Los personajes en esta historia pertenecen a Kyoko Mizuki. Esta historia es sin fines de lucro, solo recreativos.
CAPITULO 1
Anthony, ¿Dónde estás?
Ese día en la presentación de Candy como parte de la familia Andrew, se llevaría a cabo una cacería de zorros. Un evento donde se reunía la alta sociedad para hacer alarde de sus habilidades de asesinos con los pobres animalitos. O al menos eso era lo que pensaba Candy de tal acontecimiento.
Candy no podía sacar de su mente a una adivina advirtiendo un desenlace fatal cuando fue con Anthony al pueblo. Desde entonces, sería por sugestión o demasiada imaginación, ella sentía una opresión en su pecho. Al mismo tiempo, deseaba fervientemente que ese día pasara sin ningún percance haciendo a un lado cualquier presagio o pensamiento de desgracia.
La carrera por la cacería de zorros comenzó, Anthony deseaba lucirse delante de Candy que ese día por cierto lucía hermosa en su atuendo de jinete. Llevaba el cabello recogido en una coleta sencilla y el pantalón se ajustaba mucho a sus formas femeninas que empezaban a cambiar con la adolescencia.
-¿Sabes Candy? Quiero ir contigo a la Colina de Pony, te prometo que un día iré contigo. He estado recordando sobre lo que dijiste acerca de tu príncipe. Creo que tengo idea de quien se trata, cuando yo era muy pequeño había un chico… él siempre estaba junto a mi madre, pero por alguna razón el no convivía conmigo, cuando yo llegaba él se iba. Y por ser yo tan pequeño no le preste atención a eso… hasta ahora que lo mencionas. Era muy parecido a mí, hasta podría haber sido mi pariente, ¿no crees?...
¡Candy! -En ese momento Anthony emprendió el galope para atrapar y cazar un zorro que estaba tentadoramente cerca...
-¡Anthony!- gritó Candy con un tono de desesperación y terror al ver que Anthony iba demasiado rápido.
Lo que ocurrió después fue grabado por la mente de Candy como en cámara lenta.
Eliza, había observado a lo lejos cómo Candy y Anthony se habían apartado del grupo y en su afán de no dejarlos solos y de querer todo el tiempo la mirada y atención de Anthony decidió espiarlos a la distancia, cuidando de no ser descubierta. En algún momento por su campo de visión apareció un zorro y pateando fuertemente con sus talones a su caballo, lo hizo emprender la carrera hacia el pequeño animal.
Anthony también iba tras él y ahora Eliza se encontraba en su trayectoria, los caballos iban muy rápido y aunque trataron de evitar la colisión, Candy, vio cómo Anthony era expulsado por lo alto de su silla de montar y Eliza se perdía entre las patas de las bestias que acababan de encontrarse.
-¡Anthonyyyy!- gritó desesperada sintiendo como se le iba el aliento. Sus piernas no le respondían, se volvieron torpes y pesadas. Ella corría hacia Anthony y le parecía una eternidad llegar a él.
Encontró a Anthony inmóvil, inconsciente también, porque le habló tratando de hacer que reaccionara. Lo movió y hasta lo sacudió en su desesperación por verlo despertar.
-¡Anthony por favoooor! ¡No me hagas esto! ¡Despiertaaa! -Lloraba amargamente pues Anthony no volvía en sí.
Candy ni siquiera pensó en Eliza al ver el estado en el que se encontraba Anthony, con lágrimas en sus ojos y corriendo tan rápido como podía, gritaba y movía sus brazos a todo lo alto para que alguien llegara a ayudar.
Los primeros en verla fueron unos caballeros de la familia Grant, inmediatamente fueron hacia ella y galoparon hacia donde Candy les indicó.
-Mira Archie, es Candy, - dijo Stear.- ¡Algo sucedió!
