Misao: Hola a todos nn Bienvenidos a mi primer intento de yaoi x3u. Está historia es en un Universo Alterno, así que dudo que hayan cosas muy relacionadas con el juego nñ.

Espero que lo disfruten nn

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En la tierra de Spira, un pequeño país cercano a los montañas, se encontraba Twiliguit Town, allí vivía la familia real del reino.

El rey Leon VIII y la reina Rinoa vivían con sus dos hijos, Kairi, la mayor y Sora, el consentido del reino.

Kairi tenía el cabello rojizo hasta los hombros, ojos azules y piel blanca. Solía ser envidiosa de su hermano menor, ya que él gobernaría Spira en el futuro, mientras que ella solo podría ser reina si se casaba con el fracasado del príncipe Pence.

Sora, en cambio, tenía el cabello castaño alborotado y ojos grandes y brillantes azul cielo. Era de carácter alegre, valiente y algo infantil. No tomaba muy en serio el tema de la corona, gobernar, bla bla blaaa, naah, él solo quería seguir disfrutando de su joven vida junto a su mejor amigo.

-¡Riku!- gritó el príncipe agitándo animadamente el brazo. Riku, quién estaba contemplando un objeto de greda, lo escondió tras su espalda.

-Eh... Hola Sora¿Que te trae por aquí?- dijo el joven, de cabello blanco y ojos azul marino.

-No se te habrá olvidado que día es hoy¿ne?- dijo Sora poniendo sus manos en la cintura, Riku alzó la ceja- ¡Hoy es mi cumpleaños Riku!

-Ah, eso- dijo volteando la mirada.

-Uuuf, eres un amargado hasta para decir feliz cumpleaños- dijo Sora haciendo puchero- Mira, solo tienes que decir¡Oh, Feliz cumpleaños Sora, espero que tengas un muy buen día y que todos tus deseos se cumplan!" o "Feliz Cumpleaños Sora-kun, que cumplas muchos más" o...

-¬¬ YA! Entendí- dijo Riku y le dio un abrazo- Feliz cumpleaños baboso.

Sora se sonrojó al sentir la respiración del albino en su cuello y sonrió de lado, de repente, el chico se apartó.

-Quería dártelo en la fiesta, pero ya que insistes- Riku buscó lo que había escondido anteriormente y lo depositó en las manos de Sora.

-Es una estatuilla- dijo Sora viéndola de cerca, era una figura echa con greda, de él mismo con una gran llave, y junto a él, una pequeña figura de Riku con su espada- Riku... Esto es...

-¿Muy tonto¿Rarito¿Preferías un regalo comestible u?

-Muy mono xD! Jamás lo pensé de ti- dijo Sora sonriendo ampliamente- Gracias, es el mejor regalo que he recibido nn

Riku se sonrojó hasta las orejas y volteó la mirada nervioso.

-No es nada...

Hubo un momento de silencio, ninguno sabía que decir en ese momento.

-Ehm... ¿Quieres molestar a Kairi?- dijo tímidamente Riku, inseguro.

-Siempre nn- dijo Sora animado- Por cierto Riku ¿Vendrás a la fiesta de esta noche?

-Por supuesto, no me lo perdería- dijo despeinando a su compañero, este sonrió felizmente.

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La gran noche había llegado, todos en el reino asistieron al palacio para celebrar el cumpleaños número catorce del príncipe Sora.

Ya era de noche, todas las tiendas estaban cerradas y las estrellas iluminaban los cielos de Twiliguit Town, las calles completamente despejadas.

-¡Vamos Riku, vamos a una fiesta, no a modelar. Apresúrate!- dijo la madre de Riku, quién abrió la puerta de la casa- Te espero en el Palacio.

-¡Eh! Si...

Riku se miró al espejo una última vez, vestía una camisa blanca sin mangas color amarillo, con la parte de los hombros negra, pantolnes negros y zapatillas blancas, con goma negra.

-Bien... estoy listo- dijo con un suspiro.

La verdad, es que a Riku le gustaba mucho Sora, pero tenía una reputación de chico duro que mantener, así que no se le podía declarar como una colegiala enamorada...

... Estúpido orgullo...

Riku dejó salir un suspiro, apagó las luces de la casa y cerró con llave. La ciudad era iluminada por faroles cercanos a las calles, iba seguir su camino al palacio, cuando vió dos figuras encapuchadas, una la distinguió: era Kairi.

-¿Pero que...?

Riku se escondió tras una tienda de videojuegos y prestó atención.

-Entonces es un trato- dijo Kairi.

-Si, capturaré al príncipe Sora y le asesinaré. Y tu a cambio me darás la Keyblade.

-¿A que hora vas a...?

-Ahora mismo si usted así lo desea milady- dijo el encapuchado.

-Jaja, deja que pida un deseo... Una vez sople las velas... Hazlo.

-Sus deseos son órdenes.

Riku abrió los ojos como platos. Simplemente no podía creer lo que escuchaba¿Asesinar a Sora? Eso no iba a ocurrir mientras él pudiera evitarlo.

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-Gracias por venir Tidus, Wakka- dijo Sora saludando a sus amigos y recibiendo sus regalos.

-¡No es nada, para eso estamos, ya!

-Aunque esto está muy aburrido, deberíamos darle algo de diversión- dijo Tidus, de cabello rubio y ojos azules.

-¿Piensas lo que creo que estás pensando?- dijo Wakka.

-Blitzball- dijo animadamente, y ambos corrieron al centro del salón, Sora sudó una gotita y buscó a Riku con la mirada.

-Ya va a llegar- dijo Seplhie.

-Nee...

-¡Mira¿No es él?- dijo la castaña señalando la entrada, donde venía el peli-plateado corriendo.

-¡Riku!- dijo corriendo a recibirlo- ¿Estás bien¿Por que tan agitado?

-Kairi... ella...- balbuceo apoyado en sus rodillas y tomando aire- Tengo que sacarte de aquí.

-o.o ¿uh?

-¡Ven!- dijo sujetándole la mano y obligándole a seguirle.

Ambos al salir del palacio, se encontraron con el encapuchado, Riku frunció el seño y le empujó, corriendo con Sora.

-¡Atrápalo!- dijo Kairi, el joven hizo varias copias de sí mismo y le persiguió.

Ambos chicos corrieron sin rumbo, hasta llegar a un abismo al final de la ciudad, Riku miró hacia abajo, era muy peligroso.

Sora se soltó de Riku, el sonido de la cascada rompía el silencio.

-¿Que está pasando?- dijo el castaño.

-Kairi envió a un...

-Asesino- completó el encapuchado, y desenfundó dos espadas acercándose amenazadoramente, Sora retrocedió un poco.

-Sora... perdóname.

-¿Q...?- Sin más, el albino le beso tiernamente y le empujó hacia la catarata. El castaño vio como la figura atacaba a Riku, alzó la mano tratando de alcanzarle, mas la figura de Riku se hizo cada vez más pequeña y todo se volvió negro para el príncipe.

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-Papá, mamá- dijo Kairi acercándose a los reyes- Tengo una mala noticia... Sora... Sora fue asesinado.

-¿Qu...!

-Perdónenme- dijo fingiendo angustia- No pude salvarle, pero pude capturar a su asesino.

Dos guardias entraron al salón, sujetando a un malherido Riku, quién forcejeaba por liberarse.

-Riku...- murmuró el rey Leon- ¿Como pudiste?

-¡Ella está mintiendo, envió a un...!- Kairi se acercó al albino y le abofeteó, el chico hizo una mueca de dolor.

-¿Como te atreves a dirigidle la palabra a los reyes, después de asesinar a mi hermanito, al futuro heredero!

-Maldita...

La reina Rinoa ahogó el llanto y se aferró al brazo de su marido, quién cerró los ojos y habló por fin con voz solemne.

-Me decepcionaste Riku, de todos, siempre pensé que eras el único al que podía confiar a m hijo- dijo Leon- Por eso, se te castigará con la pena máxima... La Muerte.

Kairi ahogó una sonrisa de satisfacción, mientras que Riku bajaba la mirada tristemente.

-"Espero que por lo menos... Sora esté bien"

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-Ay, ay, ay...- se quejó Sora sentándose sobre sí mismo- ¿Que demonios?

Sora recordó el beso de Riku y de como le empujó por el barranco. Él príncipe negó con la cabeza sonrojado y observó donde se encontraba. Estaba junto a un largo río. Frente a él se extendía una hilera de árboles, al parecer, la entrada al bosque.

-Tengo que encontrar la forma de volver...- dijo Sora poniéndose de pie.

Se adentró en el bosque, buscando algún indicio del la ciudad, mas solo pudo ver árboles, árboles... ¿Una roca? Más árboles.

-¡Kuso! ¬¬u

-¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!- Sora buscó con la mirada la causa del grito, cuando notó cinco figuras más adelante. Con sigilo, el príncipe se acercó a ver que pasaba.

Un gran carruaje estaba volcado, con las ruedas arriba, al parecer, los pasajeros y el conductor eran quienes habían gritado, ya que Sora vio como dos hombres corrían del lugar.

-Eso fue fácil- dijo un hombre de cabello rojo intenso, de forma alzada, ojos verdes y pequeñas líneas verticales bajo sus ojos.

-La gente de este pueblo es muy cobarde- dijo una chica de cabello rubio, corto.

-Esto es aburrido- dijo un hombre de cabello café, casi morado.

-¡Chicos!- dijo un joven, que estaba sentado sobre el carruaje caído. Tenía el cabello rubio, casi dorado de forma desordenada y ojos azul cielo.

-"Se parece mucho a mi"- dijo Sora.

-No se trata sobre si es entretenido o no- dijo el joven- Lo importante es que esa aldea no muera de hambre. Bien, Axel, ve con Larxane y vende este cacharro a un buen precio.

-En seguida jefe- dijo el pelirrojo guiñiendo el ojo.

-Marluxia, ve con Saix a comprar comida con el oro que obtuvimos- dijo lanzándole una bolsa de cuero al joven de cabello casi morado, junto a él, un hombre con una cicatriz en forma de X en la frente asintió.

Al fin los cuatro jóvenes se retiraron, dejando solo al rubio.

-Ya puedes salir- dijo el joven, Sora abrió mucho los ojos- Me llamo Roxas¿Y tu?

El chico salió de entre los arbustos y se acercó al joven.

-M-Me llamo Sora- dijo el castaño, Roxas dio un elegante salto y cayó frente a Sora.

-Mucho gusto...- dijo sonriendo- Príncipe Sora.

-¿Cómo lo...

-Esa cadena- dijo señalando el pecho de Sora, donde descansaba una cadena con forma de coronita.

-...- Sora alzó la vista- ¿Ustedes son ladrones?

-Si...- dijo volteando la vista, Sora bajo la mirada pensando que le había molestado- Sora¿Sabes lo que ocurrió en el palacio anoche?

-¿Ah?

-Se supone que estás muerto- dijo señalándolo- Mañana ejecutarán a tu asesino.

-¿De que estás...?

-Riku Kikumaru será decapitado mañana. ¿Le conoces?- dijo serio, Sora se quedó de piedra.

-No puede... ser...

Continuara...

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Misao: Bien, eso es todo por ahora nn Espero que les haya gustado, no olviden enviar reviews con sus consejos, comentarios o quejas nOn todo es bien recibido!

Byes!
Hasta la próxima

MisaoQ.Q.