Hola aquí les traigo algo nuevo, espero les guste.
Disclaimer: Harry Potter y sus personajes le pertenecen a J. K. Rowling.
"Esta historia participa de Desafíos "Buscando la inspiración" del Foro First Generation: The story before books".
Trois Aigles
Hermione estaba en shock al ver a su novio besar a una chica de Gryffindor, según recordaba se llamaba Lavender Brown. Pero lo que más le impacto fue escuchar sus insensibles palabras.
- Le he estado dando a Hermione una poción de amor, desde cuarto… ella no me dejara nunca.
Todo era una mentira, todo lo que creía hermoso y completo, el amigo que creyó que era Ron, todo era nada más que un vil truco de una poción de amor.
- Mai, lo siento mucho – Cho, su compañera de casa le puso la mano en su hombro y Hermione no tuvo que ver para saber que Luna estaba atrás de ella para animarla también, ambas tenían sus varitas apuntando en dirección de Ron, listas para hechizarlo en cualquier momento – bueno, no pensamos que terminaría así.
Hermione dio una risa vacía y vio a su mejor amiga – Tú fuiste la primera que me dijo que Ron no era para mí… debí haberte escuchado.
- Cierto, pero nunca sospeche que todo fuera por una poción de amor… si lo hubiera descubierto hace tiempo habría hecho algo y habría matado al imbécil de Ron.
Y era verdad, si alguna de las tres hubiera sabido que todo era un truco por la poción de amor hubieran hecho algo para evitarlo, aunque agradecieron que lo descubrieran ahora y no cuando hubiera sido demasiado tarde. En ese momento Hermione dio gracias más que nunca el haber sido puesta en Ravenclaw a los once, porque así pudo tener la oportunidad de tener tan grandes y sinceras amigas como lo eran Cho y Luna. Las tres águilas inseparables.
- Debí de hacerte caso y no dejar a Vicktor por Ron – Hermione se sintió culpable por dejar que una poción hiciera que perdiera al hombre que tal vez aun seguía amando – debí ver los signos de que Ron me era infiel y que me mentía, debí de confiar en ti Luna cuando me dijiste que no era normal el cambio drástico en mis sentimientos.
Ambas chicas vieron con tristeza a su amiga, se alegraban que por fin ellas supieran la causa, pero eso no evitaba el dolor que su amiga estaba sufriendo ahora.
- Deberíamos irnos por ahora – Luna vio como la pareja oculta se iban a otra parte – debemos quitarte los resto de la poción, y ver si aun…
No pudo terminar al saber que sería doloroso descubrir si Hermione aun amaba a Viktor, si era así tendrían que hacer planes para que ellos se arreglasen, aunque lo dudaba por la forma en que terminaron su relación.
Las tres asintieron y se fueron a la enfermería a que Poppy Pomfrey le diera algo para revertir el efecto de la poción, cuando la enfermera se entero, se indigno por tal vil acto y le dio a Hermione la poción. Luego unos minutos, las tres vieron como Hermione fruncía el ceño y se frotaba con insistencia el pecho, con dolor.
- No… - Hermione lloro desconsolada, Pomfrey no sabía lo que le pasaba y a cada minuto se sentía cada vez más preocupada por la chica pero las dos amigas de Ravenclaw le dijeron sobre cuál podría ser el problema, confiaban en la enfermera lo suficiente como para revelárselo, incluso la sospecha acertada de que Hermione aun sentía algo por el Búlgaro. La enfermera prometió guardar el secreto pero con la condición de que Dumbledore lo tenía que saber y a lo que las chicas no pudieron negarse.
Luego de un rato, en que Cho y Luna pudieron calmar a su amiga, fueron a su lugar secreto favorito, quedaba en el bosque prohibido y era donde residían sus preciadas y fieles águilas. Alshain, Tarazed y Altair, ellos eran la principal razón por la cual las apodaban "Las tres águilas"... bueno eso, y que ellas han estado ayudando fielmente a Harry en sus aventuras en contra de Voldemort y sus mortifagos.
