Hola a todos! Este es mi primer fanfic en la historia! ojalá les guste está basado en la teleserie chilena Adrenalina, por si alguien la ha visto haha, y los que no, mejor, así disfrutan haha. AVISO DE LEMON! (Lo pondre en negritas por si alguien se lo quiere saltar).

Los personajes de Naruto no me pertenecen, le pertenecen al maestro Masashi Kishimoto. Sólo me pertenecen mis "original characters".

Toda crítica constructiva será humildemente aceptada =D

Dicho todo esto, disfruten del primer capítulo de mi fic ^^!

WILL OF FIRE

Capítulo 1: Vacaciones catastróficas

Sol, playa, arena, nada más fantástico para pasar las vacaciones junto a tus padres. Temari estaba relajada en el agua mientras sus padres estaban en la playa observando las mercancías de los vendedores ambulantes, y es que a sus casi 20 años que más podría pedir. Ya llevaban una semana en el País del Mar, específicamente en la Isla Madre, y es que ya no podía soportar estar más tiempo en Suna, no es que no amara su ciudad sino que estaba cansada de la rutina, sólo quería relajarse y cuando sus padres le ofrecieron unas vacaciones en el País del Mar no pudo negarse.

Mientras miraba el cielo despejado pensaba en que este era su último año de preparatoria, se había atrasado 2 años debido a los constantes cambios de colegio que sufrió cuando era más pequeña, debido al trabajo de sus padres, ahora estaban en el típico receso de verano y sólo le faltaba cursar el segundo cuatrimestre este año y el último trimestre el próximo año. Ella y sus hermanos Gaara y Kankuro nacieron en Suna, en el País del Viento, pero por el trabajo de sus padres iban cambiando constantemente de ciudad y en 2 oportunidades, durante la primaria, Temari tuvo que repetir el grado. Afortunadamente estos últimos 2 años, justo cuando Temari ingresó a la preparatoria estuvieron instalados en Suna.

- Temari! mira lo que te compró tu padre!- Llamó su madre, Karura desde la orilla. Temari se acercó a ésta.

- Por favor que no sea otro par de aros de plumas - Dijo Temari

-Ay hija! pero es que son tan lindos!

- Es el cuarto que me compra! Que quiere? que tenga una colección con todos los colores?- Dijo Temari hastiada.

Luego su padre Rasa se acercó - Y que te parecen Temari? Lindos verdad?- Dijo con una sonrisa divertida en el rostro

- Si quieres que vuelva a Suna con aros de plumas de todos los colores posibles...- Dijo Temari sarcásticamente.

- Haha, tú siempre tan sarcástica, me recuerdas a mi- Dijo Rasa divertido, definitivamente se la estaba pasando bien. Temari no tuvo corazón para reprocharle, su padre por lo general era una persona fría y estricta, pero definitivamente este viaje lo estaba relajando de verdad.

Habían pasado por varios lugares, restaurantes, andar en parapente (cosa que le costó un mundo a Temari de convencer a su padre hacer), recorrer las playas y comprar souvenirs.

Temari no pudo evitar comprar unos souvenirs para sus hermanos, hubiese sido perfecto que este viaje se realizara con la familia completa, pero lamentablemente eso no era posible. Kankuro, quién, a pesar de los constantes cambios de colegio, tuvo la fortuna de no atrasarse por lo que había egresado de la preparatoria el año pasado y se había ido a estudiar al extranjero en compañía de su tío Yashamaru. Por otro lado Gaara, había tenido conflictos con su padre, por lo que éste decidió enviarlo a Konoha a estudiar cuando empezó su primer año de preparatoria bajo la tutela de su madrina Kushina. Temari no había visto a Gaara hacía un año, por lo que tenía previsto ir a visitarlo este año. A pesar de que Gaara era un chico muy inexpresivo e indiferente, ella lo quería mucho.

Finalmente, después de sacarle todo el provecho al día de playa, Rasa tuvo una idea mientras los tres estaban en el agua bañándose. - Bien chicas, que les parece si damos un paseo en lancha?-

- No sé querido, ya hemos hecho bastante no crees? Por qué no lo dejamos para mañana?- Dijo Karura mientras disfrutaba del agua.

-Vamos, para terminar este día de forma gloriosa, ¿qué opinas Temari?- Dijo Rasa emocionado.

