La Madriguera en época de fiestas solía estar repletas, la familia Weasley acostumbraba reunirse para conmemorar tan memorable fecha. Podía verse a los muchachos correr de un lado a otro, la madriguera probablemente tenía más vida en esta época que en cualquiera otra época del año.

Molly Weasley II se encontraba tranquilamente leyendo mientras que sus primos y los Scamander se organizaban para jugar Quiditch, habitualmente a Molly no le agradaba jugar, pero la emoción en el aire era tan grande que esta ves había logrado capturarla, como nunca Molly esta vez si quería jugar.

Habitualmente luego de haber organizado el equipo, sus primos le preguntaban por mera cortesía si acaso ella quería participar en el equipo, ahora ella seguía cada una de sus acciones con la mirada y con una sonrisa en los labios. Lorcan lo noto, e incrédulo pregunto.

-¿Quieres jugar Molly?- La muchacha castaña cerro el libro que tenía en las manos, pero antes de tener la oportunidad de responder el gemelo de Lorcan se le adelanto.

-¿Bromeas? Molly nunca quiere jugar, así que pierdes el tiempo preguntándole, siempre es lo mismo- La sonrisa en los labios de la muchacha se desvaneció, y en ves de eso observo atenta a Lysander- es igual de aguafiestas que su padre.

Un gesto de dolor se apareció en los ojos de la castaña y Lorcan le entrego una mirada de reproche a su hermano que miraba sin entender. Molly dejo el libro a un lado y se levanto del sofá saliendo de la habitación rápidamente para sorpresa de todos los espectadores, de un momento a otro todos miraban mal a Lysander

-¿Qué?- pregunto sin entender una sola palabra de lo que había sucedido

-Idiota- murmuro Roxanne dándole un golpe en la cabeza a Lysander- mejor ve a pedir disculpas

-¿Disculpas sobre que?- el muchacho observo a cada uno de los ojos que lo observaban meticulosamente.

Un suspiro audible pudo escucharse por parte de Lily, James coloco los ojos en blanco, e incluso Fred que tenía por pasatiempo favorito molestar a Molly se encontraba serio dejando de lado las galletas de chocolates que había preparado la Nana Molly. Lorcan negó con la cabeza y le contó lo que había sucedido a Lysander, la compresión cayo en el como un balde de agua fría, y antes de que Lorcan terminara de decirle lo sucedido Lysander ya se encontraba atravesando la puerta en busca de Molly.

Probablemente la muchacha no quería ser encontrada, así que Lysander se limito a gritar una disculpa por si se encontraba cerca. Al entrar a la casa los muchachos decidieron continuar con sus planes de jugar Quiditch.

El partido comenzó tranquilo, pero a mitad del juego una Bludger golpeo la cabeza de Lysander, el muchacho callo en picada dejándolo inconsciente, se requirió de Lorcan y Albus para entrarlo a la casa, lo dejaron en el sofá atendido por Lucy que cada cierto tiempo iba a verlo. Molly abrió la puerta lentamente con los ojos algo hinchados y lagrimas secas en la mejilla, camino sigilosamente esperando ir a su habitación cuando observo la escena en el sofá, frunció el ceño y camino determinada hasta el lado de Lucy.

-¿Qué le paso a Lys?- pregunto Molly observando una cicatriz en la frente del rubio

-Una Bludger lo golpeo mientras jugábamos- su hermanita pequeña bostezo

-¿Estas cansada?- pregunto la castaña, su hermana asintió- ve a dormir, yo cuidare a este idiota- Lucy se carcajeo y se levanto del suelo en dirección a su cuarto

La muchacha paso a tomar asiento en el suelo cerca de Lysander, lo miro atentamente, se veía tan apacible que incluso podría llegar a decir que se veía tierno. Acerco una mano a su frete acariciando el cabello que la cubría, sonrió levemente al sentir el contacto con el suave cabello del muchacho, Lysander se movió colocándose de lado y musito levemente "lo siento mucho Molly" lo suficientemente fuerte como para que la muchacha lo escuchara.

A la mañana siguiente Lysander se encontró con la sorpresa de encontrar a una adormilada Molly con la cabeza apoyada en el barandal del sofá en una posición muy incomoda, llego a dos conclusiones, la primera es que había sido perdonado, la segunda, y la que más impresión le causo, es que Molly se veía adorable mientras dormía.