Bueno pos, yo aquí llegando con otra creación salida de la nada (Jubi: mentirosa si llevas con este archivo como cuatro meses sin terminar ¬_¬…. Junjuriki: CALLATE!) me decidí a subirlo porque pos… para animarme a continuar con muchas mas historias que deseo terminar y publicar, me explico, aparte de que necesito a un beta, todos los proyectos que tengo en desarrollo aun no tienen un final… por lo tanto me niego a subirlos, no valla a ser que luego los deje colgados (pánico!)
Solo para que lo sepan tengo en desarrollo lo siguiente:
-Mar de golpes (mi primer NaruSasu)
-Míralo nada más (otro SasuNaru al bote pero con mucha pimienta XD)
-Los Jaguares De La Hoja (sasunaru y para todos aquellos que gustan de Animal Planet y el yaoi XD)
-El Gato Negro (sasunaru que no se si es de terror o humor o lo que sea pero ahí esta)
NIRUMI-NEE-SAN! ESTA ES PATA TI! CON TODO MI AMOR XD
.
.
.
.
.
.
.
.
Mi Mascota Naruto
Se podría decir que hay muy pocas cosas que me gustan, de hecho estas se podrían contar con los dedos de mis manos, todo lo demás no representan la gran cosa para mí o simplemente las detesto. Lo se lo admito, tengo una personalidad difícil, aun de pequeño solía ser reservado y callado, cuando una situación desagradable se me presentaba simplemente pasaba de ella como si nada, así era el trato prácticamente para todo, excepto claro mi madre
Era vergonzoso, cierto. Pero no había un "no" que saliera de mis labios cuando se trataba de mi madre Mikoto, no es como si yo fuera un niño de mami ni nada parecido, pero cuando ella me pedía algo ahí estaba yo como su fiel esclavo dispuesto a ayudarla. Por eso el día que me pidió salir con ella de compras con motivo de mi propio cumpleaños, no fui capas de negarme
Como les dije antes, detesto muchas cosas, demasiadas tal vez, pero a mi tierna edad de ocho años lo que mas odiaba era ir con mamá de compras. Ella siempre desaparecía en alguna tienda y yo tenia que quedarme con todos los paquetes y bolsas de las compras fuera de la tienda rogando porque regresara antes de que todas esas tipas que pasaban por la calle me vieran y vinieran a apretarme las mejillas y a hablarme en un todo entupidamente meloso
Si, era un infierno, a pesar de ser con motivos de mi cumpleaños, solo era una excusa para que mi madre gastara a sus anchas con la tarjeta de crédito de mi padre. No que nos faltara el dinero, teniendo en cuenta que éramos la familia mas adinerada de todo el país y apostaría que de todo el continente, pero mujeres, ¿Quién las entiendes?
Recuerdo que ese día, como de costumbre, estaba aguardando a que mi madre saliera de una muy costosa tienda de zapatos, me encontraba recargado en la pared mas cercara, de vez en cuando dedicándole una mirada a las compras para cerciorarme de que seguían allí. Era un centro comercial, quizás me estaba preocupando demasiado, pero prefería "montar guardia" a entrar a la tienda y ser la mula de carga que seguramente sostendría todo lo que mi madre escogiera
En fin, el aburrimiento era tal, que no pude evitar estudiar mi entorno, las tiendas a mi alrededor eran todas iguales, con montañas de ropa en las exhibiciones, zapatos, carteras, joyas y accesorios, nada fuera de lo usual, hasta que recaí en una pequeña tienda, completamente eclipsada por los otros despampanantes locales
-Tienda de animales El Rayo Amarillo- leí con algo de curiosidad, ni siquiera sabia que habían de esas cosas dentro de un lugar como este
Sonreí con circunstancia, mirando una vez mas las compras y el interior de la tienda de donde Mikoto no daba señales de salir. Mas seguro, me fui directo a la pequeña tienda movido por la curiosidad. Desde afuera se veían algunas jaulas con pájaros de todos los colores e inmensas peceras con pececitos exóticos, nada del otro mundo, con indiferencia decidí entrar y echar un vistazo, total, no tenia nada que perder
Bueno, tuve que admitir que había animales realmente geniales dentro, monos, hurones, serpientes, reptiles, insectos y los clásicos perros y gatos, sin mencionar de la montaña de accesorios y alimentos muchos. Lo que jamás imagine es que al fondo de la tienda hubiera esclavos