- Hmm, pues... - Dijo Temari pensativa, por un lado al igual que su madre también estaba un poco cansada, pero por otro lado desde que llegó a la isla Madre que quería probar el esquiar en agua.

-Ay vamos no te hagas de rogar hija! además estoy seguro de que te mueres por esquiar en agua- Dijo Rasa mientras se hundía en el agua para reaparecer por debajo de las piernas de Temari y subirla en sus hombros.

- Papá! ¿qué rayos haces?!- Dijo Temari entre disgustada y entretenida, era tan extraño ver a su padre así.

- Llevándote a la fuerza a un paseo en lancha ya que tu madre no nos quiere acompañar- Dijo el patriarca haciendo un mohín. Temari se rió.

- *Sigh* Está bien, vamos- Suspiró Karura- Pero sólo unas vueltitas me oyeron, después nos vamos directo al hotel-.

-Hai!- Dijeron padre e hija al unísono como si fueran unos niñitos buenos obedeciendo a mamá. Temari no podía esperar, estaba emocionada, graciosamente su padre le había contagiado el entusiasmo. Amaba a sus padres, en realidad a toda su familia, a pesar de estar distanciada de sus hermanos, para ella no había algo más preciado que su familia. Así que definitivamente disfrutaría esta última semana de vacaciones que le quedaba por vivir.

Lo que Temari no sabía es que ese inocente paseo en lancha cambiaría su vida por completo...

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Temari estaba extasiada, sentía el viento marino en todo su cuerpo, jamás había sentido una sensación tan extravagante, definitivamente esquiar en el agua era lo máximo. Sus padres estaban manejando la lancha mientras Temari iba detrás de ésta afirmada por una cuerda esquiando en el agua.

- Cariño ya hemos dado muchas vueltas, ya es hora de volver- Dijo Karura cansada.

-Haha, pero mírala esquiar es como si fuera una experta!- Dijo Rasa emocionado. Mas al ver la mirada reprobatoria de Karura asintió- Está bien, está bien, hazle señas para que sepa que pararé la lancha-.

Karura empezó a hacerle señas a Temari, pero ésta no la miraba, así que empezó a gritar su nombre. Temari en su extasis sintió un sonido proveniente de la lancha por lo que enfocó su vista en ésta. Vió como su madre hacía gestos extraños, pero por las salpicaduras del agua no podía distinguir que hacía, desvió un poco la cabeza para poder divisar mejor a su madre, pero lamentablemente esto hizo que perdiera el equilibrio y terminó cayéndose al agua.

- Agh! demonios!- Exclamó Temari al caer.

Karura al ver la caída de Temari se preocupó- Rasa para la lancha Temari se cayó!-.

Su padre paró la lancha de inmediato y volteó la vista para ver el estado de su hija, ésta emergió del agua y les hizo señas para hacerles saber que estaba bien. Karura suspiró aliviada.

-Ves? no tienes de que preocuparte Karura, ella es una mujer de acero- Dijo orgulloso Rasa.

- Sí lo sé, mejor vamos a recogerla antes de que se ponga de mal humor, hehe- Dijo Karura observando a Temari, se habían alejado bastante de ella.

Rasa encendió la lancha y cuando deslizó la palanca para acelerar ocurrió...

Una explosión.

A pesar de estar a una gran distancia, la onda explosiva alcanzó a Temari hundiéndola en el agua. Pasados unos segundos ésta emergió del agua, observando aterrada el lugar donde hacía unos segundos se encontraba la lancha con sus padres, el cual ahora eran escombros envueltos en llamas.

Temari estaba en shock, no podía ser cierto lo que observaba, sus padres... imposible... mientras divagaba empezó a oír a lo lejos sirenas y de repente todo se oscureció, sintió como se volvía a hundir en el mar...

"Papá... mamá... ¿esto es una pesadilla verdad?..".

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Temari abrió los ojos, estaba en una cama de hospital, se sentía muy cansada, pero alcanzó a divisar dos siluetas cerca de su cama. "Mamá? papá?" pensó, pero al enfocar la vista se dio cuenta que eran 2 enfermeras que hablaban entre sí de espaldas a ella.

- Pobrecita, lleva 1 semana sin despertar, al parecer el shock fue demasiado fuerte- Dijo una enfermera de cabello negro.

