La esfinge

Ref: Despues de 3 milenios dormida la Esfinge despierta para desafiar al mundo magico. Siete chicos son elegidos para realizar el desafío, aquellos que lleven la marca roja. Deberán ganar cada prueba a fin de vencer a la Esfinge y salvar al mundo de la perdición.

Disclameir: Todos los personajes y cosas el mundo de Harry Potter son propiedad intelectual de J. ninguno de ellos me pertenece solo los uso con fines de entretenimiento.

Capitulo 1: El clima

Albus

Estuvo disgustado, porqué su madre tuvo que despertarlo tan temprano. Apenas estaba amaneciendo y los tenues rayos de sol con esfuerzo se colaban por la ventana. Se hizo un ovillo en la cama cuando su madre desapareció sus sabanas con un encantamiento. Trató de volver a dormir pero fue inútil, ya no pudo volverse a dormir. Se levantó y con mucho esfuerzo se vistío.

La ex- casa de los Black era un ir y venir de cinco personas aquella mañana, tres lechuzas y un gato. Albus bajaba la escalera, pudo divisar al llegar a la planta baja, en el hall de la casa los baules. Giró hacia el interior dispuesto a seguir bajando, y lo vio, el gran reloj, todavía faltaban todavía cinco horas para abordar el expresso a Hogwarts. Cerró sus ojos y sonrió, Se dirigió hacia la ventana y corrió las cortinas, la pequeña sala se inundo de una tenue luz.

Harry y Ginebra Potter querían tener el tiempo suficiente para despedirse de sus hijos. Ginny revisaba una y otra vez que todo estuviera listo y en orden, cuando vislumbró a su segundo hijo parado mirando por la ventana. Albus mientras veía Grimauld place desierta, a esa hora, pensaba que no pasaba tanto tiempo en casa. De pronto sintió las calidas manos de su madre en sus hombros, giró lentamaente y al mirar su sonrisa sintió como si los tenues rayos de sol invadieran e iluminaran su corazón, entonces creyó comprenderlo todo. Sus padres los amaban muchisimo y rara vez en los últimos siete años podían comer los cinco juntos y a solas.

—Vamos a desayunar. Si— Dijo al fin Ginny. Ella sabía que su hijo estaba pensando en algo cuando lo vio alli parado al lado de la ventana, pero como era discreta no preguntó

Al escuchar a su madre Albus salió de su ensoñación y asintió levemente con la cabeza. Caminó abrazado a la cintura de su madre hasta la cocina. Por suerte James estaba todavía medio dormido para gastar alguna broma. En realidad toda la familia aun se encontraba como medio dormida. Esa escena familiar era igual que el amanecer que se sucedía afuera, o al menos eso pensaba él.

King cross , la plataforma 9 ¾, Albus pensó que ya el sol había calentado demasiado. Si bien era uno de los últimos días de verano, las recientes lluvias habían generado mucha húmedad. Este factor hacia insoportable el ambiente era tan insoportable como la gente que iba y venía amontonada en los andenes de la estación, molesta igual que él por el calor. A este paso llegaría todo sudado al colegio.

Albus se reunió en el anden con el resto de su familia, sus primos y tios y por supuesto con algunos amigos. Vio una vez más como su tia Hermione le llamaba la atención a su tio Ron por sus comentarios a Rose y Hugo cuando vislumbró la presencia de la familia Malfoy. Cuando Albus vio a Rose, ambos al unisono, se mordieron el labio inferior en gesto de desaprobación. El ambiente se tornó más hofuscante. Aprovechó la situación, saludo rapidamente y se escabulló en el tren. Caminó por los pasillos atestado de chicos buscando un compartimiento.

