La pesabrina de Murdoc

Chan chan chaaaaan

:2-d-Kun-preguntó Noodle- ¿Dónde está el correo?

:2-d-¿Qué correo?

:Noodle- El correo

2-d siguió mirándola con la cabeza ladeada, como un cachorro que no entiende de que le hablan.

:Noodle- ¡El correo de estos dos meses!

2-d siguió con la misma mirada, tardó tanto en caer en la cuenta de a que se refería que tres caracoles pudieron recorrer los laberínticos estudios kong de lado a lado, pasillo por pasillo y habitación por habitación haciendo descansos y picnics.

Y se pasaron todo el día, hasta la mañana siguiente, y a la misma hora de ese día, por fin a 2-d se le encendió esa bombilla medio fundida que tenía como cerebro.

:¡Ah! - dijo.-El correo…está en la verja.

:Noodle- ¿Y eso?

:2-d- No le caemos muy bien al cartero…

:Noodle- ¿Quiénes?

:2-d-Los zombies-2-d se alejó con una nube de color morado y rallitos de tinieblas, signo de la depresión que se había pillado.(Escritora2-para que mentir, 2-d parece un zombie, hum…bastante guapo… ¡Angelical!)

:Escritora1-por favor, ignore los comentarios de "guapo y angelical" se ve que está pilladísima por 2-d. (normal, tienen el mismo grado de inteligencia…¬¬)

:Noodle-¡AAAAARRRRGGGGGHHHHHH MALDITO CARTERO DE DAIBEEEEEEEEEEN (Seguido de otros insultos japoneses)

Así Noodle recorrió los estudios kong a toda pastilla y gritando como una loca hasta la verja de hierro. (por el camino se encontró a un pobre desgraciado zombie que estaba paseando tranquilamente a media mañana. Que, si entonces era un muerto viviente, ahora ya descansaba de verdad en paz por el puñetazo karateca que le metió la niña del cabreo que llevaba encima)

Una vez en el buzón de los estudios, descubrió que no solo estaba desatendido el correo de aquellos dos meses, sino el de por lo menos los últimos… Escritora2-¡bah! El tiempo que llevasen.

Todo lo que había en el buzón estaba ya mohoso y amarillento, y el resto desperdigado y destrozado por el suelo.

Noodle se puso a buscar la respuesta de una revista japonesa de kárate entre lo mas "decente" de una manera muy selecta:

(un montón)

:Noodle-(con gesto frenético)¡factura factura factura factura factura factura factura factura…carta para Murdoc…¡bah!(la tira despreciativamente para atrás)factura factura factura factura…

Estuvo unos 15 minutos buscando sin respuesta. Estaba de los nervios por que llevaba ya tres días esperando la dichosa respuesta…

:Escritora1-ya, ya sabemos que en tres días no llega una respuesta desde Japón, (Escritora2-ni se encuentra una carta entre un montón así en 15 minutos¬¬) pero es que la niña es muy impaciente.

Así, la niña volvió a los estudios un poco mas desahogada tras patear a los pobres y desgraciados zombies que se encontró por el camino.

:Escritora1-dan pena…eran ellos o 2-d.

:Escritora2-¡no haría algo así

:Escritora1-hum…sin comentarios ¬¬

Cuando, un rato después pasó cerca de Russel y 2-d, y este le llamó la atención.

:2-d-¡espera Noodle! ¿Qué llevas ahí?

:Nodle-¿Dónde?

:2-d-Aquí, en la capucha-dijo cogiendo la carta para Murdoc, que se le había caído en la capucha al lanzarla hacia atrás, y dándosela a Noodle.

La japonesa la agarró y leyó.

:Noodle- bufete de abogados…Russel, ¿qué es un bufete de regalos? Er…¿abogados?

:Russel-(que estaba comiendo, para no variar)es donde se reúnen un montón de desgraciados para decidir si defender a uno que les paga mucho money, o mandarlo a tomar por saco y no ganar money.

:Noodle-Aaaaam. ¿y para que quiere Murdoc-san nada con esos?

:Russel-¿Murdoc? ¿Le han demandado? ¿y esta vez por que?

:Noodle-¿Lo abrimos?

Russel prefirió esperar por que no le gustaba rebuscar en el correo de los demás. Al final los tres fueron a buscar al satánico a su winnebago.

Enseguida el desgraciado de Murdoc tubo a los tres a la puerta de su autocaravana. Tardó lo suyo en abrirla, y en calzoncillos, al ver que era del bufete de abogados se le fue toda la resaca, cambiada por rabia y gritó:

:Murdoc-¿¡Quien coño a tocado el correo!- afortunadamente no tuvo respuesta.

:Russel-Parece que es de hace tiempo. Ábrela, aún que sea por curiosidad.(los tres tenían cada uno sus sospechas, incluso Noodle se las había arreglado para apostar con Del a que era algo del tráfico)

Murdoc abrió el sobre sin el más mínimo cuidado, en él había dos fotos que fueron ignoradas y una carta.

Destinatario: don Murdoc Nicalls

Estimado señor Murdoc:

Mi nombre es Rodrigo Sánchez, y soy el abogado de su Hermana, la Señora Julia. Le escribo para darle la trágica noticia de que su querida hermana a fallecido…

-Aquí la voz de Murdoc se fue quebrando y perdiendo intensidad, hasta que adquirió un nuevo tono, mucho menos enérgico que el anterior-

…El pasado día 7 de Mayo, junto con su marido Robert Teach, en un trágico accidente automovilístico.

Afortunadamente, su hija no se encontraba con ellos, por lo cual, comprenderá que, al ser usted el padrino de la niña deberá asumir su custodia legalmente y cuidar de ella debidamente (haciéndose cargo también de su herencia) Hasta que ésta cumpla los 18 años.

Si no se encuentra en condiciones de acogerla, deberá mandarnos en el plazo 30 días, (que terminarán el próximo 7 de Junio) una negación explicando el por qué de no poder custodiar a la pequeña.

