.The Spell.
Por Mizh-n-Rozh
.Prefacio.
Nunca me había puesto a pensar lo mucho que podía cambiar la vida en tan poco tiempo.
Aunque ya me había sucedido hace poco… pero me pareció que aquél sufrimiento duró más y creí que con eso había sido suficiente castigo. Pero decir que estaba equivocada, es quedarse corto.
Nunca imaginé que… me podía suceder algo así.
Nunca me creí tan importante como para que Dios me ocasionara un problema así de enorme, y es que yo no tengo la culpa de nada. Simplemente son cosas que me tocan afrontar, mostrarle mi mejor cara al Diablo y no apagarme.
Porque si me apago… pierdo el juego de la vida.
Lo pierdo todo.
El viento frío me golpeó el rostro como una bofetada al corazón, y la nieve que caía en las puntas de mi cabello eran espadas cortándome parte por parte para luego quemarme con la sorna y envidia de sus ojos penetradores. Me ardía, todo dolía demasiado pero no gritaba porque eso ya no iba a servirme de nada, no ahora.
Con su mirada azul deprimente me gritaba que muriera, me odiaba… Ese hombre quería verme sangrar y retorcerme en el infierno por simple gusto.
Su mano pálida y fría, sin guantes, desataba la verdad, no se sentía culpable, no tenía porque sentirse así. Libre de ataduras. Se creía capaz (y lo era) de hacer todo lo que le viniera en gana; lastimarme y hacerme llorar como lo había hecho minutos antes, utilizar sus manos como esposas y mantenerme atada cuanto tiempo quisiera.
Quise cerrar los ojos para no verme caer y me dieron ganas de llorar como cualquiera lo haría en una situación así: te ahorcan, te cortan, te deshilan y te destruyen el espíritu pero yo no podía… no tenía lágrimas para expresar lo terrible que era mi vida en ese momento. Sola. Moría peor que un perro, con todos mirándome sin poder hacer nada más que lanzarlo todo a la suerte.
Todo lo que brillaba se apagaba y la oscuridad se me venía en cara. ¿Cómo llegué hasta aquí?
No lo sabía, y ya no importaba… La muerte estaba a mis espaldas balanceándome entre la tierra y el cielo, ya no podían rescatarme. Nadie burla a la muerte más de dos veces. Las débiles lágrimas que pensé que nunca saldrían flotaron por mis mejillas y desaparecieron por la fuerte ventisca.
Entonces recordé su rostro grabado en mi corazón, su rostro perfecto, el suyo y ahora, mío también.
A él y a su sonrisa, ese beso de unas horas atrás me había agrandado el corazón que ahora me estaban drenando a punta de cuchillazos. Yo lo amaba… y no me importaba morir por él, esa sí sería la mejor forma de morir.
Su risa caótica me hizo aterrizar y caer en cuenta que me había llegado la hora. Retrasarme sería enfurecer al destino y preferí que acabara ya a seguir sufriendo más de la cuenta.
Buena suerte, bonita…
No dijo más nada, soltó las esposas y estiré los brazos, el frío aire que me cortaba la circulación y me golpeaba directamente en la cara de pronto cambió de rumbo, y me empujó la espalda.
Olvidé a mi madre sollozando en Kyoto, y a mi padre abrazándola de seguro. Olvidé a mis amigos llenos de lágrimas, lo olvidé todo excepto una cosa, una persona… la más importante.
Yamato…
Cerré los ojos para siempre y recé, porque sabía lo difícil que sería para ellos, cuando yo ya no existiera en el mundo.
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Notas de Autora: Oh Cristo… bastante sencillo y elemental, esto es un abre boquita de lo que sucederá más adelante, digo… mucho, mucho pero mucho más adelante.
¿Qué tal les pareció? Bastante básico pero creo que me quedó bien.
Tardé demasiado en publicarlo porque hace como un año lo había escrito, pero tenía horrores de todos los tipos imaginables, de tiempo, de narración… OH MI DIOS, era abominación, supongo que al menos ahora está presentable y en mi opinión está bastante bien.
Además de agregar que éste fic incluye a todos los personajes de todas las temporadas de Digimon, hasta los menos notables traté de colocarlos para que desempeñen papeles importantes o de relleno (al menos ese es el plan).
Por favor, dejen Reviews!! Quiero saber que tal escribo ._.! ¡¡Tengo nerviosismo!! Review al ataque, por favor.
Saluditos y besitos.
Rose.