La Entrevista
Por Asiant y Eagle
En algún estudio de televisión...
Subió con el ascensor hasta el piso diecinueve, y después atravesó a toda prisa la bulliciosa oficina tratando de abrirse paso entre el personal que laboraba en ese lugar. Armando consiguió llegar a tiempo al escritorio de una escultural recepcionista.
– ¡Maldita tormenta!, ¡Y dicen que va a continuar toda la noche!. Espero que esto no afecte la transmisión de esta noche.
La hermosa mujer se recostó en la silla y clavó la mirada en su compañero de oficina.
– Vamos, tranquilízate Armando. Hoy será la primera emisión de "La Entrevista". Los dueños del canal están felices con esto, deberías sentirte orgulloso de trabajar aquí.
– Caray, Karen. Los dueños del canal son unos tacaños –masculló Armando–. No sé ni por qué demonios escogieron a ese par de entrevistadores. Los dos son unos presumidos, no me simpatizan para nada y además creo que... .
Armando aun no había terminado de expresar su sentir cuando Karen lo interrumpió.
– Hablando del rey de Roma... –dijo en voz baja.
En ese momento pasaba cerca de ellos la figura de uno de los entrevistadores que iba fungir como presentador del nuevo programa que ese día salía al aire. Al verlo, Armando se puso nervioso.
– Es el señor Cadmio, ¿crees que me haya oido?.
– ¡No! –exclamó Karen igualmente nerviosa.
Cadmio caminó apresuradamente hacia el estudio de grabación sin molestarse en volver la mirada hacia Armando y Karen. Cuando se dio cuenta de que Armando lo seguía, empezó a caminar más rápido, pero no le sirvió de nada pues el joven se colocó a su lado.
– Señor, sigo pensando que no debería participar en la entrevista de esta noche.
Cadmio continuó caminando.
– Eso no es asunto que me interese, señor Rivera. Sólo esperó que se haya asegurado que nuestro invitado especial haya llegado a tiempo.
Llegaron a la puerta del estudio insonorizado. Cadmio se volvió hacia Armando con una expresión de hastío en su rostro.
– Sí no le molesta, señor Rivera. Tengo trabajo que hacer.
– Si señor, pero creo que... .
– Buenas noches, señor Rivera –respondió Cadmio con voz queda. Después esbozando una sonrisa fingida abrió la puerta y entró al estudio.
A través del cristal insonorizado, Armando vio pasar a Cadmio entre las cámaras y dirigirse a una mesa ubicada en el centro del estudio a toda velocidad.
– Que el cielo nos ayude –murmuró Armando algo preocupado.
* * * *
Arenth, el director del canal, le indicó con una seña que estaban en directo. Cadmio reaccionó levantándose de su asiento y dirigiéndose a las cámaras.
– Bienvenidos a la primera emisión de "La entrevista", un espacio más dentro de "El Universo Anime". En este programa nos vamos a dedicar a entrevistar a los diferentes escritores de fanfics en español de toda la red –hizo una pausa y tomó una pequeña tarjeta.
Este programa es una estupidez, pensó.
– Bueno, amigos. Para empezar démosle la bienvenida a mi compañero de entrevista –hizo una pausa y leyó el contenido de la tarjeta.
– ¿Nakago Tsukino?.
Un joven de aproximadamente 15 años penetró en el estudio abriéndose paso entre las cámaras para finalmente colocarse a lado de Cadmio. Éste último clavó los ojos en el recién llegado observándolo detenidamente de arriba a abajo.
– ¿Tú eres el tal Nakago? –le preguntó con desgano–. Sólo eres un adolescente.
– Gracias por recordármelo –respondió Nakago sarcásticamente–. No sé para qué quieren que haga de entrevistador si no tengo nada de experiencia, pero en fin. Al menos el contrato es bueno.
Se oyeron ruidos en la entrada del set, y alguien irrumpió dentro del estudio. Era una jovencita de estatura mediana, de cabello largo y azul y ojos del mismo color.
– ¡No lo puedo creer! ¡Entonces sí era cierto que mi Naki-chan iba a salir en televisión!
– ¿Naki-chan? –repitió Cadmio con desconcierto, mirando a la joven.
– ¡Naki-chan, TE AMO!
Cadmio dejó escapar una leve sonrisa y se volvió hacia Nakago.
– Oye, ¿quién es ella?.
– Se llama Misao y es una de mis cuantiosas admiradoras –dijo Nakago modestamente–. Y se suponía que ella no debía enterarse que yo iba a hacer esto... –pensó–. Una cabeza emplumada está a punto de rodar por aquí...
Eagle: Gulp.
– Bueno, Nakago –dijo Cadmio, un poco más calmado–. Sólo espero que no seas como tu otra prima.
– ¿Cuál otra prima?
– Me refiero a Chibi-Usa, mejor conocida como Rini. Disculpa, Nakago, pero luego de verla actuar al lado del mentado Pegaso dan ganas de matarla. Estoy tentado a ofrecer una recompensa por su cabeza.
– ¿Chibi-Usa? ¿RINI? ¿Quiénes diablos son esas? La única prima que tengo se llama Usagi, y el único Pegaso que conozco es ese idiota de la serie Saint-Seiya...
Cadmio volvió la mirada hacia las cámaras e intentó fingir una sonrisa sin mucho éxito.
– Ese Asiont me las va a pagar –murmuró entre dientes–. Es la última vez que me dejó convencer para aparecer en este tonto programa.
