Esta historia está inspirada en hechos recientes que me sucedieron e hicieron mi vida un infierno figurativa y literalmente. Mil gracias a mi Beta reader Tachan aunque casi me hace llorar mientras hacia las correcciones. Lo cito "Acaso estabas borracha cuando escribiste esto, tu no escribes así de mal" y mi respuesta fue "Desearía, solo estaba medio dormida". Originalmente era un One-shot pero quedaba muy largo así que lo dividiré en varios capítulos
Advertencias
Personajes ligeramente OOC , contenido sexual.
Descargo de responsabilidad. Skip Beat ni sus personajes me pertenecen, repito, no me pertenecen.
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Giro sin mirar cuando chocando contra algo firme, cálido y ¿húmedo? Abrió los ojos y vio piel, pero no cualquier piel, esta lucía un hermoso bronceado y pequeñas gotas de sudor se resbalaban atribuyéndole un brillo particular. Sus ojos viajaron inmediatamente al camino de marcas moradas que se extendían a lo largo y ancho de ese tórax que sus manos y labios recorrieran la noche anterior. Oh! Si la noche anterior.
– K…Ku…..Kuon ¿Qué haces aquí?
¿Cómo había terminado en esa situación?... Cierto fue una serie de eventos desafortunados que se remontaban a unos ¿meses? o fueron ¿días? atrás
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Kyoko reconocida actriz y modelo quien figuraba en la cumbre de las solteras más codiciadas de Tokio, escuchaba como su mejor amiga Kanae que una vez odio la idea del matrimonio y una familia, le contaba los detalles de la propuesta de matrimonio de su ahora prometido Yashiro Yukihito. Parecía que hubiese sido mucho tiempo atrás cuando sus dos amigos habían empezado a salir, ahora en un par de meses estarían uniendo sus vidas.
Como era de esperarse Kanae le pidió a Kyoko que fuera su dama honor y esta última casi le rompe las costillas cuando la envolvió en uno de sus abrazos. No importaría cuanto Kanae renegará, en el fondo no podía más que agradecer tenerla como mejor amiga.
Mientras en otro lado de la ciudad Ren escuchaba a Yashiro en su cantaleta sobre cómo era posible que él se casara primero y el todavía siguiera de amigo con Kyoko. A Yashiro le basto una de las miradas glaciales de Ren para saber que si seguía seguramente tendría que buscarse otro padrino o tal vez Kanae tendría que buscar un nuevo novio.
Si bien con el paso de los años Ren y Kyoko se volvieron muy cercanos las cosas nunca habían pasado más allá de una amistad, de cafés amistosos para dos, cenas de amigos, citas de amigos para entregas de premios y estrenos, no podían faltar por supuesto los infalibles "celos de amigos", y las discusiones que uno siempre sostiene con los amigos cuando le dan regalos o se rehúsan a cuidar apropiadamente de su salud. Para sus amigos, familiares, conocidos incluso la prensa era un misterio como se podía ser tan ciego.
Kyoko sentada en el sofá y con los pies recogidos estudiaba su libreto cuando Ren le pasó una taza de té
–Gracias Kuon
– ¿Qué tal el personaje?
–Oh esta villana es la pura maldad, es tan retorcida que te deja sin palabras y no se anda con rodeos sabe lo que quiere y no le tiembla la mano para ir por ello. Es la maldad y crueldad personificada.
–Pareces emocionada, me sorprendió cuando aceptaste el rol de antagonista
–Hace tiempo que no interpretaba un antagónico, aparte el personaje es tan profundo e intenso. Será todo un reto. Además tu personaje es muy endeble y será un placer aplastarlo- dijo con un brillo malicioso en sus ojos.
–Eso estará por verse Kyoko querida –dijo acomodándose en el sofá
– ¿Qué quieres ver hoy?- pregunto Kuon
–No sé, es tu turno de elegir.
–Mmm ¿Qué tal la ladrona de libros?
–Seguro ¿Por qué no?, ¿ya empacaste?
–…
–Kuon tu mejor amigo se casa en un par de días, mañana salimos a primera hora, ¿Cómo es posible que no hallas empacado? ¿Al menos buscaste el traje? ¿Cuidado dejas las sortijas?
–Por supuesto mamá – dijo con sarcasmo
–NO SOY TU MADRE
–Jaja lo sé pequeña – dijo sentándose a su lado y revolviéndole los cabellos – no sé porque tuvieron que escoger una isla en medio de la nada para casarse.
