UNA TARDE DE HOSPITAL

Disclaimer— Haciendo el reconocimiento de siempre... Todos los personajes son de Takehiko Inoue y todos lo derechos reservados le pertenecen... pero que no alegue por que a uno se le ocurre fantasear con ellos un poco ¿nooo???

Ahhh!! aquí encontrarán situaciones bastante explícitas, por eso es R así es que no aleguen después...

Demás no está decir que se esperan las amables opiniones de los lectores... sed benévolos pues es el primero de este tipo que escribo...

CAPITULO 1: SORPRESA

- ¿De qué te sorprendes?, era lógico que viniera

- si t... tú lo dices -dijo él evidentemente sorprendido y sonrojado. Tenía ante sí a un ángel, a la mujer que amaba más que a nadie y eso le daba ánimos y a la vez aceleraba su pulso.

- pensé que Gori no te dejaría venir.

- bueno... no es que me haya dejado, -dijo algo incómoda- la verdad es que pedí permiso a mis padres y listo, él no tiene por qué meterse en esto –agregó rápidamente.

- Haruko-san no te vayas a meter en problemas, dijo alegre pero con algo de preocupación el pelirrojo.

Ella con un gesto ahuyentó esa preocupación a la vez que le sonreía.

- Haré lo que crea conveniente Sakuragi y eso incluye venir a verte

Esa frase sorprendió al basketbolista quien miró con más atención a su amiga y secreto amor. Haruko vestía una larda falda que cubría sus delicadas piernas, aquellas en que había visto más de un moretón por las caídas cuando ella trataba de jugar basketball con él. La polera que cubría el resto era clara y ajustada, el conjunto mostraba a una Haruko más alta y bonita que de costumbre, como si para esa visita se hubiera esmerado más de lo usual.

- Te ves muy linda hoy, -la piropeó sonrojado -gracias por acordarte de mi -dijo Hanamichi

- Gracias Sakuragi-kun.

- Por favor, después de todo lo que nos conocemos, dime Hanamichi por favor -le pidió él bastante sonrojado, no sabiendo si ella aceptaría.

- Gracias por la confianza Hanamichi -le dijo ella sonriendo.

Para Haruko esa visita era especial y la había planeado cuidadosamente. Desde los nacionales que Hanamichi se le había revelado como un tipo genial, no sólo como un gran basketbolista sino con un muchacho dulce y decidido, y pudo entender por fin que la intensidad de sus miradas contenían más amistad, ella vio que Hanamichi al mirarla lo hacía con la misma intensidad, he incluso a veces más- que al jugar basketball, Haruko por fin entendió lo que significaba ser el centro de atención de alguien.

El tiempo que Hanamichi llevaba lejos y el intercambio constante de cartas le habían enseñado hasta qué punto necesitaba de su presencia su risa estridente, alegre y sincera, sus ojos penetrantes e inocentes con una mirada que no escondía dobles intenciones o falsedades, Haruko había por fin comprendido que la seguridad, alegría, protección y calidez que sentía junto al pelirrojo no se compraba con nada que antes hubiera sentido, incluso ese amor por Rukawa había quedado relegado, a él lo admiraba y siempre lo haría, Rukawa sería siempre su ídolo pero Hanamichi en definitiva era su amor.

Por eso había ido, después de hablarlo con Ayako se había decido a confesarle sus sentimientos al pelirrojo, sabía que nada podía salir mal ya que Ayako le había asegurado que Sakuragi le correspondía.

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- Pero que bien Haruko, hasta que por fin te diste cuenta de lo que Sakuragi siente por ti -le dijo una risueña Ayako a cuando le había comentado que la mirada del pelirrojo le transmitía mucho amor.

- Pero aparte de darte cuenta de sus sentimientos... ¿qué sientes por él Haruko?

-.... darme cuenta de esto me pone nerviosa... no sé como actuar...

- Igual a como te sentías con Rukawa ¿verdad?

- Si, pero a la vez es diferente, Rukawa me ponía nerviosa y a la vez me intimidaba, me sentía una niña tonta a su lado...