– Oye, nos estamos saliendo del tema del programa. Se supone que tenemos que decir algo sobre los fanfics –murmuró Nakago.
– Sí, adelante, tú empieza –respondió Cadmio con hastío.
– Ehhh... bueno –dijo Nakago, mirando nerviosamente a la cámara y tratando de no hacer el ridículo–, ya todos saben que los fanfics son historias ficticias escritas por los fan´s del anime en base a su serie favorita. Los hay de varios tipos, también existen distintos estilos de narración, distintas maneras de desarrollar una trama, etc, etc... pero lo principal es que uno se divierta escribiéndolo y trate de ENTRETENER a los lectores con su obra. Para eso existen los fanfics; para seguir con la magia e ilusión de aquella serie que ha calado hondo dentro de nuestro ser. Vaya, que bonito me ha quedado eso, pensó Nakago.
– ¡Puro palabreo! –se oyó gritar una voz. Nakago buscó con la mirada al autor de la ofensa. Al encontralo lo identificó, y decidió agarrarlo a patadas a la salida.
– Sí, claro. Los Fanfics son algo divertido –añadió Cadmio en un tono cargado de bastante ironía–. En lo personal encuentro algunos bastante interesantes como el de "La Marca de la Esperanza". Aunque creo que los jóvenes que hacen este tipo de cosas necesitan ir a la página
– O también podrían ir a www.dosomethingusefulwithyourimagination.org –añadió Nakago–. Ah, y si tienen problemas de redacción, vayan a www.mywritingsucks.net
– ¡¡¡Esto apesta!!! –se volvió a escuchar la misma voz. Ambos supuestos guerreros de la justicia se volvieron hacia el público con una expresión de molestia en sus rostros. Mientras tanto, los productores del programa lloran en la cabina de control.
– En fin –continuó Nakago–. Como no nos queda otra que cumplir con el contrato, me veo en la obligación de presentarles al invitado de esta noche.
Nakago leyó la tarjeta con el nombre del invitado y frunció el ceño.
– El invitado de esta noche es Burakku Uorufu –dijo Nakago con ese inconfundible acento japonés para pronunciar palabras en inglés–. Que pase de una buena vez que no tenemos todo el día.
– ¡Oye! –exclamó Cadmio–, ¿quieres que nos despidan?. Pronuncia bien, es BlackWolf.
– Está bien, está bien –refunfuñó Nakago–. Burakku Uorufu, aparte de ser escritor de fanfics es el creador de la página "Burakku Uorufu Eksu Soun", dentro de la cual publica fanfics de otros autores y presenta a las mejores historias y/o páginas de cada mes según su criterio... Además es creador de una peculiar organización llamada "La Jauría", esta gente traduce fanfics del inglés al castellano. Lean "Rainusu ofu Desutini", capítulos 6 y 7, donde podrán ser testigos del genial trabajo de traducción que realizó... un momento, esto está de más –dijo Nakago, arrugó la tarjeta y la tiró al piso–. Bueno, ahora sí, que pase el invitado.
De repente las luces se apagaron y un deflector alumbró unas cortinas. Finalmente un joven alto de cabello negro, no muy apuesto apareció en escena justo donde un reflector formaba un haz de luz.
BlackWolf vestía pantalones de mezclilla azules, camisa gris y una chamarra de mezclilla negra. Las grabaciones y Misao lo aclamaron al momento de entrar.
– Errr... ¿qué onda? –saludó el joven como saliendo de un trance.
Cadmio miró anonadado al invitado estrella.
– Eh, Bienvenido, BlackWolf –dijo apenas se recuperó de la sorpresa–. Es un horror, eh digo honor tenerte con nosotros.
– Bueno... eeerrr... si a mí también... –comentó Black un poco contrariado.
– Igualmente Burakku Uorufu, es todo un susto, digo, un gusto conocerte -dijo Nakago.
– Eeerrr... si... –contestó Black con una gota de sudor. "Ustedes estarán muy bonitos ¿no?", pensó.
Cadmio se sentó en su lugar, lanzó una mirada a Nakago y BlackWolf, y luego sonrió fingidamente.
– Bueno, Black. Quizás "Tsukino maravilla" no te lo dijo, pero te vamos a hacer algunas preguntas.
– ¿Preguntas?... bueno, mientras no sean de "Tortura de Batos", no hay problema -respondió Black
– ¿Tor... tura de batos? -preguntó Nakago algo sorprendido.
– Es una materia de la escuela...
– Pues, ¿qué estudias, Black? –le inquirió Cadmio con sarcasmo.
– Sistemas de Información, y "Tortura de Batos" es la forma cariñosa en que los estudiantes de la carrera llamamos a la materia Estructura de Datos.
– ¡Esto sigue apestando! –gritó la misma voz nuevamente.
Cadmio tomó la primera tarjeta. En un absoluto silencio Cadmio y Nakago se miraron entre sí y sonrieron malévolamente con complicidad.
– Bueno, primera pregunta, Black. ¿Qué fue lo que te llevó a escribir los tan mencionados fanfics?.
Antes de que Black respondiera, Misao se acercó hasta donde estaba para llevarle una bebida.
– Oye, ¿y tú qué haces frente a cámaras? –le preguntó Nakago sorprendido.
– Ya sabes que mi sueño es ser una gran actriz, así que tengo que ir acostumbrándome –respondió Misao guiñando un ojo. Luego de darle la bebida a Black, mostró una gran sonrisa a la cámara mientras saludaba con una mano. Cadmio agachó la cabeza y se tomó la frente, apesadumbrado.