Si, efectivamente, esclavos. Hoy en día vivimos en un mundo en donde "esos" son nuestros esclavos, no por nada son impuros y portan las cualidades de los animales, ellos hacen las tareas del hogar, sirven de mano de obra, y algunos, los que recibieron la bondad de sus señores de estudiar, sirven como asistentes personales, y aunque soy menor de edad también se que son usados para el sexo, que en lo personal es algo denigrante y sucio, ¿sexo con simples esclavos? por favor
Los esclavos se poseían de dos formas, o los comprabas, o los recibías como obsequio, puesto que se trataban como otros animales mas, allí en la tienda había un par de ellos en jaulas demasiado chicas para su tamaño, uno de ellos era un mitad liebre, las largas orejas de conejo saliendo de su cabeza lo confirmaban, los otros eran mitad gatos o nekos, ¿como olvidarlo?, mi hermano Itachi tiene uno llamado Sai que es insoportable
-¿le puedo ayudar en algo?- me pregunto una mujer a mis espaldas, una señora de unos cuarenta años con expresión amable, negué con la cabeza y seguí viendo- esta interesado en los esclavos ¿no?- yo la mire con arrogancia, "si no me lo dices no me doy cuenta" - se ve que eres de muy alta clase jovencito, no pierdas tu tiempo con estos especimenes, tal vez un perro o un gato te siente mejor
Con fastidio tome la palabra de la mujer y me aleje, ella tenia razón no tenia porque malgastar mi tiempo observando criaturas de semejante calaña, "semejante calaña" si como no, si alguien me hubiera repetido esas palabras a todo volumen a un centímetro de mi oreja justo en el momento en que lo vi, tal vez ni así hubiera entrado en razón
Antes de salir de aquel espacio, note una jaula un tanto más chica que las otras, esta era dorada con los barrotes en espirales y arabescos muy finos, pero eso no fue lo que me dejo sin aliento, sino la hermosa criatura que yacía adentro, un pequeño niño completamente desnudo, con una piel morena hermosa, suave a la vista, de cabellos dorados y sedosos enmarcando una linda carita redondeada de finos labios, mejillas marcadas e inmensos ojos, de un color tan azul como los rayos al impactar la tierra, pero tan tristes como la lluvia que los acompañaba siempre. Permanecía sentado sobre los muslos cual cachorro abandonado, encantador…
Sin sabes como, puesto que mi cerebro había quedado en trance, me acerque a la pequeña jaula, dejando un margen de separación escaso solo limitado por esos odiosos barrotes. Él me miro un momento asustado, temeroso de lo que pudiera hacerle, pero cuando se dio cuanta en que yo también era un niño sonrió rebelando unos dientes pulcramente blancos formando una perfecta sonrisa, movió su esponjosa cola dorada de un lado a otro, levantando las orejas del mismo color que antes se ocultaban en sus cabellos. Me pareció lo más hermosos que jamás vi, mi corazón acelerado, mis ojos incapaces de enfocar otra cosa
-¿Te gusta el Zorro?- pregunto una voz femenina a mis espaldas, pero esta vez me sorprendí al ver a mi madre en lugar de la señora de la tienda – Es muy lindo…- comento distraída, mientras sacaba el teléfono móvil de su cartera y tecleaba un poco
Yo no dije nada, ni siquiera me pregunte cómo es que ella había dado conmigo, solo regrese mi atención al pequeño Zorrito que en esta ocasión se había movido hasta quedar lo mas cerca posible de mi, yo en respuesta sonreí quedo y extendí mi mano para acariciarle a trabes de los barrotes, él realizo un ruidito curioso de alegría con satisfacción para luego mover la cola a un ritmo vertiginoso
-Vamos Sasuke no hay tiempo… tu padre nos quiere ya en casa…- dijo tomándome de la mano y apartándome del pequeño esclavo, no niego que sentí algo extraño al separarme de él pero no le di mucha importancia, lo único que en ese momento ocupo mi mente fue la expresión de total tristeza que reflejaba el tierno rostro de ese zorrito al marcharme
.
...MiMaSaScOtAnArUtO...
.