Una vez ya acomodado, Albus viajaba en compañía de Bianca Laferre, Lorcan Scanmander y su prima Lucy Weasley, escuchando una conversación acerca del último incidente mágico en Londres. A él le parecia sumamente aburrido puesto que su padre era auror y tenía siempre información de primer que responder a todo lo que le preguntaban no era precisamente su plan de viaje. Trataba de disimular la incomodidad que le causaba la situación, cuando Rose regresó toda roja, hablando entre dientes. En ese momento la conversación cesó y todos se quedaron viendola. Al sentirse observada carraspeó un poco y dijo:—Ojala que no llueva—Mirando distraídamente por la ventana intentando cambiar el ambiente que generó al entrar. Bianca continuó la conversación hablando de que compró en su viaje a Italia unas pociones de belleza que eran muy buenas. Albus se giró apoyó la cabeza en la ventana, cerró los ojos y simuló dormir. Las conversaciones de chicas no eran su fuerte. Lorcan, retomó su lectura del Quisquilloso. Por primera vez Albus se sentia incomodo viajando al colegio.

Rose

Se levantó a las 8:30hs. No pudo dormir en toda la noche. Estaba enojada consigo misma hoy volvía al colegio y su aspecto era de alguien que venía de un loquero. Odiaba la cabellera rojiza y llena de rulos. Ya no tenía poción alisadora. Suspiró derrotada, y recogió su pelo en una coleta.

Bajó a desayunar. Mientras tomaba su zumo de calabaza miró por la ventana que daba al jardín, el sol brillante , caliente y el cielo despejado anunciaban un día especialmente caluroso. Sus padres tenían permiso de llegar más tarde al trabajo. Al ver a su familia toda reunida y feliz desayunando en subita paz, bueno escuchando las bromas de Hugo, sintío una cachetada. Todo por fuera era radiante y tortuosamente calido para su mal humor. Sin embargo hizo un esfuerzo para disimular y estar a la altura del ambiente familiar.

La alegría duró hasta que en King cross su padre, Ron Weasley, viera a la familia Malfoy. Ron insoportablemente, como desde hacia ya cinco años, le repitío que le ganará a la pequeña serpiente. Su madre comenzó a llamarle la atención a su padre. Rose se giro y vió a su primo Albus, casi del mismo humor que ella. Al encontrarse las miradas, ambos se mordieron el labio inferior en gesto de desaprobación. Rose se sentía avergonzada por el comportamiento de Ron. Odiaba esa ridicula escena y más aun la rivalidad que tenía su padre con Draco Malfoy.

Le dio a sus padres y tíos un ligero saludo. Se contuvo las ganas de reprender al señor Weasley en público. Malfoy Scorpius,no se metía con ella. A lo largo de los años ambos se habían tratado con recatada cortesía pero nada más. Incluso en el campo de quidich como competidores se llevaban bien. Nunca entendería ese odio de su padre a Draco Malfoy . Conocía la historia de sus padres en sus años en Hogwarts, su madre Hermione, debería ser la que más lo odiara y sin embargo a ella el padre de Scorpius le era indiferente.

En un compartimiento viajaba con su primos Lucy y Albus, sus amigos Lorcan y Bianca.

Lorcan Scamander preguntó acerca del incidente en Londres. Rapidamente Rose se escusó para salir, dijo que iría a comprar algo al carrito de dulces y se fue. No estaba interesa en oir por milesima vez como una bruja llamada Nymphadora había explotado al conjurar un encatamiento protector ( protego), para proteger a su hijo de la caida de un rama.

Suspiró hondamente compró unos dulces de orosus y una tarta de calabaza. Comenzó su camino de regresó al compartimiento. Se sintío un poco culpable de dejar a Albus solo en un interrogatorio. Pensó que no debía darle más vueltas a sus asuntos, cuando de pronto se topó con la causa de su insomnio. Alli estaba la estrellita dorada de Ravenclaw y su fans club, obstruyendo el paso. Franz Watson, su verdadero rival desde primer año (y no Malfoy ) no solo en clases ,sino en quidich tambien. Gracias a él y su increíble agilidad, la casa de Ravenclaw había ganado los últimos tres años el campeonato del varias ligas profesionales estaban interesadas en él. Su tía Ginny, quien escribía para una importante revista de deportes mágicos, quedó facinada por su habilidad en el campo de juego. Un día le realizo una entrevista exclusiva en el colegio. Rose no pudo soportar el comentario de su tia al decir que él era un chico extremadamente agradable.