Mientras tanto, Black, sin prestar atención a lo ocurrido, tomó un sorbo, miró a Cadmio y dijo:
– Bueno, realmente cuando empece a leer muchos fanfics se me vino a la mente el escribir uno, pero no estaba seguro de hacerlo. No fue hasta que conocí a Julian Soullard que me atreví a escribir algo así.
– ¿Cuál fue el primer fanfic que leíste en la red –preguntó Nakago.
Black dio otro trago y continuó.
– Realmente no lo recuerdo bien, pero creo que fue "SurReal World". Es un excelente fic muy cómico, de él me entere por una lista de anime a la que pertenezco, fue cuando me empecé a meter más al asunto de los fanfics.
– ¿Consideras que es difícil empezar a escribir un fanfic? –le inquirió Cadmio deseoso de terminar con aquella tortura.
– Por supuesto, sobre todo si no sabes como empezar –respondió Black cruzando la pierna–. Aunque si se te forma una idea clara y buena de lo que vas a escribir se facilitan mucho las cosas.
– ¿Cuales son tus historias favoritas? –preguntó Nakago.
– Bueno, están varias; "Anime Jam", "A Duet of Pigtailed", "Present, Past, and Uncertain","Onna Red". En español, "La Leyenda", "La Alianza", entre otras muchas a las que les sigo la pista de vez en cuando.
Cadmio suspiró con hastío. Tomó otra tarjeta y luego de leer su contenido la arrugo con la mano y la aventó hacia atrás.
– Bien, Black, ¿cuál de tus obras es la que más satisfecho te ha dejado?.
– Bueno, hasta ahora ninguna, ¿por qué? –contestó Black tranquilamente.
Cadmio miró al joven invitado y enarcó una ceja.
– No lo sé –refunfuñó molesto–. Sólo leí lo que el tonto de Asiant escribió en esa tarjeta.
Black sonrió.
– Bueno, ninguna he terminado, pero la que más me ha gustado escribir es "La Marca de la Esperanza", la cual por cierto esperó este finalizada al entrar de vacaciones de invierno –Black hizo la señal de la victoria con la mano–. Por cierto, ¡Feliz Navidad y prospero Nuevo Milenio!.
Cadmio y Nakago se miraron entre sí con una expresión de hastío en sus rostros.
Finalmente fue Cadmio quien rompió con aquel silencio sepulcral.
– ¿Cómo te nació la idea de escribir "La Marca de la Esperanza"?.
– Fue hace mucho tiempo, ya ni lo recuerdo, pero siempre me gustó la idea de unir estos 2 universos. Algunas escenas se me venían a la mente con ambos universos, así que después de mucha decidía lo intente, hice como chorrocientas versiones que no me gustaron, y aun no me gusta mucho en algunos aspectos, así que planeó una reescripción como "El regreso del Dragón", pero más seria y espero que quede mejor, aunque no estoy seguro de hacerla.
Cadmio miró fijamente a Black y forzando una sonrisa tomó otra tarjeta
– Bien, ¿de qué tipo de fanfics te gusta escribir?. Creo que esa es una pregunta muy importante.
Black suspiró.
– Pues... este... no sé, depende de la idea que tenga y si me gusta la forma en que lo estoy haciendo, no es un tipo específicamente si no como le doy la forma, por ejemplo empezaré uno muy pronto que tal vez le quite el honor a "La Marca de la Esperanza", espero salga bien.
Nakago lanzó una mirada escrutadora a Blackwolf y disparó otra pregunta.
– Veamos, muchacho –empezó Nakago, tomando la tarjeta con la pregunta–. ¿Qué implicanciones crees que pueda tener la reingeniería de procesos aplicada dentro de una organización cuyo AFDIA es de 6% y su PAIKWMA empieza a alcanzar un índice alarmantemente alto? ¿Crees tú además, que sería necesario un enfoque sistemático del organigrama estructural peyorizado con respecto al SBN, o tal vez hacia el OHMA?.
A la gente que estaba en la cabina de control, a los camarógrafos, al personal de seguridad, a Cadmio, a Blackwolf y a Misao les escurrió una gota de sudor. Nakago miró extrañado la tarjeta.
– ... ¡Ah!, Perdón, esta cosa es del programa que sigue a continuación... un error lo comete cualquiera.
Black y Cadmio se miraron entre sí. Ninguno de los dos se atrevió a decir una sola palabra, pero sus rostros hablaban por sí solos.
– Y este mocoso, ¿de cual fumó? –preguntó Cadmio en voz baja para luego volverse a BlackWolf–. Y dime, Blacky, ¿cuál consideras tu peor fanfic?
– Bueno, no fue mi peor fanfic, pero si mi peor historia –hizo una pausa y continuó–. Fue lo primero que escribí seriamente, en preparatoria llevaba una materia llamada "Análisis literario" y el trabajo final era escribir una novela. Me quedó horrible, mezcla de Saint Seiya, Dragon Ball Z, Dragon Quest e historia prehispánica ya se imaginaran. De hecho esa historia la estoy rediseñando quitándole todo eso, y la nueva idea que tengo de eesta historia me esta gustando mas, aunque debo quitarle algunas otras cosas trilladas.
– Ah, que interesante –murmuró Cadmio mirando el reloj ansiosamente–. ¿Alguna vez has tenido esa cosa llamada "bloqueo de escritor"? y sí es así, ¿bajo qué circunstancias?.
