Basado en New Danganronpa V3, ningún personaje ni lugar me pertecene.

Desarrolladores: Spike Chunsoft, escritor: Kodaka-sama.

Capítulo n°1: La Noche Perfecta

Era de noche en la academia de reclusos dotados, una noche fresca de verano. Todos estaban entusiasmados y felices, se había cumplido el tiempo límite que Monokuma propuso para que ocurriera la primera muerte y todos seguían vivos, respirando, aunque ansiosos. Después de Monokuma realizara su extraño anuncio post-1° muerte fallida, Kaede Akamatsu propuso a todo el grupo realizar una fiesta para unir más los lazos. Realmente lo habían pasado muy bien, Kokichi Ouma y Rantaron Amami se encargaron del karaoke, Angie Yonaga y Tsumugi Shirogane maquillaron y pintaros a los chicos, Kokeriyo Shinguji encontró unos barriles de sake y tomo el rol de barman, no todos bebieron, los niños buenos como Kiibo, Gonta Gokuhara, Himiko Yumeno no tomaron ni una sola gota, Shuichi Saihara bebió más de la cuenta por medio de una broma de Kokichi (Nishishi ). Y así sin más realizaron un sin número de actividades (limbo, show de magia, consejos de Kaito, peleas de miradas contra Maki Harukawa, el baile del robot, etc).

Kaede se encontraba sentada en la cafetería escuchando las historia de Kaito, absorta con la mirada perdida en la nada cuando de pronto unos gritos la despertaron de su trance.

-DETENTE OUMA! – Grito Shuichi mientras intentaba escapar de Ouma entrando a la cafetería.

-Saihara-chan! Aún no termino tu maquillaje – Dijo sonriendo mientras llevaba pinceles, lápices y sombras en sus manos corriendo tras él.

Todos voltearon a verlos, y para sorpresa de todos la cara de Shuichi era desastre, Kokichi lo caracterizo de gato, su ojos izquierdo estaba pintado alrededor con negro, tenía bigotes dibujados, una nariz de gato y unos pequeños corazones por su mejilla izquierda. El silencio reino en la sala un minuto, hasta que Kaito no pudo contener más la risa y explotó al igual que los demás, Kokichi se retiró habiendo cumplido su misión: dejar en ridículo a Saihara-chan.

-Shuichi! ¿Andas en caza de ratones? –Bromeó Kaito.

Shuichi en ese mismo instante se percató de que todos lo estaban mirando y riendo a causa de él, su cara comenzó a ponerse roja, tomo su gorra y la inclino de modo que le tapara su rostro y se retiró lentamente de la cafetería, cuando cerró la puerta se escuchó un gritó por parte de él: OMA-KUN!.

Kaede se levantó de la mesa y fue en dirección a Shuichi, no lo encontró tras cruzar la puerta, pero tenía el presentimiento de que lo encontraría en la Biblioteca. Bajo las escaleras con un paso ligero, gracias al alcohol sentía que su cuerpo se había vuelto más liviano, se sentía plena por todo. Abrió la puerta de la biblioteca y encontró a Shuichi sentado en el suelo.

-Saihara-kun- dijo Kaede con una voz muy dulce.

Shuichi volteó su cara y de inmediato hizo contacto con los ojos de Kaede, en ese mismo instante se sonrojo y volteó la cara de modo que ella no le viera.

-A-Akamatsu-san – dijo nervioso, Kaede había visto toda la escena que había montado por culpa de Kokichi y además tenía una cara felinamente tierna.

Kaede sonrió y se dirigió hacía la espalda de Shuichi e inclino su cuerpo de modo que su cara quedara a la altura de la él.

-Saihara-kun, hay algo que me gustaría conversar contigo – dijo Kaede con los ojos cerrados – Podríamos ir a los jardines a conversar?

Shuichi no se esperaba es invitación por parte de Kaede, toda la vergüenza se esfumo.

-Claro – le respondió el detective.

Ambos salieron de la biblioteca camino hacia los jardines, en el camino Shuichi le explicó a Kaede que Tsumugi se suponía que iba a caracterizarlo de un personaje de anime, cerro sus ojos y dejo a la cospleyer trabajar, pero para cuando los abrió vio a Kokichi encima de él conteniendo la risa. Kaede reía de la historia de Shuichi. Era la noche perfecta en mucho tiempo, todos estaban vivos, eran un grupo muy unido, la confianza en todos había crecido. Atravesaron la puerta de hacia los jardines y se dirigieron hacía la pérgola. A pesar de todo, Shuichi se encontraba muy feliz, seguro al lado de Kaede, la luz de la luna y la risa de ella lo hacían sentir nervioso a ratos.

Ambos se sentaron en el frío suelo de piedra blanca de la pérgola y ninguno dijo nada. Shuichi se preocupó unos momentos y miro a Kaede, quien estaba mirando la luna con una sonrisa.