Espero que recuperen la felicidad manteniéndose unidos en estos momentos tan difíciles.

Atentamente, mi mas sentido pésame.

P.D.: La niña llegará el próximo día 14 de junio.

Se hizo el silencio. Solo a Russel, unos segundos después se le escapó musitar –eso es hoy.

Murdoc, por su parte, notó que le flaqueaban las piernas. Era una noticia muy fuerte, así, de golpe.

Murdoc odiaba a su padre. Era un ricachón juerguista, estafador y viciado a las apuestas que también se acostaba con muchas mujeres…con la diferencia de que tenía dinero. Murdoc no había conocido a su madre, solo se decía por ahí que lo habían parido en un manicomio. Había crecido con su hermano mayor, Hannibal. Que constantemente se aprovechaba de él, y lo maltrataba a menudo. En cuanto pudo se independizó y largó bien lejos; Murdoc no sabía nada de el desde hacía mucho tiempo. No había sido un buen hermano, y su padre tampoco había sido un buen padre. Era un hombre ambicioso y con dinero, pero, irónicamente quería mucho a sus hijos. Especialmente a los dos mas pequeños. Si bien alguna vez le había dejado un tiempo en la cárcel antes de pagar la fianza era por que sabía perfectamente que lo tenía muy malcriado y podría venirle bien. Julia, en cambio…

Había sido lo mejor que Murdoc había tenido desde pequeño:

La niña compartía con Murdoc la misma sensación de desconfianza y cierto miedo hacia Hannibal, y le comprendía en cuanto al cierto y extraño rencor que dirigía hacia su padre.

Los dos se habían mantenido muy unidos, antes de que se formara Gorillaz. Julia era la única persona que lo había aceptado tal y como era: rácano, malvado, desconfiado, antihigiénico, sin escrúpulos, egoísta, bebedor y fumador compulsivo desde la niñez, agresivo…y la única que le había dado cariño y comprensión, completa confianza, en toda su vida y durante toda su vida. Por su parte, con un hermano mayor como aquel, un padre así, y sin una madre, no les había quedado otra que apoyares el uno al otro. En cierto modo, solo se tenían el uno al otro.

Si, era cierto que desde que se había formado la banda había estado muy ocupado y no la había visto…

Según aquella carta, la única persona que lo había querido y apoyado en toda su vida llevaba muerta un mes.

Murdoc se sentó en la silla que tenia detrás. Era demasiado repentino para llorar, siendo como era, dejó la carta a un lado y caviló un momento…

¿Y el entierro? Se había perdido el entierro… no había podido despedirse de la única persona que le había dado alegría y fuerzas de pequeño, marcando la diferencia entre hundirse y ser un desgraciado, cayendo tan bajo como su padre y su hermano o seguir adelante con fuerza, como fuese, como quien era ahora con su propio estilo de vida…

Algo le oprimía muy fuerte el pecho. Reaccionó a tiempo para dirigirse a la puerta y tirar de ella. Dando un portazo en las propias narices de los tres…pero algo le detuvo.- ¡Murdoc! -dijo 2-d, sujetando de milagro la puerta y subiendo los tres escalones que servían de entrada. El moreno notó como 2-d lo abrazó por detrás, en un gesto inocente, cariñoso, intentando decirle que no estaba solo.- siento…- escuchó su dulce y hermosa voz, con un tono triste detrás de su oído- siento que lo hayas sabido así. No debería haber sido…de esta forma – sintió un suspiro sobre su piel, y notó que 2-d estaba gimiendo- Lo siento – dijo una vez mas. Entonces se dio cuenta de que no lo podía soportar. Al fin reaccionó frente a la triste noticia y, por primera vez en años, muchísimos años lloró. Se convulsionó un poco notando que le faltaba el aire, y sus lágrimas se multiplicaron…pronto no podría ocultar mas su angustia: Murdoc no sabía llorar, y no quería que le vieran así. Sacó fuerzas para zafarse de 2-d, que retrocedió casi a trompicones por la diminuta escalera y cerró de un portazo. Solo quería estar solo. En la oscuridad. Donde nadie le oyera llorar, ni gemir de dolor, ni lamentarse…en un momento dado, en la completa oscuridad de su winni, donde todo era silencio y oscuridad, entre gemido y gemido dijo…

:Murdoc-…cuídala bien. Por favor.

No supo a quien se lo pidió. A quien correspondiera. A quien quiera que fuese el responsable de donde quiera que estuviese ella…

Después, borracho como una cuba, y en esas condiciones morales, calló frito en su cama.

…cocina de los estudios kong…

2-d, conmocionado por lo sucedido se encontraba en esos momentos inundando la pila de la cocina.

Noodle y Russel intentaban animarle, en ese momento, la niña le daba palmaditas amistosas en la espalda, y al afroamericano se le ocurrió decir:

:Russel-No te preocupes, seguro que es la primera vez que llora…

:2-d-(entre lágrimas)¿Queee?

:Russel-¡Quiero decir…! Que enseguida se recuperará…ya sabes como es Murdoc.

:2-d-¿Si…tu crees?(mirándolo por encima del hombro con lágrimas en los ojos)

:Noodle-¿Estas seguro? Por que, no sé. Se ha perdido el entierro, la última despedida de respeto de su ser mas querido…y el único en toda su infancia, de hecho de toda su vida, a parte de la cutrada que tiene como padre, y…nosotros,…que tampoco nos conoce de hace mucho…

:2-d-(Aún mas deprimido)¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

La pila, definitivamente se desbordó; dando paso a un creciente charco en el suelo. Escritora1-que pronto sería un lago¬¬(maricón de 2-d…)

Escritora2-¡no digas eso! Se ve que es vi.

Noodle intentó animarle inocentemente echando un poco de fantasía a la cosa.