– ¡Huy si! –respondió Black con una sonrisa de oreja a oreja–. Me pasa todo el tiempo. Misteriosamente se me quita al momento de presentar exámenes, generalmente me pasa cuando tengo que aumentarle la velocidad y quiero terminar un capitulo lo antes posible, o llevo la historia por un lado y después ya no se me ocurren idea para continuar, es algo muy común en todos los escritores supongo.
– ¿Por qué el nick de Burakku Uorufu? –inquirió Nakago.
– Bueno, no lo recuerdo, sólo buscaba un nick que sonara bien, y me gusto ese, pero ya todos me llaman Black así que el Wolf sale sobrando.
– Para finalizar esta parte de la entrevista, ¿Qué consejos le darías a los escritores de fanfics que nos ven? –preguntó Cadmio mirando nuevamente el reloj.
– Pues... que sean originales en sus trabajos, no copien a los demás, ejemplo "Boy Meet´s Girl´s". Ah, como han salido historias como esta y continuaciones no autorizadas, y muchas muy malas. Realmente es lo que falta a muchos escritores: Ser originales.
Nakago tomó otra tarjeta.
– ¿Cómo empiezas a escribir un fanfic?.
– Bueno... la verdad al principio no tenía ni idea, así que empecé a escribir lo que me venía a la mente. Ya después con algo más práctica, uno al tener una idea, o la menos eso hago yo, las apunto y antes de llevarlas al Word, intento desarrollar no sólo las ideas apuntadas, sino toda la historia, como quieres iniciarla, la trama, la conclusión, aunque "La Marca de la Esperanza" fue la excepción, la inicie sin saber como quería que fueran las cosas.
Cadmio bostezó.
– ¿En qué piensas primero a la hora de realizar uno?
– Bueno en muchas cosas –comentó Black con naturalidad–. Pero generalmente es cuando el profesor de Física o Matemáticas empieza a divagar y yo también.
Nakago tomó las siguientes tres tarjetas y siguió preguntando.
– ¿Hay algún anime en particular sobre el que te guste escribir?.
- Bueno, Sailor Moon es el que más se me da. Pero tengo muchas ideas de otros fic´s.
– ¿Sobre qué anime consideras que es difícil escribir algo?.
– Pues realmente no lo sé... no me a tocado ninguno tan difícil, mientras se tenga ideas creo que todos se pueden realizar.
– ¿Alguna vez dejarías de escribir fanfics?.
– Pues, espero cuando tenga novia o al menos bajarle un poco, pero creo que ya no dejare de escribir nada. Tal vez deje de escribir fics, pero escribiré otras cosas, y espero no romper contacto con ninguno de mis amigos que he ganado aquí.
– De los personajes que has creado –continuó Nakago–. ¿Cuál es tu favorito y por qué?.
– Bueno, actualmente creo que Gotar. Me han dicho que es uno de los mejores malos del momento, y me gusta trabajar con el, aunque sus calenturas son demasiado frecuentes.
– De los personajes de otros fanfics, ¿Cuál es tu favorito y por qué?.
– Bueno, no lo sé... Adelin, de la historia del Gnomo, me gusta ese tipo de personajes con complejos tipo Rei Ayanami
– Ahora... –dijo Cadmio–, vienen las preguntas relámpago. Responde lo primero que se te venga a la mente, ¿de acuerdo?.
Con toda la tranquilidad del mundo, Cadmio tomó las doce tarjetas que Nakago le ofrecía y comenzó.
– Número uno, Mejor Anime.
– ¡Huy!, tengo varios favoritos; Dai No Daibouken, Sailor Moon S, Magic Knigth Rayearth, entre otros.
– Número dos, Peor Anime.
– Sukeban Deka, es la peor cosa sin sentido que he visto
– Número tres, Mejor personaje masculino.
– Bueno, no sé... este... Tadao Yokoshima o Hanamichi Sakuragi
– Número cuatro, Peor personaje masculino.
– Todos los de Dragon Ball Z y Saint Seiya.
– MMMMM, en eso estamos de acuerdo, Black –convino Cadmio–. Número cinco, Mejor personaje femenino.
– Ami Mizuno, ¡Claro!.
Con una enorme sonrisa en el rostro, Black se volvió hacia donde estaba Nakago, quien lo observaba fijamente con una expresión carente de emoción.
– ¿Otra vez la tal Ami?. Que fastidio, bueno, Black –continuó Cadmio sin tomar en cuenta la expresión de Nakago–. Número seis, Peor personaje femenino.
– Kodachi Kuno.
– Número siete, mejor canción.
– ¿De anime?, Eeeerrr... bueno... no sé... el opening de Slam Dunk.
– Número ocho, peor canción.
– El mentado Pokerap.
– Número nueve, Mejor mascota de anime.
– Bueno no sé... Mokona.
– Número diez, Peor mascota de anime.
- Pikachu.
– ¿Número once?, ¿Quién rayos escribió todo esto? –preguntó Cadmio en voz alta–. ¡Rayos!, Mejor Villano.
– Zagato.
– Número doce, Peor villano.
– Cell, Majin Boo, etc., etc.
Cadmio miró a Nakago maliciosamente y luego se volvió hacia BlackWolf esbozando una sonrisa burlona.
– Oye, Black, ¿es cierto que Nakago es una mala persona?