- Pero como no va a estar en shock, si presenció esa tremenda explosión y la muerte de sus padres, yo no lo soportaría- Dijo la otra enfermera de cabello rubio.

Explosión? que mis padres qué? pensó Temari desconcertada. De pronto un montón de imágenes consecutivas le vinieron a la cabeza. La caída... la explosión... los escombros...

Temari no podía creerlo, sus padres ya no estaban, habían muerto en esa horrible explosión. Sintió como las lágrimas corrían por su rostro, definitivamente ya nada volvería a ser igual.

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Habían pasado tres semanas desde el fatídico accidente. Temari, una vez que había recuperado la conciencia a la semana de éste, estuvo en observación por unos tres días más hasta que la dieron de alta. Inmediatamente se acercó a la policía local para que le otorgaran toda la información posible sobre la investigación de la muerte de sus padres. Finalmente la policía le dijo que había sido una falla en el motor.

La embajada de Suna ofreció ayudarla para que pudiese volver al País del Viento, pero ella rechazó la oferta diciéndoles que tenía parientes en Konoha, en el País del Fuego, y que pretendía dirigirse allí. Mediante la embajada de Konoha logró contactarse con Kushina, la madrina de Gaara y amiga de la familia, ésta aceptó gustosamente que Temari se alojase en su casa cuando volviera del País del Mar y le dijo que podría quedarse el tiempo que quisiera. Temari agradeció la hospitalidad de Kushina y le dijo que en unos días más iría a Konoha.

Ya a pocos días de emprender el viaje a Konoha, Temari decidió intentar despejar su mente de todo lo ocurrido, por lo que decidió relajarse un poco en la piscina del hotel. Miraba a la gente, el cielo o simplemente leía alguna de sus novelas. Mientras miraba el cielo despejado escucho a una chica discutir con un chico. Estaban en lo alto del tobogán que servía de acceso a la piscina.

-¿Quieres que te ayude preciosa?- le decía el chico

- No no no, no me pongas nerviosa! yo sé perfectamente como tirarme de un tobogán- le reprochaba la chica no muy a gusto con su presencia.

- Pero yo te empujo linda- decía el chico mientras intentaba tomarla por la cintura.

La chica zafándose de su agarre le espetó- Oye no me toques! Déjame en paz.

- ¿Pero por qué mi amor?- insistía el chico, la chica sólo lo ignoró y se dio la vuelta para deslizarse por el tobogán.

Temari observaba la situación desde la orilla de la piscina, si había algo que detestaba era a los hombres aprovechados, así que se quedó a una distancia prudente por si la chica necesitaba ayuda.

La chica en cuestión era muy atractiva, su piel era clara y su cabello de color negro al igual que sus ojos, no por nada el tipo la molestaba tanto.

Cuando la pelinegra pretendía deslizarse por el tobogán el chico nuevamente intentó tocarla a lo que ella se volteó para pegarle una cachetada, cosa que no logró ya que perdió el equilibrio y terminó deslizándose por el tobogán dando vueltas en éste. Temari no pudo evitar reírse, la escena de la chica girando por el tobogán era muy graciosa, digna de una comedia.

Cuando la pelinegra emergió del agua muy molesta, Temari se acercó a ella desde la orilla. - Es increíble como los hombres no entienden la palabra NO verdad?- dijo divertida.

La chica se giró para verla y le respondió- sí, en verdad son unos idiotas...-

Con esto ambas se sonrieron con miradas cómplices. Al parecer Temari no se aburriría estos últimos días con su nueva compañera.

Estuvieron conversando unos minutos mientras la pelinegra se terminaba de secar.

- Bien supongo que ya es hora de volver al hotel compañera, que te parece si almorzamos juntas?- dijo la chica de cabello negro.

- Sip me parece bien, por qué no?- Respondió Temari con una sonrisa.

- Bien entonces andando- Dijo la pelinegra, mientras se ponía en marcha, pero al avanzar unos pasos se detuvo y espetó- Ay! pero que descortés de mi parte no me he presentado, perdón! Fumiko Uchiha es mi nombre.

- Sabaku no Temari, encantada.- Dijo ésta extendiéndole la mano.

- Bien Temari, pues vamos a almorzar que tanto hombre idiota irónicamente me abrió el apetito.- dijo Fumiko mientras se dirigía al hotel.

Temari sonrió y la siguió, curiosamente también se le había abierto el apetito.