Hermione conjuro un pequeño bastón y espero a que su Altair se posara en ella, cuando lo hizo le acaricio la cabeza – lo siento amigo, hoy no traje comida.
Cho y Luna hicieron algo similar con su Alshain y su Tarazed, respectivamente, y vieron como su mejor amiga se animaba un poco al estar con su águila. Alshain, Tarazed y Altair eran águilas espaciales, tenían un plumaje blanco a excepción de su cola y sus alas que tenía cierta coloración rojiza, según el que se las vendió, esas águilas tenían sangre de fénix y de hipogrifo.
Pasaron un rato jugando con sus aves, sin sacar el tema de Ron ni de Viktor, por el momento, querían esperar a que pasara un poco el dolor de Hermione.
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Alshain y Tarazed volaron en círculo arriba de ellas, esperando por su hermano para acompañarlos.
- Altair, ya estoy bien, puedes ir con tus hermanos – Hermione acaricio la cabeza de su águila y sonrió al ver como Altair se arrancaba una de sus plumas y se la daba – Gracias.
El águila de Hermione tomo vuelo junto con sus hermanos y con una pirueta las tres águilas volaron lejos de sus maestras.
Hermione vio a Cho y a Luna, sabía que ellas sacarían el tema pronto y apretó la pluma de su Altair, esperando que esta le trajera la fuerza necesaria para afrontar esa conversación.
- Mai, ya que sabemos lo que es capaz de hacer Ron ¿Qué harás? – Cho se sentó en una piedra gigante y espero a la larga conversación que se avecinaba.
Luna se sentó a su lado y vio los las hojas de los árboles con calma, ella sabía que sea lo que Hermione decida ellas la apoyarían, incluso Cho que era la que más en contra estuvo con su noviazgo con Ron, fue lo suficientemente madura como para no estropearle la felicidad a su amiga, o lo que creían que era su verdadera felicidad.
El tiempo pasó y las tres hablaron del problema, siempre se ayudaban cuando a una le pasaba algo doloroso y Cho fue de gran ayuda al tener ya experiencia con el dolor de la pérdida de su novio Cedric.
Hermione vio con seriedad y decisión a sus amigas – voy a terminar con Ron, pero lo hare a mi manera.
Cho y Luna sonrieron al mismo tiempo.
- Y que sea con orgullo, amiga – Cho asintió feliz.
- Y vuelve a ser la Mai que conocemos – Luna jugó con su varita y conjuro un hechizo que ocasionaba que de la punta salieran luces.
Las tres sonrieron y se abrazaron, el resto del tiempo que tenían en soledad lo aprovecharon para planear él como Hermione terminaría con Ron, y en secreto Cho y Luna planearon el cómo hacer para que su amiga este con Viktor.
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Al día siguiente, Hermione entro en el Gran Comedor y para sorpresa de los estudiantes, ella se sentó en la mesa de los Ravenclaw, en vez de la de su novio en Gryffindor como ya parecía costumbre de ver. Ella se sentó molesta, aun recordaba su encuentro con Ron unos minutos antes.
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- Ron ¿Podemos hablar un momento? – Ron dejo de bromear con su amigo para ver a su novia, sonrió feliz para luego despedirse de Harry.
- ¿Qué sucede? ¿Me extrañaste tanto que viniste a verme? – Ron se acerco a su novia para poder besarla pero fue detenido por Hermione - ¿Qué pasa?
Hermione suspiro para poder calmarse y vio con el ceño fruncido a Ron – quiero saber si me amas.
Ron se quedo sorprendido para luego reírse a carcajadas - ¿Qué dices? Claro que te amo Hermione.
- ¿Entonces, por qué me engañas? – Ron dejo de reír para ver pálido a su chica.
- ¿En- engañarte? ¿Q- qué estás diciendo linda? – Ron pasó su mano por su cabello rojizo y vio a otra parte con nerviosismo.
- Ron quiero que seas sincero conmigo, justo ahora – Hermione se cruzo de brazos y vio con dureza a su ex-novio – si me lo dices, solamente terminaremos nuestra relación pero si sigues mintiéndome te caerá una sorpresa en forma de lección de mi parte.
