh".
Rai, un Guerrero frío y calculador, acompañado de su calmado Raikou.
Sui, un Guerrero impulsivo y agresivo, acompañado de su confiado Kyogre.
Tsuchi, un Guerrero amable y bondadoso, a su lado se encuentra su pasivo Keldeo
Kaze, un Guerrero calmado e inteligente, acompañado se su veloz Kyurem.
Mei, una guerrera sádica y poderosa cuyo Pokemon Zekrom yacía a su lado orgulloso.
Y por último, Hi, una guerrera cálida y de buen corazón, acompañada por su Reshiram.
Estos eran los 7 guerreros más fuertes con sus Pokemon.
Todos, tanto guerreros como Pokemon, se arrodillaron frente a sus dioses protectores.
"Llegó la hora, mis valientes guerreros, el momento que se ha estado esperando desde hace más de siglo y medio". Decía la diosa de la sabiduría ante las miradas expectantes y confusas de sus guerreros.
"¿A qué se refiere, mi Diosa?". Preguntó el aparente líder del grupo, quien era nada más ni nada menos que Kã.
"A que ya hemos obtenido eso que nos hará ganar la guerra". El que respondió fue el único Dios varón presente, Arceus, ganándose un asentimiento de sus compañeras sagradas y una mirada de sorpresa de sus súbditos.
"Señor Arceus... ¿Nos están tratando de decir que esa "oportunidad" que nos han estado profesando desde hace casi 2 siglos al fin ha llegado?". Pregunto incrédulo pero serio Rai, a lo cual Gea, quien estaba con los ojos cerrados, sonrió para después responder:
"Así es, mis fieles guerreros, ha llegado la hora de que la humanidad gane la guerra". Decía con voz majestuosa la Dios de la guerra.
"Y ustedes, los guerreros más fuertes, son los elegidos". Habló esta vez la diosa de la sabiduría.
Los 7 guerreros no lo podían creer, les llenó de orgullo y de sorpresa el saber que ellos eran los que podían acabar con la amenaza de los dioses malignos.
Pero... Con el orgullo vino el temor... ¿Qué pasa si no lo lograban?...
"No es momento de dudar". Habló la hermosa Dios Selene sorprendiendo a los guerreros.
"Ustedes son la única y la última esperanza de la humanidad y de los Pokemon". habló Arceus.
"Después de terminar la guerra... Ustedes morirán aún cuando ganen". Dijo fríamente la diosa Amateratsu, ganándose miradas de sus guerreros.
"Han batallado hasta el día de hoy sin miedo a la muerte". Dijo Athenea.
"Díganme mis amados guerreros, ¿serán capaces de sacrificar sus vidas por la gloria y la libertad de la humanidad?". Habló tranquilamente Gea viéndolos.
Kã fue el primero en levantarse, y poniendo el puño derecho en su pecho y su mano izquierda tras su espalda, se puso firme con orgullo con una mirada determinada mientras su Pokemon hacia lo mismo.
Los demás vieron a sus líderes, y cada uno fue haciendo lo mismo, adoptando la misma posición y la misma mirada.
"POR LA GLORIA Y LA LIBERTAD DE LA HUMANIDAD!". Exclamaron los 7 juntos, y sus Pokemon rugieron en afirmación.
Los dioses sonrieron.
"Bien... Llegó la hora... Arceus, haznos el favor" pidió la diosa de la tierra al Dios creador Pokemon, quien se retiro para volver unos minutos más tardes con 7 objetos flotando debido a sus poderes psíquicos.
Eran 7 estatuas.
Las 7 eran de un color gris opaco como si estuvieran muertas.
Sin embargo cada una era diferente en forma.
Una tenía la forma de un Ave majestuosa.
La segunda, tenía la forma de una especie de León alado.
La tercera, era una especie de tiburón terrorífico.
La cuarta, era la figura inconfundible de un unicornio.
La quinta, tenía la forma de un Dragón europeo.
La Sexta, era la figura de un León siniestro con alas de murciélago.
Y la séptima, era un caballo alado.
"Estas "estatuas", guerreros míos, son lo único que quedó de las antiguas 7 criaturas legendarias de la orden divina". Explicaba la diosa gea.
"Su poder era tan grande que la más débil de las 7 se podía comparar en poder con el mismísimo shinigami" seguía relatando Athenea.
"Sin embargo, no dejaban de ser criaturas, tenían sentimientos, sí, pero actuaban casi por instinto, lo que a ojos de Cronos y Zeus, era peligroso para todo el universo". Relataba Selene.
"Así que se tomó la decisión de ya sea encerrarlos o destruirlos, pero al ser tan poderosos tuvieron que optar por la primera opción; aunque fuesen capaces de destruirlos podrían acabar de igual manera con el universo.