Al caer la noche, mi casa parecía más un salón de festejo para la premier de una película, que una fiesta de cumpleaños, ¿Qué puedo hacer?, mis padres no ven una oportunidad para hacer gala del dinero que posee la familia, y ¿Qué mejor que una fiesta?, la mayoría de los invitados, personas que ni había visto, ellos con tal de traerme un presente y alegar ser conocidos de la familia entraban a la reunión, porque si algo era ese festejo era una reunión, jamás lo tome como un cumpleaños
Yo estaba en un rincón apartado del salón, intentando respirar un poco, puesto que la pila de fastidiosas, hijas de las familias invitadas, no habían dejado oportunidad ni de respirar sin ser fastidiado por esas mocosas. Una vez recuperado me marche al interior de la casa, me apuesto de todo a que mi familia ni cuenta se daba
Al llegar a mi cuarto tuve que pasar por la mar de regalos que los criados habían dejado allí, para poder ver siquiera mi cama
-cada año es peor…- gruñí sentándome en mi cama y ojeando los regalos, la mayoría seria ropa, nada de mi estilo seguramente, tal vez algunos juguetes, ignorantes que ni sabían que detestaba esas cosas de plástico, y tal vez otras cosas sin sentido para alguien como yo- ¿Qué es eso?- me pregunte al ver una caja de gran tamaño moverse un poco- Genial ya me volví loco
Ante un nuevo movimiento de la caja no me quedo de otra mas que acercarme y ver, la exageradamente gran tarjeta que tenia el paquete decía algo así como "Para mi querido Sasuke de su Adorada madre Mikoto, te quiero, Disfruta de tu regalo", levante una ceja con incredulidad ¿en que momento mi Madre había comprado ese regalo si estuvo prácticamente todo el día comprándose cosas para ella?
La caja dio otro salto, esta vez desplazándose a un lado por unos centímetros, trague grueso antes de soltar el listón y sacar la tapa con cuidado, no creí ver jamás lo que había dentro
-Tú…- susurre incrédulo al ver al zorro de antes allí dentro, con un enorme listón azul en el cuello y vestido con un conjunto adorable, unos pequeños shorts azul cielo con una camisa blanca de botones manga larga, unas botitas igual blancas que le llegaban hasta las rodillas, sobre cada orejita un listoncito azul, y en la base de la cola otro mas, similar al del cuello
Él al verme se emociono mucho, de un salto salio de la caja y se abalanzó sobre mí moviendo la cola, haciendo sonidos de alegría, lamiendo mi rostro con esa lengüita rosada dejándome tan rojo como un tomate
Creo que ese fue el mejor de mis cumpleaños, pues tú llegaste a mi vida. Han pasado muchas cosas desde entonces
Primero fue escoger tu nombre, no fue muy difícil, bastaba con ver tu revoltosa personalidad para llamarte como Naruto. Luego fue enseñarte a hablar, tú que toda la vida estuviste en una jaula no tuviste a nadie que te enseñara, mi alegría fue grande cuando dijiste tu primera palabra, fue mi nombre lo recuerdo bien, lo repetías tantas veces con alegría que me hacías reír. Después tuviste que acompañarme a la escuela, a mi padre no le gusto mucho eso, pensaba que era mejor que tú fueras a un lugar mas apropiado para los de tu clase, pero yo le convencí diciendo que era importante que mi esclavo me ayudara con mis cosas, jah!, el único que ayudo al otro fui yo
Por todo lo demás, no me acuerdo de haber sido tan feliz antes de tu llegada, las tardes aburridas pasaron a ser unas llenas de diversión, los días grises se llenaron de color y la casa tan vacía y sola se inundó de risas. Solíamos permanecer horas enteras en el jardín jugando o simplemente hablando de banalidades
Llegamos a conocernos a la perfección, a tal punto de llegar a completar la frase del otro, compartíamos nuestros gustos, dormitábamos en la misma cama, nos bañábamos juntos, nos tomábamos confianza para hacer cosas tan intimas como compartir el mismo vaso de malteada con un par de popotes, tomarnos de la mano, apoyar la cabeza en las piernas del otro, o acariciar los cabellos contrarios, incluso nos contábamos nuestros sueños
Los míos eran simples, tener un auto de lujo o ser como mi hermano, pero los tuyos se salían tanto de la realidad que siempre terminaba preguntándome ¿como se te ocurrían esas cosas?, digo si tener una piscina llena de ramen no era tener imaginación…., pero hubo un día que me contaste algo que sin duda me sorprendió, algo tan importante como era eso dentro de tu mente de niño demostraba la intensidad con la que anhelabas ese sueño
Deseabas tener una familia