Ron frunció el ceño en confusión - ¿Me estas amenazando? No espera un segundo… ¿Por qué crees que te estoy mintiendo? ¿No confías en mí?
Hermione bajo la vista con decepción, aunque Ron no lo supiera ese comentario tan cínico fue suficiente para matar lo poco que aun sentía por él, la amistad que aun pensaba que podía recuperar.
- Si confiaba en ti Ron, deje de salir con Viktor por ti, me aleje de mis compañeros de casa para poder estar con los tuyos y hasta te di una última oportunidad para que tú mismo me dijeras sobre tu engaño… pero creo que te di demasiadas oportunidades... sé que has estado viendo en secreto a Lavender y que has estado usando una poción de amor para tenerme atada… terminamos Ron… en todos los sentidos.
Hermione se volteo para entrar en el Gran Comedor y saludo con la cabeza a sus amigos en Gryffindor, Harry, Ginny y Neville.
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- Hey, Mai – Cho se sentó a su lado y vio a la mesa de los Gryffindor – veo que no te fue muy bien, al parecer.
Luna se sentó a su otro lado y asintió al ver la furia en los ojos de su amiga.
- Siguió mintiendo hasta el final… y hasta tuvo el descaro de decir que soy yo la que no le tiene confianza – Hermione mastico un pan con mermelada.
Las tres amigas vieron con paciencia a que todo lo que prepararon sea puesto en marcha, y justo en ese momento paso. De la ventana entraron tres águilas blancas y danzaron por todo el lugar hasta que se detuvieron en la mesa de los Gryffindor. Altair, el águila de Hermione, se puso en frente de Ron y le mostro un pergamino.
Ron estaba impresionado con el show y vio con desconfianza al ave con el pergamino, era obvio que su novia había planeado algo para vengarse de él, lo supo cuando entendió sus palabras. Con renuencia tomo el pergamino y lo abrió con cuidado.
El pergamino giro en un pequeño torbellino y se convirtió en un pequeño muñeco de papel. El muñeco vio a Ron con molestia y dijo con voz fuerte – Ronald Weasley, hoy aquí soy el enviado de las tres águilas para decirte que ya no eres novio de Hermione, ya no tienes derechos sobre ella, y que lo sepa todo el mundo, no eres más que un mentiroso que necesita de una poción para mantener a una mujer a tu lado.
Todos en el Gran Comedor vieron impresionados de que las Tres Águilas decidieran poner como show la rotura de la pareja del año, y poner al descubierto el truco que Ron había hecho para mantenerla junto a él. Los estudiantes más intuitivos y astutos vieron con atención a lo que pasaría, era obvio que esa era una venganza en contra del Weasley y los más cercanos a Ron se alejaron con precaución.
- Y como ultimo regalo, te daré una advertencia para que nadie más vuelva a caer en tus juegos – el muñeco sonrió con perversidad y desapareció en una pequeña e inofensiva explosión de confeti, cuando todo termino y Ron vio que nada le había pasado hizo que riera aliviado y mirara a la mesa de los Ravenclaw.
- ¡Muy maduro, Herm, pero eso no me afecto tanto! – todos en el Gran Comedor vieron con ojos impactantes a Ron, todos estaban en shock. Ron tenía la cabeza calva y en medio de su frente se veía con claridad la palabra "Infiel" y debajo de esta "mentiroso". Luego de que pasó el lapsus de conmoción todo se rieron con la divertida imagen, todos a excepción de Harry, Ginny, Las Tres Águilas y Ron, quien este último aun no sabía el porqué de la risa.
- Chicas yo solo dije que le pusieran la palabra en la frente ¡No que le quitaran todo el pelo! – Hermione se tapo la boca cuando sintió una risa naciendo, eso si no lo esperaba.
- Bueno ese era plan original pero le puse un extra de mi parte – Cho sonrió al ver las carcajadas escondidas de Hermione, en realidad ese era un regalo extra para ella ya que le tenía una noticia que no le gustara mucho en cuando se la dé.
