Little things

¿Cuánto tiempo crees que puede soportar incluso el alma más pura en corromperse? ¿Cuánto tiempo puede llegar a recibir un ser vivo antes de enloquecer? ¿Cuánto tiempo creía Yuri Plisetsky que podía sobrevivir en aquella habitación oscura antes de siquiera recordar su nombre?

Hacía meses que había perdido la noción del tiempo entre aquella penumbra a la que le habían obligado a llamar hogar. Antes era una persona, ahora con algo de suerte mantenía la idea de que alguna vez ganó una medalla de oro con tan sólo quince años. Que tenía un abuelo y éste en su casa lo esperaba. Que tenía amigos, que tenía un gato y su cabello era rubio siquiera.

Se arrastró por las crujientes tablas de madera que conformaban el manchado y frío suelo en busca de cobijo; allí, en una esquina Plisetsky tanteó con una mano para confirmar que su pote de agua y la pequeña manta que no llegaba a cubrir por completo su cuerpo seguían intactos. Eso era una buena señal al menos, a pesar de que siquiera hubiera una gota en aquel tacho. Lamió el plástico, sediento, arrojándose en el suelo para mantener las energías.

A veces unos hombres bajaban por las escaleras y le dejaban algo de comer, a veces sólo lo mantenían encerrado en el sótano volviendo cada vez más escasa su esperanza de salir del pozo donde estaba.

—Alguna vez vi una estrella cantar en la oscuridad —balbuceó, cerrando los ojos. Recordaba cada noche cuando el miedo le invadía y su abuelo asaltaba su habitación para cantarle una canción de cuna hasta que volviera a dormir. Recordaba cómo él se quejaba porque, de alguna manera, no le dejaba independizarse—, estaba cansada de estar asustada. Nos miramos, y juntos le prometí que nos íbamos a quedar.

Daría lo que fuera por ver una última vez a todos los que amaba.

Y en cambio ahí estaba; temiendo por su vida cada vez que otro ser vivo se le acercaba, teniendo serios problemas alimenticios que por un poco más llegaban a rozar las líneas enemigas de la anorexia, sabiendo que sus piernas estaban rotas y volver a escapar le parecía un plan aterrador considerando las consecuencias que había tenido la última vez, sintiendo cómo poco a poco todo su ser era destruido.

NA:

¡Saludos a todos lo que lean este pequeño prólogo! Antes que nada, agradezco por haber entrado (¡y mucho más si dejas un pequeño comentario!) a esta nueva historia que llevo consultando desde hace días con la almohada.

La vida de una persona conocida es comprometedora en muchos sentidos ya que prácticamente no se puede tener un respiro sin que la prensa se entere y te vaya señalando con el dedo, pero... ¿qué sucedería en el caso de un secuestro?

Espero que sigan estando ahí en el próximo capítulo. ¡Gracias!