Pero no en el sentido de hacer aparecer un par de padres y ser el hijo feliz, no, tú querías enamorarte de alguien que te amara, entregarte a esa persona con todo el corazón y ser realmente feliz, para que después cumplieras con la dicha mas grande que resguardaba tu corazón, tener un hijo…
Bien debí decirles eso mucho antes ¿no? Los esclav- ejem los híbridos pueden concebir independientemente de si son machos o hembras, otro punto a favor para aquellos que los consideraban criaturas inferiores, ignorantes… emmm…
Regresando al tema
Decir que no pare de reír por cinco minutos aquella vez, fue poco, no alcanzaba a entender esa necesidad, esas ganas que tenias de tener un hijo, lo entendí mas adelante cuando mi mente maduro un poco más y tú me lo explicarte mejor. Para ti tener un bebe significaba mucho, desde el amor mas grande que pueda existir en el mundo, hasta una razón para tu existencia, decías que si lograbas crear una vida y traerla al mundo, demostrarías que no eras un ser inferior, sino todo lo contrario, serias otra criatura que vive con un propósito, ese propósito seria tu bebe
Desde ese momento te considere mucho más maduro que yo, porque sabía que aunque actuaras como el "cachorro" que eras, torpe e infantil, dentro de tu cabeza existía un mundo de aspiraciones que ni muchos adultos han llegado a tener
Si, todo estuvo bien hasta aquel día, cuando mis padres decidieron que ya era hora de que me fuera a estudiar al extranjero justo como lo había hecho mi hermano Itachi, en realidad no me costaba nada ir si tú hubieras venido conmigo, pero por alguna razón mi padre no lo permitió, nos separo y a mi solo me quedo prometer que regresaría pronto
Que gran error cometí
Cuatro años más tarde, cuando yo cumplí los doce años de edad, regrese del internado de donde estuve preso, solo pensando en ti, en que por fin luego de tanto tiempo te vería nuevamente que volveríamos a ser como antes y que mi mundo se iluminaría con tu hermoso brillo, pero las cosas habían cambiado, valla que si
Recuerdo haberte buscado por toda la casa apenas llegue, no estabas en mi cuarto, que era en donde solías dormir a mi lado todas las noches, pero tampoco estabas en las alcobas de la servidumbre, eso me preocupo mucho. En mi búsqueda me tope con el odioso de Sai, ese gato roñoso me dijo con una sinceridad pasmosa que tú ya no eras el mismo, que tu brillo se había opacado y que tus ojos ya no eran alegres, quise pensar que era por mi ausencia, que tan pronto me vieras se te pasaría
Obtuve las respuestas cuando te hallé
Cuando te encontré, estabas en el jardín arreglando las rosas, la visión de tu cuerpo, exquisitamente vestido con unos shorts negros muy cortos, una camisa blanca manga larga con un pequeño chaleco negro cubriéndola, tus hermosas piernas totalmente lisas, a tus pies unos zapatos de vestir, la base de tu cola parecía tener una cinta con encaje, sumado el fondo de rosas blancas me daban una vista de ensueño de tu hermoso cuerpo a los doce años
-¡Naruto! –te llame con desesperación esperando que te abalanzarás sobre mi como solías hacerlo, pero tu al verme solo pusiste una cara de espanto mientras salías corriendo y te perdías por el laberinto de arbustos del jardín- ¿pero que? – y te busque, aun no tenia muy claro lo que estaba pasando, no entendía porque huías de mi
Y esa misma situación se repitió por alrededor de una semana si no me equivoco, yo te buscaba y tu corrías hasta perderte de vista, eso me frustraba y me entristecía a partes iguales, sentía que te perdía cada vez mas, pero no estaba dispuesto a dejar que eso pasara
Una tarde, te encontré en el jardín, en realidad ese era el único sitio en donde te podía ver, estabas sentado bajo un árbol completamente dormido, sonreí con ternura, aun hacías tonterías como cuando eras chico. Me acerque a ti y me quede a tu lado viéndote con detenimiento, al pasar los minutos, creo que por instinto al sentir mi olor entre sueños te acercaste a mi hasta quedar totalmente acurrucado en mi pecho, yo te abrace sin dudar, para ti siempre fui muy complaciente y esa no fue la excepción
Cuando creí estar en paz las cosas se complicaron, tú despertaste y te pusiste muy nervioso, al instante trataste de alejarte de mí pero no te deje, te sujete con fuerza de la muñeca evitando que te apartaras
-¡ya vasta Naruto! ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué huyes de mi?- te grite sintiendo mi corazón estrujarse al verte tan asustado con mi presencia - ¡Contesta!- grite al ver que solo forcejeabas por liberarte, al gritar tu te encogiste del miedo y empezaste a llorar, eso si que me gusto- ¿Na-naruto?