:Noodle-No te pongas así…¡Si a lo mejor está viva! Lo contento que se pondrá cuando vuelva…

:Russel-Siii, claaaro…A pesar de que hallan encontrado su cuerpo en el coche…que, por cierto, me pregunto como habrá quedado…

los ojos de 2-d, literalmente, se transformaron en las oscuras bocas de dos cascadas…y el suelo de los estudios kong sufrió las consecuencias…

:Noodle-Bueno, de todas formas ya no lo sabremos…lleva mas de un mes enterrada.

:Russel-(ignorando las reacciones de 2-d)Si, es posible que esté pensando suicidarse.

:2-d-¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! ¡PARAD DE UNA VEEEZ!-corriendo para los baños.

:Noodle y Russel-La hemos cagado.

Las cosas no se calmaron hasta el medio día. Por culpa de la depresión del peliazul, que se pasó casi toda la mañana llorando, Los estudios kong sufrieron algunas goteras.

Murdoc despertó cerca de la comida. Sus tripas ya le rugían pidiéndole alimento. Murdoc estaba acostumbrado al dolor de cabeza mas exagerado por las continuas resacas, pero aquella vez fue mucho peor, por que había estado llorando. Se levantó del suelo, se había quedado dormido con la cabeza sobre la cama, pero el resto del cuerpo en el suelo. La oscuridad era completa en la winnie. Apenas escuchó los ligeros graznidos de Cortez, su cuervo. El único testigo de su sufrimiento de aquella mañana.

Tropezó con algunas de las cosas que tenía por el suelo(latas de cerveza, ropa, etc)tanteó en la oscuridad en busca del interruptor; necesitaba una aspirina…

Cuando encendió la luz, vio que Cortez estaba sobre una mesita, justo al lado de una silla que había frente a la puerta…picoteando algo.

Se acercó a el. El animal seguía graznando y picoteando la mesa. Entonces Murdoc vio lo que había allí.

Era la carta del bufete de abogados, pero el cuervo no la estaba picoteando, había sacado de debajo del papel las dos fotos que venían con ella.

Murdoc las tomó en sus sucias manos; la primera foto era bastante vieja, de antes de fundar Gorillaz.

Aún recordaba el día en que se le había tomado:

…..flash back…

Al fin, Murdoc entró en la sala del hospital. Llevaba un buen rato aburriéndose en la sala de espera. Fue al lado de un hombre muy bien vestido que estaba en un estado muy nervioso. A Murdoc nunca le había caído bien ese hombre, pues era el bastardo que se había casado con su queridísima hermana. En vez de desahogar sus nervios dándole una colleja. (Escritora1-por no decir una paliza) le preguntó con tono amable, pero sarcástico:

:Murdoc-¿Qué tal va?

:Robert-¡No se!(De los nervios) ¿No está tardando mucho?

Murdoc se miró el reloj de pulsera.

:Murdoc-No no, que va. Solo llevan…¿doce horas?

Robert hizo un intento de gritar, pero entonces salió el médico de la zona de parto, con una plena sonrisa en el rostro y colocándose delante de ambos dijo con una enérgica voz:

:Doctor-Es difícil de decir…pero…ha muerto la madre.

Robert se puso tan blanco como la leche, con los ojos como platos, unas lagrimillas saliendo de ellos y una postura de desesperación marica.

:Murdoc-(tan campantemente y con todo el relax posible)Aceptó mi pago, ¿No?

:Doctor-Hum..si. Gracias por estas doscientas libras. ¿Qué tal la broma?

:No muy convincente…-dijo Murdoc mientras pasaba a la sala tan campantemente. Conocía a su hermana mejor que nadie y sabía lo fuerte que era y que todo iba bien.

Mientras, oyó como detrás de él, el doctor le decía a Robert:

:Doctor-¡Que era broma hombre! El parto ha sido un éxito y tiene una niña preciosa.-Le dio una palmada en la espalda, muy fuerte y vigorosa, que fue suficiente para que el muy flojucho se desplomara en el suelo.

:Doctor-Eh…Señor Teach…¿Señor Teach? ¡Enfermera! Una camilla. ¡Rápido!

Murdoc ignoró todo esto y entró con paso tranquilo a la zona de parto. Julia estaba agotada y sudorosa. Todavía había un poco de sangre en las sábanas, se suponía que ya tendrían que haberla ayudado a lavarse, pero ella se había negado a moverse hasta que le trajeran de vuelta a la niña, a la que también acababan de limpiar. Ahora la sostenía en brazos con una sonrisa deslumbrante. Murdoc se paró a unos metros. Estaba un tanto nervioso. Ella le vio y pareció alegre.

:Julia-¡Murdoc! Vamos, acércate. No te va a morder. Aun no tiene dientes.

El aludido al fin se decidió a acercarse, no pudiendo evitar una sonrisa. La niña estaba medio dormida, tan agotada como su madre, y tenia los ojitos cerrados. Era muy pequeña, mas de lo que el se había imaginado.

:Julia-Eso es…¡Ya eres tío! Te presento a tu sobrina…-dijo girándose un poco para que pudiera ver mejor a la niña.

:Murdoc-Caray es, tan…enana (estuvo a punto de decir pequeña, pero ya sabéis como es).

:Julia-Si.-Luego calló en la cuenta de algo-Oye, ¿Dónde esta Robert?

:Murdoc-Quien…¿Robert? ¡Ah! Pues…

:Julia-(con una sonrisa de complicidad e impaciencia) ¿Qué le has hecho?

:Murdoc-Er…pues yo…nada. ¡En serio!-Pero ella siguió apuntándole con una mirada juguetona y acusadora desde sus ojos negros y profundos, tan oscuros como los de Murdoc.

:Murdoc-De verdad, que nada…estaba muy nervioso y creo que se fue un momento a despejarse.

:Julia-(Con un suspiro)Hay, ¡Murdoc!

:Murdoc-¡¿Qué? Si es verdad. Sabes que valoro tu decisión, y la respeto…¡Por mucho que me cueste!-(le costaba muchísimo aceptarle, no le parecía que aquel debilucho gafotas fuera lo bastante bueno para ella, su mayor y único tesoro emocional)

:Julia-Ya, pero no me fío.