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-Así que eres de Suna?- Dijo Fumiko emocionada mientras almorzaba junto a Temari.

-Sí, nacida y criada en Suna, bueno la mayor parte de mi infancia por lo menos.

- Es increíble! me creerás que he viajado casi por todo el mundo, pero nunca he ido ni a Suna ni a Iwa. Por Dios! hasta al País de la Nieve he ido, definitivamente mi próximo viaje será a Suna, y lo mejor de todo es que tendré hospedaje, hehe.

- Haha claro, con gusto te hago un tour por allá.- dijo Temari mientras probaba su sopa de tofu.- Al parecer te gusta viajar mucho.

- Oh sí! adoro viajar! es que es como un escape de la rutina, además que así me deshago de mi insoportable hermano. A todo esto Temari no te he preguntado, ¿tienes hermanos?- Curioseo Fumiko.

-Sí, tengo 2 hermanos menores, Kankuro y Gaara que son 1 año y 2 años menores que yo respectivamente.

- Ay mira que coincidencia! yo también tengo dos hermanos varones, claro que en mi caso yo soy la de en medio, mi hermano Itachi es el mayor, me gana por 3 años, y Sasuke, mi fastidioso hermanito menor, por 2 años.- Aclaró Fumiko tomando un sorbo de jugo- Ahora que lo pienso Temari, si no es mucha la molestia ¿puedo preguntarte tu edad?

- Haha claro que no, aún no llego a la edad en que me quito años- bromeó Temari- tengo 19 años. Aunque en unos días cumpliré los 20.

-Oh por Dios como tantas coincidencias! yo también tengo 19! y ¿que estudias mujer?

- Pues... aún estoy en la prepa. Debido a mis constantes cambios de colegio me atrasé dos años , pero este es mi último año de prepa. Ahora debería comenzar mi segundo cuatrimestre una vez que acabe el receso de verano.

- Haha, bueno te queda poco para entrar a la Universidad entonces, ¿que tienes pensado estudiar?

- Pues... aún no lo tengo claro, supongo que tendré lo que me queda de prepa para planteármelo.

- Ya veo.

- Y tú Fumiko, ¿estudias o trabajas?- dijo Temari para desviar el tema, no es que no quisiera seguir hablando de ella, sino más bien que se sentía un poco incómoda planteándose su futuro en estos momentos tan difíciles.

- Ah pues, estudio modelaje profesional, este es mi último año- dijo Fumiko orgullosa- No es por presumir, pero ya hasta tengo ofertas de trabajo para cuando salga.

- Vaya pues... te felicito- dijo Temari sonriendo.

Al terminar de almorzar, ambas quedaron de verse en la noche para ir a bailar por lo que cada una fue a su habitación a descansar. Temari aún se sentía un poco rara con lo que le estaba pasando, era como si en momentos se olvidara de la catástrofe ocurrida hace tres semanas, como si de un momento a otro sus padres atravesarían la puerta de la habitación y le sonreirían como siempre.

"Eso ya no sucederá Temari, no volverán, acéptalo" pensó Temari derramando una fina lagrima que corrió por su rostro. Finalmente se quedó dormida, ya no quería pensar en nada más y se entregó a los brazos de Morfeo, tal vez un buen descanso despejaría su mente para poder pasarlo bien en la noche, ya que no quería que Fumiko se diera cuenta del dolor que estaba pasando.

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Fumiko estaba sentada cerca de la recepción del hotel esperando a Temari, vestía un fino vestido de color celeste, largo, con abertura en la pierna derecha en conjunto con unas sandalias blancas, se veía divina.

Mientras Fumiko esperaba, Temari la divisó desde las escaleras y se acercó a ella.

-Hola- dijo Temari una vez que llegó donde Fumiko estaba. Ésta desvió la mirada de la revista que leía y vió a Temari.

- Wow! mujer, te ves espectacular- señaló Fumiko sinceramente y no era de extrañarse, Temari lucía un vestido corto de color amarillo con zapatos a juego y una cartera blanca, había decidido soltarse el pelo para esta ocasión, ya que por lo general usaba coletas, a vece veces 4, éste último era el peinado favorito de su padre.

- Gracias! tú también te ves muy linda.

-Muchas gracias! bueno... - dijo Fumiko mientras se levantaba del asiento- ¿por dónde partimos?