-E-es porque no quiero alejarme de ti… que… que no puedo… no debo estar contigo…- susurraste ya rendido dejando de luchar
-¿De que hablas?- pregunte mientras atraía tu cuerpo al mío para abrazarte y consolarte un poco, en esa ocasión sentí tus brazos sujetarme desesperadamente, como si yo fuera a desaparecer en cualquier momento
-no quiero alejarme de ti….- repetías una y otra vez, sin responder mis preguntas
Pasado el tiempo las cosas no mejoraron, y a pesar de que habías vuelto a ser mi compañeros en casi todas las cosas que hacia, tú te limitabas a seguir mis ordenes o a auxiliarme de vez en cuando, de resto parecías otro mueble en la habitación, un simple adorno que se mantenía a raya todo lo que podía, ni siquiera cuando te invitaba a jugar o a sentarte en mi cama te acercabas, era doloroso, era como si ya no fueras mas mi amigo, solo otro esclavo mas… ¿otro esclavo mas?
Y la respuesta me callo enzima como balde de agua fría
No tuve que buscar mucho, si había alguien enterado de todo lo que pasaba en esa casa ese era, nuevamente, Sai. Con un par de reclamos y amenazas el gato pulgoso término por soltar toda la sopa. Me dijo que mi padre había tenido una seria charla con Naruto apenas un día que me fui de viaje, le dijo cosas horribles, entre ellas su desaprobación a la amistad que teníamos y su inconformidad por su comportamiento, nada similar a la de cualquier otro esclavo, al final le amenazo con llevarlo lejos de la casa, si no se comportaba debidamente. Fuiste obligado a ir a una academia de etiqueta para que aprendieras a comportarte como lo que, según mi padre, eras, un esclavo
Eso hizo hervir mi sangre, pero nada pude hacer, yo aun era un niño. A pesar de eso trate que Naruto regresara a como era antes, pero no hubo manera, él aun estaba asustado de alejarse de mi si se acercaba demasiado, paradójico lo sabia, pero eso no evito que me sintiera cada vez mas y mas triste, solo y desesperado
Las semanas se volvieron meses, los meses en años, y cada minuto yo perdía más mi paciencia. Y a mis diecisiete años justo cuando llegue al borde de mi aguante, Itachi me llego con una noticia maravillosa, me propuso irnos a vivir a Francia, con nuestro tío Madara, el hombre ya entrado en años, no contaba con mucho tiempo de vida y quería pasarlos con sus adorados sobrinos, fue como una puerta a la libertad para Naruto y para mi, nada pudo evitar que nos fuéramos de la casa
En la mansión de mi tío todo fue mejorando, al no tener las amenazas de mi padre sobre mi querido Naruto este empezó a abrirse hacia mi a una velocidad impresionante, en menos de dos meses volvimos a ser los de antes… mas o menos, él aun insistía con las formalidades, pero… algo había cambiado
Y lo note, lo note cuando Naruto callo sobre mi el día en que me abrazo como antes, lo note la primera noche en años que dormimos juntos, lo note cuando me sonrió como solía hacerlo, lo note, note ese extraño nudo en mi garganta que me dejaba sin aliento, ese raro impulso por acariciar a mi zorrito de forma mas haya de la amistad, ese cosquilleo en el estomago, esa presión en el corazón
Lo note, me había enamorado…
Era realmente gracioso, yo el que solía pensar que tener algo con los esclavos era repugnante había terminado cediendo ante uno de ellos, y no solo eso, me encontraba completamente coladito por Naruto, cada vez era mas difícil resistir mis impulsos, y no era porque aun seguía con eso de la repulsión, todo lo contrario, cuanto deseaba poseer a mi zorrito, tenerlo en mi cama gimiendo en vez de soñando, pero eso era algo a lo que ni le quería prestar atención, ¿la causa?