:Murdoc-Oh, venga. ¿A ti te parece que la baya a querer menos por tener sus genes o algo?-dijo, mas serio, señalando a la pequeña. Había recibido la noticia del embarazo con la misma emoción que la madre, y con los mismos nervios había esperado aquel momento. Estaban muy unidos, se diría que como si fueran gemelos. ¡y además era niña! Si se parecía a su madre, sería como cuando, de joven, jugaba con Julia de pequeña. Ella le devolvió la mirada. Los dos sabían que lo que acababan de decir era imposible, y que seguramente se llevarían muy bien. También ayudaba el hecho de que Robert era hijo único, y como Hanibal sería como si no existiera, él sería su único tío.

:Julia-Si, tienes razón. Además no tienes alternativa: ¡Eres el padrino!

Murdoc se la quedó mirando. Ella tardó un instante en captar aquel ligero desconcierto.

:Julia-¿No te lo comenté? Pensé que no haría falta. ¡Era obvio!

:Murdoc-Er…si, si. Ja…¡No había caído!

Julia le miró interrogante.-¿Pero no has tenido que firmar papeles ni nada?-Dijo. Su hermano se le quedó mirando.

:Julia-(tras un momento de silencio)¡es increíble! Pero que despistado ¡menuda joya de padrino! Estas echo un desastre…

Tras esto empezó a reírse a carcajada limpia, a veces a las embarazadas les daban ataques de buen humor y risas o todo lo contrario, y debía de durarle el efecto en aquel momento; al cavo de unos segundos, le contagió sus risas a Murdoc.

Después se quedaron unos momentos en silencio, mirándose, los dos con una amplia sonrisa…pero al chico se le iban los ojos hacia la niña. No podía evitarlo. Intentó simularlo, el no estaba acostumbrado a nada de sentimentalismos, pero ella lo notó. No era tonta y le conocía desde siempre.

:Julia-¿Quieres…cogerla?

Murdoc parpadeó un momento, como si no hubiera entendido la pregunta demasiado bien.

:Murdoc-Qu-¿qué?

:Julia-Cogerla. A la niña. ¿Quieres cogerla?

:Murdoc-Que…oh. No.

:Julia-Benga, si.

:Murdoc-Que no que no.

:Julia-Que si mira solo un poco. ¡Que te mueres de ganas! Yo la sujeto…

:Murdoc-(tras un segundo)¡Que no! Sabes que yo no sé de estas cosas…tan…sentimentales…

Le siguió un ligero silencio. Pero ella sabía lo que venía ahora. No había apartado los ojos de la niña.

:Murdoc-…¿Solo un poco?

¿Para que engañarse? Solo estaban ellos.

:Julia-Venga acércate.

El caminó hasta ella, pero se atascó. No sabia como cogerla…

Ella se giró un poco, poniéndoselo fácil y dándole ligeras indicaciones.

Y cuando ya casi la tenia rodeada por sus brazos…

¡FLAAASSSSSHHHH!

Los deslumbró el flashazo de una cámara de fotos.

La niña estuvo a punto de llorar, desconcertada, asustada y despierta; Julia parpadeó como si se le hubiera metido en el ojo una china del tamaño del Everest y Murdoc, pero jodido de verdad, se giró con la expresión de un niño ricachón, mimado y pijo al que pillan mirando porno para ver a su padre, Sebastian Niclass, con una cámara de las gordas en la mano y una desagradable sonrisa.

Llevaba uno de esos trajes tan extravagantes y finos tan propios de el y parecía mas contento que uno al que le ha tocado el gordo. Como ya he dicho, que no fuera un padre modelo no significaba que no quisiera a sus hijos; especialmente a la pequeña, la única a la que no le había costado sacarse la universidad, y un trabajo que te cagas; cuando los otros dos ni lo habían intentado.

Escritora2-(Ahora no esta la escritora1, pero seguro que opina igual…) Lo siento por la audiencia masculina; pero, ¡LAS MUJERES AL PODER!

:Sebastian-Y…¡Un recuerdo de la feliz pareja! Murdoc, hijo, pareces el padre. Tenías que haberte visto la cara de ilusión y felicidad que tenías. No he podido evitarlo. ¡Esta foto es oro! Y ya tiene una cita con la impresora…

Después, ignorando la reacción de su hijo, avanzó a zancadas hasta la camilla diciendo:-¿¡Donde está mi nietaaa!

Murdoc se llevó la mano a la cara, dándose una palmada, y soltando un insulto por lo bajo. Su cara estaba tan roja que resultaba mas llamativa que si en ese instante, en plena zona de maternidad su hermano se pusiera a lanzar petardos por la boca.

Y digo su hermano por que, aún que no lo parezca, aún que se simulase a un milagro, Hannibal Nicalls, el mayor de los hermanos Nicalls, y el mas impresentable, allí, fumándose un cigarrillo en plena zona de parto, con una gran chaqueta de cuero y cara de aburrido, se había dignado a presentarse.

Estaba muy silencioso; sin variar el gesto de su cara. Como si aquello no fuera con el. Se había quedado un poco apartado. No tenía ni punto de comparación con la reacción de su padre, que no se apartaba de la niña en así como veinte centímetros a la redonda de su carita.

Por un momento, Murdoc estuvo a punto de no decirle nada; pero desde que había entrado en el hospital, había dejado el cigarrillo y llevaba las últimas 12 horas que había durado el parto, en la sala de espera soportando la tentación de ponerse a fumar como un histérico. ¡Incluso llevaba 13 parches de nicotina en el antebrazo para evitar el mono! ¡Solo para la ocasión!

Respiró profundo, se encaró a su hermano y le dijo que dejara el cigarro. Y él le escuchó como si de una papelera se tratase.

Cuando se le ocurrió insistir, al fin contestó.

:Hannibal-Mira enano. No me calientes que sabes de lo que soy capaz…-dijo echándole el humo en la cara. A él no le hubiera molestado de no ser por su mal aliento.