– ¡JA, JA, JA! ¡Había estado esperando esa pregunta!. Ahora quiero ver que dices –exclamó Nakago, poniéndose de pie y moviendo su mano hacia el bolsillo de su chaqueta. ¿Iría a sacar un arma? ¿O una pluma de transformación?.
– Pues si, eso creo... –respondió Black tranquilamente haciendo que Nakago se fuera de espaldas–. Creo que eres demasiado engreído y egomaniaco. Te crees la última Coca Cola del desierto.
Nakago se puso rojo de vergüenza e ira, y se sentó sin decir una palabra más.
Cadmio sonrió divertido, pero cuando tomó la última tarjeta su rostro sufrió una transformación.
– ¡Oye! ¡¿Es cierto que yo te caigo mal?!.
Black miró a su interlocutor algo nervioso.
– Respecto a la pregunta de Nakago, creo que los factores mencionados causarían una depreciación acumulada de un 10% anual en los equipos, haciendo que sus HOR´s se vayan muy abajo... .
Cadmio fulminó al invitado estrella con la mirada. Sin decir nada, tomó el resto de las tarjetas y las rompió en mil pedazos frente a la mirada atenta de BlackWolf.
– Bien, bien –masculló entre dientes–. Será mejor que ese Asiant busque un médico porque aquí lo van a necesitar.
– ¡Este programa apesta! –gritó por tercera ocasión la misma persona.
Sin decir una sola palabra, Cadmio clavó la mirada en el impertinente espectador y a continuación alzó una de sus manos con la palma orientada hacia delante. Un rayo de luz salió disparado desde la mano de Cadmio contra un extremo del estudio volándolo en mil pedazos. Una gorra roja, escombros y algunos retazos de la vestimenta del espectador, que continuamente interrumpía la entrevista, cayeron por todas partes.
– ¡Oye!, ¡Yo iba a hacer eso a la salida! –exclamó Nakago enfadado.
– Bien, ahora podremos continuar –dijo Cadmio frunciendo el ceño y sin prestarle atención a Nakago–. ¿En qué estabamos?.
BlackWolf sonrió nerviosamente.
– Errr... nos contabas lo triste que fue tu niñez.
– ¡¿Qué, qué?! –preguntó Cadmio sorprendido–. ¿De qué diablos estás hablando?.
– Si, seguramente algo te paso en tu niñez para que siempre estés así de malhumorado.
– ¿Es verdad eso, Cadmio? –preguntó Nakago.
– ¡Claro que no! –El enfadó de Cadmio era evidente.
– Oh, vamos dínoslo –insistió BlackWolf–. Estamos en confianza.
Cadmio estaba harto de la plática.
– ¡Déjense de tonterías lo dos!. Además el de las preguntas soy yo.
– ¡Naki-chan! ¡¿Por qué no vamos a comer a mi casa cuando salgas del programa?! –gritó Misao.
Cadmio clavó la mirada primero en Nakago y luego en Misao.
– ¡Oye, niña!, ¿No quieres cerrar la boca? –le azuzó Cadmio.
– ¡¿QUÉ?!... ¡Tú no te metas! ¡Yo estoy hablando con mi Naki-chan!.
– Por eso no quería que nadie se enterara... –murmuró Nakago molesto.
Cadmio apretó los puños algo enojado y se volvió hacia Nakago.
– Oye, "Naki-chan" –murmuró enfadado–. Dile a tu "novia" que guarde silencio.
– Creo que sólo hay una forma para que ya no siga hablando... ¡Está bien, Misao!, Cuando salga iremos a donde tú quieras... (y espero que esta vez nadie se entere de nada).
– ¡¡KYAAAA!! ¡Muchas gracias! –respondió Misao alegremente, y luego le sacó la lengua a Cadmio en señal de desafío.
– Me sacó la lengua –murmuró Cadmio para sí frunciendo el ceño–. Que chica más grosera
– Ay, Dios mío –musitó Black en voz baja–. ¿Cómo acepte participar en esta cosa?.
– Bueno, Black –comenzó a decir Cadmio tratando de controlar su enojo–. Como muestra de agradecimiento por haber participado en "La Entrevista" –hizo una pausa y tomó la última tarjeta–. Nuestra patrocinadora, ¿Asuka?, bueno, como se llame, te entregará un reconocimiento.
De pronto, un joven desconocido de cabello alborotado y anteojos oscuros salió de entre las cortinas. Vestía de manera bastante estrafalaria y llevaba un bate de metal entre sus manos.
– No sabía que Asuka fuera tan fea –comentó Nakago.
– Y yo no sabía que el reconocimiento fuera un bate de béisbol –replicó Cadmio por su lado–. Ese no es Asuka.
– ¿Saben?... este... –titubeó Black nerviosamente–. No quiero sonar grosero, pero ese premio no parece muy saludable, sobre todo para mi.
– ¡Ja, Ja, Ja! –comenzó a reír el misterioso joven.
Cadmio, Nakago, Misao y Black se miraron entre sí sin saber cómo reaccionar.
– ¿Quién eres tú? –le preguntó Cadmio frunciendo el entrecejo–, y ¿por qué te estás riendo como un estúpido?.
El desconocido dejó su bate de lado y sacó un pequeño reloj despertador de entre sus ropas.
– ¡Ja!, Yo soy Talavera-Man, un miembro más de la famosa, prestigiada y reconocida organización "CAIN" –hizo una pausa y esperó la reacción de todos. Cadmio, Nakago y Black se miraron entre sí.
– ¿CAIN?, ¿Y eso con qué se come? –preguntó Nakago.
