Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

Escrito en el móvil, errores son sin querer.

Muchas gracias a Yayoi y todos los que leen.

.

.

.

Notas del fic.

Bueno, originalmente no iba a subir este a esta página considerando que ya lo subo en otra pero luego me dije que no todos los que quieran leer saben español y en amor no se traduce que yo sepa XD. Espero que les guste :) Advertencias Lemon, chan, yaoi, mpreg y muerte de un personaje.

Capítulo 1

.

Algunas veces sin importar cuanto te empeñes no podrás conseguir lo que deseas. Todo tu trabajo, cariño, amor y dulzura será pasado de largo como si no valiera nada; eso le ha pasado a Aladdin.

Cuando llegó a este mundo ignoraba muchas cosas. Desde como funcionaba, los seres que lo habitan y sentimientos. Si, estos últimos los que más problemas le ocasionaron, fue herido más veces de las que quisiera recordar por personas a las que amaba y en las cuales confiaba; incluso siendo traicionado en más de una ocasión. Pero siempre quiso creer que el rukh, el destino trasado por el rey Solomon tenía algo bueno para él. Que al final del camino estaría esperándole la felicidad eterna.

Cuando conoció a su amigo y candidato Alibaba fue algo que creyó con el alma aún sin saberlo en ese momento. Sentía que sus senderos se habían cruzado por una muy buena razón, que era el ser destinado a estar a su lado por el resto de la vida.

-"Me gustas"

Le dijo cuando conquistaron el laberinto de Amón, donde el como fiel amigo se arriesgó al punto de quedar inconsciente e incluso siendo secuestrado por el amo de Morgiana. Pero no le importó en lo más mínimo el dolor, sufrimiento y penurias si era recibido por la bella sonrisa del rubio. Sin embargo este no pareció entender el claro significado de sus palabras. Tuvieron que separarse un tiempo y cuando volvieron a encontrarse. Alibaba destrozó su corazón sin más. Le desconoció como su amigo diciendo que tenía nuevos compañeros, aún así le perdonó e incluso ayudó con los problemas de Balbad y Kassim. Debido a ello perdió a un ser importante: Ugo, aquel que era un amigo y hasta un padre, pero tampoco le culpó, como nunca hacia. Ambos estaban lastimados por la pérdida de alguien y sin embargo Aladdin le consoló y cuidó tanto como le fue posible con la nula energía y ánimo que tenía. Sobreesforzó su pequeño corazón en bien del ser amado, pero este nunca lo notó.

Convivían de manera cotidiana. El menor se vió obligado a reprimir su propio sentir por no incomodar al esgrimista. Siempre pensando en su bienestar, antes, durante y después de cualquier situación estaba él.

Lo guió por un nuevo laberinto; Zagan. Pero el djinn no escogió a su candidato sino a Hakuryuu. Al principio se sintió un poco molesto pero también debía admitir que le quedaba una gran duda.

-¿Por qué Zagan-kun no le escogió? ¿Hay algo que no estoy viendo?

"-No me gustan las personas que traicionan a sus amigos."

Eran las palabras del ente de piel azulina que se repetían constantemente en su mente.

-Él no es esa clase de persona. Jamás lastimaría ni traicionaría no solo a un amigo a nadie.

-No te engañes- le decía una voz todo el tiempo.

¿Acaso el rukh que le ama y quiere prevenirle del sufrimiento?

- El no te ve como quisieras, le sobreestimas.

-¡Eso no es verdad!

-Te trata como su amigo pero no has querido ver que solo te utiliza.

-No lo haría.

-Consientemente tal vez, pero no se da cuenta de lo que hace. ¿No son ese tipo de personas las más peligrosas?

-...

-¿Por que callas? ¿Con qué intención te sigues mintiendo? ¿Por qué te aferras a la sombra de un fantasma que nunca existió?

-¡Eso no es...!

Las palabras se negaron a salir de su boca, quedando atoradas en algún lugar de su corazón y clavadose como si fueran filosos cuchillos que no hacían más que causarle sufrimiento y desgarrarle el alma. Provocando su llanto, siempre en soledad. Jamás se permitió mostrar una sola lágrima delante de su amigo para no incomodarlo; como si la nostalgia y tristeza fueran el más grande pecado del mundo. Como un crimen o una marca en la frente que causara vergüenza y se tuviese que esconder. Así era la vida diaria de Aladdin.