-Realmente es hermosa- pensó Shuichi mientras la miraba perdido en ella.

Kaede soltó unas carcajadas, Shuichi se sorprendió.

-Akamatsu-san? – preguntó.

-Estoy muy feliz, de verdad siento en mi corazón que todos lograremos salir de aquí, seremos amigos allá afuera – dijo Kaede mirando a Shuichi.

-Claro que seremos todos amigos – le respondió el pelinegro gato – Me alegra verte con esos ánimos Akamatsu-san – agregó.

-Todo esto es gracias a ti, Saihara-kun! – dijo afirmando con sus manos – El que estés junto a mí me llena de valor, seguramente – tomó las manos de Shuichi – Si tu no estuvieras aquí, yo no podría guiar a todos, no tendría esta confianza que siento – agrego Kaede.

- Eres muy importante para todos, valoramos tu esfuerzo – dijo mientras ambos se miraban a las caras.

Shuichi sentía como la energía de Kaede fluía entre sus manos que ahora estaban juntas, él podía sentir como esa confianza que ella sentía también lo iba invadiendo cada día.

- No me voy a rendir, mientras estés a mi lado Akamatsu-san – dijo sonriendo Shuichi.

- Saihara-kun – dijo mientras soltaba sus manos – Hay algo que quiero pedirte – dijo sonrojada

- Dime – le respondió.

- Puedo quitarte la gorra – le pidió con vergüenza – la llevas todo el tiempo, me gustaría ver como luces sin ella – dijo sonrojada.

-Claa-claro – dijo Shuichi sonrojado mientras se rascaba la mejilla con su dedo índice mirando al lado contrario de Kaede.

La pianista tenía sus mejillas rojas, una mezcla entre los grados de alcohol, la luz de la luna, la brisa nocturna de verano y la presencia de Saihara la hacían ponerse algo más nerviosa.

-¿Por qué me siento nerviosa?, es Saihara-kun, será muy imprudente lo que le he pedido- pensó Kaede.

-Allá voy- dijo Kaede.

Shuichi volteó hacia Kaede y cerro sus ojos, la rubia se apoyó sobre sus rodillas y levanto la gorra dejando ver todo su cabello liso, negro y su ahoge, dejo la gorra a un lado y se acercó a Shuichi, estaba tan cerca que sus pechos estaban a medio centímetro de la cara de Shuichi. El detective podía sentir el calor del cuerpo de Kaede y su aroma, abrió un poco los ojos y los cerro inmediatamente al darse cuenta de lo que tenía al frente, tomo aire. De repente sintió las delicadas manos de Kaede sobre su pelo. Una extraña sensación recorría el cuerpo de la pianista, nunca había estado tan cerca de Shuichi.

-Aaa-Akamatsu-san, ya ter-terminaste? – preguntó Shuichi aguantando la respiración.

-Un segundo!- le respondió – Listo! – Se alejó de Shuichi y este volvió a respirar.

-¿Qué pasó? – pregunto nerviosamente Shuichi mientras su rostro seguía rojo.

-Te ves muy bien sin esa gorra – Dijo Kaede sonriendo con sus mejillas rojas- Te he puesto uno de mis broches del cabello para que siempre te de confianza, es un pequeño regalo por tu apoyo.

-Gracias- dijo Shuichi sonrojado mientras se buscaba el broche en el pelo.

-Eres un gato realmente encantador – afirmo la pianista con sus mejillas rojas.

Shuichi sintió un gran alivio de no haber decepcionado a Kaede, ambos estuvieron un rato más conversando. Kaede observo como todas las luces de la academia se habían apagado, así que le sugirió a Shuichi que ya era hora de descansar. Ambos se dirigieron hacia los dormitorios y Shuichi deja a Kaede en su puerta.

-Muchas gracias! – dijo Kaede con sus mejillas rojas a Shuichi – La he pasado muy bien esta noche.

-Yo también- dijo Shuichi con su cara gatuna y el broche de Kaede en sus cabellos.

Kaede se acercó a él, apoyo sus manos en los hombros del pelinegro.

-Akamatsu-san? – dijo confundido

La pianista se levantó en puntillas y le dio un largo beso en la mejilla derecha al detective, quien no reacciono. Se separó de él y lo miró.

-Dulces sueños, Saihara-kun – dijo Kaede con su dedo índice apoyado en su mejilla derecha.

Y entro a su habitación. Shuichi no reaccionaba, levanto su mano hacia su mejilla besada, aún podía sentir el calor de los labios de Akamatsu posados en ella. Sonrío y se retiró a su habitación.

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Notas: Qué felicidad haber escrito esto ~~

HORA DEL CASTIGO! UPUPUPUPU :D