Talavera-Man frunció el ceño molesto.
– ¿No sabes lo qué es el "CAIN"? –le inquirió apretando el reloj–. Es el Comité Antimanga Internacional, torpe.
– ¿Comité Antimanga Internacional Torpe? –repitió Black en tono pensativo–. Bueno, en ese caso... ¿no sería mejor "CAINT"?, pero no creo que suene tan bien... .
Talaver-Man clavó unos ojos en BlackWolf que eran puro odio.
– ¡No, idiota! ¡CAIN! ¡Comité Antimanga Internacional!.
– ¡Aaahhh! –exclamó Misao provocando la satisfacción de Talavera–, ¿Y quiénes son ustedes?.
El miembro del "CAIN" se fue de espaldas.
– ¡¿QUÉ?! –estalló Talavera-Man mientras se levantaba–. ¿Cómo qué no sabes quiénes somos nosotros?.
– ¡Ah! ¡Ya recordé quienes son ustedes! –declaró Black en voz alta atrayendo la atención de todos-. Son unos tipos sin mucho que hacer... (Como muchos de nosotros) que quieren eliminar al manga y anime de la existencia... .
– Así es, Black –afirmó Talavera desabrochándose la chaqueta y mostrando cientos de paquetes con explosivo plástico sujetos a su cuerpo–. Vengo por ti, serás un vivo ejemplo de lo que les sucede a aquellos que gustan de este tipo de porquerías como el manga y el anime.
Cadmio alzó la vista al cielo como buscando ayuda.
– Gran Creador, lo que el universo necesitaba, un lunático más.
– Como si ya no tuviera suficiente con Kohr y los Dark Soldiers, ahora también hay que soportar a gente cuyo esquema mental no pasa de los años setenta –pensó Nakago.
BlackWolf tragó saliva con dificultad, se levantó de su asiento y rió nerviosamente.
– Cierto, cierto. Por primera vez concuerdo con ustedes dos... bueno... ahí se los dejo, yo me voy... .
– ¡¿QUÉ, QUÉ?! –gritaron Cadmio y Nakago al unísono.
Antes de que Black pudiera abandonar el escenario, Cadmio alargó el brazo y lo sujetó del cuello de la camisa.
– ¿A donde crees que vas? –le preguntó.
– ¿Qué? Yo soy el invitado y ustedes "Poderosos guerreros y héroes de la Justicia", ¿No es su deber protegerme? –contestó Black.
– ¡Ni que fuéramos tus guardaespaldas! –replicó Cadmio.
– Si es cierto, ya ni Misao que es mujer –añadió Nakago–. Por cierto Misao... ¡¿Quieres soltarme el brazo?!.
– ¡Oh! Lo siento, Naki-chan –murmuró Misao sin muchos deseos de obedecer–. Es que tengo tanto miedo.
Una gota de sudor recorrió la frente de Talavera-Man. Nadie le estaba prestando atención.
– ¡OIGAN! ¡Aquí estoy! –protestó furiosamente sin mucho éxito. Decidido a llamar la atención, Talavera mostró el reloj despertador ante las cámaras y dijo:
– Dentro de cinco minutos, todo este estudio volará en mil pedazos, ¡Ja, Ja! –hizo una pausa y se volvió hacia Black–. Junto con ustedes, ¡Ja, Ja, Ja!.
Cadmio enarcó una ceja y se giró hacia Nakago y Black.
– Déjenmelo cinco segundos y yo me encargo de atornillarle las tuercas a este idiota.
– Yo te ayudo, así reducimos el tiempo a 50 centésimas –le dijo Nakago.
– ¡Mucha suerte! –exclamó Black, levantando su pulgar en señal de aprobación desde una esquina del estudio. Una gota de sudor apareció en las frentes de Nakago, Cadmio y Misao.
Al ver las intenciones de los entrevistadores, Talavera dio un paso atrás.
– Ni se les ocurra, payasos –hizo una pausa y les mostró el reloj–. Sí intentan hacerme algo, detonaré la bomba, ¡Ja, Ja, Ja!.
– ¡Hazlo si te atreves, desquiciado! –le espetó Cadmio furioso ante la mirada aterrorizada de Nakago y Black–. Yo puedo sobrevivir a esa explosión.
– ¡Sí! ¡Yo también!... siempre y cuando esté transformado... –murmuró Nakago nerviosamente.
– ¡Oigan! –exclamó Black–. Pero ¿yo qué?... Esperen un segundo, ¿de qué me preocupo?, esto sólo es un fic. Yo estoy a salvo en mi casita...
Cadmio se cruzó de brazos molesto.
– ¡Rayos! –exclamó finalmente–. Ni hablar, hay que ganar tiempo –hizo una pausa y se volvió hacia Talavera-Man–. Bueno, quizás BlackWolf quiera saber el por qué de tu odio hacia el anime y el manga.
Black abrió los ojos enormemente.
– ¿Qué? ¿quién? ¿yo?, ¿Para qué diablos... ¡AUCH! –El codo de Cadmio golpeó su estómago discretamente.
– Tú síguele la corriente –ordenó Cadmio entre dientes.
– ¡Esta bien, esta bien!... –aceptó Black de mala gana sobándose el abdomen para luego dirigirse al lunático–. Si... dime, Talavera Man ¿Por qué tienes tanto odio al anime y manga que quieres quitarte tu ya de por si desdichada vida, y llevarnos de corbata contigo? ¿ No crees que merecemos saber porque vamos a morir?.
