* Ningún personaje me pertenece, son propiedad de Lucasfilm.


Tres meses, retumbaba el tiempo en mi cabeza, tres meses, dos semanas, cuatro días… y contando. Era el tiempo que tenía desde que regresé a la base de la resistencia.

Pasaba cada tarde sentada en la zona designada para comer, un gran salón con bancas que se extendían a lo largo y ancho, por lo regular el lugar estaba lleno, pero hoy no, todos salieron a un ataque en masa, sólo nos quedamos algunos recién llegados y yo.

Desde que regresé, mis actividades se limitaban en arreglos mecánicos, y no me molesta ayudar, me encanta trabajar con el metal y los escombros, y reparar motores se ha vuelto mi especialidad… pero no dejo de sentir que debía estar haciendo de la galaxia un lugar mejor, teniendo misiones secretas o peleando en algún encuentro con la primera orden, sentía que después de un largo año de entrenamiento sería de más ayuda para la resistencia. Suspiré con fuerza y dejé caer mi cuerpo en la mesa, coloqué mis manos alrededor de mi cabeza y recordé la última vez que hablé con mi maestro:

Esa noche en especial era fría y sólo una fogata nos mantenía calientes, preparábamos la comida en un pequeño sartén que encontramos dentro del Halcón, antes de que Chewbacca se lo llevara con él.

—Siento que el tiempo de volver a llegado…— Dijo en tono sereno mi maestro, mientras giraba su rostro para observarme.

—¿Maestro? — Mi voz fue casi un susurro, era tan extraño escuchar a Luke hablar, realmente conversaba muy poco, se limitaba a darme las lecciones, pero casi nunca teníamos una plática personal.

—Tu misión, joven Rey, está por ser revelada— Decía con un aire misterioso. —Debes volver a la base de la resistencia—

—¿No volverá usted conmigo? — Pregunté al instante, ya que dijo "Debes" y no "debemos"

—Oh no, yo llegaré cuando tu misión quede al descubierto. —

Terminó de hablar y continuó con sus alimentos, Esperaba con ansias que la conversación continuara pero, después de un año, sabía que no iba a ocurrir.

Abrí mis ojos y estaba de regreso en la base, sentada de nuevo sola en las mesas, y mi misión seguía sin aparecer.

Decidí regresar al compartimiento en el que dormía, no era tan tarde, pero sola y sin ninguna nave que reparar, esperé con paciencia a que el resto de la tropa regresara. No podía hacer nada por ayudar, desde mi ubicación era imposible, además que no me permitían entrar a la base de control, donde la General Organa daba las órdenes.

Cerré los ojos y esperé.

Perdí por completo la noción del tiempo, el ruido de las alarmas me despertaron, nos atacan, fue lo primero que pensé, hasta que con atención me di cuenta que el sonido era para avisar que las unidades estaban regresando.

El corazón comenzó a palpitarme con fuerza, estaban de regreso ya podía sentirlos, tomé mis cosas y las guardé en la pequeña bolsa que cargaba a todos lados, corrí por los pasillos de la base hasta llegar al hangar, donde una a una las naves comenzaban a tomar su lugar.

Sabía que debía estar revisando las unidades, que todo estuviera bajo control, pero en su lugar escaneaba con los ojos a cada piloto, a cada persona, con la esperanza de ver mis dos caras favoritas en toda la galaxia, no podía verlos, los sentía, sabía que estaban juntos, como siempre, pero no los veía.

—Están en el hangar 2— Dijo un voz detrás de mi

Giré con brusquedad.

—General, lo lamento, en este momento comienzo las reparaci…

—No, adelante, busca a tus amigos. — Dijo con un ademan en las manos. Sentía tanta pena que me puse roja.

Pero ya sería más adelante que me deje llevar por la vergüenza, corrí al hangar número 2 y ahí estaban, mis únicos amigos en toda la galaxia, Poe y Finn, discutiendo, como de costumbre.

—… Era un tiro libre, aun no entiendo cómo fallaste— Respingaba Finn cuando notó que lo estaba observando.

Corrimos hasta encontrarnos, me abrazó con tanta fuerza que casi me levanta del suelo, estaba feliz de verlo de nuevo, cada salida de ellos es igual: temo que sea la última vez que pueda verlos.

—Dunas, que bueno verte—Me decía Poe mientras me abrazaba por la cintura, me llama Dunas casi desde el momento en que llegué a la base— ¿Qué tal todo, Nada emocionante mientras nos fuimos?

—Nada que reportar— contesté con una sonrisa.

—Entonces aburrido como siempre

—Discutían sobre el ataque, ¿Cómo les fue? ¿Muchas bajas? ¿Algo emocionante en que pensar mientras reparo las naves? — Estaba ansiosa de saber algo que no fuera sobre las descomposturas de las naves que estaba a punto de reparar.

—Nada interesante— Dijo primero Finn

—Vamos, hablaban sobre un tiro fallido…— Sé que mi voz sonó bastante desesperada por información.

Estaba segura que ambos intentaban evitar estos temas conmigo, regresé hablando sobre una misión encomendada por el mismo Luke y sólo hacía el trabajo de un técnico, deben sentir que hablar sobre los ataques y el avance de la resistencia me haría parecer aún más inútil.

—Bueno, si, Finn, él, no recalibró adecuadamente uno de los cañones…

—¿Debería revisarlo? — Pregunté, interrumpiendo a Poe.

—No, no, es decir, si, pero no…—Poe trataba de ordenar sus palabras, parecía muy nervioso, por suerte en ese momento una nave entró de forma estrepitosa al hangar.

—Me contaran los detalles mañana en el desayuno, creo que debo ver que le ocurre a esa nave— Decía mientras caminaba a la nave recién llegada.

Escuche el suspiro aliviado de Poe y luego sus pisadas alejarse.


N/A: La historia es Reylo, lo siento si pensaron que iba por otro lado, pero va a ser un poco lenta. Debo admitir que ya tengo avanzados al menos 12 capítulos, estaré actualizando cada oportunidad que tenga.

Esta es la primera vez que publico uno de mis fics, espero que les guste, estoy bastante nerviosa.