-PRÓLOGO:

Un disparo sonó en la antigua fundidora Roosmore el sonido que sin haberlo imaginado se quedaría en mi memoria marcando el día en que mi vida complicada y desastrosa se reivindicaría y encontraría un motivo para sobrevivir… Desde ese día me prometí hacer hasta lo imposible para ser una persona digna y no es que me arrepienta de mi pasado, después de todo yo nunca me arrepiento absolutamente de nada… Ni mucho menos el haberte conocido…

CAPITULO 1: EL ÚLTIMO DIA

Una sombra se deslizaba por los barandales de la vieja fundidora corriendo a toda prisa esquivando las balas de quienes en algún momento le habían jurado lealtad, pero bueno ¿el dinero lo compra todo no? …

… - Tsk esos malditos deberían estar agradecidos…

¡Bang! Una bala rozo el hombro de la sombra mientras cargaba su arma, maldijo en voz baja por estar en desventaja pero siempre fue famosa por su ingenio después de todo que más puedes hacer si estas en desventaja que jugar sucio. Eran cinco dos de ellos en una postura muy arriesgada bajo esas cajas de acero colgando del techo con esas viejas cadenas oxidadas, es obvio no?.

... - Bingo ..

El disparo destrozo la cadena y cinco menos dos es tres, y esos dos quedaron muy bien aplastados, en la confusión la sombra se desplazó a la bodega de la fundidora donde un conjunto de contenedor apareció para hacer un buen papel para escabullirse.

-Oye! Sal de donde quieras que estés maldita cobarde, no puedo creer que le temimos tanto tiempo a una rata escurridiza

-Si vamos Ackerman o es que acaso la cazadora se volvió una presa

Exactamente esa sombra le pertenece a Mikasa Ackerman o como le decían sus "amigos" La cazadora, ya que no había una asesina tan sanguinaria como ella por eso la comparaban con un tigre claro no es un buen apodo pero no se puede usar muy bien la imaginación cuando el alcohol y las drogas te ayudan o talvez te dan un exceso de imaginación.

Mikasa: - Ahhh siempre supe que esto terminaría así, siempre quisiste ser como el no Auro? – Pregunto casi sínicamente ackerman

Auro: Cállate idiota! En realidad debería agradecerte por haberlo quitado del camino el viejo siempre fue un maestro admirable pero sabes que la profesión no nos permite la gentileza – Carga su arma y da un paso mas cerca de mikasa

Mikasa: - Adelante… dispara… - Dijo con una mirada estoica tanto que sus ojos parecían sin una chispa de vida.

Auro: - Glup...– trago saliva en realidad siempre le había aterrorizado la mirada de Ackerman incluso más que la del viejo.

Auro: - Vete al infierno Ackerman – disparo el arma, pero si tan solo hubiera sido más rápido

Mikasa disparo rápido y preciso a la cabeza de Auro, los otros dos quisieron arremeter pero ya era demasiado tarde, el plomo ya tomaba una siesta en sus aun tibios cuerpos.

Mikasa:- Suspiro - Al fin termino todo… - Arrojo el arma al suelo y dirigió su visión al viejo techo de la fundidora.

Mikasa:-"¿Por qué este mundo tiene que ser tan cruel?"…

No hubo tiempo de contestar la pregunta ya que el sonido de las sirenas de policía la sacó de sus pensamientos.

Mikasa: - Mierda!... – Intento huir por la salida trasera pero una mano se posó en su hombro y bruscamente la echaron al suelo.

… : - Mikasa Ackerman! Esta bajo arresto…

Mikasa: - Pero que mi… - Detuvo su forcejeo cuando vio el numero correlativo de la patrulla.

…: - Tiene derecho a guardar silencio y bla, bla, bla vamos ponte de pie – decía la oficial ya que era mujer su voz suave la delataba, a pesar de que hablaba en un tono de aburrimiento.

Mikasa: - Ok ya, no pondré resistencia - Se voltea y observa a la oficial que la acaba de arrestar y se quedó sorprendía por la apariencia de la oficial.

La oficial era de baja estatura, rubia de tez blanca de ojos azules con rostro fino y en su faz resaltaba una nariz aguileña en la parte izquierda de su pecho una pequeña plaquita con el apellido Leonhardt.

Oficial Leonhardt: - Hey! – Agita su mano para llamar su atención –

Mikasa: - Ah! Lo siento

Oficial Leonhardt: - Muévete quieres! No tengo todo el día…

Mikasa: - Ok… - "Wow pero que humor se carga esta chica".

La oficial llevo a mikasa hacia la patrulla donde la esperaba su compañero de turno el oficial Marco Bodt, era un chico alto de piel un poco mas oscura que la de la rubia, de cabello negro y de rostro amigable para ser policía y también demasiado pecoso diría yo.

Marco: - Hey! Annie hay un verdadero desastre aquí, hay seis cadáveres y todos de la misma banda,¿ ella es la única sobreviviente? – pregunta señalando a Mikasa.

Annie: - Hmmp si y también la culpable, la vi arrojar el arma – dijo secamente mirando a Mikasa fríamente

Marco: - Wow!¿ En serio? – dijo marco sorprendido y un tanto asustado ya que mikasa lo miraba sin inmutarse como que no fuera la gran cosa.

Mikasa: - Si ya, ya podemos irnos si me lograron arrestar quiero elegir la cama donde voy a dormir, Aunque me gustaría tener una bella compañera de celda – dijo con una sonrisa pícara y mirando a Annie.

Annie: - ¿Oye que me ves? Entra a la patrulla si tan impaciente estas – Empujo a Mikasa hacia a Marco

Marco: - Oh este… vamos sube – metió a Mikasa en el asiento trasero y él se puso a conducir

Mikasa observaba en silencio a los oficiales para sorpresa de ellos con una sonrisa esperando ansiosamente llegar a la estación de policía por alguna extraña razón.

Mikasa: - "Nunca pensé que disfrutaría tanto el ser arrestada, Ja! Esto va a ser más divertido de lo que pensaba" – Pensaba Mikasa observando por la ventana viendo la hermosa ciudad de New York…