– Sí, queremos saber qué experiencia horrible puedes haber tenido para que no aprecies el noveno arte –dijo Nakago.
Talavera-Man frunció el entrecejo y adoptó un gesto de lástima.
– Si, tienen razón –comenzó a decir mientras una lágrima escurría de su ojo–. Empece a odiarlo cuando vi por primera vez a Remi.
– ¿Remi? –preguntó Nakago extrañado.
– Si, Remi –aclaró Black–. Es la historia de ese pobre niño que fue vendido a un artista ambulante... .
– ¡Ah! Es cierto... Recuerdo haberla visto cuando tenía 5 años... –repentinamente, Nakago adquirió un rostro aterrorizado y cayó de rodillas al suelo–. ¡¡NOOOOOO!! ¡¡REMI!! ¡¡¡¿¿¿POR QUÉ LA VIDA ES TAN CRUEL CONTIGO???!!! ¡¡¡¡BUAAAAAAAHHHHHH!!!!
Nakago se agarró el rostro con las manos y empezó a llorar desconsoladamente. Misao se acercó a él para intentar tranquilizarlo.
– Creo que ya recordó cual es –comentó Black con una gota de sudor en su frente.
Cadmio desvió la mirada hacia un costado, bajó la cabeza y se cubrió los ojos experimentando vergüenza ajena.
– Aggghh, Gran Creador, ¿Qué hice para merecer esto? –murmuró en voz baja–. De haber sabido que este episodio iba a estar cargado de escenas traumáticas hubiera traido a Ayanami Rei o a ese mocoso de Ikari Shinji.
Desde una ventana fuera del estudio, Armando y Karen miraban todo lo ocurrido totalmente histéricos.
– ¡Vamos a morir! –gritó Karen hecha un mar de lágrimas.
– ¡Jamás pude decirles a los patrones lo tacaños que son! –añadió Armando abrazando fuertemente a Karen.
En el estudio, Black continuó tratando de hacer conversación. Sólo quedaban algunos minutos.
– Si, bueno, Remi era una historia muy triste, pero no tienes porque ponerte así... .
El desquiciado lo interrumpió.
– ... y luego vi Mazinger-Z, ¿puedes imaginar a un par de niños a los que el Barón Ashler tortura continuamente?... .
– ¿Niños?... –preguntó Black–. Pues Sayaka me parecía muy gandecita para ser una niña...
– ¿Ves? –gimoteó Talavera–. Nadie me comprende... .
Cadmio sabía que tenían sólo cuatro minutos, quizás menos. Sin perder de vista a Talavera-Man, se acercó a Nakago y Misao. Nakago ya estaba un poco más tranquilo luego del trauma sufrido.
– Muy bien, niño –le dijo Cadmio en voz baja–. No te metas en esto, todavía te hace falta mucho.
– ¿Aaaaaah?, Por favor... si supieras a los enemigos que he enfrentado y que estoy por enfrentar, me tendrías más respeto. Lamentablemente ahora no puedo transformarme pues las cámaras están enfocando toda la acción, pero de todas formas te ayudaré.
– ¿Qué, qué? –le inquirió Cadmio contrariado–. ¿Acaso te has vuelto loco o qué, niño?. Ni siquiera te ha salido el bigote.
– No, fíjate bien, acá tengo tres pelitos... .
– ¡Es muy peligroso, Naki-chan, no puedes hacer eso! –trató de convencerlo Misao con algo de angustia, pero Nakago se negó.
– No... ¡no puedo quedarme sin hacer nada!.
Antes de que Cadmio y Misao tuvieran tiempo para decirle algo más a Nakago, una chica pelirroja, adolescente, y de buena figura (hmmm...) apareció por detrás de Talavera-Man, con una expresión fulminante en su rostro.
– ¡Oye, IDIOTA!
Talavera-Man se volvió hacia la chica y dejó escapar una exclamación de sorpresa.
– ¡¿QUÉ?!, ¡¿Cómo te lograste zafar de las ataduras?!.
– ¡JA!, ¡Nadie derrota así como así a Asuka Langley!.
– ¿Esa es Asuka? –preguntó Cadmio en voz alta–. Vaya, pues ¿qué le dan de comer que se desarrolló así?.
– Vaya... –suspiró Black–. ¡Ahora si quiero mi premio!.
Al escuchar aquella clase de comentarios, Misao no pudo hacer otra cosa que irse de espaldas al suelo.
– ¡AHORA! –exclamó Nakago–. ¡¡Es nuestra oportunidad!!.
Nakago corrió velozmente hacia Talavera-Man y lo sujetó de ambos brazos.
– ¡Suéltame, idiota! –gritó el demente tratando de liberarse.
Con un rápido manotazo, Cadmio le arrebató el detonador de los paquetes explosivos y se lo arrojó a Misao.
– Toma, niña, sirve de algo y... ¡Ten cuidado con eso!, ¡Este lugar va a volar en mil pedazos si lo activas!.
– ¡¡AAAYYY!! –exclamó Misao, balanceando el interruptor entre sus manos durante un buen rato. Se lo arrojó hacia Black, quien se lo devuelve, y así se la pasaron durante un rato.
– ¡Oye! ¿Qué te pasa? –preguntó Black mientras el detonador bailaba entre sus manos–. ¡No me lo pases a mi!, Mí familia tiene la mala costumbre de siempre tirar las cosas.