- Y con Sakuragi??

- Con él no me siento tonta -dijo rápidamente y con un sonrojo- me hace sentir confiada, tranquila, protegida y alegre, Sakuragi me hace reír y disfrutar de todo lo que me rodea … el nerviosismo surgió ahora, tras los nacionales, al imaginar su vuelta me pongo nerviosa pensando en como me mirará... o qué me dirá...

- Haruko... estas muy sonrojada...

- Es que imaginar su sonrisa y sus ojos en mi...

- Ya veo...

- ¿Qué?

- Te enamoraste de Sakuragi

- ..... ¿tú crees?

- A ver.... ¿qué opinas de las cartas de admiradoras que le llegan todas las semanas?, ¿le has respondido a alguna por tú cuenta?

- Eeehhh... o sea... pe.. pero es que algunas son muy descaradas con sus ofrecimientos, claro que se lo he contado a Sakuragi -se apresuró a decir- a él le parece bien por que a fin de cuentas le reconocen su talento...

- A ti qué te hacen sentir?

- ...celos -dijo con un suspiro de derrota- tienes razón, algunas me molestan mucho e incluso les he respondido por él diciendo que estaba comprometido y que no podía corresponderles...

- Entonces ni hablar, estás enamorada y punto... solo queda que se lo digas a él

La mirada de Haruko era de incredulidad, como si le hubieran pedido algo que ni en un millón de años podría hacer.

- Vamos anímate, él no te rechazará por que desde que te conoció que le gustas, así que al decírselo estarás cumpliendo el sueño de su vida.

- Lo crees de verdad?

- Confía en mi, lo único que Hanamichi Sakuragi ama más que al basketball es a ti, estoy segura de ello.

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Y esa conversación la había llevado al hospital donde se encontraba el pelirrojo jugador, iba decida pero no sabía cómo se lo diría, como demostrárselo, porque a pesar de las palabras de Ayako temía al rechazo. Y ahí frente a él Haruko sentía como su corazón latía aceleradamente, no podía creer que Sakuragi no lo sintiera por que a ella le parecía como un tambor batiente que la ensordecía. Pero no, él estaba tranquilo y alegre mirándola, ignorando todo su nerviosismo y la preocupación que la atenazaba.

- Haruko, ¿te pasa algo?, pareces algo distraída... más de lo usual jejeje - le dijo riendo ligeramente

- Ahh... puede ser... dijo sentándose con un suspiro en la silla al lado de la ventana de la habitación.

Sakuragi al verla pensativa fue a sentarse a su lado preocupado por la expresión de su Haruko, sabía que algo le preocupaba profundamente y que tenía algo de recelo de contárselo y eso no le gustaba, ella era para él lo más importante y en el tiempo que se conocían había aprendido a leer en sus ojos, en sus gestos cuando había algo que la preocupaba, molestaba o tenía triste. Hanamichi lo único que deseaba era que ella confiara en él y quizás así algún día...

- Tienes una vista preciosa desde aquí?... el mar, su sonido y aroma –dijo a la vez que abría la ventana y aspiraba- se siente realmente bien... así sanarás pronto

- Supongo que si, el lugar es muy tranquilo y por lo general me dan bastante libertad

- Me alegro... y ¿qué tal va el tratamiento?

- Bien, aunque desearía que fuera más rápido, quiero volver a mostrar las habilidades del tensai jajajajaja - rieron ambos, una risa liviana y de corazón

- Supongo que el equipo te hace falta...

- Claro que me hacen falta.... o sea... buenooo.... no tanto en todo caso.. dijo apresuradamente

- jajajajaja se más honesto Hanamichi...

- Bueno, pero no se los digas eh?

- Esta bien -respondió Haruko con una sonrisa. Miraba a Sakuragi y por más que buscaba la forma no sabía cómo decirle lo que sentía

Sin darse cuenta Haruko se mordió el labio inferior pensando y pensando mientras miraba el mar sin reparar en la mirada preocupada de Sakuragi, quien se vio excluido de sus pensamientos -o por lo menos eso creía él-.