-Hmm veamos...- dijo Temari mientras pensaba en un buen lugar para ir a bailar y despejarse un poco.- Creo que tengo el lugar perfecto.

Temari no permitiría que el dolor que sentía por la muerte de sus padres la echara abajo, ella siempre se había considerado una mujer fuerte y sabía perfectamente que no tenía sentido estar lamentándose, ya había llorado bastante, por lo que estaba decidida a intentar distraerse y terminar de disfrutar el viaje que tanto habían anhelado sus padres.

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Temari y Fumiko llegaron a una discoteque cerca de la playa. Fueron a la barra a tomar un trago y hablar de cosas triviales hasta que unos chicos las sacaron a bailar. Se veían decentes a juicio de Temari y Fumiko por lo que aceptaron la invitación.

Fumiko bailaba muy enérgica, de verdad que se la estaba pasando bien. Temari la miraba de reojo de vez en cuando para cerciorarse de que estaba bien, mientras ella bailaba con su acompañante, al cual no le prestaba nada de atención, sólo se dejaba llevar por la música. Su mente estaba definitivamente en otra parte, no pudo evitar sentir nuevamente ese dolor mientras bailaba, ese dolor que la torturó por tres semanas y ahora volvía, no podía evitarlo y lo peor de todo es que no importa lo fuerte que seas, perder algo que de verdad amas es muy difícil de superar y Temari lo sabía...

Al volver al hotel Fumiko y Temari quedaron de verse al otro día en la mañana para salir. Temari por una parte agradecía que Fumiko fuera tan hiperkinética y la arrastrara por toda la Isla Madre, pero por otra parte lo único que quería era encerrarse en su habitación de hotel y esperar a que pasaran los días para irse a Konoha.

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Al día siguiente, Temari se reunió temprano con Fumiko para salir a pasear por la isla, curiosamente el día estaba nublado algo muy raro en el País del Mar, ya que el clima por lo general era tropical.

Las damas recorrieron un par de lugares, y mientras iban conversando de banalidades un sujeto se acercó a ellas por detrás.

-Señorita! Señorita!- llamó el sujeto, ambas chicas se voltearon a verlo.

El sujeto en cuestión era un hombre alto, de color, llevaba una camisa blanca abierta y por debajo una sudadera también de color blanco, llevaba anteojos oscuros y una gorra negra junto a unos jeans de color mezclilla con zapatillas blancas.

- Ud. es la señorita Sabaku no?- preguntó el sujeto. Fumiko miró extrañada a Temari, pero ésta no le devolvió el gesto, ella miraba fijamente al hombre como analizándolo mientras se quitaba las gafas de sol que llevaba puestas.

- Sí?...- respondió Temari con cautela, el sujeto se veía muy extraño, parecía nervioso por algo. Éste empezó a retroceder por la calle mientras le hacía señas de que lo siguiera y no paraba de mirar constantemente a sus espaldas, como si se ocultara de alguien.

- Vaya Temari no tenía idea que tenías admiradores en este país- dijo ingenuamente Fumiko, Temari simplemente la ignoró y se acercó al sujeto sin apartarle la mirada, si intentaba algo con ella o con Fumiko le costaría caro.

El sujeto había retrocedido hasta una pared de una casa como ocultándose, cuando Temari llegó a su lado el le dijo- Su padre... Rasa-san...

Temari abrió los ojos de par en par sorprendida "quién es este sujeto? por qué conoce a mi padre?" pensó, pero tuvo un mal presentimiento y como un impulso expresó- Que pasa con mi papa?

El sujeto no le respondió sólo miraba hacia atrás muy nervioso, luego se escuchó un ruido de un automóvil al girar por la avenida. Temari volvió a preguntar, esta vez elevando la voz - ¿Qué pasa con mi papá?!

El sujeto ignoró a Temari y se concentró en la calle, Temari desvió la mirada hacia aquel lugar y vio como dos sujetos se bajaban de un auto y se dirigían hacia ellos, eran dos tipos altos y fornidos, uno de ellos iba vestido con una camisa dorada semiabierta y pantalones blancos, mientras que el otro iba vestido completamente de negro, ambos sujetos llevaban gafas oscuras. Por donde los mirases podrías notar que eran mafiosos, aunque lo que más asustó a Temari fue el notar que el sujeto de negro llevaba una pistola colgada al cinturón de su pantalón.

