Habían pasado 13 años desde la guerra.
Naruto estaba en su despacho, aquel día tenía tanto papeleo que prefería ser cualquiera menos el Hokage, pero allí estaba. Cansado. Hacía demasiado tiempo que nada le llenaba en aquel trabajo, si bien ser kage tenía sus ventajas, a veces envidiaba a Sasuke, él, por lo menos, viajaba, vivía aventuras y recorría el mundo, aunque fuese bajo sus órdenes.
La puerta sonó y él lanzó un bufido al aire que bien podía entenderse como una autorización para entrar. Shizune apareció.
-Hoy no tenía ninguna reunión contigo ¿Qué pasa?
-Dijiste que te avisara si sabía algo de Tsunade, no se donde está pero… - Él se limitó a poner cara de incomprensión – he encontrado estó en la mansión de la familia Senju – completó mientras sacaba una caja y la dejaba en el escritorio del Hokage.
La caja era de metal, el paso de los años era obvio, estaba llena de óxido, tenía una inscripción en lo que podría distinguirse como tapa, ya que en realidad no tenía apertura: "Recuerdos de Tsunade"
-¿Qué se supone que es?
-Pues he preguntado y me han dicho que es una caja de recuerdos, las usaban en los tiempos de Hashirama-sama para quitarles ciertos recuerdos a los shinobis y enviarles a misiones sin riesgo de que los interrogasen si los llegaban a atrapar.
Y de pronto ya no estaba cansado y el papeleo le daba igual, solo quería finiquitarlo para averiguar porque aquella cajita tenia el nombre de Tsunade.
-¿Por qué me la has dado a mi?
-Me dijiste que te avisara si sabia algo de Tsunade
-Ya, pero tu ya sabes algo de Tsunade, sabes donde está desde que se fue, siempre lo has sabido, por eso se que está a salvo, y por eso no he enviado a nadie a por ella, así que dime ¿porqué no se lo das a ella?
-Naruto….- hizo una pausa mientras recorría aquel despacho, la caja y al propio Naruto con sumirada- son recuerdos robados… ella… no se…
-No sabes si quieres devolverselos
-Tiene 70 años, puede que no los aparente, pero los tiene, y no han sido tranquilos precisamente, y está sola, desde Jiraiya… ya no tiene a nadie de su tiempo – Se miraron a los ojos – si alguien puede abrir esa caja y descubrir si merece la pena enseñarle lo que hay dentro eres tu.
-Bien - dijo él dejando la caja a un lado y volviendo al papeleo – lo haré
Shizune entendió que su audiencia con el líder de la villa había acabado y se dirigió a la puerta
-Si lo consigues…
-Te los enseñaré, te lo prometo
