Capítulo 1

Esta Historia no me pertenece. Yo solo la Traduje.

Los personajes y la Historia pertenecen a

Snowqueens Icedragon (E.L. James.).

Me gustaría agradecer también a Stephanie Meyer.

"Seis", Ana susurra, su voz forzada y ronca. Dejo caer el cinturón, saboreando mi dulce momento de euforia. Me siento ebrio, sin aliento y finalmente completo. Oh, esta hermosa chica, mi hermosa chica. Quiero besar cada centímetro de su cuerpo. Trato de tomarla ponerla dentro de mis brazos.

"Suéltame… no… "y ella lucha fuera de mi agarre, alejándose de mí , empujando y empujando y finalmente girándose hacia a mi viéndose como una gatita salvaje.

"¡No me toques!" sisea.

Su cara manchada con lágrimas, su nariz está escurriendo y su cabello es una nube negra desparramada alrededor de ella, pero nunca se ha visto tan magnifica... y al mismo tiempo tan molesta.

ella está molesta, realmente molesta. Okey, no puedo entender su enojo. Dale un momento. Se limpia furiosa sus lágrimas con la parte de atrás de su brazo, mirando me.

"¿Esto es lo que te gusta de verdad? ¿Verme así? "se limpia la nariz con la manga del albornoz. Parpadeo hacia ella, completamente sin ayuda y paralizado por su reacción. el llanto lo sé, lo entiendo pero este enojo, esta rabia -aunque resuena para mí en algún nivel que no quiero pensar justo ahora- Yo solo no lo entiendo. ¿Porque no me dijo que parara? No dijo la palabra de seguridad. Se merecía ser castigada. Huyo de mí. Puso sus ojos en blanco. Eso es todo- esto es lo que pasa cuando me desafías, nena.

Pero mi momento de euforia se ha desvanecido, se evaporo, por todo el miedo y furia hiriente que puedo ver en sus hermosos ojos azules.

!Mierda¡ ¿qué he hecho? me estoy balanceando en un precipicio, tambaleándome en el borde de un agujero oscuro. Miro hacia ella, desesperado buscando palabras para hacer esto bien, y mi mente esta en blanco.

"Eres un maldito hijo de puta". Ella grita.

el aire deja mi cuerpo es como si ella me hubiera golpeado con un cinturón... mierda!

"Ana", susurro, rogándole, quiero que pare. Quiero abrazarla y hacer que el dolor se valla. Quiero que llore en mis brazos.

"¡No hay «Ana» que valga! ¡Tienes que solucionar tus mierdas, Grey!" ella me grita. Pasa junto a mí, sale del cuarto de juegos, lentamente cerrando la puerta tras ella.

Miro fijamente la puerta cerrada, sus palabras resuenan en mis oídos

"Eres un maldito hijo de puta. ¡Tienes que solucionar tus mierdas, Grey!"

Nadie me a dejado de esa forma Nunca... ¿qué demonios? Mecánicamente paso mi mano por mi cabello tratando de entender su reacción, y la mía. Yo solo la dejo ir... no estoy molesto... estoy ¿qué?

Me agacho para recoger el cinturón, camino a la pared y lo cuelgo en su clavija. Este fue, sin duda, uno de los más satisfactorios, momentos en mi vida. Me siento ligero, liberado de una carga, esa duda entre los dos se ha ido. Esta echo. Estamos aquí. Ahora que ella sabe lo que implica, podemos avanzar. Adaptar ese maldito contrato.

¿Entonces porque siento esta sensación de incertidumbre? Su reacción... la imagen de su sufrimiento, Regresa, inoportuna, en mi mente. Es desconcertante. Yo he visto a las mujeres llorar, es lo que hago. Pero Ana... tal vez es porque ella no ha firmado en la línea punteada. Me siento en el piso y apoyo la cabeza contra la pared, mis brazos en mis rodillas. Solo déjala llorar. Ella se sentirá mejor llorando. Las mujeres lo hacen en mi experiencia. Darle un momento, después voy y le o fresco algún consuelo. Ella no dijo la palabra de seguridad. Ella me lo pidió. Ella quería saber, curiosa como siempre. Solo es un despertar rudo, eso es todo.

