Capítulo 1 Amor y espera

Grecia, año 1957

Desde lo más alto de Star Hill el Patriarca Shion como cada noche observaba las estrellas, han pasado más de 200 años desde la última guerra santa, según lo que le indicaban los astros Athena llegaría a la tierra en aproximadamente 16 años más, Ya habían algunos santos de plata y bronce así como varios aspirantes, pero faltaban los santos dorados… ninguna armadura había sido ocupada en años…, sabía que la armadura de Libra por ejemplo estaba con su viejo amigo y que tarde o temprano el mismo encontraría un digno sucesor.

Shion bajo de Star Hill, regreso al templo y se quedó sentado en su trono sumido en sus pensamientos.

Al día siguiente muy temprano asistió personalmente a supervisar el entrenamiento: quería comprobar si algún aspirante tenía el potencial para convertirse en un caballero dorado y ya tenía un candidato serio, pero…

El Patriarca paso una vista rápida a todos los aspirantes y llamó a uno de los instructores

Corban… - el hombre se acercó y se arrodillo frente a él

Si, Patriarca

¿Dónde está Nerim?

El hombre algo avergonzado respondió:

La verdad no se señor… pero me imagino que bajo al pueblo, a la Villa… Parece que está cortejando a una aldeana

¿Cómo permitiste que esto ocurriera Corban?- pregunto Shion molesto

Perdón excelencia… le juro que intente, pero Nerim logra escapar siempre y burlarse de mi…

Está bien, tráelo de vuelta y cuando lo hagas dale el castigo que consideres pertinente, no quiero perder la fe que tengo en ese muchacho….

De inmediato iré señor- Corban se levantó y salió corriendo del coliseo.

Nerim era uno de los jóvenes más prometedores y que se creía era lo bastante fuerte para llegar a vestir una armadura dorada pero todo cambio al enamorarse de Arilia una joven de Villa Rodorio, Nerim comenzó a dejar sus entrenamientos solo para verla, lo cual tenía molestos a Shion y a Corban su maestro.

Villa Rodorio

Una joven tendía ropa en el patio de una pequeña casa a la vez que cantaba, no tenía más de 17 años, era hermosa, delgada, cabello color azul marino y ojos verdes, Mientras ella se dedicaba a su labor un joven alto y de cabello azul se trepo por el muro que dividía la casa con la contigua, Ella al verlo se asustó un poco.

¡Nerim que haces aquí!- grito ella

Perdón por asustarte Arilia- dijo él saltando el muro rápidamente.

Se acerco a la chica y le dio un beso en las manos, ella se alejó algo seria.

Escapaste de nuevo… no debiste Nerim, te castigaran en cuanto te descubran….

Él sonrió

No me importa ser castigado, con tal de verte Arilia

Ella se dio vuelta y le dio la espalda.

Nerim… no quiero entrometerme en tu camino de caballero a pesar de estar enamorada de ti, creo que es mejor que dejemos de vernos… al menos hasta que tengas tu armadura

Él la hizo voltear y la abrazo.

No es justo… no quiero

Es lo mejor para los dos… - respondió ella aferrándose a Nerim

Tienes razón, yo te amo… pero también tengo que convertirme en caballero de esa manera también podre protegerte…

Me alegra que comprendieras…

Él la alejo un poco de si y le dijo:

Arilia es probable que no nos veamos en mucho tiempo y quisiera quedarme al menos con algún recuerdo tuyo… ven conmigo- él extendió su mano y ella acepto.

Esa misma noche…

Nerim y Arilia tendidos sobre un prado observaban las estrellas que los iluminaban a los dos, él parecía indicarle el nombre de cada constelación, hasta que Arilia se fijó en una que llamo particularmente su atención:

¿ y aquella es…?

Géminis… dentro del santuario es una de las 12 armaduras doradas, pero… dicen que su historia está llena de tragedias- explico Nerim

¿tragedias?- ella trago un poco de saliva

Se dice que quienes nacen bajo esa constelación están divididos entre la luz y la oscuridad eternamente, que su estrella trae el infortunio…

Que horrible, ojalá no sea esa tu armadura- comento Arilia

Nerim se estiro un poco y puso sus manos tras la cabeza.

No lo creo… según lo que he escuchado esos santos nacen con un hermano gemelo y pues yo no tengo hermanos- río el joven

Es cierto… pero dejando de lado eso, este lugar es realmente hermoso- dijo ella.

Arilia… sé que no te veré en un tiempo, pero quiero que nunca olvidemos esta noche, tal vez… sea la única en que podamos estar juntos en mucho tiempo- dijo volteando hacia ella y acariciando un mechón de su cabello, sin decir más los dos se besaron dejando que sus instintos afloraran, sin imaginar que aquella noche cambiaria para siempre sus vidas.

