Hola!

Este One-Shot se me ocurrió hace un momento, es pequeño pero lindo, espero que les guste ^^

Naruto caminaba por aquel lugar con su rostro serio. Las tumbas llamaban a guardar silencio por aquellos ninjas caídos, los héroes de Konoha.

En medio de aquel desolado paisaje, una tumba llamó la atención del rubio, quien se acercó a paso lento hacia ella, sin quitarle su vista de encima.

-Aquí te encuentras… - Susurró, guardando cierto pesar en su pecho -. A pesar de que jamás te tuve cerca de mí, no podía ignorarte este día.

Se agachó junto a aquella tumba, la tumba del cuarto Hokage, de su padre. Hoy era un día feliz para todos, para pasarlo en familia y estar contentos; el día del padre, pero para Naruto era algo complicado, ya que nunca había pasado ese día junto a él.

Sentía tristeza este día, le hubiese gustado al menos una vez decirle "feliz día papá" y verle sonreír con alegría. Le hubiese gustado que este día él estuviese a su lado, pero no podía ser así.

Cuando era un niño, muchas veces había imaginado como serían sus padres, pero jamás pensó que aquel al que admiraba tanto era su padre; Minato Namikaze, el rayo amarillo de Konoha.

Sin duda sentía una gran admiración, se sentía orgulloso de ser el hijo de alguien que había sido un héroe de la aldea, alguien que estaba en las leyendas y al cual todo reconocían, un Hokage de verdad.

-Oye… tengo muchas cosas que contarte – Dijo con su brillante sonrisa, dejando de tener ese semblante triste -. Hoy también me convertí en Hokage ¿No crees que es grandioso? – Contaba con emoción -. También estoy muy feliz al lado de una persona maravillosa, me hubiera gustado que la conocieras, ella es muy linda…

Aquella tarde Naruto la pasó hablándole a esa tumba, sabía que no obtendría ninguna respuesta, pero en el fondo estaba seguro de que él podía oírle. Cuando estaba cayendo el sol, de pronto alguien dejó una rosa sobre la tumba, Naruto levantó su vista y posó sus ojos sobre aquella chica a la cual amaba.

Hinata le sonreía dulcemente, mientras se levantaba con dificultad del suelo. En ese momento Naruto se levantó a ayudarla.

-Hinata ¿Qué haces aquí? Tú deberías estar descansando en casa – Le regañó Naruto con el ceño fruncido, pero ella no dejaba de sonreír.

-Naruto-kun, no seas tan sobre protector, sólo estoy embarazada, no enferma – Le recordó la Hyûga, quien ya tenía ocho meses de embarazo y lucía una enorme barriga. Naruto la abrazó.

-Pero debes cuidarte, ya falta poco para que nazca nuestro hijo, además yo sólo vine a ver un rato a mi padre.

-Si lo sé, pero quería estar contigo, sé que esto es importante para ti.

Naruto no pudo evitar sonreír, la amaba tanto. Ella había sido su luz y su todo en los momentos de soledad. Era su esposa, la futura madre de su hijo, la persona más importante en su vida.

-Bueno, será mejor que vayamos a la casa entonces – Dijo Naruto, quien aún seguía fingiendo su enojo, pero Hinata infló las mejillas.

-Pero Naruto-kun – Se quejó.

-Pero nada Hinata, ve y camina, camina – La regañaba el rubio como si fuese una niña pequeña. Hinata comenzó a caminar un poco molesta porque él la regañara de esa forma, aunque sabía que tenía razón, debía cuidarse mucho.

Naruto se volteó hacia la tumba de su padre y sonrió levemente.

-Como ves, muy pronto seré padre también – Dijo mientras volteaba a ver a Hinata -. Espero ser uno muy bueno – Dicho esto comenzó a caminar, pero se detuvo un momento y volvió su vista a aquella tumba una vez más -. Se me olvidaba… feliz día papá…

Fin.

Bueno, estuvo corto pero espero que les haya gustado.

Gracias por haber leído ^^

Bye.