-Eres un maldito hijo de puta.

Cerrando mis ojos, sonrió irónicamente. Si, Ana, si lo soy, ahora tú lo sabes. Ahora podemos avanzar con nuestra... relación, arreglo. Lo que sea que esto sea.

Mis pensamientos no me confortan. Siento esta sensación de incertidumbre creciendo, muy adentro, borrando la poca euforia. Sus ojos azules mirándome, ultrajados, acusatorios... compadecidos... como si las vendas hubieran caído finalmente de sus ojos y ella pudiera verme como el monstruo que soy. Las palabras de Flynn aparecen en mi mente "No insistas en lo negativo, Christian".

Cierro los ojos una vez más. Su encantador rostro herido aparece en mi mente. Que tonto soy. Esto fue demasiado pronto. Voy a ir a tranquilizarla. Dejarla llorar, después tranquilizarla. Estaba molesto con ella por correr de mí. ¿Porque hizo eso?. Demonios, fue excitante. Y estoy molesto con Leila. ¿Dónde demonios esta? ¿Qué demonios está haciendo?.

Me levanto. Necesito ver a Ana, abrazarla. Necesitamos superar esto. Me pregunto dónde está. ¡Mierda! El pánico me invade. ¿Suponiendo que ella se ha ido?. No ella no pudo haber hecho eso. No sin decir adiós, seguramente.

Bajo las escaleras. No está en el salón... debe de estar en la cama. Corro hacia mi recamara.

La cama esta vacía... ¡mierda!

La ansiedad crece en la boca de mi estómago. ! NO ella no pudo haberse ido! Subo las escaleras... tres a la vez y me detengo, sin respiración, afuera de su recamara, el alivio me inunda. Puedo escuchar sus suaves sollozos. Recuesto mi cabeza en la puerta. Abrumado por mí alivio. Mierda... me doy cuenta ahora que el pensamiento de ella yéndose, es horrible. Por supuesto... ella solo necesita llorar.

Tomando un suspiro seguro, giro y me dirijo al baño junto al cuarto de juegos para conseguir algo de crema de árnica, advil y un vaso de agua. Tomo un suspiro profundo y entro a la recamara de Ana.

Esta aun oscuro, el amanecer es un susurro en el cielo, me toma un momento para encontrar a mi hermosa chica. Esta acurrucada en la mitad de la cama. Luce tan pequeña. Me siento mal, mirándola mientras solloza suavemente. El sonido de su desgracia, me desgarra. No lo entiendo. Mis Sumisas nunca me han afectado de esta forma, incluso cuando están llorando fuertemente. No me importaba. Poniendo la crema de árnica, el agua y las tabletas en la mesita. Levanto el cobertor y me deslizo junto a ella.

No lo entiendo... ¿porque me siento tan perdido?. Me estiro hacia ella y ella se eriza, su cuerpo entero gritando, "No me toques"

"shhh". Murmuro para calmarla, en un vano intento de detener sus lágrimas. Ella no responde. Permanece sin moverse.

"No me rechaces, Ana, por favor". Murmuro y ella se relaja visiblemente, dejándome ponerla en mis brazos y enterrar mi nariz en su maravillosa fragancia de su cabello. Ella huele tan intoxicaste como siempre, su dulce esencia es un bálsamo para calmar mis nervios. y como su cuello está expuesto , lo beso gentilmente.

"No me odies". Le pido mientras recorro con mis labios su blanco cuello, saboreándola. ella no dice nada. Pero lentamente su llanto se convierte en suaves sollozos. Finalmente se queda quieta. Creo que pudo quedarse dormida. Pero no quiero moverme para revisar en caso de que pueda perturbarla. Al menos esta calmada ahora.