Franz la vio y le regaló una de sus famosas sonrisas seductoras. Que para ella, Rose Weasley, no tenían ni el menor atractivo. Esa maldita sonrisa ocacionó que las locas que lo rodeaban la fulminaran con la mirada. Rose no se dejó amendrentar y caminó con firmesa abriendose paso por el angosto pasillo. Las otras chicas pensaban que ella era una niñita arrogante que se creía mucho por la historia de sus padres y por su parentezco con Harry Potter.

Al pasar por al lado de Franz, sintío una mano en su trasero. Se volteó con rapidez mirando con furia al chico quien puso cara de no entender nada. Estaba dispuesta a darle un buen golpe pero al estar con todas esas chicas alrrededor, probablemente saldría lastimada, y los que es peor aun perdería al empezar la pelea la oportunidad de ser perfecta o premio anual. Una de las normas del colegio afectaba tambien la conducta de los estudiantes en su viaje en tren al inicio, transcurso y final del año escolar. Rose se volteo enfurecida y siguió su camino al compartimiento,murmurando un sin fin de insultos.

Al llegar al compartimiento en el cual viajaba entró algo violenta Lo que fuera que estaban haciendo se detuvieron y la miraron un rato, que a criterio de Rose debío ser largo. Al notar la mirada de los otros en ella, carraspeo un poco levanto su cabeza y vio por la ventanilla que el cielo se nublaba a medida que el tren avanzaba.

—Ojalá que no llueva— Dijo en un tono más ameno intentando cambiar la situación. Sintío que sino hacia algo al llegar probablemente sería una especie de horrible monstruo del mal humor. El clima pareciera que entonara con los sentimientos de ella.

—Ah si, ojalá que no. Sabes en mi viaje a Italia entré en una tienda que tiene un monton productos para la belleza...— Comenzó a contar Bianca Laferrer. Lucy prontó siguió la conversación. Rose trató de animarse, pero no podía no tenía más crema alisadora y si llovía todos comensarían a decirle leona.

Trató de buscar ayuda en su primo Albus para cambiar el tema pero este fingía estar dormido. Scamander abrío el Quisquilloso y continuó leyendo. Rose no estaba interesada en comentar los disparates que escribían los Lovegood.

A medida que iban llegando al colegio, comenzó a repetirse a si misma, para cambiar su mal humor, "Soy brillante y una buena jugadora de quidditch" Lo vio de nuevo a él su peculiar rival que parecia obstruirla como esas grandes nubes negras que ocultaban el cielo nocturno. Trataba de concentrarse, había prácticado todo el verano. Este año Griffindor se llevaría la copa de quidditch del colegio. Este año sería diferente. Se subió a una de las carrozas evitando mirarlo.

Ya dentro del gran comedor, estaba tranquila en la mesa de su casa, cuando de repente estallaron vivores y silbidos de prácticamente toda la escuela. Una alumna de primer año fue ubicada por el sombrero seleccionador en la casa de Ravenclaw y lo primero que hizo fue ir y abrazar a Watson dandole un efusivo beso (en la mejilla). Rose estalló de rabia en su interior y se puso toda colorada. Afuera a los lejos cayó un rayo que desató la tormenta. Estuvo a punto de irse cuando sintío nuevamente esa mirada, la misma de la tarde sobre ella. Se volvío a sentar intentando disimular su disgusto, mientras la directora trataba de calmar el alboroto.

Scorpius

Cuando despertó para él, era un día maravilloso. Las dos mujeres que más amaba, su abuela Narcisa y su madre Astoria le llevaron el desayuno a la cama. "El día esta radiante como tu sonrisa", le había dicho su abuela.

Viajó hasta King Cross acompañado por su madre, y sus abuelos. Lucius no dejaba de precionarlo, para que fuera el mejor.

—Todos esperan grandes cosas de los Malfoy y no los podemos decepcionar. —Dijo Lucius.