Se acercó a ella y en un acto de suprema valentía, a pesar de temer al rechazo sintió deseos de mostrarle algo de sus sentimientos por ella. Se arrodilló frente al sillón en el cual estaba y acarició con su mano el rostro preocupado de Haruko. A ésta la caricia tan suave y delicada le sorprendió haciéndola sonrojar visiblemente y bajar la vista. Sakuragi tomó su mentón con su otra mano y le hizo levantar la mirada, encontrándose con sus ojos castaños. La dulzura que vio en Hanamichi la inundó por completo haciéndola sonreír y levantar su mano para acariciarlo.

- Nunca pensé que tu mano sería tan suave y delicada- le dijo en un susurro.

- Gra.. gra.. gracias –le respondió totalmente sonrojado, sin palabras, aunque continuó acariciando con su pulgar la mejilla de Haruko

- Estas más moreno, tomar sol te ha puesto más atractivo.... tus ojos se ven más claros, más alegres... -se atrevió a decir la chica. Ya no tenía miedo por que en la mirada que le dio el pelirrojo vio con claridad todo el amor que le tenía y estaba segura que sería bien recibida por él.

Por su parte, Sakuragi no cabía en sí de felicidad, Haruko se mostraba dulce con él aunque pensó que solo era por amistad.

- No me halagues tanto o creeré que te convertiste en admiradora mía y no de Rukawa- dijo traviesamente el pelirrojo.

Al tiempo que delineaba con uno de sus dedos los labios de Sakuragi Haruko le respondió suavemente.

- Siempre he sido tú admiradora, siempre he confiado en ti ¿lo olvidas?

- Eehh... no …..-Sakuragi ya no resistía todo lo que le estaba pasando, sentir en sus labios la caricia de Haruko le dio todo el valor que nunca había tenido –por favor Haruko… no sigas…

- No siga qué?.... tocándote?.... la verdad es que en este momento ya es un poco difícil.. le dijo en un susurro a la vez que se acercaba a un paralizado Sakuragi. -¿sabes?, he descubierto varias cosas en este tiempo….

Pero ya Haruko no pudo seguir susurrando nada ya que sin poderse contener más Sakuragi la había besado.

Por la sorpresa en un comienzo fue un beso algo tímido y a la vez suave, pero ambos comprendieron sin palabras que eso era lo que esperaban y querían al tiempo que hacían ese beso más profundo. Los labios de Haruko se abrieron para darle paso a Hanamichi quien penetraba en ella con su lengua acariándola, a lo que Haruko respondió con igual intensidad y dulzura. El baile en sus bocas no se podía ya detener, Haruko abrazó a Sakuragi quien la pegó a él sintiendo el calor de su pequeño cuerpo.

- Ha… Hanamichi…

- Haruko, perdóname por favor.. pero es que te amo y no pude evitarlo.. -dijo él compungido

- No, no te preocupes, yo... vine hoy justamente por que quería decirte lo mismo Hanamichi –mirándolo fijamente- yo también te amo, lo sé ahora

- Es verdad?? –dijo levantándose y mirándola con todo el cariño del mundo

- Si, te amo, ya no hay más Rukawa, en el mundo para mí sólo existes tú, y todo lo que me haces sentir

Ambos se pusieron de pié mirándose, el mundo parecía no existir, solo estaba esa declaración de amor, las aspiraciones y deseos de Hanamichi se habían vuelto realidad, ahora sólo le quedaba disfrutar de aquello que amaba.

Se abrazaron y el alto pelirrojo tomó por la cintura a Haruko y la levantó haciéndola girar de felicidad

- Ahora si, el tensai tiene todo lo que quiere en éste mundo... Haruko, me has hecho el hombre más feliz…. Haruko, ¿quieres ser mi novia?

- Eso ni tienes que preguntarlo Hanamichi, desde hace rato que ya me siento como tal- dijo riendo al tiempo que lo envolvía con sus brazos y le besaba la punta de la nariz.