Por culpa de Paco

Era otra de las fiestas que sugería Trina para hacerse más popular.

Estuvieron las dos horas evitándose toda la noche, ella lo veía de reojo cuando no él no estaba mirando. Si él se acercaba mucho, ella se iba a otro lado disimuladamente, pero los dos deseaban tropezarse el uno con el otro en algún momento.

Andre recogió siete perros de una casa abandonada cuando acababa de llegar a Los Ángles, cada uno de una raza diferente y con el tiempo se fueron cruzando, dando a luz a las especies más raras que hayas visto. Paco era un Pitbull-Pastor Alemán, con el alma oscura igual que Jade, tal vez por eso se llevaban tan bien.

-Me encantaría que alguien lastimara a ese idiota- dijo Jade tan bajo que solo el perro hubiera podido oírla.

-¡Ahhh!- Tori no pudo seguirse ligando al bajista guapo y Rex dejó de insultar a Robbie.

Beck estaba tirado en el piso con un hoyo en la muñeca.

-¿Qué le hiciste a Paquito?- llegó Cat corriendo. Aunque prefiere los gatos (analiza su nombre) la pelirroja artificial ama a todos los seres vivos, incluyendo las plantas y las deformaciones genéticas como ese que se quedó ahí parado aparentemente sin saber lo que había hecho.

-¿Después de que casi me arranca el brazo? Pues le invité de mi cerveza- respondió Beck con sarcasmo.

-Amigo, estás llenando mi piso de sangre- Andre se quejó. Su abuela iba a pensar que habían asesinado a alguien y se pondría histérica otra vez.

-Discúlpame, André. Iré a morir a donde no te cause problemas- alguien está un poquitito molesto.

-¿Está vacunado contra la rabia? – preguntó Tori. Por fin alguien con sentido común.

-Sí, no soy tan irresponsable como para arriesgar a mi bebé.

-Pero sí a tu mejor amigo ¿verdad?- estaba perdiendo la paciencia.

-Quítense- Jade se abrió paso entre la gente con un rollo de vendas, una botellita de alcohol y una cara indescifrable.

Beck se sentó en la taza del baño mientras Jade le limpiaba la herida como una sexy e inusual enfermera.

Y llegó el largo silencio incómodo, en que querían decir algo ingenioso, seguido de roce de manos y terminar la noche anunciándoles a sus amigos que volvieron… pero los dos estaban esperando a que el otro empezara.

-No tienes que hacerlo- sugirió tratando de sentirse menos culpable.

-Con suerte lo habré hecho mal y morirás de una infección- le contestó mordazmente.

-¿No te da cosa?

-No. Me he cortado muchas veces de niña, después de un tiempo te acostumbras a ver la sangre- nisiquiera levantó la cara.

Beck no sabía eso. Cuando se conocieron Jade siempre usaba mangas largas aunque vivieran en una de las ciudades más calurosas de Estados Unidos. él siempre pensó que tenía complejos de vampira o una de sus ondas raras.

-Tal vez debas ir al hospital para que te hagan unas puntadas.

De todos los lugares del mundo, una sala de urgencias no era donde quería estar en ese momento, y menos solo.

¿I-irías conmigo?- preguntó timido.

Risa sarcástica.

-¿Qué?

-Estás desesperado por pasar un rato conmigo.

-¿Desesperado? ¿Quién es la psicópata que pone indirectas en Splashface? "¿Deberíamos hablarlo?¿ Mantenerlo como amigos?"- empezó a alzar la voz sin notarlo y a picar las teclas de su teclado imaginario con los ojos bizcos y la lengua de fuera.

-Era una canción, pero si el saco te queda, póntelo.- Sí era una indirecta, le dolía que no terminara bien y no arreglar las cosas, pero como siempre, no iba a aceptarlo.- Y sí debimos. Tú no quisiste- le recordó.

-No, no quise. Porque si fuera tu amigo no podría hacerte esto:

Y la besó. Si no hubiera querido lo hubiera esquivado, pero era algo que llevaba esperando desde hacía mucho tiempo. Después podrá decir que la tomó por sorpresa y se haría la ofendida, pero por esos cuatro infinitos segundos, iba a disfrutarlo.

For the first time- The Script


Pero no puedo hacer que pase de verdad.

Prefiero a Jade con André pero esto fue lo que salió.