.: Bienvenido a la eternidad :.
Ya no respira…
Su pecho no se mueve
Su corazón no palpita
Sus pupilas se dilatan,
Permanecen quietas
Y su cuerpo se estira,
Se convulsiona…
Se queda quieto
No se levantará…
Nunca se levantará
Y allí se esconde él
Detrás de la columna,
contempla todo a distancia
debajo de las sombras…
Y allá, a la distancia
Se levanta… y grita
Se levantó, sin razón
Las perlas blancas de sus labios
Teñidas están de escarlata
Y él mira a lo lejos,
Arrepentido está
Contempla al nuevo ser
Pero decide no acercarse
Éste se aleja confundido
¿Muerto o vivo?
Ha cruzado una línea,
pero no lo condujo al más allá
Lo dejó suspendido en el tiempo
Para pasar así la eternidad
Y las garras en sus manos han crecido
Una sed inmensa lo vuelve loco
Y pasa la lengua por sus labios
Hasta sentir el pinchazo de dos agujas
Y no lo entiende
Se desconcierta
La sed lo mata,
Lo matará
Debe saciarla
O morirá.
