Esta historia está relatada desde el punto de vista de Edward. Espero que les guste

Capítulo 1

La prueba de Edward

La última vez que vi a Bella fue hace tres días. Ya la echo de menos. Tuve que viajar a Italia a hablar con los Vulturis. No puedo dejar a Bella en peligro. Me da igual (bueno, quizá no tanto) lo que digan Carlisle, Esme o Alice. Han entrado a registrar la habitación de Bella y ella corre peligro. Pero tampoco la quiero transformar hasta que me case con ella. ¡Es una testaruda! Lo que daría yo por no haberme transformado…

Edward conducía por las carreteras de Italia a todo gas, como de costumbre. Se acordó de Bella, que odiaba que condujera así. Al cabo de dos minutos, llegó a Volterra. Estaba decidió a negociar con esos estúpidos vampiros que no respetaban a los humanos… ¡Qué asco de vampiros! Intentaría llegar a un acuerdo con ellos, aunque él ya tenía un plan…

No tardó en encontrar a dos guardias.

-¡Mira! ¡El estúpido vampiro enamorado de una humana!-dijo uno de ellos.

-¡Cállate!-dijo el otro en un inaudible murmuro- ¿Qué quieres?

-Quiero hablar con Aro, si no es molestia-dijo Edward, mirando con mala cara al que se había burlado de él.

-Acompáñanos

-¿No crees que es mejor no molestar a nuestros amos?-dijo el burlón.

-Si está aquí, será por una causa interesante…Ellos sabrán lo que hacer.

Así que lo guiaron hasta la sala redonda con los tronos. Allí sólo estaba Aro.

-¡Hola, querido Edward! Tú por aquí… ¿Qué tal Carlisle?

-Bien. Vengo a negociar

-¡¿A negociar?! ¿El qué?-dijo casi gritando. A Edward Aro le estaba resultando ridículo. Parecía idiota cuando hablaba así, como si todo fuese una fiesta. Sin embargo, se olvido de eso y dijo:

-A mi…mmm…amada le ha desaparecido ropa. Supongo que no hace ni falta que diga que tus hombres andan detrás de esto…-como el idiota no respondía, Edward siguió-Bella ha estado pensando lo de transformarse…y no está muy segura. No obstante, no pienso dejar que la matéis.

-Mmmm… ¿y quién te crees que eres para impedírmelo?

-En primer lugar, no te lo quiero impedir de forma estricta. En segundo lugar, soy su novio y ella es mi amada. Y en tercer lugar, la amo, y el amor lo puede todo.

-Que quiere negociar, que el amor lo puede todo…mmm…-dijo Aro, cavilando- Pongamos a prueba tu amor…

Edward esperó, impaciente…

-No la vamos a matar…pero tendrás que separarte de ella durante dos meses. No podrás acercarte a ella. Pasado mañana empezará el reto. Adiós-dijo escuetamente.

Sin decir nada, Edward salió de aquel lugar. Dos meses sin su amada…Aquello iba a ser doloroso. Pero lo conseguirían…Él lo conseguiría por ella. Ya tenía claro lo que iba a hacer…