Era mas alto que él. Pero Murdoc se había criado con esas situaciones cada poco tiempo y no se movió.

:Sebastian-Oh, ¡Hannibal, Murdoc! ¿Tanto os cuesta guardar las formas en un hospital? ¡Y delante de una recién nacida!

:Julia- Es normal en ellos. Procuraría separarles de no ser por que acabo de parir y ¡tengo a la niña intentando descansar en los brazos!

:Sebastian-A mi me lo vas a contar. Me ha costado convencerle de que viniera. Solo por eso llego tarde. ¡De no ser por ello hubiera estado desde el principio en primera fila!

:Murdoc-(Sin darle la espalda a Hannibal)¡Ja! No te preocupes que no te has perdido nada. Yo he estado con el padre ``en primera fila´´ y solo hemos visto la sala de espera…A el le hubieran dejado pasar, pero no tenía cojones, y yo lo estaba deseando, pero con estas pintas…-Ni que decir tiene, que ya sabéis como suele ir Murdoc. Esta vez iba normal, pero ya conocéis esos pequeños detallitos como la cruz invertida, el lenguaje, la higiene personal…

:Sebastian-Es verdad, el padre…¿Qué le pasa a Robert, que al entrar lo hemos visto tumbado en una camilla?

Por un instante, Julia puso los ojos en blanco; ya hablaría después con Murdoc…

:Sebastian-Bueno hijo ya. Deja el cigarro de una vez. ¡Aún que sea un momento!

El ni respondió. Solo al cabo de unos segundos, cuando dio otra calada comentó:

:Hannibal-Si está muy lejos; a ella no le jode.

:Julia-Haber; lo primero: buenos días, hermano. Me alegro mucho de verte después de tanto tiempo. Y parece que te mantienes entero. Ahora. Lo segundo: todavía me duran los efectos del embarazo y si; Puedo olerte hasta la peste de las axilas. Así que lo tercero te jodes y sueltas el cigarro o llamo ahora mismo a la enfermera.

Se hizo el silencio un momento y luego él respondió:

:Hannibal-No quiero.

:Murdoc-(Ya alzando la voz)Bueno ya está bien, ¿No? ¡Deja el jodido tabaco de una vez!

Entonces Hanibal levantó la mano con fuerza; y estaba a punto de darle una hostia de verdad, de las que le daba de pequeño cuando se pasaba, Murdoc ya se preparaba para recibirla cuando…

:Enfermera-¿Marcha todo bien?-Le había parecido escuchar mas barullo de lo normal en una sala de parto; aún que por suerte, no había llegado a entender nada. Y menos mal también, que estaba de espaldas y no vio como Hannibal bajaba la mano.

:Hannibal-Si…marcha todo bien.

:Enfermera-Eh…tengo que pedirle que apague el cigarro. Aquí no está permitido fumar. Y… tenemos que llevarlas ya a la planta de maternidad. Dentro de poco vendrá alguien más.

:Julia-Er…sí; Déjenos otro momento a solas.

En cuanto la enfermera se fue, Hannibal se quitó el cigarrillo de la boca, yéndolo a plantar a la cara de Murdoc; que se había apartado. Él logró esquivarlo; y Hannibal aplastó el cigarrillo contra la blanca e impoluta pared; Tranquilamente, como si ya fuera a dejarlo allí antes de que se apartara él. Después, casi sin mirarle, lo apartó bruscamente de un golpe con el hombro y se dirigió a la camilla.

Apartando también a su padre, miró a la criatura y luego, quizá sorprendido, comentó:

:Hannibal-¡Joder! Que enana es. Y está llena de arrugas…

:Sebastian-(En tono sarcástico)El milagro de la vida, hijo: nacemos pareciendo seniles. Y luego los viejos van por ahí con moto en plan adolescente.

Hannibal no dijo nada. Solo se apartó un poco, dejándole espacio a su padre mientras inspeccionaba un poco la habitación en plan aburrido. Seguramente pensaba que había sido mala idea hacer caso a su padre y venir a perder el tiempo. Entonces Sebastian se puso a hacerle ridículas muecas y ruiditos a la niña, que aún no conseguía dormir y estaba despierta, intentando que se riera para hacerle una foto. Lo único que hizo la niña, fue echarse a llorar.

Su abuelo, avergonzado, no tuvo tiempo de reaccionar, pues enseguida apareció Murdoc, que ya se había quitado la holgada chaqueta y temía que su padre le hubiera hecho algún mal auténtico; que se le hubiera caído la cámara en su cara, que le hubiera intentado hace cosquillas con aquellas laaargas, puntiagudas e infectuosas uñas… o, simplemente, que le diera pesadillas.

:Murdoc-(Poniéndose delante de el, comprobando que la niña estaba bien y quejándose con mala leche)¡Joder ya, ¿No? Si es que esto va de mal en peor: primero el psicópata ``eau de flowers´´ y ahora el viejo friki con la cámara. ¡La vais a traumatizar! Ya solo falta el padre…¿Eh?

Los tres se quedaron petrificados; hasta Hannibal, desde un poco mas lejos pudo sorprenderse, pues, no solo habían cesado los llantos, si no que, al inclinarse de golpe sobre la camilla, el colgante de la cruz invertida de Murdoc había quedado al alcance de la niña, que, demasiado despabilada para su edad, soltó una risita jugueteando con el singular amuleto.

¿Sería una buena, o mala señal?

:Julia-(Con cara de sorpresa y una sonrisa)No puede ser: ¡Su primera risa!

Enseguida, Sebastian no dudó en acribillarlos a fotos ahora que la niña estaba distraída y Murdoc, molesto, no se podía mover.

Entonces llegó el padre, con suficiente suerte y tiempo para ver la inédita escena; y poco después, ayudaron a Julia a lavarse y se las llevaron a otra planta…

…Fin del flash back…

…Pero el nunca olvidaría aquello.