El amanecer llega, y la suave luz se hace más brillante introduciéndose a la habitación cuando la mañana avanza... y nosotros nos mantenemos acostados sin movernos.

Ella se mueve, un pequeño movimiento en su pie y sé que ella esta despierta.

"Te he traído ibuprofeno y una pomada de árnica". Murmuro, y finalmente ella responde girando lentamente en mis brazos para encararme. Ojos azules llenos de dolor concentrados en mí, su mirada intensa. Se toma su tiempo para realmente escudriñarme. es incómodo, porque como siempre, no tengo idea de que está pensando. Ella definitivamente está más calmada... y ciento un pequeños destello de esperanza. Hoy puede ser un buen día después de todo.

Ella se estira para acariciar mi barbilla, corriendo sus dedos atreves de la línea de mi mandíbula disfrutando mi barba sin afeitar. Cierro mis ojos, disfrutando su toque. Esto es tan nuevo, esta sensación, disfrutando sus inocentes dedos gentilmente trazando mi rostro.

"Lo siento". Ella susurra.

Sus suaves palabras me sorprenden y me confunden. ¿Ella se está disculpando? ¿Porque? ¡Por correr, por poner los ojos en blanco?

"¿Porque?"

"Lo que dije"

Puedo sentir el alivio recorrer mi cuerpo. Ella me esta perdonando. Después de todo lo que dijo en su enojo es correcto... Soy un maldito hijo de puta.

"No me has dicho nada que no supiera ya". Y por primera vez en muchos años, me encuentro disculpándome.

"lamento haberte lastimado"

Ella se encoje de hombros casi imperceptiblemente. He ganado una apelación a mi pena de muerte... Estamos bien.

"Yo te lo pedí".

Me siento alucinando, coincidiendo con alivio. Seguro que lo hiciste, nena. Ella traga nerviosamente.

"No creo que pueda ser todo lo que quieres que sea". Ella susurra, sus ojos llenaos de sinceridad.

El mundo se detiene. Mierda... no estamos bien después de todo. Grey, has esto bien.

"Ya eres todo lo que quiero que seas".

Ella frunce el ceño, creando la pequeña V sobre su nariz. Sus ojos están rojos y esta pálida... más pálida de lo que la he visto nunca. Me conmueve.

"No lo entiendo". Ella susurra.

"No soy obediente, y puedes estar seguro de que jamás volveré a dejarte

Hacerme eso. Y eso es lo que necesitas; me lo has dicho tú".

Y hay esta... su tiro de gracia. Mierda. La lleve demasiado lejos. Ahora lo sabe. y todos los argumentos que he tenido con migo antes de comenzar a perseguir a esta chica vuelven a mí.

Ella no es para este estilo de vida. ¿Cómo pude corromperla de esta forma? Ella es tan joven, tan inocente... tan... Ana. Mierda. Cierro mis ojos. No puedo soportar mirarla. Ella va a estar mejor sin mí. Ahora que ella puede verme como el monstruo que soy, ella sabe que no puede ganarle. tengo que liberarla, dejarla seguir su propio camino. Ella está en lo correcto, esto no va a funcionar entre nosotros. Concéntrate, Grey.

"Tienes razón. Debería dejarte ir. No soy bueno para ti".

Sus ojos se abren y si es posible ella luce más pálida.

"No me quiero ir". Ella murmura. Sus ojos se llenan de lágrimas, brillando en sus largas y oscuras pestañas.

"Yo tampoco quiero que te vayas". Murmuro, porque es la verdad. Las lágrimas escurren por sus pestañas una vez más. Gentilmente limpio con mi pulgar una lágrima y antes de que lo sepan las palabras han salido...

