Nota: Esta historia se me ocurrió porque estaba leyendo un fan fic sobre esta pareja, de la cual me enamore. Empecé a ser fanática de Star Trek desde que comencé a leer fan fics, me encontré con uno llamado 'At your side' por Imsnee, se los recomiendo, este fue el que me motivó hacer esta primer historia, espero y sea de su agrado. Algunos personajes son de la serie original que son propiedad de Gene Roddenberry, otros son propiedad mía. Cualquier error o duda que haya pueden decirme sin ningún problema y nada más que decir que "¡disfrútenla!"
El despertar de los recuerdos
Capítulo 1: Una promesa inolvidable
A la luz de la luna, casi media noche y el viento soplente una pequeña niña sueña profundamente en su gran cama pero...
Una mano la intenta despertar con pequeñas cosquillas en el estómago, ella abre sus ojos azul brillantes y se acomoda el cabello rubio esparcido por toda su cabeza mientras intenta saber quien la ha despertado.
Un niño rubio y ojos de igual color, unos años mayor que ella que son pocos, está parado junto a su cama, ella se sorprende de quien era ese pequeño.
"Shh" él les hace señas con un dedo sobre sus labios.
"¿Qué haces aquí?" ella le preguntó. Él le agarró la mano.
"Shh sólo sígueme" y se la llevó de fuera de su cuarto, con toda la oscuridad lograron hacer ningún ruido y salir de la casa.
"¿No pudiste esperar hasta mañana en la mañana?" la pequeña reprochó.
"No, porque entonces no valdría la pena verlo" él contestó.
"¿Ver?... ¿Qué?"
"Ya verás"
Llegaron a un árbol alto pero fácil de escalar, el niño trepó le tendió una mano a ella para que pudiera subir. Al estar casi en la cima se posicionaron en el techo de una casa y se sentaron.
"¿Para qué me trajiste hasta el techo de tu casa?" la niña le pregunto, él sonrió.
"Solo mira hacia arriba"
La niña lo hizo y se encontró con una lluvia de estrellas, se asombró tanto que no podía evitar abrir la boca y los ojos.
"Wow!...Es hermoso!"
"Si que lo es, verdad?...sólo quería que lo vieras"
"Es grandioso Jim"
Los dos niños admiraron esa noche, la niña lo miró, sonrió y se recostó en el hombro de él.
"Jim?" ella le habló, él niño la miró.
"Si?"
"Crees que podríamos algún día, viajar en el espacio, conocer lo que hay más que las estrellas como los de la Flota Estelar?"
"Por supuesto que si Chris pero...juntos"
"Juntos?"
"Si, Chris"
"Es una promesa?"
"Dalo por hecho"
"Viajaremos por el espacio juntos de verdad?"
"Si, a explorar el universo entero!"
"Es una promesa"
"Una promesa" él afirmó. Ella lo abrazó fuerte y él también.
"Te quiero Jim, eres el mejor hermano que tengo"
"Tú también lo eres para mí Chris"
Así quedaron los dos niños apreciando una larga noche con una lluvia de estrellas abrazados y una promesa que no se olvidaría.
El despertador suena, ella se despierta y mira el reloj a lado su cama, son las 700 horas, muy temprano para su turno en la enfermería y empezar con la orden del día, eso es lo que hace Christine Chapel casi todos los días, pero la diferencia de este es que entraba tarde cosa que para ella le cayó de raro cuando Miranda su segunda enfermera al mando le dijo que el director médico le había dicho que se presentará más tarde de lo habitual, ella quería una explicación pero no pudieron dársela y tuvo que aceptar. Sin embargo se sentía muy extraña en su propia habitación a esa hora, se sentó en su cama, se quedó pensando por qué había soñado ese recuerdo de nuevo. Con esta era la décima que lo sueña y se pregunta mucho porque lo hace consecutivamente, si significaría algo o sólo es un simple sueño. Se levantó y se dio una ducha todavía perdiéndose en ese pensamiento, pensó que tal vez le diría a alguien más y no sólo a Carol su mejor amiga... tal vez a alguien con experiencia, la verdad no sabía qué hacer. Ella salió de la ducha y vistió con un uniforme azul de ciencias y sus botas negras, miró el reloj, apenas eran 740 horas. Ella se sorprendió que tan lento va el tiempo, creyó que se había tardado la hora bañándose, no sabía que cosa hacer en ese momento, usualmente ella se levanta, se da la ducha, se cambia y se va rumbo a la enfermería. Así que ella se dedicó en hacer el reporte del día anterior ya que no lo entregó, se puso manos a la obra. Como fue pasando el tiempo perfecto para llegar a la enfermería incluso 20 minutos antes... recogió los PADs de las actividades de la enfermería y se salió dándole un vistazo a su recuerdo del pequeño sueño que tuvo hace unas horas.
Ella cerró la puerta y se encaminó.