Ante todo siempre una bella sonrisa, aún cuando tuvo que decirle al rubio que se iría a estudiar a Magnostad. Este como toda la vida no supo entenderlo y le hizo tremendo berrinche tirándolo de ser frío. Esa noche durmió solo pues el chico no volvió a dirigirle la palabra hasta que le encontró en el barco. Se abrazó con fuerza a una almohada mientras la llenaba de gotas saladas que difícilmente le permitían respirar. Su pecho dolía y su rostro ardía y se cuestionaba seriamente si lo dicho por el contrario era verdad. ¿Acaso es él el culpable de que Alibaba no pueda amarlo?

De alguna manera hicieron las pases en el camino y no volvieron a verse hasta mucho después. Cuando casi es asesinado por Muu Alexius.

-"Lo siento pero no podía permitirlo. Él es la persona importante que estaba buscando."

Argumento dicho de manera torpe y al azar que solo le hizo tener la esperanza de que le mirara ahora de otra manera. No podía estar más equivocado. Su relación no cambió ni un poco.

Tratando de proteger la vida de todas las personas peleó junto a su candidato, que nada más saber que Al Thamen tenía algo que ver lo tomó personal y él estaría ahí para protegerlo. A lo lejos vislumbró que su amigo Kouha corría peligro, pero el esgrimista llegó más rápido y le salvó; le miraba orgulloso pues por fin podía equiparse su djinn. Llegaron más enemigos pero antes de siquiera mover un dedo fueron eliminados.

En ese momento le conoció: Ren Kouen.

Su sola presencia le intimidó y su eterno ceño fruncido no ayudó ni un poco a cambiar o mejorar esa primera y durante mucho tiempo única impresión.

El rubio se paró altanero en el camino del recién llegado encarandole con insolencia. El pequeño solo pudo mirarle confundido sin entender las intenciones que tenía.

-"Soy Alibaba Saluja, príncipe de Balbad y he venido a salvar a Ren Kouha."

El aludido se sintió insultado y menospreciado, su magi decepcionado. ¿Acaso estaba usando la vida alguien como mera excusa para tener un poco de reconocimiento para su país? Pero el pelirrojo le miró impasible y con una sencilla frase le humilló sin ser esa realmente su intención.

El peli azul sabía muy en el fondo que Alibaba se lo había ganado a pulso, pero aún así se sintió mal por él.

Una extraña entidad se manifestaba en el cielo, Aladdin intentó prevenirles pero fue ignorando y menosperciado por los familiares del primer príncipe, no así este que le miraba con intensidad casi sintiendo que le atravesaba de lado a lado. Invocó a los djinn y Kouen le prestó la ayuda de todos los contenedores de rey del imperio con la condición de que posteriormente le contara la historia del otro mundo. Pues siempre ha sido un hombre curioso y ávido de conocimientos e información.

Luego de una cruel batalla en donde se perdieron tantísimas vidas se reunieron todos los involucrados. Ren Kouen y Sinbad se veían dispuestos a enfrentarse. Y todo debido a la arrogancia del monarca que buscaba una oportunidad para apropiarse de Magnotad, en una rápida jugada el oji rubí tomo de la muñeca el pequeño y lo atrajo a su cuerpo poniéndole nervioso como nunca antes. Sudaba como loco por todos lados y no sabía si era de miedo o por otra cuestión.

-"Entonces yo me quedo con el magi."

Un grito de todos los testigos se hizo presente, Aladdin no dijo nada, quedó embobado con la sonrisa un tanto sicópata que le dirigió el usuario de Astaroth. Al final Sinbad desistió y el hombre le dejó en libertad causandole un extraño vacío en el corazón.