"Desde que te conozco, me siento más vivo". Recorro con mi pulgar su labio, quiero besarla, duro. Hacerla perdonarme. Deslumbrarla. Alucinarla, sé que puedo. Pero algo me detiene. ¿Porque va a querer ser besada por un monstruo? Ella puede rechazarme... y no sé si podre lidiar con más rechazo. Sus palabras alcanzándome... presionando en alguna memoria oscura. "eres un maldito hijo de puta.

"Yo también". Ella murmura

"Me he enamorado de ti, Christian".

Recuerdo a Carrik enseñándome a bucear. Mis pies cerca de la orilla de la alberca y me sentí arqueándome dentro del agua... y ahora estor cayendo una vez más... dentro del abismo. No hay forma de que ella pueda sentir de eso de mí. No de mí. ¡No! es como si ella estuviera estrangulándome con esas palabras, esas seis palabras me dejan sin aire. No puedo escucharlas. no puedo manejarlas. No sabe de qué está hablando.

"No". Puedo escuchar la crudeza llenando mi voz.

"No puedes amarme, Ana... no. eso está mal".

Necesito manejarla bien en esto. Ella no puede amar a un monstruo. Ella necesita irse. Necesita salir, y en este momento todo se vuelve más claro. Este es mi momento de descubrimiento. No puedo hacerla feliz. No puedo ser lo que necesita. No puedo seguir con esto. Esto tiene que terminar. Nunca debió haber comenzado.

"¿Un error? ¿Qué error?"

"Mírate. No puedo hacerte feliz". Puedo oír la angustia en mi voz mientras caigo profundo y más profundo dentro del hoyo negro, llenándome de desesperación.

"Pero tú me haces feliz". Dice frunciendo el ceño, no comprendiendo.

Anastasia Steele... nena, mírate. Tengo que ser honesta con ella.

"En este momento, no. No cuando haces lo que yo quiero que hagas".

Ella parpadea hacia a mí, sus pestañas parpadeando sobre sus ojos, estudiando intensamente, buscando respuestas.

"Nunca conseguiremos superar esto, ¿verdad?". Murmura después de un momento. Sacudo mi cabeza porque no puedo pensar en nada que pueda decir. Todo se viene abajo por incompatibilidad... otra vez.

Cierra los ojos como si le doliera. Y cuando los vuelve a abrir otra vez, están claros, llenos de resolución. Sus lágrimas se han secado. Y puedo sentir la sangre bombeando en mi cabeza. Mierda... mi corazón está trabajando de más. Se lo que ella va a decir. Temo por lo que ella va a decir.

"Bueno... entonces más vale que me vaya". Murmura y hace una mueca de dolor cuando se sienta.

¿Ahora?. No puede irse ahora.

"No, no te vayas". Estoy en caída libre, cayendo y cayendo. Ella dejándome se siente como un monumental error. Mi error. Pero no puede quedarse si se ciento de esa forma hacia mí... solo no puede.

"No tiene sentido que me quede". Dice tristemente y lentamente sale de la cama. Ella realmente se va. No puedo creerlo. Salgo de la cama para detenerla. Pero su mirada me detiene. Su expresión es tan fría, tan distante. No mi Anastasia en absoluto.

"Voy a vestirme. Quisiera un poco de intimidad." Ella dice. Su voz suena vacía y plana mientras se gira y me deja, cerrando la puerta gentilmente tras de ella. Miro boquiabierto a la puerta cerrada, perdido. Esta es la segunda vez que ella se aleja de mí en un día.

Pongo mi cabeza en mis manos, tratando de calmarme, tratando de entender mis sentimientos. ¿Ella me ama? Apenas puedo pensar en las palabras, suenan tan extrañas y repugnantes para mí. ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo paso esto?

Grey, tu maldito idiota. ¿Siempre fue un riesgo con alguien como ella? Alguien tan buena, alguien tan inocente, alguien tan... valiente. Ella no vio al real yo, hasta que fue demasiado tarde... ¿hasta que tuve que hacerla sufrir asi?