La batalla duró dos milenios, pero al final lograron encerrarlos en estas estatuas, arrancándoles la energía vital y todo su poder dejándolos en estado de suspensión". Terminó de relatar amateratsu.
"Pero... Para todo hay solución... Las estatuas siguen intactas y dentro de ellas aún yacen los espíritus de las criaturas que hacían temblar al mismísimo cronos". Acabó por fin la diosa de la tierra viendo a sus guerreros que estaban con los ojos abiertos.
"Pero... Entonces... ¿Qué es lo que haremos, oh, mi señora?". Pregunto kaze expectante ante la respuesta de sus protectores.
"Simple...". Habló Arceus. "Ustedes deberán revivir la vitalidad de las antiguas criaturas y asimilar sus almas dentro las suyas" dijo Arceus sorprendiendo a los mortales.
"Pe-pero señor Arceus, nosotros sólo somos simples mortales. ¿Cómo esperan que manejemos un poder al cuál el mismísimo Cronos temía?". Preguntó con voz temblorosa Hi.
"El primer paso será la fusión..." dijo calmada Athenea, dejando confundidos a sus guerreros.
"A lo que Athenea se refiere...". Empezó a decir Gea. "Es que ustedes deben fusionarse con sus respectivos pokemons" terminó de decir la diosa, ganándose una mirada de pura sorpresa por parte de los humanos y pokemons.
"¿Fusionarnos con nuestros pokemons?" se pregunto sui mientras miraba a kyogre.
"Sí... Otra de las razones porque las cuales los elegimos a ustedes es que tanto humanos como Pokemon cumplen los requisitos elementales". Decía amateratsu.
"Entonces... El ritual empezará cuando ustedes quieran" declaró Selene.
"Ustedes, a pesar de ser los más fuertes Santos, ganándose el rango de Guerreros, son los únicos que no poseen una vestimenta propia. Con el espíritu de estas bestias, despertaran los sagrados mantos, vestimentas más fuertes que las armaduras". Explicó la Diosa Gea.
Los guerreros se miraron entre sí y a sus Pokemon; sin embargo al final todos asistieron, dando a entender que querían empezar cuanto antes.
Los dioses también asistieron y empezaron con el ritual de fusión el cual duró un mes completo.
Posteriormente, la fusión humano-pokemon fue todo un éxito y no hubo ninguna dificultad para ninguno de los 7.
Estos sólo pedían mentalmente que los demás Santos fueran capaces a aguantar.
Llegó la hora hacer renacer a las legendarias criaturas que atemorizaron a los dioses.
Los dioses protectores de los humanos y Pokemon inhalaron profundo...
Y sucedió.
Mientras tanto, la humanidad se sentía más acorradala que nunca por los diferentes subditos de los dioses malignos.
Sus 7 guerreros más fuertes habían desaparecido, Arceus también y nadie ha hablado con las diosas.
La humanidad se sintió abandonada...
Una luz oscura se empezó a asomar, dando paso a los causantes de su miseria.
"Llegó su fin, tontos mortales" decía el Shinigami con voz risueña.
"Me sorprende que hayan durado tanto la verdad". Se expreso con seriedad Poseidón.
"Sí, sí, ¿qué importa? Al final sólo serán destruidos". Se regocijaba bills.
"Bien, mortales... Llegó la hora del juicio divino!". Exclamó Hades alzando su espada, causando miedo en todos los seres humanos y los pokemon que lo veían.
Este sólo sonrió burlescamente.
"Patéticos". Dijo Hades con una mirada de maldad listo para acabar con los mortales...
De repente... En el horizonte se veía una luz...
Una luz majestuosa...
Una luz de esperanza...
Esa luz se separó en 7...
Cada una de un color...
Rojo...
Amarillo...
Azul...
Morado...
Gris...
Negro...
Blanco...
Hades veía esas luces... Y tanto en el como en los demás dioses les paso una sensación no muy bonita...
Esas energías se les hacían muy familiares...
Eran...
"No puedes ser...". Apenas decía bills con los ojos abiertos.
"¡¿Como es posible?!". Exclamó temeroso el Dios de los mares.
Las luces se posaron frente a ellos... Revelando 7 figuras...
5 Masculinas y 2 femeninas...
La energía alrededor de cada uno formaba una criatura...
Un pájaro de fuego rojo... El ave inmortal Fennikusu...
Un León con alas amarillo... El Rey del cosmos... shishi...
Un tiburón macabro azul... El terror de los mares Dakuwaqa...
Un caballo con un cuerno morado... El fantástico yunikon...
Un lagarto con alas enormes gris... El legendario ryu...
Un León con alas de murciélago... El emperador oscuro mantikoa...
