RCD-Alice es la autora. Yo solo lo traduzco.

www(dot)fanfiction(dot)net/u/2050362/RCD_Alice (sustituye el (dot) por un punto)

DISCLAIMER: Todos los personajes reconocibles pertenecen a Stephenie Meyer.

Esta historia solo está contada en EPOV


Querido… quien sea que se tropiece con esto,

No sé quién eres, y supongo que nunca lo sabré. De hecho, en cierto modo espero que nunca nos conozcamos porque estoy apunto de quejarme en este trozo de papel con renglones para que lo veas.

Probablemente ya has parado de leer, pero siento la necesidad de decirle a alguien, cualquier persona realmente, las cosas que me corroen día a día. Quizá eso satisfaga mi cerebro hiperactivo por unos minutos de tal forma que pueda tener algunos momentos de muy necesitado sueño.

Ahora te estás preguntando por qué no se lo digo a mis amigos, mi familia, mi pareja o incluso mi mascota y te dejo a ti solo, pero eso es simplemente imposible.

Soy extremadamente tímida. Incluso si tuviese todas esas relaciones mencionadas anteriormente (las cuales son escasas en mi situación), moriría antes de sacar mis inseguridades y problemas en frente de ellos para que pudieran hacer con ellos lo que quisieran. Este es mi problema número uno. Soy tímida, insegura y sencilla. Así es como me describiría a mí misma. Pesada y sencilla. Sencillamente pesada, si quieres.

No puedo contar con las dos manos (porque hay demasiadas) la cantidad de oportunidades que han pasado de largo durante toda mi vida.

Soy tu promedio, sencilla, pesada estudiante de universidad de veintidós años, que todavía no ha tenido una cita, o incluso besado a un chico. No lo culpo todo en mi inhabilidad de iniciar las cosas. Esa es la salida de un cobarde. El resto de la culpa va al hecho de que soy simplemente poco interesante, y supongo que poco atractiva, ya que nunca he tenido las palabras "eres bonita" murmuradas hacia mí. Nunca.

Me gustaría encontrar el amor algún día. Quiero encontrar esa chispa, ese tirón magnético que suspende el tiempo y la gravedad. Lo quiero. Simplemente parece que no está en mi destino.

Me pregunto si sigues leyendo esto. Si es que sí, pido disculpas. Realmente no tienes que hacerlo.

¿Estás en la universidad? Porque yo sí. Es agotador y difícil. Incluso más cuando eres casi invisible. Odio decir que envidio a las personas que tienen la habilidad de decir lo que piensan, hacerse conocidos, pero lo envidio. No importa lo que digas, no es sobre quién conoces sino QUÉ conoces. Me he dado cuenta de que cuando un profesor está poniendo las notas, él o ella le da más atención a los nombres que conocen, sean conocidos por buenos o malos motivos. Es algo del subconsciente. Así pues, el profesor se encuentra con mi papel, ve un nombre que ni le suena. Lo lee por encima, le da una nota promedio y continua. Esto significa que tengo que trabajar el doble sólo para recibir esa nota sutilmente más alta que el promedio.

No me malinterpretes. No estoy diciendo que sea un genio o algo así. Estoy segura que disto mucho de serlo. Aunque sigue siendo una mierda.

¿Sigues leyendo? Ya, ya. Pero para ser justos, ya dije que me iba a quejar. Y la vida es una mierda. Hay mucho de lo que quejarse. No hay manera de adornarlo, simplemente es una mierda.

Mis padres murieron el año pasado. Tuvieron en un accidente de coche mientras venían a visitarme a la universidad. No quiero pena. Es simplemente otra forma en la que la vida es una mierda.

Ambos eran hijos únicos, sus padres habían muerto hace tiempo, y yo también soy hija única. Eso me dejaron. Aunque sobreviviré. Y al contrario de la mayoría de las personas, no me culpo a mí misma por el accidente. Aunque estaban de camino a visitarme, yo no era el conductor de la camioneta que se quedó dormido en el volante. No, no. Le echo toda la culpa a él.

Hablando de camionetas, la mía es una mierda. Honestamente, algunos días ni siquiera enciende. Me hace sentir mucho mejor cuando eso pasa. Sí, acabo de poner los ojos en blanco mientras escribía eso.

Asquerosa camioneta.

Cuando estaba en el instituto, era anoréxica. Ya no lo soy… al menos no lo creo. Quiero decir, como. No toneladas de comida ni nada, pero como. Y no la devuelvo la mayoría del tiempo. Realmente, no recuerdo la última vez que lo hice.

