Tan solo tu

Bueno, después de escribir dos fics de esta pareja me he decidido a escribir un tercero, y a su vez, el tercer de todos mis fics. ¡Espero que lo disfruten!

Capítulo 1: Sentimientos peligrosos

Soy alguien muy orgulloso, lo admito, pero todo ese orgullo desaparece siempre que estoy contigo… Hay algo que siempre me pregunto, ¿a caso lograré que tú sientas lo mismo por mí? Creo que no… Ya que estás con esa chica… Aerith… Estoy celoso, me encantaría estar contigo, pero es imposible. Lo único que podría hacer para que sintieras algo por mí sería transformarme en una mujer bella y hermosa pero… ¿cómo? Cada día que te veo mi corazón se hace feliz y a la vez se hace trizas sabiendo que tú no sientes lo que yo siento por ti. Y pensar que iba a enamorarme de un tío…

-¡Cloud! ¡Te estaba buscando!

Cerca de mí se acerca Zack, con su típica sonrisa, esa sonrisa que hace volverme loco… No estoy con ánimos para estar con él, así que me doy la vuelta y sigo a por mi camino.

-¡CLOUD!

Sigo ignorándole en silencio, recorriendo mi camino, pero me agarra del brazo y mi corazón empieza a latir a mil por hora. Me gusta su tacto, todo lo que es suyo me gusta…

-Cloud, ¡tengo que pedirte un favor!

-¿Quieres que vuelva a ayudarte a elegir algo para tu cita con esa chica?

Sé que es de locos ayudar a la persona que más amas en el mundo a que conquiste a otra, y encima que sea tu propio rival. ¿Rival? Sí, podría decirse así. Si por lo menos hubiera algo para que esa maldita relación se rompiera… Si hubiera algo, sin duda usaría ese "algo" pero… era imposible, a no ser que el destino me llevara un milagro.

-No es eso, es algo muy importante. ¡Por favor!-dice Zack.

-¿Y puedo saber qué?

-Ven, vamos a nuestro dormitorio, te lo diré allí.

Zack y yo dormimos en la misma habitación, sólo que en camas distintas… No tenéis ni idea de lo difícil que es contenerse las ganas te abrazarle o besarle cuando lo veo dormido. Cuando está despierto puede ser un pesado hiperactivo e inquieto pero… cuando le veo dormir, no sé… es difícil de definir… es como ver a un ángel con los ojos cerrados, aunque no tenga esas alas blancas, su rostro es angelical…

Entramos en la habitación y nos sentamos en el salón.

-¿Y bien?-pregunto

-Es que…sabes lo mío con Aerith, ¿no?

-¿Cómo no voy a saberlo si siempre tengo que ayudarte a elegir tus prendas?

-Bueno, es que… tío, no se lo digas a nadie lo que voy a decirte, ¿vale?-simplemente asiento con poco interés- Pues quiero que me ayudes a romper con ella.

Ese poco interés se desvaneció de repente al escuchar eso, ¿había escuchado bien?

-Perdona Zack, creo que no he oído bien, ¿me has dicho que quieres romper con Aerith?

-Has oído perfectamente, quiero romper con Aerith.

-Pero, ¿no que la querías tanto?

-Ya pero… es que no es mi tipo.

-¿Cómo que no es de tu tipo?

-¡No me hagas entrar en detalles! ¡Tienes que ayudarme! ¡Por favoooooor!

¿Tenéis idea de las ganas que tengo de saltar de alegría? ¡Al fin el destino me da un camino! ¡El milagro se está cumpliendo! ¿Sabéis lo que voy hacer ahora? ¡Aceptar claro! Pero de manera que no se note mi alegría claro, no quiero que lo note…

-Está bien…-respondo con seriedad-pero no entiendo por qué quieres hacerlo si te hace feliz…

-¡Gracias tío! ¡Te debo una!

-¿Tienes algún plan?

-Más o menos… por eso te necesito.