Esto era realmente molesto para Scorpius tenía uno de los mejores promedios del colegio, pero compartía el podio con Watson, Zabini, Patison y Weasley Rose. Scorpius no podía hacer nada para que los otros fueran menos agraciados y bajaran sus promedios. Es que su abuelo no estaba conforme con su calificaciones, siempre sacaba muy sactifactorio.

El calor de media mañana se hacía cada vez más insoportable. En la entrada a la estación su padre, Draco, lo esperó para darle un regalo. Scorpius quedó muy impresionado por la saeta de fuego que consiguío su padre para él. Pero al ver la expresión de complicidad con su abuelo lo supo, querían que este año él ganará el campeonato de quidditch para Slytheryn. Ese tipo de escoba era dificil de conseguir y tenerla, por ese motivo le hizo desear no tenerla. Otra maldita cosa más que tenía que hacer por llevar el apellido Malfoy. Sintío una opresión muy grande y aflojo el nudo de su corbata.

En la plataforma 9 3/4 estaba a punto de subir al vagon reservado cuando se encontraron con la mirada de Weasley Ron. Lucius y Draco lo saludaron con un secó movimiento de cabeza, Narcisa agacho la cabeza un tanto avergonzada, pero Astoria levanto su mano y los saludo alegremente .En el fondo sabía que su actitud a amargaba al tal Ron. Recibío una mirada de reproche de su suegro, pero no le importó en lo más minimo. Ella Astoria Greengrass, no tenía porque soportar el odio de ese tal Weasley solo por estar casada con Draco.

Scorpius se enojó por la actitud de su abuelo. Sentía ganas de golpearlo por la mirada severa que le dio a su madre. Quién era para tratarla así. Se desprendío los primeros botones del cuello de la camisa para respirar ante la subita oleada de calor que sentía. No hizo una escena en ese momento y continuó su camino tratando de controlar el enojo que golpeba su interior queriendo salir.

El viaje en tren no ayudó a calmar su animo, puesto que cada persona que veía de su casa lo felicitaba por su nueva escoba, alentandolo a ganar el campeonato de este año para Slitheryn. Trataba con todas sus fuerzas volver al buen humor con el cual se despertó esta mañana en vez de fingirlo.

Una vez ya en el colegio las serpientes no tardaron en molestar a las aguilas por el campeonato de quidditch de este año. Scorpius en medio de halagos e insultos trataba de escabullirse y poner atención a otra cosa que lo pusiera de mejor humor.

En un momento dado durante el banquete de recepción del colegio salió de su ensoñación al escuchar los fuertes gritos y silbidos. Alzo la vista tratando de encontrar la causa de tal alboroto. Entonces la vio a aquella niña de primer año abrazada a Watson como si fuera su novia. En un principio estuvo sorprendío, luego se enfado, golpeó la mesa, pero nadie lo notó. Miro en busca de alguien que parara ese alborotó, entonces vio que tambien había chicos disgustados entre ellos Rose Weasley. Suspiró aliviado y divisó atraves de las ventanas la fuerte tormenta que caía afuera.

Harry Potter

Corrío bajo la torrencial lluvía, para llegar bajo techo. En el porch de la casa del ministro de magia lo esperaban. Estaban por ir en misión secreta junto al ministro para encontrar una repuesta a misteriosos casos de fallos de encantamientos que se daban por el mundo. Muchas magos y brujas ya habían muerto tratando de realizar un simple encantamiento. El caso de Nymphadora, desgraciadamente había ocurrido en público y la sociedad magica londinense no dejaba de comentarlo.

El clima era como en aquel entonces. Las tormentas, el súbito cambio de temperatura .Harry pensaba que había fallado al tratar de derrotar al Señor tenebroso. Quizas le había faltado destruir un horrocrux. Quien sabe a estas alturas el plan oscuro que tenía. Ron le había dicho que el clima era caprichoso pero no irracional. Que lo que sucedía no tenía nada que ver con ningun señor tenebroso, pues hace años lo había vencido y estaba tan muerto como Salazar Slitheryn. Tal vez si estaba ocurriendo algo malo, pero Ron estaba ciento porciento seguro que no tenía nada que ver con Riddle.