Y por último... Un caballo alado blanco... El mítico Pegasasu...
Loa dioses miraban incrédulos a los 7 guerreros...
"Hoy... Acaba su reino de maldad..." empezó a decir Kã-Fennikusu.
"Hades..." dijo Rai-Shishi.
"Poseidón..." dijo Sui-Dakuwaqa.
"Ares..." dijeron tsuchi-Yunikon y Kaze-Ryu.
"Shinigami" dijo Mei-Matikoa.
"Bills" dijo a lo último Hi-Pegasasu.
"Hoy... Por la gloria y la libertad de la humanidad los derrotaremos!..." dijeron los 7 al unísono mirando a los dioses con rabia y odio.
"Bien... No sé cómo lograron hacerse con el poder de esas cosas... Pero sinceramente por su energía puedo decir que apenas y son la mitad de fuerte del poder total de cada una de esas criaturas" dijo ya más calmado Hades...
"Bien... Pruebanos" dijo Kã-Fénix para así explotar la batalla...
Los 7 guerreros legendarios se abalanzaron contra los 5 dioses, teniendo una batalla bastante pareja.
La batalla fue destructiva, golpes y ataques iban y venían, estaban destruyendo toda la tierra.
Y los guerreros se dieron cuenta, por lo cual guiaron a los dioses hacia el espacio donde podían pelear con más libertad.
La batalla fue tan masiva que el universo sentía las vibraciones de las deidades.
La batalla era un no parar...
Esto decidiría la guerra...
Si los guerreros ganaban... Dejarían en alto el nombre de la humanidad y los llevarían devuelta a la libertad...
Fue la llamada "batalla de mil días".
Tanto dioses como guerreros estaban cansados...
Sin embargo los guerreros se habían dado cuenta de que no podían vencerlos...
Así que optaron por la opción que había utilizado antes con las criaturas que ahora estaban en su interior...
Encerrarlos...
En una jugada estrategica, donde el honor, la perseverancia y el valor tuvieron todo que ver.
Con un grito y una explosión de poder por parte de los guerreros, estos ya tenían a los dioses donde los querían, apuntó de ser sellados en diamantes para siempre...
Sin embargo... Hades... Era el único que aún se resistía... Así que con un último impulso, el guerrero Fennikusu y el Guerrero Shishi se abalanzaron contra el asestándole dos puñetazos cargados de fuego y electricidad que hizo que por fin... Sucumbiera...
Y todo...
Terminó...
Los guerreros con las pocas fuerzas que les quedaban bajaron hacia la tierra...
Donde sus dioses estaban ya entre los humanos y pokemon esperándolos...
Todos al verlos se dieron cuenta de que habían triunfado...
La humanidad se había superpuesto ante los dioses de la élite...
Sin embargo... Fue una victoria agridulce...
Además de todas las muertes durante estos más de 500 años...
Estaba el hecho de que veían como sus héroes se desvanecían frente a sus ojos...
No sin antes... Los 7 levantar el pulgar y dar un media sonrisa... En signo de victoria...
Estos 7 guerreros fueron llorados y alabados por mucho tiempo...
Siendo bautizados:
"Los mitológicos legendarios".
Así ponía arriba de sus tumbas... Y al lado... En una letra más pequeña... Se podía leer la leyenda que decía:
"Cuando cualquiera de los 5 males vuelva a resurgir de su letargo eterno... Los espíritus legendarios despertaran en sus reencarnaciones... Para de una vez por todas... Destruir al mal... Definitivamente".
Después de la guerra... Los seres humanos tardaron 1000 años en reconstruir y restablecerse nuevamente...
Se impusieron nuevas leyes, y tanto pokemon como humanos vivieron en armonía.
No fue hasta que los humanos decidieron reiniciar la cuenta que los dioses protectores dejaron de tener contacto definitivamente con los humanos...
Empezando nuevamente desde el año 0 Después del Mito.
Así pasaron los años...
La humanidad fue olvidando poco a poco su pasado...
La Santa guerra inmortal se fue rebajando a ser un mito o un simple cuento de historia...
Sólo quedaban las antiguas metrópolis del pasado...
Pero nadie se tomaba enserio lo que decía en aquellos jeroglíficos...
Así pasaron los años...
Hasta llevarnos...
A donde estamos hoy en día...
XY&Z
Bueno ya termine! Espero que él "prólogo" haya sido de su agrado, la verdad es que me esmere mucho, trate de que no fuera muy largo, ya que hubo muchas cosas que no quise poner por lo mismo, porque luego puede que quedará largo.
Espero algunos ya estén entendiendo la idea de lo que será la historia.
Serán varios Arcos, es lo único que puedo decir.
Y bueno, sin nada más que decir, me despido !.