Luna comió como si nada pasara a su alrededor pero aun así tarareaba una melodía graciosa, demostrando lo mucho que se divertía con la imagen de una Hermione sorprendida y con temblores de sus risas – el pelo le crecerá en unas horas, pero las palabras duraran una semana en borrarse– dijo soñadora.
Hermione suspiro aliviada y vio como Ron, al sentir frio en la cabeza se toco con desespero y luego se paro con espanto y salió corriendo del Comedor. Ella no sentía alivio por Ron, sino por ellas, ya se habían arriesgado mucho en hacer esa broma vengativa en frente de los profesores.
- No han hecho otros planes ¿verdad? – Hermione vio con suspicacia a Cho, entre las tres ella era la más vengativa cuando se molestaba, aunque Hermione admitía no ser una santa. Ella vio como Cho compartía una seria mirada confidente con Luna y no supo por qué pero no sintió un buen presentimiento en ese gesto - ¿Qué hicieron?
Ambas Ravenclaw le pidieron a su amiga que las tres salieran del comedor para poder hablar con más privacidad, caminaron hasta la parte del bosque prohibido donde ellas acostumbraban a ir y se sentaron en unas rocas.
-Bien, nosotras… -Cho respiro profundo, esto no sería fácil – nosotras nos comunicamos con Poliakov, el mejor amigo de Viktor… le preguntamos sobre él.
Cho dejo de hablar al ver la furia en los ojos de Hermione, sabía que eso le afectaría negativamente, ambas lo sabían. Hermione salió en secreto con Viktor en su cuarto año, y parecía ser algo serio, todo iba bien hasta el día del baile de navidad en donde Ron no pudo soportar sus celos y le arruino su noche a Hermione, criticándole el no haberle dicho nada y el no ir al baile con él, pero lo que más le afecto a Hermione fue cuando le hizo ver que su relación no duraría, que cuando el Torneo de los Tres Magos terminara Viktor se iría a Bulgaria y no se verían en mucho tiempo.
Cho y Luna estuvieron presentes cuando Hermione lloro por las duras verdades de esas palabras y justo antes de que empezara la última prueba ella termino con Viktor, comentándole el por qué de su decisión. Viktor intento convencerla de que podían mantener una relación a larga distancia y que al terminar sus estudios él regresaría a mudarse a Inglaterra pero Hermione solo se negó y prefirió no escuchar sus suplicas. Ahora entendían que todo eso fue obra del la maldita poción de Ron.
No hacía falta decir que Viktor estaba molesto e indignado de que su novia le hiciera más caso a las palabras de su amigo celoso y no las de él, aunque no sospecho que había algo raro en la actitud de su novia, y la últimas vez que Hermione vio a su ex fue cuando él regresaba a Bulgaria, nunca más se vieron ni se escribieron y una semana después Hermione empezó a salir con Ron.
- ¿Por qué hiciste eso? Sabias lo que paso en aquel entonces y aun así…
Luna vio con tristeza como su amiga volvía a deprimirse al recordar su rotura con el mejor chico con el cual había salido, el único chico que descubrió con solo una mirada a la verdadera Hermione, y que le gusto tanto como para salir con ella en vez de las tantas mujeres hermosas que estaban tras él, y eso significaba mucho.
Cho sintió como sus lágrimas caían al ver a su casi hermana destrozada, tanto ella como Luna sabían que Hermione aun sentía algo por el búlgaro, por eso lloraba, porque la noticia mala aun no se la daba y eso la terminaría por romper.
- Mai escúchame con atención ¿Si? – hermione solo asintió, en el fondo sabia el por qué ellas contactaron con el mejor amigo de su ex, lo sabía a la perfección pero aunque aun hubiera una oportunidad para que ellos volvieran ella no tendría la cara para mostrársela a Viktor, no tenía el derecho para pedirle una segunda oportunidad, no después de cómo terminaron las cosas, ni el cómo lo lastimo – primero quiero que sepas que todo fue casual, no te nombramos ni nada, solo use la sutileza para saber sobre Viktor… lo siento amiga, él está con alguien más y se van a casar pronto.