Aun asi Harry había desayunado temprano con su familia. Había querido pasar el mayor tiempo posible con ellos. Su esposa lo conocía bien, por eso no se quedo sola en casa sino que fue a pasar una temporada con sus padres a la madriguera. Ginny redujó su trabajo en la editorial para estar atenta a cualquier cosa que le sucediera a los chicos. Harry se sentía orgulloso de ella y bendecido por tenerla en su vida. Aunque no quizo asustarlos mencionando la información secreta que tenía acerca del peligro potencial de realizar hechizos.

Al cabo de un momento el ministro salio. Todos a la cuenta de tres pusieron sus dedos alrededor de la bandeja. La mitica ciudad de Tebas fue a donde aparecieron con el traslador. Los diez aurores siguieron al ministro por un sin fin de pasadizos para luego entrar a una vieja acropolis subterranea. Alli Potter y Weasley vieron un montón de lideres del mundo mágico, con sus respectivos aurores. Todos se reunian para encontrar la explicación y solución a la extraña situación que atravesaban.

Potter se hallaba especialmente curioso e intranquilo, necesitaba saberlo ya, para tomar recaudos y proteger a su familia. Una sensación de angustía lo había invadido durante todo el verano. Sin embargo alli se encontraba, el caminado detras del ministro, para situarse en sus respectivos asientos.

En el salon se encontraban no menos de quinientas personas. Pronto al podío asomo un anciano. El viejo hombre, con una barba más larga y blanca que la de Dumbledor, extendío sus brazos, pidió silencio y se colocó la varita en la garganta (las manos le temblaban) se lanzó un encantamiento sonorus. Comenzó a hablar, primero mencionando las causas que propiciaran esta secreta reunión.

Para sorpresa de Ron todo el mundo entendía lo que decía. El anciano había utilizado un encantamiento linguo. Harry no perdía ni una palabra de lo que el viejo hombre decía. Por un momento sintío nostalgia de sus charlas con Dumbledor durante el sexto curso.

La información que se obtuvo en la reunión no fue mucha o muy esperanzadora. Un mitico animal o semi-humano conocido como la esfinge había despertado. Según las leyenda un grupo de valientes hombres y mujeres derrocaron su poder encerrandolo para siempre. Esta era una gran amenaza porque puede manipular la magia a su antojo.

Las leyendas solo hablan de magos y brujas que utilizaban sus manos, ojos, en fin su cuerpo entero para conjurar la magia. Tambien comentan que hablaban con los animales y estos les obedecían. Algunas alegan que tambien manipulaban los elementos. Era claro que se podía tratar de simple fantasía o de una historia verdadera de hechiceros que utilizaron magia antigua.

Muchos de los presentes creyeron que el consejo de ancianos en la vieja acropolis los reunió en vano para hacerles escuchar los delirios de ancianos seniles.

El hombre que habló les advirtió que en esta guerra una sombra oscura se llevaría las vidas de las personas sin importarle nada. Pidió credibilidad, pero la mayoría de los lideres no se la concedieron. El ministro de magia londinense le dio al anciano el beneficio de la duda.

El resto de la seción fue un ir y venir de discuciones sin llegar a un acuerdo mutuo. Pasaron largas horas, el tiempo se agotó y todos tuvieron que regresar a sus obligaciones. Harry escuchó su voz interior que le decía que el consejo de ancianos griegos tenían razón.

Una suerte de magia oscura rondaba las naciones magicas. Una criatura tan única como peligrosa se despertó de su letargo y buscaba venganza. La mala noticia es que esta era inmortal. Ellos se reuníeron allí para evitar el mayor número de victimas. Lamentablemente en esa reunión nadie llegó a un acuerdo en concreto. Las opiniones estuvieron por largo tiempo divididas. Potter sintío un terrible escalofrío y luego un enorme enojo a causa de su impotencia. Esa impotencia que le causaba no saber como derrotar a su enemigo.