En la foto que tenia entre manos podía verse a sí mismo junto a su hermana, en la camilla, los dos sonrientes, y él a punto de coger a la niña en brazos. Aquella foto, junto con las del crucifijo, habían sido dispersadas con orgullo por parte de su padre por casi todo méxico.

De hecho, ahora que se fijaba; no lo había notado en aquel momento; pero, ¡Era verdad que tenía cara de felicidad! La había puesto sin querer…que corte. Miró entonces a su hermana. Tan guapa, tan simpática, acababa de parir, y con aquella sonrisa, completamente sincera y en paz, superaba la belleza de cualquier miss. Era una madre feliz.

No volvería a verla.

Murdoc suspiró soportando las lágrimas. ¡No quería volver a llorar! Dejó la foto con cariño sobre la mesa, junto a la otra, a la que solo echó un vistazo.

Pardiez. ¡Era una foto de su sobrina! Y cómo había crecido…¿Cuánto hacía que no las veía a ella y a su madre…?

En fin. Dejó las dos fotos, se tomó una pastilla para el dolor de cabeza y salió por la puerta.

Justo entonces le sorprendió un grito:

¡Muuuurrddoooooccc!

Era la voz de Russel. El afroamericano tenia muy mala leche cuando se enfadaba, pero normalmente era muy considerado y, después de lo que había ocurrido…(no sabía cuando había ocurrido exactamente, ni cuanto llevaba dormido) no creía que fuese capaz de llamarle así por nada. Por ello, procuró apresurarse en subir las escaleras.(No sin antes ponerse los pantalones)

…..mientras tanto…...

Todos los habitantes de los estudios kong (excepto Murdoc) llevaban un rato escuchando los insistentes timbrazos. Las visitas no eran muy corrientes en los estudios kong, (ni el cartero se atrevía a entregar las cartas en condiciones) cuando Russel, ya molesto por el jaleo, y seguido por 2-d y Noodle, abrió la puerta, se llevó una singular sorpresa.

Allí, enroscada en el suelo, había una enorme serpiente pitón que, alargando el cuello, llamaba con el hocico al timbre. Como si tal cosa.

Pero eso no era nada, no. Por que, a barios metros, por entre las tumbas, se distinguía un espectáculo mucho mas peculiar:

¡Muuuurrddoooooccc!

Fue lo único que se le ocurrió decir.

En poco tiempo, Murdoc, en vaqueros y poniéndose su jersey gris, apareció por detrás de él.

:Murdoc-Eh…¿Qué pasa?

:Russel-(Tras un silencio, sin apartar la mirada de la imagen)¿Qué hace esa niña en nuestro cementerio, con el hacha y los zombies?

Entonces Murdoc giró la cabeza para ver a lo que se refería. Y pensó que había bebido mucho.

Un grupo de unos 60 zombies corrían despavoridos intentando escapar de la amenaza: Una niña vestida de rosa con un precioso vestidito de mas o menos la edad de Noodle que corría tras ellos alzando una enorme hacha y gritando cosas como: -¡Moriiid podridos de mierda!

:Russel-Murdoc, ¿Esa es tu sobrina? (¿Quién si no? Murdoc era la única persona que conocía con un comportamiento parecido)

Entonces la niña se les quedó mirando.

:Murdoc-Ella nunca se vestiría de rosa.-dijo Murdoc Firmemente, mirando con fijeza a la desconocida, que estaba muy lejos para distinguirla bien recién levantado.

Entonces el semblante de la niña pareció cambiar de forma radical. Sus ojos se volvieron (al estilo manga, como no) grandes, brillantes y húmedos; puso una expresión de niña pequeña e inocente y corrió con los brazos abiertos hacia la puerta de los estudios kong, a cámara lenta, como en una película.

:Noodle-¿Quien es esa?

:Russel-Que momento más emotivo. Se ve que, en el fondo, los Nicalls tienen corazón.

:2-d-(Cara de ilusión)¡Qué mona!

Murdoc: ¡Blam! Cerró de un portazo sin palabra alguna.

Entonces la niña dijo: -¡Tio Murdoooc, HIJO DE PUUTAAA! ¿Por queee…?

Murdoc abrió la puerta de golpe con cara de sorpresa.

:Murdoc-¿Leonore?

La niña seguía corriendo hacia él, cuando un zombie le pasó por delante de las narices; y ella volvió a la normalidad.

:Leonore-Tu…¿Has tenido huevos para pasar por delante de mí?

Acto seguido le lanzó el hacha con tanto acierto que esta le partió el cráneo y fue a clavarse en la pared, después de pasar casi rozando la cara de 2-d, que quedó salpicada de la infectuosa sangre negra del zombie. Después la niña continuó con su escenita de antes. Tal cual.

:Leonore-Tio Murdoooc…¡Quita bicho!(apartando a 2-d de un empujón, que seguía pensando que era una monada, a pesar de haberle traumatizado matando a uno de esos zombies que tanto le gustaban)Tioo…

:Murdoc-¡Pche! Alto ahí.-dijo frenándola con una mano, cortándole el rollo- ¡Por ahí no paso! Antes de abrazarme te quitas ese vestido.

La niña, feliz de la vida se arrancó la falda rosa, dejando a la vista unos pantis negros; se arrancó tambien las mangas y partes rosa de la parte de arriba del vestido; junto con la diadema, mostrando un peinado picudo y rebelde estilo emo, y por último se quitó los zapatitos de tacón, lanzándolos al aire. (Uno de ellos terminó de matar a un zombie que había sobrevivido, y el otro, calló en la cabeza de 2-d)

Después, la niña se lanzó al cuello de su tío, que la recibió con los brazos abiertos y la estrechó emotivamente contra él, cerrando los ojos.

Hacía mucho tiempo que no se veían, y era la primera vez que no estaba también Julia. Los dos respiraron profundo, y la pequeña siguió gimoteando.

:Leonore-Sniifff…tio Murdoc…joder. ¡Ha sido horrible!