–Pues yo pienso que es romántico
–Esperemos que todo salga bien y si tanto te preocupa que empaque ¿Por qué no empacas tu por mí? Conoces mi casa mejor que yo –dijo haciendo un puchero antes de empezar a reproducir la película. Sin notar el sonrojo que se apodero de sus mejillas
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Cuando bajo del avión fue recibida por el calor abrasante, la temperatura era sofocante, asfixiante, vio como Ren a su lado se quitaba la chaqueta y remangaba su camisa. Les habían dicho que el clima era cálido pero estaba segura que esta isla estaba en el mismísimo infierno. Miro su teléfono donde marcaba una temperatura ambiental de 34 grados centígrados, unas finas gotas de sudor comenzaban a formarse en su frente
–¿34 grados? Tienen que estar bromeando sí parece que me estuviese quemando viva – dijo mientras iban en el auto
–Ah señorita eso es porque en esta época del año la humedad relativa aumenta hasta el 95% y los vientos son débiles, entonces podemos experimentar en nuestros cuerpos hasta 41 grados centígrados, pero no se preocupe que todavía oscila entre los registros históricos
–Oh ya veo
Kyoko y Ren se sintieron desfallecer
Cuando finalmente llegaron Yashiro los guio a una de las cabañas
–Aquí se quedarán ustedes dos
– ¡¿Qué?! –pregunto Kyoko sorprendida ¿Por qué tenemos que compartir? Se suponía que estaría con Chiori.
–Ah bueno veras Kyoko chan hubo un pequeño cambio y Chiori se quedara con mis hermanas. Además ustedes son muy buenos amigos seguro no tendrán ningún problema compartiendo y no querrás preocupar o enfadar a Kanae – dijo fingiendo una mueca de terror.
–No, no para nada
–Bueno, los dejo para que se acomoden
Cuando Yashiro cerró la puerta. Kyoko sintió un aura oscura cerniéndose sobre ella y tembló
–Si tanto te molesta que tengamos que compartir, me puedo ir a un hotel
–NO, Kuon no quise decir eso, solo estaba sorprendida – las gotas de sudor deslizándose por su cuello, podía ver como la camisa de Ren se pegaba a su piel.
–…Lo sé, será mejor que nos duchemos y cambiarnos a algo más acorde, antes de almorzar con los demás
Cuando Kyoko regreso a la sala, vestía un pantalon corto blanco, con una blusa azul cielo descubierta de hombros con el cabello recogido en una trenza, se sentó en una mecedora en la terraza observando la playa a pocos metros de distancia. Pasaron un par de minutos antes que Ren entrara vistiendo cortos y sandalias. La vista le robó el aliento, fue como ver a Corn de regreso en Guam.
– ¿Quieres dar un paseo conmigo antes del almuerzo?
–Me encantaría
Caminaron por la playa ambos descalzos sintiendo el roce de la arena caliente en sus pies. El sol besando sus pieles, hablando de una cosa y otra. En momentos como este quería decirle que lo amaba, pero se rehusaba a arruinar lo que tenían, era feliz teniéndolo a su lado de esa manera, luego recordaba que algún día el encontraría una mujer a quien amaría con todas sus fuerzas, convirtiéndola a ella en solo una simple amiga más, el solo pensamiento destrozaba su corazón
– ¿Qué piensas?
–En lo bien que la paso cuando estamos juntos – dejo escapar un poco de la verdad
–Me alegra, porque yo no cambiaría nuestros momentos por nada – y tomándola de la cintura la levanto en el aire haciendo el amague de arrojarla al agua, mientras ella reía y trataba de soltarse.
El almuerzo transcurrió con calma, entre risas e historias sobre los novios. Los invitados eran pocos, solo la familia de ambos y los amigos más cercanos. Kyoko fue relevada de sus deberes como dama de honor esa tarde, los novios visitarían un templo cercano y luego tendrían una sesión de fotos en distintos lugares de la isla y habían insistido en que sus padrinos aprovecharán para conocer y disfrutar del lugar.
Primero visitaron el pequeño fuerte que se erigía en la isla que según contaba la historia era para defenderla de los piratas en épocas antiguas. Después del ameno recorrido se sentaron en un pequeño café de la plaza y observaron un grupo de jóvenes bailando lo que debía ser algún tipo de baile autóctono. A las afueras de la urbe pudieron apreciar los campos llenos de hermosas y variopintas flores. Finalmente disfrutaron de las primeras horas de la noche en la terraza exterior de un pequeño restaurante ubicado en una de las calles bellamente empedradas, iluminado por la suave luz de los faroles mientras en el fondo se escuchaban las suaves notas de un saxo.
Y así como todas las cosas buenas llegan a su fin, entre conversaciones, risas y música la noche también lo hizo y cada uno se dirigió a su habitación. En la tranquilidad de la noche solo se escuchaba el ruido de las olas al chocar contra las rocas, los grillos cantar, y el sonido de los abanicos.
NA. Hasta el ultimo minuto estuve dudando si publicar o eliminar esta historia. Pero que carajos ya la escribí.
*34° centigrados = 93°farenheit