Me siento como si me hubiera perforado un pulmón. Dios. ¿Porque esto es tan doloroso? la sigo. Ella puede querer privacidad, pero si ella me está dejando, necesito estar vestido.

Ella está en la ducha cuando entro a mi cuarto. Rápidamente me pongo unos pantalones y una camisa, notando irónicamente que son negras muy compatibles a mi estado de ánimo. Agarrando mí BlackBerry, vago desconsoladamente dentro de mi salón, tentado a sentarme en mi piano y tocar algún lamento. Pero solo me quedo parado en el medio del salón sintiéndome... vacío. Concéntrate Grey. Esta es la mejor decisión. Déjala ir.

Mi BlackBerry vibra. Es Welch. ¿a encontrado Leila?.

"Welch". Contesto.

"señor Grey. Tengo noticias". Su voz raposa llena el teléfono. Dios, este chico debe dejar de fumar.

"¿la encontraste?". mi espíritu mejora un poco.

"no, señor".

"¿qué es entonces?". ¿Porque demonios me llamas?

"Leila dejo a su esposo. El finalmente lo admitió, él se ha lavado las manos con respecto a ella".

Esto es nuevo, sé que ella se casó, pero ella no dijo nada sobre haber dejado a su esposo al sicólogo o a Gail cuando ella entro al hospital.

"Ya veo".

"Él tiene una idea donde ella puede estar, pero quiere una recompensa. Quiere saber quién esta tan interesado en su esposa. Asi no fue como el la ha llamado".

La furia surge dentro de mí.

"¿Cuánto quiere?"

"el pidió unos cuantos grandes".

"¿él dijo que?". Grito. Ese maldito, lo sabía. ¿Porque no solo admitió más temprano que Leila lo había dejado?

"Pues nos podía haber dicho la puta verdad. Dame su número de teléfono; necesito llamarlo… Welch, esto es una cagada monumental".

Miro hacia arriba, y Ana esta parada incomoda en la entrada del salón, mirándome. ella esta vestida en jeans y un feo suéter. Muy pálida, toda grandes ojos azules, su maleta junta a ella.

"Encuéntrala". Grito colgando. Lidiare con Welch después.

Ana camina segura hacia el sillón y de su mochila saca la Mac, su BlackBerry, y la llave de su coche. Tomando un profundo suspiro ella camina a la cocina y pone las tres cosas en la barra del desayuno.

Dios, me las está devolviendo. Gira para mirarme, determinación clara en su pequeña cara cenicienta. Su mirada terca... la conozco bien.

"Necesito el dinero que le dieron a Taylor por el Escarabajo". Su voz baja y calmada. Monótona

Mierda. No puedo creer que me las esté regresando.

"Ana, yo no quiero esas cosas, son tuyas". Murmuro dudando. Ella no me puede hacer esto.

"Por favor, tómalas".

"No, Christian. Las acepté a regañadientes, y ya no las quiero".

"Ana, sé razonable". Le digo.

"No quiero nada que me recuerde a ti. Solo necesito el dinero que le dieron a Taylor por mi coche". Su voz sin emoción.

Ella quiere olvidarme. Mierda... el dolor crece dentro de mí, como si ella estuviera creando un agujero en mi estómago.

Miro boquiabierto a su intensidad.

"¿Intentas hacerme daño de verdad?".

"No. No. Solo intento protegerme". Ella murmura mirándome de pronto ansiosa.

Por supuesto ella está tratando de protegerse del monstruo.

"Ana, quédate esas cosas, por favor".

Sus labios están pálidos.

"Christian, no quiero discutir. Solo necesito el dinero". su voz es firme. ¿Cómo puede estar tan calmada?

La rabia surge en mí. Dinero... siempre se viene abajo por el maldito dinero.

"¿Te vale un cheque?". Siseo hacia ella.

"Sí. Creo que podré fiarme".