Archie sin contestar se dirigió a todo galope hacia donde se encontraba Candy, ya sin fuerzas, asustada y a punto de colapsar por la impresión. Candy los veía acercarse a la vez que se le dificultaba la respiración, de repente todo le dio vueltas, comenzó a ver todo a su alrededor de un color azul obscuro, luego negro, luego nada.
Despertó en su habitación, junto a ella su fiel Dorothy, preguntando: señorita Candy, ¿se siente usted bien? No se levante tan deprisa, sufrió un desmayo.
Candy, se encontraba confundida. Ya era de noche cuando despertó. A lo lejos alcanzó a escuchar llanto e improperios. Palabras que en esa casa y con esa familia nunca había pensado escuchar. De pronto recordó y dando un vuelco su estómago pregunto en un grito: - ¿¡Anthonyyy!? Dime Dorothy ¿dónde está? ¿Cómo está?
No tuvo la mucama oportunidad de responder pues iban entrando Stear y Archie a la habitación de la chiquilla.
-¡Anthonyyyy! ¿Dónde está? ¿Por qué no está con ustedes? Stear, Archie, ¡díganme por favor que él se encuentra bien!
-Candy-hablo Archie- no deberíamos estar aquí, ya que no es apropiado estar en tu habitación y menos a esta hora. Pero queremos que sepas que Anthony ya está mejor. Tuvo un golpe muy fuerte, pero para nuestra buena fortuna uno de los caballeros que asistieron a la cacería de zorros es médico.
Candy, Anthony se golpeó la cabeza, pero a pesar de que perdió el conocimiento está fuera de peligro. Por eso estamos aquí, es importante que lo sepas. Ahora nos retiramos, si la tía Elroy se entera nos manda a la horca a todos juntos mañana a primera hora.
-Candy- dijo Stear- es verdad lo que dice Archie. Es hora de irnos, si no ocurrió una tragedia hoy en la tarde ocurrirá en esta habitación si la tía nos descubre.
Si- dijo Candy-pero antes de que se vayan, díganme, Eliza, ¿qué pasó con ella?, ¿cómo está?
-E..Elizaa... verás, ella no salió muy bien librada de esto Candy, pero no te preocupes, ya mañana platicaremos con más calma- contestó Stear mirando a Archie quien de inmediato bajó la mirada.
-Si Candy, está viva si es lo que quieres saber, -dijo Archie, - pero mañana te daremos un informe detallado de lo que ocurrió mientras tú te desmayaste. ¡Ahora nos retiramos hermosa damita!
Stear miró a Archie con un gesto de incredulidad.
De pronto esas palabras le habían sonado como un coqueteo.
Archie besó tiernamente una de las manos de Candy y dijo: -Hasta mañana querida Candy, lo primero que haré al levantarme será buscarte. Descansa y sueña conmigo.
-Archie! -Intervino Stear, mejor vámonos antes de que comiences a declamarle poesía a Candy. Ella tiene que descansar.
A la mañana siguiente y sintiendo sus fuerzas por demás renovadas así como la furia rugidora de su estómago a causa del hambre, Candy se levantó de su cama y se estiró brincando de alegría: ¡urraaaa! ¡Urraaaa! -Gritaba contenta,- todo está bien, ¡no hay maldición que se cumpla por decreto de una bruja si Dios está con nosotros Anthony! -Se dijo para sí misma. Ahora mismo iría a visitarlo a su habitación.
-Dorothy al escuchar la algarabía en el cuarto de Candy, acudió de inmediato para ver que ocurría.
-¡Candyyy! ¡Señorita Candy! ¡Qué sucede! Ha gritado demasiado fuerte y madame Elroy ha manifestado rotundamente que no quiere ningún ruido.- dijo paciente y en voz baja la amable Dorothy.
-Ayyy Dorothy, es que ¡estoy feliz! Anthony está a salvo... después de ese accidente tan brutal que ocurrió ayer... -los ojos de Candy comenzaron a nublarse- de solo recordarlo mi corazón se estremece Dorothy, si algo le hubiera pasado a Anthony o a Stear o Archie... no lo habría soportado. Ellos son mi familia, son quienes se han preocupado por mí y me han dado su apoyo aun en contra de los Legan.
