Descargo de responsabilidad: Ni Akatsuki no Yona, ni sus personajes me pertenecen.
Para la actividad "Parece que va a llover" del foro El feliz grupo de hambrientos.
Frase inicial N° 37
La mayor verdad del universo es
La mayor verdad del universo es que los amigos son la familia que encontramos y elegimos y para Hak, ellos eran su familia… Una muy rara por supuesto, aunque él no era quién para decirlo, la familia que lo crió, tampoco era muy normal que se dijera…
Siempre lo supo, lo sintió dentro, lo importante que cada uno de ellos era para él, a pesar de las niñerías de uno, las indirectas no tan indirectas de otro, los hábitos extraños y actitudes sociales del siguiente, lo mandón del más joven, lo críptico que podía llegar a ser el anciano o lo distraída que pudiese llegar a ser la única fémina del grupo.
Era un grupo extraño, feliz y hambriento, pero, eran una familia... Siempre supo que le importaban, que sentía algún grado de afecto hacia ellos que no hizo más que crecer, y con el tiempo fue capaz de confiarles su espalda, su vida, la vida de la que más amaba, porque ellos la amaban tanto como él.
Y aquí estaba frente al hombre que más odiaba, al que había jurado asesinar con sus propias manos, el que hacía su sangre arder, mientras sostenía la mano de Yona, tratando de evitar una guerra, olvidando su sed de venganza para salvarlos a ellos, a los ruidosos, molestos, extraños miembros de su familia, esos a los que llamaba con curiosos sobrenombres, los que estaban dispuestos a morir por otros… Recordó al que era regañado y suscitaba lágrimas cada vez que se lastimaba aunque fuera inmortal, al que se comporta como una madre, cuando nunca tuvo una, al quisquilloso dispuesto a quitarle a un hermano un insecto de encima aunque a él le aterraran, al siempre dispuesto a compartir su abrigo aunque tuviese más frío que todos los demás, al que entre bromas e indirectas dejaba ver cuánto se preocupaba… Y a ella… Ella era el pegamento, la princesa sin trono ni castillo, la chica con una carga inmensa en sus hombros, pero la que les dio un propósito, la libertad, un nombre, afecto, les dio esperanza, les dio una familia.
Haría lo que fuera para protegerlos, por mantener unida a esa familia que sin querer, ni buscar, había encontrado y elegido, incluso traicionar su promesa de venganza… Incluso, cerrar los ojos al pasado y abrirlos al futuro.