-Cuéntamelo.

-Quiero que la conozcas, te la presentaré ésta misma tarde y tú serás su guardaespaldas mientras esté fuera.

-¿Fuera? ¿Dónde?

-No voy a irme a ninguna parte, no te preocupes, estaré aquí. Es que me inventé la excusa de que tengo una misión muy larga y no sé cuánto dura.

-Mentiroso…

-¡Da igual! Bueno, el caso es que no voy a hacer mi aparición delante de ella hasta que me olvide, o por lo menos de lo que siente por mí.

-¿Y cómo harás eso?

-Allí es donde entras tú, vas a tener que intentar conquistarla.

-¿YO?-¿Mi propia rival? ¡NI EN SUEÑOS!

-Sí tú.

-No lo haré.

-Venga tío, a cambio haré lo que sea, por favoooorr-pone esos irresistibles ojos que hacen verle como un cachorro abandonado al que busca a alguien que le ayude. ¡Ah no! ¡Esa vez sí que no! Vale que esa mirada siempre hiciera aceptar lo que me pedía, pero no ésta vez.

-Zack, me pides demasiado…-digo

-Vale, tal vez no valía la pena confiarle nada a MI MEJOR AMIGO-responde Zack y se pone lloroso.

Oh por kami, ¿cómo resisto ante esto? ¡No puedo!

-Vale hombre, acepto-¿por qué soy tan tonto y acepto por su rostro angelical?

-¡Sabía que podía confiar en ti! ¡Gracias!

Me abraza y yo casi me desmayo al sentir su tacto. Oh dios, llevaba tiempo esperando ese momento…

-Pero a mí no me gusta Aerith-digo cruzándome de brazos.

-Ya, luego vas a ser tú el que rompa con ella.

-¿Me estás cargando a mí con todo?

-Pues sí.

-¡ZACK!

-¡Era broma hombre! Te ayudaré, pero no sé cómo todavía… Ya buscaremos algo…

Después de almorzar, Zack me lleva hasta la iglesia de los suburbios del Sector 5 y entra sin avisar. Cuando entro yo, puedo ver a una chica vestida de rosa con el pelo largo y castaño agarrado con una larga trenza.

-¡Zack! ¡Qué alegría verte! Justo ahora estaba pensando en ti-dice ella.

-Me alegro. Bueno, he venido a presentarte al amigo del que te hablé-dice Zack señalándome-Él es Cloud, SOLDIER de infantería y mi mejor amigo.

-Hola Cloud-sonríe la chica-Zack me ha hablado mucho de ti.

-Cloud, ella es Aerith, mi novia.-dice Zack.

-Encantado.-digo con pocas ganas (sin que se me note claro).

-Bueno Aerith, me tengo que preparar para mi misión, te veo luego ¿vale?

Aerith asiente y besa a Zack. ¿Tenéis idea de las ganas que me dan de ir a por esos dos y separarlos golpeando a esa Aerith? Menos mal que sé controlarme. Luego, Zack se acerca a mí, me da una palmada en la espalda y susurra a mi oído:

-Suerte tío.

Él se va y yo me quedo allí, con mi rival, sin decir nada. En realidad tengo dos motivos por hacerlo; ha besado a MI Zack delante de mis narices y no sé qué tema sacar.

-¿Te llamabas Cloud no?-pregunta ella.

-hum..-digo asintiendo.

-No eres de muchas palabras que digamos.

-Lo siento, no estoy acostumbrado a hablar con mujeres.

-Sí, ya lo veo. Pero ya que serás mi guardaespaldas, creo que deberíamos conocernos mutuamente, ¿no crees?

-Como quieras.

-Zack me dijo que también eras un chico de campo, como él, ¿de dónde eres?

-De Nibelheim.

-¿Nibelheim? Creo que aquí en los suburbios hay alguien que también es de allí.