Por eso agradezco a Dios que todo haya quedado en un mal recuerdo, si tan sólo no se hubiera festejado esa carrera... oh Dorothy, ¡es mi culpa! Si no se hubiera realizado esa absurda cacería para presentarme como nuevo miembro de los Andrew ¡nada de esto habría sucedido!
-¡Calma señorita Candy! ¡Calma por favor! Tú lo has dicho, gracias a Dios todo ha quedado en un mal recuerdo. No debes culparte por ningún motivo, vamos, la tina ya está preparada para que tomes un baño y me señales que quieres vestir hoy, hay dos caballeros esperando por ti para desayunar.
-Me están esperando ¿y yo aquí tan descompuesta?, oh Dorothy ayúdame a estar lista lo antes posible por favor- dijo Candy ansiosa por ver a sus queridos amigos, pero en especial a Anthony.
-Dorothy, ¿crees que pueda ver a Anthony? Necesito verlo, tomar sus manos y hacerle saber que estoy con él. -Preguntó Candy.
-No lo sé Candy, pero trataré de ayudarte para que entres a su cuarto. Eso sí, debemos evitar que madame Elroy se dé cuenta. Porque si se entera, habrá problemas.
-De acuerdo. -Asintió Candy.
Después de ponerse de pie los dos jóvenes y recibir a Candy para almorzar no pudieron dejar de percibir la angustia de ella.
Stear, comprendió que todo era debido a que Candy no había tenido oportunidad de ver a Anthony.
La plática llegó a un momento incómodo cuando Candy preguntó por Eliza.
-Archie, si mal no recuerdo, dijiste que hoy me darías un informe detallado sobre Eliza, ¿qué sucede con ella? ¿Qué es lo que ocultan?- y miró uno a uno los rostros serios de aquéllos jóvenes que ya miraban el mantel, o jugaban con la cuchara del té, o tamborileaban sus dedos en el silencio tenso de aquellos cuestionamientos.
Candy...-Contestó Archie- sucede que Eliza no va a tener recuerdos nada gratos del incidente de ayer.
Te lo diré, pero quiero que conserves la calma y que por ningún motivo te sientas responsable de lo que ocurrió, hoy escuché sin querer cuando pasaba por la puerta de tu alcoba, como le decías a Dorothy que todo esto era tu culpa y no es así.
Eliza se encuentra seriamente lastimada de su cara. Cuando se dio el choque con Anthony, quedó atrapada debajo de su caballo. Las personas que llegaron a ayudar la sacaron viva, pero muy lastimada, tan es así que ella no pudo quedarse en la mansión a atenderse. Tuvo que ser ingresada de urgencia a un hospital. Ella tiene una herida en el rostro muy grande al parecer por una de las herraduras de alguno de los caballos. La cicatriz que le quedará en el rostro le dejará el recuerdo de la cacería de zorros para toooda su vida.
-Archie!-exclamó Candy a manera de regaño- no creo que sea la manera de hablar sobre un incidente tan penoso para Eliza.
-Estoy de acuerdo contigo Candy- opinó Stear- pero tampoco olvidemos que Eliza se ha encargado de hacerte la vida imposible y eso, mi querida Candy disminuye bastante la pena que podamos sentir por ella.
-Archie dijo mirando a Candy y tomando su mano: -no importa cuánto se esmeren Eliza y Neil por hacer enfadar a Candy, mientras yo esté cerca de ella no permitiré que le hagan ningún daño.-
-Ahí estaba nuevamente un sutil coqueteo de Archie para Candy.
¿Sería que estaba tomando ventaja de la convalecencia de Anthony para acercarse a la chica?
No, su hermano no era así, pensó Stear... pero por si las dudas, lo aclararía con él.