El sujeto que estaba con Temari empezó a retroceder, estaba realmente aterrorizado. Temari giró su rostro hacia él nuevamente y espetó- Señor que pasa?!- pero el sujeto simplemente la ignoró y salió huyendo pasando por al lado de Fumiko y atravesando la calle. Los dos sujetos del auto empezaron a perseguirlo, mientras el sujeto de negro lo apuntaba con la pistola. En el auto aún quedaba el conductor, el cual también se unió a la persecusión, era una escena aterradora tanto para Temari como para Fumiko. Ambas chicas se quedaron anonadadas mirando la escena.

-¿Qué pasó Temari?- dijo Fumiko totalmente desconcertada- explícame porque la gente de esta isla está totalmente loca.

Temari sólo la miró igual de desconcertada, Fumiko entendió al instante de que Temari estaba igual que ella, no entendía que rayos pasaba. Temari por instinto miró el sitio donde había tenido su breve charla con el sujeto misterioso y no podía dejar de pensar en que tenía que ver este sujeto con su padre. Muchas preguntas vinieron a su cabeza ¿quién era ese tipo?¿De dónde conocía a su padre? y lo que la dejó más angustiada fue ¿qué quería decirle con respecto a él?

Temari seguía divagando en sus cuestionamientos cuando notó algo en el piso, se acercó al objeto y lo recogió, era una tarjeta de estas típicas de presentación, en ésta decía:

Orochimaru

GENERAL MANAGER

1190, Rice Field

Otogakure, País del Sonido

Tel. (305)441-0912 Fax (305)441-2298

Fumiko se acercó a Temari y le preguntó- ¿y eso que es?

- Nada- respondió Temari mientras guardaba la tarjeta en su cartera- mejor volvamos al hotel creo que hemos tenido demasiadas emociones por hoy.

- Concuerdo completamente contigo, esta gente de verdad que está loca.

Sin decir nada más ambas jóvenes se dirigieron de vuelta al hotel y no volvieron a tocar el tema, simplemente hablaron de banalidades y Fumiko le ofreció a Temari ir a darse un chapuzón en la piscina para relajarse. Temari aceptó y mientras esperaba a Fumiko quién había ido a cambiarse, le echó una hojeada a la tarjeta.

-Orochimaru... ¿quién rayos será? ¿acaso será el sujeto que vi?-

-Ya llegué! perdón por hacerte esperar- Fumiko apareció de repente y Temari en un rápido movimiento escondió la tarjeta en su cartera. Fumiko no notó esto y se limitó a recostarse en una de las sillas de descanso, venía algo distraída.

- Te ocurre algo Fumiko?- le preguntó Temari

-Sí... sabes qué? estuve pensando, ¿por qué no nos vamos juntas a Konoha? así podríamos ir platicando en el viaje, además casi que nos vamos el mismo día, sería ridículo que nos fuéramos solas no crees?

-Sí, me parece bien- asintió Temari, la verdad si le pareció una buena idea, así no se aburriría en el viaje.

- Uy! genial, le diré a mi novio que me vaya a buscar al aeropuerto, así aprovecho de que lo conozcas, ¿no te he hablado de él verdad?

-Creo que no, jeje

- Ay! te va a encantar, ese hombre me tiene loca! es un poco serio y siempre anda con una cara de pereza y cansancio, pero cuando lo conoces te das cuenta de que es un encanto.- Fumiko describía con mucho entusiasmo a su novio. Temari simplemente se limitaba a escuchar, lo que nunca se imaginó es que Fumiko prácticamente le narraría toda su historia amorosa con su novio. Cuando terminó de contarle "la mitad" de la historia, Fumiko le dijo que "continuaría" en el avión para así tener un tema "interesante" de conversación. Temari se limitó a suspirar, sentía pena por el pobre tipo el tener que "soportar" a semejante mujer, no es que no le agradara Fumiko, pero se había dado cuenta que era del tipo de chicas que una vez que le das cuerda no se calla jamás y si el chico en cuestión era del tipo tranquilo y de evitar problemas, definitivamente la que llevaba las riendas de la relación era ELLA.

"hmph, pobre tipo, definitivamente es un dominado" pensó Temari cruelmente y soltando una risita, definitivamente la vuelta a Konoha sería muy interesante.