No podía…
No era capas de hacerle algo así a un ser tan bello y puro como lo era ese chico, él me veía con tanta fascinación que me costaba respirar, me sonreía de una manera tan dulce que derretía mi corazón, reía tan esplendorosamente que tan solo imaginar su voz haciendo otro tipo de sonidos indecorosos me provocaba asco hacia mi mismo
Y tanto tiempo pasaba maquinando las mismas ideas y conclusiones que no me daba cuenta que el que se alejaba esa vez era yo
-joven Sasuke…- me llamo aquella tarde, estábamos en los jardines de aquella enorme casa pasando un relajante tiempo juntos, pero lo era todo menos relajante- ¿esta molesto… conmigo?- me pregunto al fin haciéndome caer en la cuenta de toda la situación
-¡Claro que no!- me apresure en contestar, tomando las pequeñas manos entre las mías para besarlas con cariño- sabes que no podría enojarme contigo- y trate de sonreír de forma sincera, pero solo me salio una mueca extraña
-Miente…- me acuso bajando las orejas y la cola en desconfianza- ¿e-es que caso e hecho algo malo? ¿Hice algo que le molestara?- intente negar pero fui interrumpido- no soy tonto, e notado como ahora evita tocarme o mirarme a los ojos, ¿acaso ya no me quiere cerca de usted?- dijiste esta vez liberando tus manos de mi agarre para enfocar tus palabras
Se dice que cuando la presión te invade y no hallas una salida por lo general se hace algo inesperado, bien en mi caso hice una soberana estupidez. Recuerdo haberte sostenido por las caderas antes de acercarme a ti con los ojos entrecerrados, sentí tu cuerpo estremecerse con mi aliento y tu garganta producir un sonido animal, como pocos que se escuchaban ya de ti, casi como un ronroneo
-J-joven Sa…Sasuke…- pronunciaste intimidado colocando tus manos sobre mi pecho haciendo distancia -¿Qué hace?
Ver tus ojos dilatados, las doradas orejas hacia atrás, tu rosa boquita entreabierta…, no lo puede evitar, te bese, te bese profundamente para deleitarme con ese nuevo sabor dulce que descubrí en tus labios, embriagarme en esa tibieza y hacerme adicto al instante. Seeh, fue muy bueno aquel beso, al menos para mí, pero me toco separarme al sentir un zarpazo en la cara
Mi primera reacción fue llevar la mano a mi mejilla, la sentía hormiguear y al poco arder, al poner los dedos frente mío abrí los ojos impresionado, sangre…, me habías costado la mejilla con las uñas, decir que no me lo esperaba fue poco, en realidad jamás habías hecho algo como eso, desde que nos conocimos siempre fuiste muy dócil, tratabas de comportarte como una persona a pesar de ser un hibrido. A buena hora me vine a dar cuenta de tus instintos
Creí haberme sobrepasado, de hecho, si, me sobrepase contigo, pero tú en ese momento no lo viste de esa manera. Estabas delante de mí, con los puños recogidos en tu pecho con temor, las orejas hacia atrás y la colas rodeando tus piernas, mientras respirarlas descontroladamente, como si tuvieras asma, me mirabas con tus ojos acuosos sorprendido, confundido, extrañado…, todo a la vez. Pero al segundo siguiente te acercaste a mí preocupado, arrepentido, con prisa tomaste mi mano para arrastrarme al interior de la casa, no dejabas de proferir mil disculpas y susurrar tu merecido castigo
Realmente mi juicio se fue a pasear aquel día, ni me fije en que momento llegamos a mi habitación, me sentabas en la cama, hacías aparecer el botiquín de primeros auxilios del baño, y pasabas a curarme los arañazos del rostro. Wow, tengo que felicitarte por ello
Sin embargo los cortes en mi cara no me afectaron tanto, ni cuando pasaste el desinfectante por las heridas, como cuando escuche lo que decías mientras dejabas correr tus lágrimas
-L-lo siento mucho joven Sasuke… P-perdóneme… no debí hacer esto, lamento no dejar que me tocara… s-si su deseo era ese…. Yo… y-yo…- jamás me gusto que lloraras, creo que ya mencione que no soportaba verte así. Tome tu rostro con delicadeza y limpie tus lágrimas con los pulgares
-Shhh… no fue tu culpa, no debí tomarte y besarte de aquella manera tan repentina, tu solo…
-¡Debí dejarme!, Usted es mi amo, si su deseo es besarme entonces yo debo corresponderle, si usted gusta de tocarme hágalo a sus anchas, si quiere mi cuerpo… m-me esforzare en satisfacerlo…- decir que abrí los ojos como platos fue poco, y el que me estuviera tratando los arañazos no tenia nada que ver- soy un esclavo ¡Debo complacerlo! es…. Para lo único que sirvo…
Bien, gracias al cielo que mi cerebro recobro sus funciones en aquel punto. Quise golpearlo por decir aquellas estupideces, ¿Entregarme su cuerpo tan solo por ser mi deseo?, ¿y que hay de sus sentimientos?, se supone que no hay nada mas bello que compartir algo tan especial como lo es la primera vez con la persona que amas, ¿en donde han quedado esas palabras para ti?