– ¡Oigan, dejen de jugar con eso! –les gritó Asiant desde la cabina de control.
Luego de un breve forcejeo, Talavera-Man consiguió liberarse de Nakago.
– ¡Ahora me las pagarás, bato! –gritó el miembro del CAIN, sacando una navaja tipo 007.
Nakago se dispuso a golpearlo, pero antes de que pudiera hacerlo, Cadmio se acercó hasta él y lo hizo a un lado.
– Con permiso –hizo una pausa y se volvió hacia Talavera-Man–. Vamos, payaso, dame tu mejor golpe.
Talavera-Man se abalanzó sobre Cadmio, pero antes de que pudiera usar su arma, el entrevistador lo golpeó con una rápida patada en el estómago que lo arrojó hacia Asuka. El miembro del CAIN cayó sobre ella, usando como almohada ciertas partes de su cuerpo.
– ¡HENTAI! –exclamó Asuka–. ¡No te basta con amarrarme y luego vienes a hacerme esto!.
La chica arrojó a Talavera-Man hacia Nakago con un buen golpe. Éste simplemente extendió su puño y Talavera-Man se estrelló contra él. Luego cayó al piso, completamente noqueado.
– Eso fue por meterte con... no, olvídalo, mejor no digo nada –dijo Nakago, pensando en que ya no valía la pena seguir con conflictos innecesarios.
El personal de seguridad se acercó hacia el inconsciente Talavera-Man y lo sacaron a rastras. (Bueno, para algo tenían que servir).
– Vaya, "Naki-Chan" –dijo Cadmio mientras sacaban al terrorista–. No eres tan inútil después de todo.
– ¡¡Ja, ja, jaaaaa!!, eso debería decir yo de ti porque yo solo hubiera podido encargarme de... .
Cadmio ignoró por completo las palabras de su compañero y se volvió hacia BlackWolf. Detrás de ambos, Nakago continuaba presumiendo.
– Bueno, Black –hizo una pausa y esperó a que BlackWolf volviera la mirada hacia él–. Siento todo este incidente con el integrante del "CAIN", pero afortunadamente... –hizo una pausa y sonrió nerviosamente–. Eh... el niño y yo estabamos listos para detenerlo.
– ¡Ah! No es problema –comentó Black–. No te preocupes, creo que fue divertido después de todo.
– ¿¿¿Divertido???... ah claro, si tú no hiciste nada... –masculló Nakago con enfado.
Asuka se acercó hasta BlackWolf y le entregó una pequeña placa dorada.
– Bueno, muchacho, aquí está tu reconocimiento.
Black tomó la placa y sonriendo ante las cámaras recibió un caluroso aplauso (grabado) mientras una agradable melodía (The Beautiful People) anunciaba el final de la transmisión.
– Gracias por este gran reconocimiento –dijo Black–. Debo decir, que me alegra ver que mi esfuerzo no pasa tan desapercibido después de todo, debo darles las gracias a todos ustedes y mis amigos como Julian Soullard, Asiant, Akane, el Gnomo, entre tantos por su apoyo ya que sin ellos no habría logrado este premio... y para no hacerla larga, porque por lo visto aquí mis anfitriones ya quieren irse... pues... gracias.
Cadmio sonrió con alivio. Aparentemente todo había salido bien.
– Oye, Cadmio, ¿a dónde llevaron a Talavera-Man? –le inquirió Nakago en voz baja.
Asuka, Misao y Black inclinaron la cabeza discretamente hacia donde estaban los entrevistadores para escuchar mejor.
Cadmio se cruzó de brazos, volvió la mirada hacia Nakago y sonrió malévolamente.
– ¡Ah! Está donde recibirá toda la ayuda necesaria, "Naki".
– ¿Qué? –preguntó Black con curiosidad–. ¿A qué te refieres?.
* * * *
En el rincón más olvidado del edificio, un enfurecido Talavera-Man luchaba incansablemente por liberarse de las cuerdas que lo mantenían sujetó a una silla. Un inmenso televisor con pantalla de cincuenta pulgadas y sistema estéreo digital se encontraba frente a él.
– ¡Malditos! –vociferó furioso mientras veía por la televisión el feliz desenlace de "La Entrevista"–. Esto no ha terminado, ¡Ja, Ja, Ja, Ja!. El CAIN vivirá por siempre ¡Ja, Ja, Ja! ¡Me vengaré ! y... .
– ... Y ahora... –dijo Asuka despidiendo el programa–... Disfruten de nuestro siguiente programa... "Las Aventuras de Remi".
Talavera-Man abrió los ojos desorbitados por la desesperación y un rictus de terror se apoderó de su rostro. Tras un instante de silencio, el miembro del CAIN gritó con todas sus fuerzas mientras se sacudía en la silla, tratando de liberarse.
– ¡NNNNNNNOOOOOOOOOOOO!.
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Notas de la entrevista:
- Black Wolf es autor de varios fanfics como: "La Marca de la Esperanza" y "Lost" y tiene su página en la siguiente dirección:
- Cadmio es un personaje del fanfic "La Leyenda" escrito por Asiant.
- Nakago es un personaje del fanfic "La Alianza" escrito por Eagle.
- Misao es un personaje del fanfic "La Alianza" escrito por Eagle.
- Queremos hacer un especial agradecimiento a Black Wolf por su ayuda brindada para la realización de este fanfic. ¡Gracias, Black!.
- Comentarios sobre este fanfic: leyendas99@hotmail.com o seiyakou@latinmail.com
