¡Hola!

Estoy de vuelta publicando, y antes de lo que esperaba, la verdad.

Pero sucedió que leí Ella de Dryadeh y mi mente se puso a maquinar sola. Este drabble fue completamente inspirado en la historia de mi más admirada escritora en FanFiction (sí, Dry) y, por consiguiente, va dedicado a ella.

Como siempre, gracias por leer.

Saludos, una cereza verde estridente y un abrazo de Blaise,

Suun.

Disclaimer: No soy dueña de Harry Potter, lógicamente. Todo este mágico mundo le pertenece a J. K. Rowling, y bien merecido está. Mío es el deseo de que el Dramione fuese cannon.


Suficiente

Siempre estaba ella.

Pansy se sabía bonita, deseada y victoriosa. Poderosa e influyente, dueña de lo que sus instintos le pedían. Podía obtener lo que quería con sólo chasquear los dedos o fingir un suspiro anhelante.

O no. No lo que quería, no lo que necesitaba. Pansy no se sabía ni bonita, ni deseada, ni victoriosa cuando pensaba en él, porque siempre estaba ella. No importaba cómo le besara, cuánto se esforzara por entregarle todo. La sentía: una presencia silenciosa pero intensa, recordándole que no era ella. Su belleza, su elegancia eran insignificantes cuando se trataba de él. No eran suficientes. Jamás lo serían. Porque no era ella. Ella, presente en el deseo de él, furtivo y prohibido.

Pansy se sentía desvanecer de a poco. Porque, también gradualmente, había comenzado a odiar todo aquello que la hacía no ser ella.

Odiaba su cabello oscuro y sedoso, porque no era la mata castaña, espesa y enmarañada donde él deseaba hundirse para inspirar su aroma.

Odiaba sus grandes ojos verdes, porque no eran aquellos: castaños, iluminados por el brillo de la inteligencia, que a él volvían loco.

Odiaba su cuerpo esbelto y bronceado, porque no era un tesoro oculto y lleno de misterio; porque no era su cuerpo el que él quería descubrir y adorar… Era el de ella.

Pero, por sobre todo, odiaba ser una mentira. Odiaba tener que conformarse con besos falsos y promesas vacías. Le dolía mirarle a los ojos, esos ojos gris gélido que le robaban el aliento, y ver en ellos el deseo frustrado, el reflejo de ella. El anhelo de admirarle en secreto, la necesidad de poseerla.

Pero no a ella. Nunca a Pansy. Porque ella jamás sería suficiente.


N/A: Ahí está. Cortito, como me gustan... o como me salen cuando estoy inspirada. En fin, gracias, de nuevo, a la musa que me iluminó (sí, sí, sigo hablando de Dryadeh) por ser una autora tan genial.

Ah, y recuerden, un review puede cambiar el día de una persona de gris a multicolor (:

Las aprecia,

Suun.