Disclaimer: Digimon y sus personajes no me pertenecen. Escribo sin ánimo de lucro.


"Canción de Cuna"

—¿Mami…?

El pequeño de profundos ojos azules abrió suavemente la puerta, buscándola. La bella mujer despertó de entre sus turbulentos pensamientos, dirigiendo rápidamente la mirada hacia el origen de la dulce voz que la llamaba.

—¿Yamato?

El pequeño se acercó lentamente, soñoliento, limpiando su ojito derecho con su manita antes de subir a la cama. Natsuko extendió sus brazos, acogiéndolo con cariño. Yamato se refugió en el calor de su pecho.

—No puedo dormir, mami.

—Mi amor… —susurró enternecida la mujer.

—Te extraño, mami.

Quiso llorar, pero se contuvo.

—Mi vida… Aquí estoy. No volveré a irme —dijo sonriendo con los ojos llorosos.

—No te vayas, mami.

—No lo haré, mi amor. Hoy... Hoy mamá renunció a su trabajo —comunicó para alegrarlo, aunque por dentro doliese—. Mami ya no te dejará, Yamato. Mami estará contigo siempre para jugar, para cantar, para desayunar juntos...

—¿Mañana podemos desayunar tostadas francesas?

Natsuko rio.

—Lo que tú quieras, mi vida.

—¿Con papá?

Natsuko intentó no borrar la sonrisa de su rostro.

—Papá... seguirá fuera por unos días más… pero cuando regrese comeremos tostadas con él —le prometió sonriendo, suplicando en su corazón que así fuese, mientras escuchaba como el viento y la lluvia golpeaban los cristales de las ventanas.

Yamato se acurrucó más en su pecho, sonriendo plácidamente.

—Está bien... —aceptó el pequeñín.

Natsuko lo abrazó más fuerte y besó su frente. Su hijo era su adoración. Nada le impediría protegerlo, ni una tormenta, ni la preocupación por un esposo fuera de casa cubriendo noticias en medio de un tifón en otra prefectura, ni horarios, ni tiempos, ni entrevistas exigentes. Nada.

—Vamos a dormir, mi vida. Si no dormimos, papá se preocupará —dijo mientras acariciaba con cariño su rubia cabecita.

El pequeño asintió tenuemente.

—Canta, mami… —pidió.

Natsuko sonrió. Una vieja canción resonó en su mente. Su padre se la cantaba. Ahora ella la cantaba para su pequeño por las noches.

Dodo… l'enfant do
L'enfant dormira bien vite
Dodo, l'enfant do
L'enfant dormira bientôt…

Aunque los truenos resonaban fuerte, la dulce voz de la madre era mayor, envolviendo a su hijo en dulces sueños.

Ni tormentas, ni sus propias tribulaciones. Nada se lo impediría: Cantaría para su pequeño y lo protegería… para siempre.


NA: Dedicado con mucho cariño a melia2. Gracias por tus mensajes. Gracias a quienes han venido dejando reviews en mis historias. Espero poder actualizar pronto.

Natsu