Volvió a Sindria en compañía de sus amigos y festejaron como siempre una nueva victoria. Su candidato bebió de más, aunque eso es irrelevante. Podría tomar una sola copa y estaría ebrio por ello. En ausencia de sus cotidianas facultades mentales afirmó tener una relación con Toto. Aladdin sintió un fuerte mareo y estuvo a nada de caer de sentón, pero logró sacar fuerzas de su herido corazón y le felicitó. Le dolía que no fuera a él a quien amaba pero si lograba ser feliz el también lo sería con el tiempo. Lloró como nunca antes esa noche, incluso sintió deseos de no despertar más y solo para enterarse por la mañana que había sido una mentira para no verse patético, pero el menor lejos de enojarse le consoló y agradeció tener otra oportunidad para decirle lo que siente.

Y así lo hizo esa misma tarde, pero como todo el tiempo sus palabras fueron malinterpretadas como gestos animosos de amistad.

Un día les llegó una carta a Sindria con motivo de la gran cumbre en la que el hijo de Solomon contaría lo ocurrido en Alma Toran. En esta el primer príncipe solicitaba la presencia de Alibaba, pero también la del infante. Eso le hizo sentir feliz por alguna extraña razón, como si tuviera deseos de verlo. Pero Alibaba no le dejó ir argumentando que el mayor estaba interesado en la sabiduría de Solomon y podría intentar hacerle algo. Dócilmente obedeció, como siempre creía ciegamente en las palabras del rubio. Nublando su juicio. ¿Quién tenía más que perder en caso de que fuera una trampa; un conquistador de calabozo o un mago de la creación? No fue capaz de ver la respuesta obvia.

El día de la cumbre llegó, les contó lo ocurrido. Alibaba se atrevió a decir que sus vidas eran iguales como si fuese una competencia para ver quien sufría más; pero Kouen le dio las gracias con una hermosa sonrisa que le hizo sonrojar. Ese día por primera vez logró ver a un hombre dulce y amable y no al atemorizante príncipe de un imperio.

Tiempo después se enfrentó a Hakuryuu y Judal pues tenía el firme deseo de evitar una guerra. Él se quedó hablando con el sacerdote mientras su candidato con el oji celeste. Pero las cosas no salieron bien; un enfrentamiento se dió entre ellos y terminó perdiendo al ser amado...Alibaba. Hizo todo lo que estuvo a su alcance para traerlo de vuelta pero nada pudo hacer. Su corazón se rompió en miles de fragmentos pero no se rindió. No podía darse ese lujo cuando su amigo se había sacrificado por el bien ajeno. No supo muy bien lo que hizo durante esos días y sin notarlo llegó con el primer príncipe imperial. Aún recuerda que era una noche de clima agradable y caluroso, gran contraste para el frío que habitaba en su pecho. Entró por la ventana y se quedó mirando al pelirrojo. Daba pena. Heridas, raspones y rasguños era cuanto cubría la suave y delicada piel de su cuerpo. Aunado a la ropa desgarrada en varias zonas y cubierta de sangre y lodo al por mayor. Kouen le miraba con seriedad.

-¿Qué sucede?-dijo con voz grave y a la vez preocupada.

-...

-¿Por qué estas tan herido?

-¡Ojisan!

Fue incapaz de contener las lágrimas por más tiempo y se lanzó a sus brazos, quería, no, necesitaba consuelo y es la única persona que acudió a su mente. El hombre le tomo con fuerza en un abrazo protector. Como si deseara esconderle del sufrimiento mundano. Ese pequeño trataba de no mostrar sus lágrimas, pero en esta ocasión el dolor es grande y le ahoga. Siente que de no compartirlo terminará muriendo a causa de ello. Se remueve entre hipos, temblores y sozollos. Se aferra como puede al pulcro ropaje del contrario. Abre los ojos desmesuradamente cuando cae en cuenta de que le ha ensuciado, intenta apartarse ganandose un gesto interrogante.

-L-lo siento, no quería...he manchado...

El otro suspiró casi ofendido.

-¿Por qué me dices semejante tontería?

-Ah...yo...

Un índice le invitó a guardar silencio.

-Si no quieres hablar no es necesario que lo hagas. No me gusta ver a la gente llorar-niega con la cabeza-no, eres tu al que no quiero ver así.