Por la mañana Nerim volvió al santuario, en su camino se topó con Corban que lo esperaba muy molesto.

Así que te dignas a volver- lo regaño su maestro…

Puedo explicarle… es que yo…

Corban hastiado lo tomo de una oreja y comenzó a obligarlo a caminar…

¡Ay!, eso duele maestro

¡silencio!, muchacho irresponsable, ya estoy cansado de excusarme por ti ante el Patriarca, tanto el como yo estamos perdiendo la fe en ti…

Corban arrastro a Nerim hasta unas celdas y lo encerró dentro

¡Maestro no me deje aquí!- pidió el chico

Lo siento Nerim, o comienzas a tomar el entrenamiento en serio o serás expulsado y no poder ayudarte…, te quedaras ahí hasta que reflexiones…

Corban lo dejo solo, Nerim se sentó, a pesar del regaño lo único que lo confortaba era el recuerdo de Arilia a quien seguramente no podría ver en bastante tiempo…

Nerim decidió concentrarse en sus entrenamientos como prometió y comenzó nuevamente a ganar la confianza de Shion y de su maestro, seguía pensando en ella también pero no quería faltar a la promesa que le hizo y así pasaron 6 meses sin darse cuenta…

Cierto día Nerim descansaba sentado en una piedra cuando escucho una voz femenina que él conocía a la perfección

¡Nerim!- miro a todos lados y de pronto vio a Arilia frente a él, quiso correr y abrazarla, pero se quedó sorprendido al mirarla: la joven tenía un vientre bastante grande.

Arilia… ¿Cómo llegaste aquí? y … tu vientre

Ella dio un suspiro

Así es… vamos a tener un hijo, tenía que decírtelo

Nerim se acercó y la abrazo

Debiste decirme antes…¿Cuánto tiempo falta para que nazca?

Ella se río y contesto.

Más bien… para que nazcan

Nerim se puso algo rojo

¿Nazcan?... es decir… ¿tendremos gemelos?

Así es… aunque aún no se si serán niño o niña…

Arilia yo… - Nerim estaba por decir algo cuando de pronto alguien se acercó caminando: El patriarca en persona.

Shion amablemente sonrió a Arilia y le hablo.

Es muy peligroso que hayas venido a este sitio… en tu estado…

Discúlpeme solo deseaba darle a Nerim la noticia- se excusó Arilia avergonzada.

Entiendo… pero esta situación es complicada, a partir de ahora Nerim tendrá una enorme responsabilidad…¿no es verdad?- dijo poniendo su mano en el hombro del joven…

Patriarca… yo quiero ser caballero, pero… tampoco puedo dejar a Arilia abandonada con los hijos que vamos a tener…- Nerim se tapó la boca arrepentido de haber dicho eso último, Shion abrió mucho sus ojos y se fijó en el vientre de la joven.

¿Estás esperando gemelos jovencita?

Así es… -confeso Arilia

Shion y todos guardaron silencio, de pronto un pequeño resplandor apareció que parecía venir del vientre de Arilia, lo cual dejo desconcertado al Patriarca que pensó para sí:

"Siento algo muy cálido, pero a la vez aterrador, pero tal vez sea solo una coincidencia… espero equivocarme"

Patriarca- habló Nerim

Nerim mañana tomare una decisión respecto a ti, en tanto escolta a la joven de regreso a su casa- ordeno Shion

Si señor- acató el joven, Shion sonrió a Arilia

Ve a casa y cuida mucho a esos bebés…

Claro… - fue su respuesta, Shion se retiró y mientras Nerim conducía a Arilia de la mano con sumo cuidado.

Lo siento Nerim….

Era lo que debías hacer… no te lamentes, ¿te sientes bien?

Si, es solo que me canso más porque ya patean mucho…

Bajaron del santuario y llegaron a la casa de ella, Nerim la ayudo a sentarse y le preparó un té.

¿Nerim y si expulsan?- pregunto Arilia

Ya no importa… ahora lo más importante para mí eres tú y los gemelos… nada más- dijo dándole un beso entre las manos.

Nerim pon tu mano aquí… están dando patadas- él acepto y sintió pequeños movimientos en el vientre de su amada.

¿Qué crees que sean?: ¿hombre o mujer?- pregunto él

Hmmm pienso que serán hombrecitos- afirmo con mucha seguridad

¿Cómo estás tan segura?

Es que lo soñé- confeso ella

Nerim permaneció el resto de la tarde con ella, al dormir no podía dejar de pensar en Arilia y en los bebés, al día siguiente le comunicaron que Shion quería verlo pues había tomado una decisión respecto al destino de Nerim quien fue escoltado por la guardia al salón, ahí estaba Shion sentado en su trono muy sereno, ambos se quedaron mirando frente a frente.

¿Qué decisión tomara finalmente Shion?

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