Le frunzo el ceño, ella quiere el maldito dinero. Le voy a dar dinero. Me dirijo molesto a mi estudio y me siento en mi escritorio sacando mi chequera. Rápidamente firmo un cheque... estoy tan molesto en este momento. Doblo la suma que Taylor obtuvo por la maldita trampa mortal y meto el cheque en un sobre. Llamo a Taylor. Él contesta inmediatamente.

"Sr. Grey"

"¿Llevarías a la Señorita Steele a casa?"

"Señor". El accede inmediatamente, como sabía que haría.

Cuando regreso ella todavía está parada cerca de la isla de cocina... perdida, casi como una niña, le doy el sobre, mi enojo evaporado cuando loa veo.

"Taylor consiguió un buen precio... es un clásico". Murmuro disculpándome.

"Puedes preguntarle, El té llevara a casa". Asiento a donde Taylor esta esperando en la entrada del salón.

"Está bien puedo llegar sola a casa, gracias".

¡No! Acepta el maldito viaje Ana. ¿Porque hace esto?

"¿Vas a desafiarme en todo?"

"¿Por qué voy a cambiar mi manera de ser?". Ella murmura disculpándose.

Esto está en una cascara de nuez, porque nuestro arreglo estaba arruinado desde el inicio. Ella no está hecha para esto, y dentro muy dentro, siempre lo supe. Cierro mis ojos. Soy un idiota. Trato una manera distinta, rogándole.

"Por favor, Ana, deja que Taylor te lleve a casa".

"Iré a buscar el coche, señorita Steele". Taylor anuncia autoritariamente. Asiento asi el. Tal vez ella lo escuche a él. Ella voltea, pero él ya se ha ido, ha bajo al sótano para tomar el Audi.

Ella gira de nuevo hacia mí, sus ojos grandes. Contengo mi aliento. Realmente no puedo creer que ella se vaya. Esta es la última vez que la voy a ver... y ella se ve tan triste. Me hiere que yo soy responsable de esa mirada. Camino hacia ella. Quiero abrazarla una vez más... rogarle que se quede.

Y con un paso ella retrocede de mí una vez más. Me detengo. Ella no me quiere. La e alejado de mí.

"No quiero que te vayas".

"No puedo quedarme. Sé lo que quiero y tú no puedes dármelo, y yo tampoco puedo darte lo que tú quieres".

Oh por favor, Ana, déjame abrazarte una vez más. Respirar tu dulce, dulce esencia. Sentirte en mis brazos. Camino hacia ella nueva mente. Pero ella levanta las manos, deteniéndome.

"No, por favor". Ella retrocede, el pánico grabado en su rostro. Sí. Ella debe alejarse del monstruo.

"No puedo hacer esto". Ella murmura.

Toma su maleta y su mochila y camina hacia la entrada. la sigo mansamente y desvalido en su despertar, mis ojos fijos en su pequeña figura que se aleja.

En la entrada llamo al elevador. No puedo apartar mis ojos de ella... su pequeña cara, esos labios, la forma en que sus pestañas hacen sombra en sus pálidas, pálidas mejilla. Las palabras me fallan mientras trato de memorizar cada detalle de su hermoso rostro. No tengo líneas deslumbrantes, tampoco nada de ingenio, ni ordenes arrogantes. No tengo nada, nada pero un enorme agujero está creciendo en mi estómago. Las puertas se abren y Ana entra. Se gira hacia mí, y por un momento su máscara cae, y puedo ver mi dolor reflejado en su hermoso rostro. No... Ana... No te vayas.

"Adiós, Christian". Ella murmura.

"Ana... Adiós". Susurro.

Las puertas se cierran y ella se ha ido. Me deslizo lentamente y pongo mi cabeza en mis manos. El agujero es ahora enorme y doloroso, aplastándome. Grey... ¿qué mierda has hecho?

GRACIAS POR LEER...

ESPERO QUE LO AYAN DISFRUTADO...

SIGANME EN Fatima_Yanez95

GRACIAS.