Hermione sintió sus lágrimas rodando sin cesar por sus mejillas, sintió como si una estaca se le clavara profundo en el pecho, dejo ir al hombre que en verdad amaba, al único que pudo llegar a lo más profundo de su ser, y que ahora amaba a alguien más… no importa lo que ella sintiera, ya lo había perdido hace mucho pero saber que con ese matrimonio seria definitivo fue como si quemara en lo más hondo de su ser. Las tres lloraron y sus amigas se lamentaron por haber averiguado tal noticia, pero era mejor que Hermione lo supiera ahora y no que se ilusionara para después terminar rompiéndose. Ninguna de las tres noto a los seis pares de ojos viéndolas con atención e inteligencia.
Pasaron los días, los meses y hasta años y nunca más se volvió hablar de Viktor, Cho salió con un chico llamado Eric, era muggle y la razón de la cual supero la muerte de Cedric, Cho sintió que era mejor vivir en el mundo muggle y con ayuda de Hermione pudo conocer muchas cosas del hogar de su prometido. Luna se caso con un chico con el que compartía su pasión por las diferentes y nuevas criaturas mágicas, ambos tuvieron gemelos Lorcan y Lysander.
Hermione siguió adelante como pudo y trato de olvidarse de su desafortunada vida amorosa, aunque aun se sintió culpable por lo que pasó con Viktor, ella trabajo en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, ayudo a que se crearan leyes para ayudar a otras especies aparte de los magos, y fue tiempo después que se convirtió en la mano derecha de Kingsley Shacklebolt, juntos lucharon para erradicar la equivocada costumbre de discriminar a los que no eran sangre pura, usando como ejemplo a Voldermoth. Hermione nunca se caso ni salió con ningún hombre, solo se dedico al trabajo, todo le iba bien por ese lado y hubiera seguido con ese estilo de vida si no fuera por sus amigas y sus "ángeles guardianes".
Un día sus hermanas de corazón planearon hacer algo para ayudar a su amiga y que por fin sea feliz con un chico, pero no sabían qué hacer, hasta que las tres águilas les dieron una ayuda. Altair ya no podía ver como su maestra vivía con el corazón roto, así que fue a buscar del único hombre que logro traspasar sus muros. Lo busco por todos lados y cuando lo encontró se sorprendió al ver que él estaba igual de solo que su maestra, no tenía ni hijos ni esposa y con más confianza en su plan se acerco a él.
Viktor también se sorprendió de ver al águila de la mujer que siempre amo en Bulgaria, su primer pensamiento era que se había perdido o que se trataba de otra águila mágica, aunque dudaba de lo último, estuvo un rato con Altair y espero a estar seguro a contactar con Hermione, no sabía si podría soportar ver a Hermione casada con alguien más y con hijos pero se arriesgo solo porque quería verla una vez más, aunque eso rompiera su corazón.
Pasaron días y Viktor prefirió ir en persona a Inglaterra, y con la ayuda de Altair se encontró con Cho y Alshain, ella se sorprendió de verlo ahí y con Altair pero fue cuando se entero de toda la verdad que se sintió tanto feliz como molesta por ser engañada, al igual que Viktor al enterarse de la verdad, al parecer Poliakov le dijo una mentira a Cho solo para "ayudar" a su amigo, sin saber la verdad.
Y con todo el asunto resuelto tanto Cho como Luna, que fue guiada al asunto por su Tazared, planearon una manera inevitable para que los tortolos por fin estén juntos.
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- ¡Altair! – Hermione busco a su amigo en el bosque prohibido, que es el que más le gusta a las águilas estar, llevaba semanas sin ver a su fiel amigo y se preocupaba por eso - ¡Altair! ¡¿Dónde estás?!