¿Y de donde Demonios has sacado eso de "para lo único que sirvo es para complacerte"?, no te dabas cuenta que tu para mi eras mucho mas que un esclavo, antes que nada eras mi amigo, mi mejor y único amigo, que los sentimientos hacia ti son tan fuertes que tan solo pensar en alejarme de ti me atormenta, que eres la luz de mis ojos, el sol de mis días, el calor en mis noches… tu lo eres todo para mi…
Creo que el sentimiento me puede, tu carita preocupada se acerca a mí con lentitud y pasas a lamer mis lágrimas, las que no note hasta que tu lengua empezó a recogerlas
-Lo siento, enserio espero me perdone… ¿le duele mucho joven Sasuke?- una expresión de circunstancia se apodera de mi cara y te miro preguntándote con la mirada si estas hablando enserio
-Eres un dobe ¿lo sabes no?
-Si señor…- respondes bajando la cabeza y con ella tus doradas orejas
-Tu no eres solo un esclavo para mi, eres mas que eso, mucho mas, ¿Por qué insistes en separarnos con ese clasismo que tienes? Yo te veo como a un igual –pareciera que dije la mayor locura del mundo, tu rostro estaba tan pasmado como cuando me viste por primera vez que regrese del internado
-joven Sasuke no diga eso, por favor… si su padre le escucha…
-mi padre no esta aquí, ni él ni nadie cambiara lo que pienso y siento por ti- le asegure atrayendo su rostro para besarlo nuevamente sin embargo, a pesar que no se aparto le sentí temblar con el contacto
-Es incorrecto, usted es mi señor… yo soy el esclavo- dijo una vez nos separamos- cada quien tiene su lugar
-Tu lugar esta aquí…- te dije tomándote la mano y colocándola en mi pecho, sobre mi corazón- y mas te vale que lo vallas entendiendo, porque quiero a mi dobe de vuelta…- asegure, acariciando tus mejillas sonrojadas
-P-pero joven…-balbuceaste espantado cuando te tome de las caderas y te senté a horcajadas sobre mí, rodeando tu cintura con mimo
-A partir de ahora trátame de tu…- dije besándote la frente- no mas formalidades- besó tu nariz- no mas Amo-sirviente – besó tus mejillas- y sobre todo, no mas Naruto el esclavo… solo Naruto, mi Amado Naruto- termino besando tus labios, suaves y deliciosos labios que con desesperación terminan por corresponderme haciéndome el hombre mas feliz del mundo – Te Amo…- susurro contra tu boca al separarnos
Un segundo después nos encontrábamos echados en la cama, te habías lanzado a abrazarme con tanto entusiasmo que termine perdiendo el equilibrio. Pero nada me importo solo estar así contigo, abrazados, juntos, contigo lloriqueando sobre mi, diciéndome lo mucho que me Amabas y lo feliz que eras al haberte aceptado. Tonto, el único que no cabía en si de felicidad era yo, esperaba que a partir de ese momento podríamos estar en paz de una vez por todas
Pero las cosas se complicaron nuevamente
-Continuara-
Esta historia en realidad es corta, creo que el siguiente capi se concluye, subiré la próxima parte dependiendo de los reviews que me dejen XD… muajajajaja
DE USTEDES DEPENDE EL TIEMPO A TRASCURRIR PARA LA ACTUALIZACION DE ESTE FIC ASI QUE A DEJAR REVIEWS SE A DICHO MUAJAJAJAJAJA
.
.