Me acabo de dar cuenta de que estoy anotando cosas al azar para que las leas. No rimas, no motivos. Así es mi vida. Mi cerebro trabaja a mil kilómetros por minuto sin rima o motivo. Sin respiro tampoco. Ese es el porqué de este ejercicio. Estaría mortificada si estuviese diciendo esto en voz alta, o incluso si tuviese que verte leyéndolo, aquí enfrente mía.

Pero la cosa es, necesito dormir. No he dormido una noche entera en tanto tiempo que podría morir de un shock si ó cuando eso pase. Parece que no puedo desconectar mi cerebro por tiempo suficiente como para descansar decentemente.

¿Tienen esas palabras algún sentido?

Creo que he tomado más que suficiente de tu tiempo… eso es si no dejaste de leer, enfadado, después de cinco palabras. Espero no haber arruinado tu día.

Sinceramente, yo

Puse la carta que había encontrado entre el brazo y el almohadón de la mullida silla de Starbucks en la mesa enfrente mía y me pasé la mano por mi ya despeinado pelo.

-Joder-. Susurré para nadie. Tomé un sorbo mientras mis ojos vagabundeaban por los otros clientes de la cafetería y la librería que conectaba. Nadie parecía sospechoso o incluso como si me hubiesen reconocido.

Me preocupó que esta carta anónima fuese un grito de ayuda ligeramente cubierto y yo no tuviese nada con lo que continuar. Ni un camino con el que adivinar la identidad.

Sin saber qué más hacer, saqué el cuaderno que siempre llevaba conmigo y comencé mi propia carta

Querida Notada por Alguien,

No sé quién eres, pero me gustarías. Tu carta me hizo reír un poco y llorar un poco, y me dejó queriendo saber más. Espero que la persona recibiendo esto es la misma que escribió la carta original. Si no eres, espero que tengas algo de decencia para cesar y desistir inmediatamente.

Me duele saber que sientes como si no tuvieses a nadie al que recurrir, y que serías demasiado tímida incluso si lo tuvieses. Yo nunca te haría sentir avergonzada sobre ello, espero que sepas eso.

Hablas de belleza como si fuese todo en la vida. No lo es. Esto va a sonar típico, pero siempre he creído que es el interior lo que hace a una persona bella. Por otra parte, no puedo creer que ni una sola alma te lo haya dicho. Creo que es despreciable. Todo el mundo es bello en su forma. Ni siquiera te conozco y ya puedo decir que no eres aburridamente sencilla… o sencillamente aburrida, como tú dices.

A mí también me gustaría encontrar ese tirón magnético, así que no estás sola en ese aspecto de la vida. Me encantaría comprometerme algún día. Tener una familia, un jardín, incluso un perro (te dejaría decirle tus secretos también si quieres). Así que aquí estamos. Soy el dueño de una librería de 24 años que tampoco ha encontrado el amor. Quizá es el destino.

Siento lo de tus padres. Y no, no es pesar. Entiendo de dónde vienes. Mis padres murieron cuando yo tenía diecisiete, así que sé cómo es. Es bueno saber que no te culpas, o por el contrario tendría que preocuparme incluso más por ti…

Mira eso. Preocupado por ti y ni siquiera te conozco. Te dije que alguien ya te había notado.

Lo de tus, um… trastornos, espero que tengas eso bajo control. Hay gente que puedes llamar que te ayudaría en cualquier momento. Nunca pienses que tienes que ir sola.

Mira, has picado mi curiosidad. He leído tu carta tres veces ya, y me acabo de dar cuenta de que no tengo idea cuándo la dejaste, o si algún día volverás aquí. Espero que lo hagas. Y espero que me dejes otra carta. ¿Te ayudó la última a dormir? Si es que sí, escríbeme una carta diariamente si ayuda. Simplemente sácalo, chica.

Y que conste, la parte sobre tu camioneta es lo que me hizo reir. Es una mierda, pero al menos consigues reírte de ello. Pero en serio, tendrías que llevarla donde alguien y que la vea. No suena segura.

Voy a tomar este paso, sabiendo que quizá nunca veas esto y alguna persona al azar acabe con mi número de teléfono llamándome y acechándome. Es un riesgo que estoy deseando tomar.

555-2467

Llámame o mándame un mensaje cuando quieras.

Eamc1901… ese es mi Messenger. También me puedes mandar un email si quisieses.

Sinceramente, Edward

Posdata: no me has arruinado el día para nada.

Doblé la nota y la metí entre los cojines donde había encontrado la original.

Sabía que era un peligro… especialmente dejando mi número de teléfono. Es posible que acabase siendo acechado. Pero simplemente no me importaba. Ella estaba demasiado asustada como para desvivirse y hacer algo, así que yo lo haría por ella. Era altamente improbable que utilizase el número si volvía, pero valía la pena intentarlo.