Los demás se sintieron conmocionados por tanta ternura escondida bajo la piel del satanista y el comportamiento de la niña. Por el pómulo de 2-d ya se deslizaban unas lágrimas de emoción.

:Murdoc-Lo se…lo sé. Ya ha pasado.

:Leonore-(Con la carita, húmeda, escondida en su cuello)Pero ha sido tan duro…he sufrido Mucho.

:Murdoc-Ya lo sé. Yo…yo también.

:Leonore-¡Mentira!

:Murdoc-Claro que si(suspiro)yo, me acabo de enterar.

:Leonore-Ya lo creo. ¡Si tú lo has visto! Pero que quede entre nosotros…

Ahí Murdoc se perdió. ¿De que estaban hablando? Se separó un poco de ella, con cara de sorpresa y la niña le dirigió la misma mirada de antes, con los ojos húmedos, grandes y brillantes.

:Murdoc-Eh…¿El que?

:Leonore-¡El vestido! El vestido rosa…¡ESOS CABRONES DE MIERDA DEL BUFETE DE ABOGADOS…snifff ¡ME HAN OBLIGADO A VESTIR DE ROSA! ¡DE ROSA! A MI…sniifff…¡BUAAAA!

Y volvió a apretar la cara contra el pecho de su desconcertado tío. El sabía perfectamente como odiaba el rosa su sobrina…pero la reacción le había pillado descuidado por completo.

Leonore, por su parte, seguía a lo suyo…

:Leonore-…Así que no me digas que tu sientes lo mismo por que no. ¿Eh? ¡Que todavía te obligo a vestir de rosa a ti también! Bua…

Lo raro es, también, que Murdoc le siguiera el juego.

:Murdoc-(Mientras la llevaba para adentro)Que sí, tranquila. Tú no te preocupes que eso ya ha pasado. Mañana lo olvidarás y te parecerá un mal sueño…los zombies se desharán de los restos.

:Leonore-Si…¡Esa es otra! Esos cabrones maricones de los zombies…¡He tenido que cargarme unos cuantos para que me cogieran respeto! Pero eso no es suficiente…¡Tienen que temerme! Y no se librarán de mí tan fácilmente. ¡No, señor! Mañana mismo pienso volver con el hacha y…

¡BLAM! Murdoc cerró de un portazo dejando a los demás afuera con las maletas, el panorama y las llaves puestas por dentro.

…Ya dentro, en una de las cúpulas …

Murdoc colocó el colchón de una de las habitaciones libres en el suelo, después de barrerlo muy vagamente. Colocó las sábanas y miró a su sobrina, que ojeaba el paisaje a través del sucio cristal.

La noticia había sido tan repentina que no habían preparado ninguna habitación de la inmensa variedad de los estudios kong. Al preguntarle a la niña, ella había dicho que le habían gustado las cúpulas que se distinguían desde afuera.

:Murdoc-…Y esto ya está. Ahora no es muy acogedor…pero en cuanto le demos una mano de limpieza(no pensaba participar)y traigamos tus cosas podrás colocarlo a tu gusto.-Leonore no contestó-…Creo que esta noche estarás bien. Ya nos pondremos mañana.

Se dio media vuelta y se quedó mirando el paisaje.

:Leonore-Murdoc…¿Por qué no viniste…al entierro?

La pregunta hizo que a Murdoc se le helara el pecho. Miró a su sobrina y la vio parada. Sin moverse. Solo mirando por la ventana.

:Murdoc-Pues…(suspiro)cariño. Me acabo de enterar.

:Leonore-(tras una pausa)Mentira. Eso no me lo creo.

:Murdoc-Nadie me llamó. O no recibí las llamadas…Vuestro abogado me mandó una carta…pero se retrasó y acabo de leerla. Todavía la tengo tal cual, en mi mesilla.(empezaba a sentir de nuevo esa presión en el pecho)

La niña se giró hacia él y le miró a los ojos.

:Leonore-¿Debería creerte?

Como única respuesta, Murdoc avanzó hasta la cama improvisada y se sentó en ella.-ven aquí-dijo, y su sobrina se sentó junto a él. La miró a los ojos.

:Murdoc-Mirame a los ojos. ¿Qué te parecen?

:Leonore-…Que has estado llorando.

Una pausa.

:Murdoc-¿Y crees que yo lloro a menudo?

La niña no respondió. Pero acarició su cara. Todavía la tenía húmeda por haber llorado, y notó también que tenía un poco de fiebre por la misma razón. Después, sin una palabra más, le abrazó de nuevo. Murdoc suspiró pesadamente, respondiendo al abrazo, y cerrando los ojos. Dos últimas y amargas lágrimas resbalaron por su cara.

Después se separaron. Murdoc se despidió de ella hasta mañana.-Deberías beber agua-dijo ella. Pero esa misma noche se desató una tormenta cojonuda. Con rayitos, lluvia muy fuerte y todo lujo de detalles. La niña era muy orgullosa y jamás de los jamases lo reconocería. Pero le tenía tanto miedo a los truenos como su difunta madre.(O un poco menos, suficiente para que no la dejasen dormir) Ni muerta se quedaría sola esa noche en la mugrienta, polvorienta y desolada cúpula.

Así, poco antes de acostarse,(en los kong estudios cada uno se duerme y se despierta cuando le sale del…as narices. O sea, tarde)cuando Murdoc estaba aún campantemente bebiendo y leyendo en su cama de la winni la niña llamó a la puerta y le pidió que la dejara dormir en su caravana. El no hizo preguntas. Al día siguiente, cuando Russel fue allí a preguntarle dónde estaba la pequeña y se los encontró en la misma cama alucinó en colorines de los de crayola y montó el pollo de San Rintintín.

Despertó al desgraciado con un puñetazo en la cara y lo levantó cogido por el cuello. La pequeña se despertó y pegó un chillido frente a la escena. ¡Un negro del tamaño y aspecto de un gorila de espalda plateada tenía a su tío en el aire, por el cuello y sangrándole la nariz! Russel gritaba-¡BASTARDO! QUE ES UNA MENOR DE EDAD ¡Y TU SOBRINA! ACABA DE LLEGAR DESPUÉS DE PERDER A SUS PADRES ¡HIJO DE PUTAAA!