Vaya rollo de conversación, es que no me gusta hablar de mi vida privada, y menos a mi rival… Oh Zack, me lo tendrá que pagar caro esto.

-Bueno, veo que eres un SOLDIER de infantería… ¿por qué no eres un 1st Class?

-Porque soy un novato, Zack me está ayudando a integrarme.

-¡Eso es genial! ¡Cuéntame más cosas de ti!

¿Contarte cosas de mí? Oh por kami, vaya mierda. Tuve que estar con ella hasta el atardecer, allí es cuando Zack llega al fin.

-¡Zack! ¡Cloud es estupendo!-dice Aerith abrazando a MI Zack.

-Me alegra que te haya caído bien, pero he venido a despedirme cariño…

¿CARIÑO? ¡Zack! ¡No me hagas esto! ¡Te quiero tío!

-Esto… yo me voy de nuevo al cuartel-digo sin ganas de volver a ver otro beso con esa… ¡ahhh! Es que sólo de pensarlo, tengo ganas de coger mi fusil y dispararla hasta que las balas se me acaben. No tengo verdaderas ganas de estar ahora al cuartel, así que me daré una vuelta por Midgar, tal vez así pueda despejar un poco mis imágenes. Me voy cerca de la fuente y me siento allí. El ruido del agua me relaja, es tranquilo, y el silencio de la calle hace que se esté tranquilo aquí. Se hace de noche en pocos minutos y yo me quedo mirando la luna llena del cielo, hasta que veo el pelo oscuro de Zack acercarse a mí.

-Vaya, creí que estabas en el cuartel.-dice éste cuando está a mi lado

-Es que no tengo ganas de ir ahora.

-Ya, bueno, tampoco es que tenga yo ganas.

-Dime algo Zack-le miro-¿por qué quieres romper con ella?

-Bueno… pues porque estoy enamorado de otra persona y no me atrevo a decírselo.

-¿otra persona?

-No la has visto, es una preciosidad y cuando estoy a su lado no puedo evitar sonreír… Es como estar en un sueño

-Me pregunto quién será…

-Bueno, da igual, el caso es que no me atrevo a decirle a Aerith que me gusta otro y…

-Y ahora haces que yo cargue con todo.

-Lo siento Cloud, no quería hacerte nada que tuviera que ver con ella y que te perjudicara, pero estoy ya harto.

-¿Y por qué me lo pediste a mí en vez de pedírselo a otra persona?

-Porque sabía que tú aceptarías.

-No soy tan fácil de convencer como parece.

-Pues no lo parece.

-¡Oye!

Los dos volvemos de nuevo a nuestra habitación. Zack duerme muy rápido, pero yo no puedo, nunca dejaría de observar su precioso rostro angelical observarme… Le quiero tantísimo… Miro el reloj, viendo que son las cuatro de la madrugada y el sueño no llega. Me levanto y miro a Zack, miro sus labios… esos labios que siempre quiero besar. ¿Y si lo hago mientras duerme? No creo que lo note si sólo lo hago hoy. Me acerco a su cama lentamente, para no despertarle y me acerco a su rostro. Al fin, después de tanto tiempo, puedo estar junto a él y probar sus labios. Lentamente, rozo mis labios con los suyos… son carnosos… dulces… pero entonces el teléfono de Zack suena y éste se despierta, viendo que le estoy besando. Me separo de él nervioso, deseando que todavía estuviera medio dormido cuando abrió los ojos. Me pongo nervioso y caigo al suelo, mirándole. Él me mira también con cara de sorpresa.

-¿Te has vuelto loco?-dice éste.

Al decir esas palabras, sé que me ha visto besarle, ¿qué puedo hacer? ¡No querrá hablarme nunca más!

Continuará…

¿Qué pasará ahora que Zack ha visto a Cloud besándole? ¿Y qué pasará con Aerith? ¿Logrará olvidarse de Zack? ¿O tal vez ocurra algo inesperado? ¡LAS RESPUESTAS EN LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS!