Ribon Noir

Curioso.

Es muy curioso que en una noche cambie todo lo planeado, lo soñado, lo deseado, curioso que en una sola noche todo un reino se haya venido abajo en nuestras narices. Una sola noche bastó para acabar con nuestros emblemas, Ninguno le tomó importancia al asunto. Total, éramos nobles, qué nos importaba el pueblo, ellos solo debían trabajar y pagar nuestros deseos, éramos los dueños de sus vidas, capases de hacer lo que queramos con ellas. Ellos nos debían respeto y obediencia, éramos sus amos y ellos los esclavos. Lo que les pasará no nos importaría siempre y cuando ellos paguen los impuestos por quedarse en nuestras tierras, éramos los dueños de todo que pudiéramos desear, si nosotros queríamos cazar, cazamos, si queríamos abusar de una mujer, la violábamos, si queríamos que sus hijos nos sirvieran, ellos debían entregárnoslos, si queríamos hacer una fiesta o un baile mientras ellos morían de hambre también lo hacíamos, si queríamos vestirnos con telas extranjeras más no con las nuestras también lo hacíamos. Si queríamos explotarlos lo hacíamos. Si queríamos maltratarlos o saciar nuestros problemas sexuales, desquitarnos nuestros problemas mentales lo podíamos hacer. Si queríamos sus vidas también lo hacíamos. Éramos los dueños del universo capases de hacer lo que quisiéramos. Los maltratábamos, pisábamos su dolor, hambre, miseria, analfabetismo, enfermedades con nuestros zapatos de hebilla dorada o ocultábamos sus suplicas con nuestro vestidos de encaje y finas telas. Maquillábamos su sufrimiento con polvos blancos. Escondíamos su vejez con pelucas tan altas como la catedral. Escondíamos sus dolencias con abanicos de seda. Porqué éramos superiores. Éramos el emblema del país y ellos debían pagar para que nosotros sigamos siendo ese emblema, éramos superiores, éramos cultos, éramos finos y agraciados, éramos ricos, éramos dioses.

Lo éramos todo.

¿Por qué entonces si éramos todo y ellos nada ahora ellos deciden nuestra suerte? A pesar de que quieran llamar justicia a una matanza sin investigaciones, seguían siendo una matanza, una masacre. Ahora la mayoría entendió cómo sufrían, cómo vivían, cómo soportaban todos nuestros maltratos, cómo lloraban al ver sus sueños morir, ahora lo entendíamos todo, no basta ser culto para saber todo, no basta ser un gran profesional para solucionar todo, se necesitaba más experiencia. Una madre del pueblo podía hallar 20 000 soluciones para darle de comer a su familia con poco dinero mientras nuestros grandes economistas no lograban solucionar nada. Curioso, muy curioso. Nuestra belleza aristocrática fue opacada por la belleza pueblerina de la libertad. El neoclacisismo donde la razón se imponía al sentimiento fue opacado por el romanticismo donde el sentimiento se impone a la razón, para nosotros era ridículo que ellos pudieran revelarse y ganar, una gran venda nos cegaba y ahí estaban los resultados. Una revolución que acabaría con nuestra sociedad de ira, pereza, lujuria, soberbia, envidia, gula y codicia cubiertas por modales finos y mascaras hechas de vestidos y lujos.

Pagamos por nuestros pecados.

Y en realidad es justo, debemos pagar por lo que hicimos, por no pensar en el que era nuestro sustento y por explotarlo. Sin ellos no seríamos lo que somos. Sin ellos, no hubiera empezado la historia de mi hija y su esposo, es una larga historia, ahora espero que este bien, no he sabido de ella hace tanto tiempo. Sé que el hombre con el cual la case no era para ella, pero era el más poderoso y digno de una mujer como mi hija, tan fuerte, tan hábil, tan diestra, tan sabia, tantas cosas... ya no se que será de mi vida. Es curioso e irónico como se desarrollo. Admito que arruiné la vida de muchas personas, empezando por mi esposa, que a pesar de haberle jurado mi amor, al darme seis hijas y ningún heredero al apellido la traicioné con otra mujer de la cual también me burlé. De mis 5 hijas reconocidas que las usé como intercambio de poderes, a mi hija mestiza que abandone después de nacer, a mi heredero que crié como me criaron a mi y ahora sufre mi suerte. A Lord Mustang, que le engañé con tal que se case con la menor de mi hijas...y a ella, a la menor que tubo que pasar atrocidades, todo por mi culpa, todo por querer un heredero completamente noble, la obligué a algo que la Iglesia solo me permitió por ser noble. Con ella cometí el peor de los pecados, la crié como un hombre, le enseñé a montar, a luchar, a disparar, a guerrear para después usarla como un acuerdo entre Sir. Mustang y yo, todo por tener influencias allá en la libre y civil Inglaterra.

He arruinado a muchas personas. Lo admito

Y estoy pagando por mis pecados.

Lo único que espero, es que ellos estén bien. Por mi esposa, por mis 5 hijas casadas, por mi hija plebeya, por mi hijo, por Lord Mustang y por ella... mi hija...mi Riza...

La celda se ilumina con los fuertes rayos de sol que me queman la cara, escuchó unos pasos y veo acercarse a algunos soldados con las llaves que me prometen mi libertad. Me acercó al joven que estaba en un rincón con los brazos cruzados.

-Es la hora hijo, me voy para siempre, para dejar de sufrir...

-¿Dejar de sufrir? Tu no has sufrido nada – me espetó. Su tono me hiere mucho.

-¿No abrasaras a tu padre?

-Yo no tengo padre, solo una madre a la cual mataste...y que te maten de una vez.

-Pronto nos veremos hijo...pronto...

-Sí, nos veremos por tu culpa, si no me hubieras robado del seno de mi madre, sería uno de los hombre que hacen justicia.

-Matanza no es justicia.

-¿Y abuso si lo es?

Los soldados abrieron la puerta y me cogieron con un animal salvaje. El joven se rió y me escupió en la cara, mientras los otros me apretaban los brazos hasta sacarme sangre, no tenían piedad de ni siquiera un hombre viejo.

-¿Quieren que les cuente algo soldados? Soy plebeyo por parte de madre, ella se llamaba Laura Pasteur, era comediante y este bastardo la embarazó y me robo de ella, no lo hagan por mi si quieren pero háganlo por ella, mátenlo, mátenlo como un animal maldito, que sufra todo lo que nos ha hecho sufrir.

Los soldados rieron.

-Será un placer.

-No hijo, el abuso no es justicia...

El sol me pegan en plena cara y su luz me molesta, hace tanto tiempo que no la veía e esa celda fría y sucia. Subo por unas escaleras de madera mientras el pueblo grita: "¡Qué mueran¡A la guillotina los aristos¡Qué mueran!

Soy colocado boca abajo en la mortal arma de muerte. Espero tranquilo...

-Soldado, ahora.

El cuchillo cayó.

Un plebeyo leía en las noticias.

"El patriarca de los Lussac ha muerto" "El pueblo esta libre de su maldita influencia"

"A las 10 de la mañana, el marqués de Lussac fue ejecutado por pecados contra Francia. El Tribunal de Salud Publica lo condeno el día de ayer y ahora el bastardo se halla en las fosas comunes y será quemado dentro de dos días. En la ejecución, falló la cuchilla de la guillotina y no le cortó el cuello completo, el hombre se quedo con el cuello a la mitad y gritaba como un cordero pero una certera espada del ciudadano Bibot lo mando al infra mundo..."

"Marat."

Gente!o regrese xD y esta es mi nueva historia n.n disfrutenla!

PD.Y dejen reviews

PD.2: no me dejaron en cronicas ¬¬ y yo q me esmere en hacer el royai ¬¬