Los personajes de Ranma ½ no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi. La historia aquí presentada es con fin de entretenimiento, NO de lucro.
Sleep Man
No apartaban sus ojos de un péndulo de cristal que iba de izquierda a derecha una y otra vez sin perder ritmo. Derecha izquierda. Derecha Izquierda. Se detuvo repentinamente señalando a la chica de cabellos rojos que pestañó un par de veces sorprendida de ver aquel péndulo tenso hacia ella.
—Linda jovencita, guardas un secreto que tienes que revelar antes de que sea demasiado tarde —dijo el anciano que tenía el hilo del péndulo.
La pelirroja por reacción viró sus azules pupilas hacia Akane e inmediatamente sus mejillas se tiñeron de rosa.
—Tonterías anciano, yo soy más transparente que el agua, no puedo guardar ningún secreto —rezongó la aludida que quitó el péndulo con un simple manotazo haciendo que éste cayera al suelo y se hiciera añicos.
—¿Pero qué has hecho? ¡Haz roto el cristal de los mil secretos! —Exclamó el hombre alarmado.
—Ranma, pero que grosero —Akane se molestó con la pelirroja.
La pelirroja apenas bufó y prefirió irse, cómo si aquel péndulo fuera tan valioso.
Akane se molestó más, pero se quedó ahí. Se agachó para quedar frente al anciano.
—Discúlpela por favor, a veces reacciona como un verdadero animal, le aseguro que no era su intención romper su péndulo.
El anciano detuvo por unos segundos su tarea por juntar los trozos de su péndulo y miró a la muchacha que amablemente le ayudaba.
—Harías todo por él, ¿verdad, niña? —la miró fijamente.
Akane sintió que su alma era desnudada ante la mirada de aquel anciano. Se quedó absorta por un segundo. Como si ella no existiera, como si se hubiera perdido en la nada. Hasta que un pequeño pero punzante dolor en dedo medio se hizo presente y la obligó a salir de aquel trance. Vio su dedo sangrar, seguramente se acababa de cortar con uno de los pedazos de cristal. Se llevó el dedo a la boca para calmar el sangrado.
—El orgullo es el verdadero obstáculo por vencer. Descuida el secreto no tardará en revelarse, pero ojala no sea muy tarde. Por cierto, ¿has escuchado el cuento de la bella durmiente? —Sus labios se curvaron en una ligera sonrisa—. No es del todo cuento. Gracias por tu ayuda… mi péndulo quedara como nuevo dentro de poco.
—Señor —Akane detuvo el andar del anciano—. ¿Cómo sabe que es él a pesar de estar como chica?
—Soy demasiado viejo para ser engañado —el señor apenas y volteó el rostro, mostrando una agradable sonrisa al tiempo que cerró los ojos notándose más sus arrugas.
Alzo ligeramente su sombrero en son de despedida.
—Nos vemos…
Akane se quedó allí parada mirando como el anciano se iba. Otra vez una pequeña punzada le hizo ver su dedo herido.
Ranma que se había marchado pero que esperaba a Akane cerca de ahí, no le costó nada en quedar al lado de la chica, dándole un susto de muerte y ganándose un tremendo puñetazo que lo terminó estampando en el poste de luz que estaba del otro lado de la calle.
—Tú tienes la culpa, porque te me apareces así de la nada, me asustaste —se defendió Akane cuando Ranma iba a su lado con cara de pocos amigos y sobre su cabeza un chichón que todavía le palpitaba.
—Cada día superas más tu fuerza de gorila —contestó Ranma.
—Ya vas a empezar, Ranma —Akane se estaba molestando.
Ranma no dijo nada, bajó de la reja de donde caminaba y se detuvo frente a Akane.
—Tu siempre tan torpe que no te fijas —dijo, Akane frunció el ceño.
Abrió los ojos al ver que Ranma le tomó de la mano y puso una bandita sobre el dedo lastimado.
Ranma sólo la miró un segundo a los ojos y luego volteó el rostro algo enrojecido.
—Debes ser más precavida con los cristales.
—Gracias —Akane tan solo sonrió de esa forma tan linda que la caracterizaba.
Por la noche, La joven de cabellos azules no podía concentrarse en estudiar, veía su dedo lastimado y recordaba a ése anciano. ¿Por qué le había preguntado sobre el cuento de la bella durmiente?
Estaba muy ensimismada en lo raro que fue sentir como el señor la observó y sintió perderse por una eternidad.
Ranma apareció frente a ella haciéndole gesticulaciones ridículas.
El pobre muchacho se ganó otro puñetazo a media cara.
—¿Qué rayos te pasa, Akane? —se quejó el muchacho de la trenza que se incorporaba.
—¡Tonto, me asustas!
—Pues así debes de tener la conciencia —el chico la veía con reprobación—. Yo sólo venía a pedirte un libro prestado… ¿qué tienes ahí? —le llamó la atención algo brilloso.
—¿Qué cosa? —Akane se extrañó.
En la mesita de estudio, había un fragmento del péndulo roto manchado de sangre.
Ranma tomó el cristal, cortándose el dedo medio del cual inmediatamente le brotó sangre. Lo dejó caer maldiciendo el vidrio.
—Qué exagerado Ranma —Akane no le tomó mucha importancia.
No le tomó importancia hasta que vio a su prometido caminar con dificultad y empezaba a verse en sus ojos un cansancio muy marcado.
—A-Akane… —balbuceó con una voz apagada.
—Ranma…
El muchacho cayó en los brazos de Akane. Estaba muy débil, demasiado si quiera para intentar ponerse de pie. Levantó la cabeza para ver a su prometida, pero la imagen de ella ya empezaba a ponerse borrosa.
—Y-yo…
El mundo se oscureció totalmente… ya no había nada. Absolutamente nada.
»Continuará…
¡Hola! Aunque parezca que he olvidado Fanfiction por no publicar absolutamente nada, no lo he olvidado. Siento mucho mi tardanza y mi desaparición por meses. Hay muchos factores que me han alejado de Fanficition y uno de los principales ha sido la inspiración. Espero que me disculpen, y aprovecho para decirles que estoy escribiendo el siguiente capítulo de Akane y medio. Agradezco muchísimo su apoyo.
Espero que la historia sea de su agrado n.n y me lo hagan saber con sus comentarios :D ya saben que son bienvenidos, en breve subiré el siguiente capítulo ;)
Cuídense mucho, los quiero. Mil gracias por todo!
Un beso y un abrazo
Hasta pronto :D