Entonces, sin pensárselo dos veces, la niña se le tiró a la espalda agarrándole el cuello y gritando-¡Mal nacido! ¡Suelta a mi tiooo!

A Russel le hubiera costado lo suyo creer que una mocosa como aquella pudiera tener tanta fuerza de no ser por que estuvo a punto de asfixiarle,(y por que Noodle le podía) de la pura sorpresa, dejó caer al aturdido y recién despertado Murdoc al suelo, donde, después de sacudir la cabeza, se llevó las manos a la cara y se quejó de su maltratada nariz.

Mas tarde, dado que el satanista estaba en calzoncillos, y la niña vestida tal cual había llegado, se resolvió el malentendido.

Aquella mañana, mientras se dirigían a desayunar, solo 2-d se preocupó por la nariz de Murdoc.

:2-d-¡¿Pero que te ha pasado!

:Murdoc-(Aún sosteniéndosela)Nada…¡¿A ti que coño te importa? Joder…

Aún así, el peliazul se apresuró a correr fuera de la sala, volviendo casi enseguida con el botiquín. Se sentó al lado del satanista y le pidió que le mirara.

Le limpió la sangre con una gasa con alchool, con toda la delicadeza de que disponía, y después puso hielo en un trapo y…

:Murdoc-¡Ay!

:2-d-Lo siento.

Siguió colocándoselo un poco, en silencio.

:2-d-Sotenlo tú.-dijo. Y agarró un papel que enroscó para ofrecérselo, y que le dejara de sangrar.

Murdoc no lo cogió.-Prefiero sangrar-dijo.

:2-d-Pero…

:Murdoc-¡¿Quieres que parezca tan paleto como tú? ¡No te he pedido ayuda!

2-d guardó silencio.

:Murdoc-(Solo poniéndose el papel, desenrollado bajo la nariz) Vete un poco a la mierda y déjame en paz.

2-d guardó silencio, sabiendo que no debía enfadarse con él…

…Y sintiéndose la persona más infeliz e incomprendida del mundo.

-AUTORAS:

…Y ¡fin del primer capítulo!

Aquí es donde las autoras, la Escritora1 y yo, dejamos nuestros comentarios, caxondeitos, delirios, tomas falsas y escenas eliminadas sobre el fic. También responderemos a los comentarios de nuestros lectores. Si queréis ya os aconsejaremos otros fics que también hemos escrito.

De momento, he aquí una escena eliminada:

-El reencentro.(2ª versión)

Murdoc, después de despejarse, subió las escaleras de los estudios kong y se dirigió a la cocina; donde los demás ya desayunaban.

Tal cual, en calzoncillos, se sirvió lo que mas rabia le daba y se dispuso a jalar la comida mas importante del dia…

…Sin inmutarse de las miradas desconcertadas y silenciosas de sus compañeros, y la de alguien más.

Sentada al otro lado de la mesa, con cara de enfado había una niña de aproximadamente la misma edad de Noodle, con la melena larga, castaño casi negro, flequillo rebelde un poco emo, y una mirada asesina impropia incluso de satanás.

Murdoc, después de tragar un poco, la miró desagradablemente y dijo:

:Murdoc-¿Tengo monos en la cara, o que? (Tragó de nuevo) ¡¿Qué coño quieres?

:Leonore-¡Quiero dejarte la cara hecha un poema! Tanto que, cuando termine, ni los monos podrán subirse a ella, ¡Gilipollas! ¡¿Qué te pasa? ¿Qué no me reconoces? ¿Tan ciego estás de mierda y alcohol? ¡Anda y que te de por culo el negro; que debe tenerla gorda…

Un silencio incómodo reinó durante unos segundos, a excepción del gruñido de perro que emitía Murdoc.

:Russel-¡Esta chica sabe mucho!

Todos se le quedaron mirando, sin comentarios.

:Russel-¿Qué?

(mal pensados lo había dicho por que nunca había visto a nadie hablarle así a Muds ¬¬)

Escritora1: ^^U La niña doy gracias a que no es mi prima xP.

Escritora2: De que das gracias si es tu versión anime y su carácter es el tuyo.

Escritora1: De donde te basas en eso –con un hacha en la espalda y mirando a uno de los zombies de los estudios Kong- ¬¬ coño la niña se dejó uno ¡A LA CARGAAAAAAA! –desapareció en una nube de polvo y el zombie desapareció también tiñiendo la nube con un extraño color rojo-.

Escritora2: ¬¬U No se suposiciones mías. (Me basé en una parte de tu autobiografía para escribir el fic)

-La llegada a los Kong.(2ª versión)

Leonore-(Después de cargarse a todos los zombies del cementerio) ¿Qué pasa Kira, no responden?

La serpiente la mira siseando con su lengua vífida.-Desde luego que todo tiene que hacerlo una…-Dice la niña mientrasagarra el pomo de la puerta; pero esta no cede y se ve obligada a hacer palanca con el hacha…(Si, es muy bruta).

La puerta se abre de golpe y un torrente de agua(sospechosamente salada)como el de jumanji arrolla a niña y reptil.

Leonore-(Después de sacudirse, en el suelo)¡WAAAA! ¡¿Pero que está pasando?

Se queda mirando como el nivel de agua va bajando, mientras en el, Mike, el mono de Noodle, sentado sobre uno de los teclados de2-d rema con un cucharón; no muy lejos, el cerdo de Russel se mantiene sentado tan pancho, sobre la espalda de su dueño, que flota sospechosamente boca abajo…

Desde algún lugar en las alturas de los estudios Kong, se escucha el retumbar de una voz melodiosa,(quizás un tanto marica) que llora y dice: -¡Waa! Que tragedia…y ahora llega la huérfana,…que trágico…¡Buaa…!