De repente choco con una rama y cayó hacia delante, ella cerró los ojos a esperar a que el dolor llegara pero en vez de eso sintió unos fuertes brazos sostenerla a mitad de la caída. Hermione abrió los ojos sorprendida y vio a quien la ayudo, tenía que admitir que de todas las personas, el ver a Viktor ahí fue algo que la sorprendió de sobre manera. Él era más alto y corpulento de lo que recordaba, se había dejado crecer el pelo, pero todo eso no fue nada con ver sus brillantes ojos negros y su sonrisa depredadora, se veía aun más apuesto que cuando lo vio por última vez en Hogwarts. En eso sintió una punzada de dolor al saber que Viktor no puede estar realmente ahí con ella, él debería estar en Bulgaria con su esposa y sus posibles hijos, siendo un famoso profesional en Quidditch o cumpliendo su sueño de ser un sanador.
- ¿Estás bien, Mia? ¿Por qué estas llorando? – Viktor la alejo para ver si tenía alguna herida pero al no encontrarla se empezó a preocupar.
- Estoy bien, estoy bien – hermione se tapo la cara al no poder controlar sus lágrimas - ¿En- en serio eres tú, Viktor?
Él asintió y sonrió al saber en donde realmente estaba lastimada su amada – Soy yo y estoy aquí, y antes de pedirte algo tengo que decirte toda la verdad.
Él le dijo que nunca estuvo casado, ni siquiera tuvo una prometida, el idiota de Poliakov solo mintió al creer que lo ayudaba, también le conto como fue que termino en Inglaterra, en ese momento Hermione dio gracias a su adorado Altair por hacer posible que ese encuentro se manifestara.
- ¿Y qué me querías pedir? – Hermione se limpio sus lágrimas y vio al hombre que amaba con confianza, haría lo que sea por él.
Viktor sonrió y se arrodillo en frente de ella y le mostro un pequeño anillo – Hermione Granger, yo Viktor Krum estoy aquí para pedirte que seas mi esposa, para que nadie nunca más pueda separarnos y que podamos formar la familia que soñábamos cuando estuvimos en Hogwarts.
Hermione se tapo la boca con emoción, eso no se lo esperaba – Si, si quiero, Thor – ambos se abrazaron con felicidad al volver a usar sus calificativos amorosos entre ellos.
- Solo déjame matar primero a los imbéciles que hicieron que este encuentro se pospusiera tanto – Hermione rio al ver el ceño fruncido de Viktor, definitivamente amaba a ese hombre.
Justo cuando Hermione intento convencer a Viktor de que no tenia caso ir a Azkaban y echar a perder su relación por algo que no valía la pena, sintió que la observaban, y extrañada levanto la mirada solo para ver a tres águilas viéndolos desde una rama. Altair en especial, veía con tanta paz en sus ojos que sintió por primera vez que él estaba destinado a ella solo para este momento, porque si no fuera por su águila nunca habría encontrado la felicidad con Viktor… ni siquiera hubiera descubierto la verdad de la poción de amor.
- Ahora que lo pienso… fueron ustedes ¿verdad? – ella sonrió agradecida a las águilas y le dedico una mirada feliz a su prometido que la veía interrogante – nunca lo dije porque en aquel momento no lo veía necesario pero, cuando encontré a Ron con Lavender y supe del engaño en el cual me mantenía… ese día oí la voz de alguien llamándome, y cuando la seguí llegue a oír toda la trampa de Ron.
Ambos magos vieron con nuevos ojos a las águilas, Altair, Alshain y Tarazed chillaron al unisonó y volaron alrededor de la pareja, parecía que estuvieran bendiciendo la unión ya que hicieron lo mismo cuando Cho se encontró con Eric y cuando Luna se caso con Rolf, y también cuando nacieron Lorcan y Lysander.
Cuenta una historia, en donde hace mucho tiempo existió una gran águila blanca, con la cual fue la interpretación simbólica en la casa de Ravenclaw, era majestuosa y misteriosa a la vez, y solo los más observadores podrían notar la inteligencia que sus ojos mostraban. Esa águila era un preciado tesoro, la sabia y fiel compañera de Rowena Ravenclaw.