El pequeño se sonrojo mientras las gotas saladas perlaban sus mejillas.

-Siempre sonríes pero me da la impresión de que has pasado por mucho, como si no fueras feliz. No voy a jactarme de conocerte ni ser un maestro de la comprensión porque no lo soy. Pero veo tu dolor, de eso entiendo mucho. Por eso...

Le tomó del mentón y le miró directo a sus hermosos orbes del color del cielo.

-No tengo idea de que te tiene así, pero si me das la oportunidad me gustaría aliviar tu pesar. Se que hay alguien ocupando tu corazón porque siempre te he observado. No quiero obligarte a nada ni interponerme en tus deseos, creeme cuando te digo que es lo último que haría. Soy un hombre que toma las cosas por la fuerza y por instinto. Pero no a ti, eres algo demasiado valioso, como un cristal y temo romperte, dame una oportunidad, solo eso te pido. Prometo que haré todo lo posible para que te enamores de mi.

El peli azul no supo que decir, se aferró con más fuerza creyéndose una basura. Alibaba jamás le miró de manera romántica pero de alguna manera sentía que le traicionaba. También debía admitir que sentía algo por el príncipe pero no sabía que. Este siempre le ha mostrado gestos amables y palabras justas que le ayudan siempre a sentir mejor. Desea darle una oportunidad pero está confundido.

Los dedos del pelirrojo acarician sus labios con sutileza, debatiendose entre besarle y no. Desde la primera vez que lo vio sintió interés, pero ahora está seguro de que es amor. Habla muy enserio cuando dice que quiere aliviar su dolor y es lo que provocará si le besa a la fuerza. Así que muerde sus labios en un intento de contenerse. El menor acerca sus dedos y toca la herida recién infringida en un intento de sanarle. Es él quien necesita ayuda y aún así se preocupa por otros. ¿Cómo puede alguien siquiera pensar en rechazarle?

Esos ojos tan bellos y necesitados de amor...se controló cuanto pudo pero dista mucho de ser un santo. Se acerca al rostro y deposita un sensual y candente beso...eso a opinión suya en la pequeña frente.

-Ojisan...

-¿Qué sucede?

-¿No te da asco?

-¿El qué?

-Bueno, tuve un enfrentamiento y me has visto, estoy lleno de sangre y lodo.

-Eso es lo menos, podrías estar lleno de excremento y siempre serás tu.

El infante le miró con un gesto bastante curioso.

-Ja ja ja ja que cosas más extrañas dices Kouen-ojisan.

El otro sonrió, la alegría es la única faceta que goza de ver en Aladdin y este se la ha regalado sin ser consiente de ello. Su fortaleza, ternura e inocencia le han cautivado, sería el ser más feliz del universo si consigue que se quede a su lado.

-¿Me darás una oportunidad?

-Prometo intentarlo.

El príncipe le tomo de la cintura y beso sus labios con fuerza, ternura, pasión y respeto. El pequeño no está seguro de poder corresponderle o de entender sus propios sentimientos en este momento. Solo hay algo que sabe y es que por primera vez se siente especial. Kouen le toma entre sus brazos.

-¿A dónde vamos?

-A tomar un baño. Tus heridas podrían infectarse si se quedan así.

-¿Eh?

-¿Me harías ese favor?

Lo dijo con el ceño fruncido y tono tan autoritario que en lugar de petición parecía una orden, así que no pudo evitar reír nuevamente. Se abrazo al cuello del mayor y se dejó consentir, estaba muy cansado como para intentar escapar, además tampoco es que quisiera hacerlo.

Una oportunidad, es lo que este le pidió. Pero siente que quien la ha recibido es el mismo. Una para ser feliz. Quizá este sea el camino que Solomon trazó para el y no había logrado ver.

.

.

.

Notas finales.

Bueno para los que leen en fan fiction este fic lo iré corrigiendo porque algunos caracteres de la otra página no los lee aquí y no se entendería pero poco a poco los iré pasando, igual no soy muy tardada lo más seguro es que lo actualize más o menos cada dos semanas como todos los demás XD. Muchas gracias por darle la oportunidad! Nos vemos la próxima.