Hola! :) Sí, soy yo :) ! No crean que he dejado el otro fic (House sin House) de lado, pero necesito escribir sobre otras temáticas Huddy también! jaja :3
Este fic es algo que comenzó con la idea de que fuera un Oneshot, pero creo que serán 2 o 3 capis, no más. El título es porque el fic está inspirado en la canción "This year's love" de David Grey, sería bueno que la escucharan porque es muy bonita ^^ .. Los nombres de los capis, además, son fragmentos de la canción, aunque el contexto del fragmento y el capítulo no tengan mucho que ver. En realidad, creo que entenderán bien ya en el final :)
Ya les adelanté en el summary, es un poco MI pensamiento respecto a todo este rollo Huddy/Luddy y es la forma que a mí me encantaría que se desarrollara (Lo muy poco probable, pero Soñar no cuesta nada, no?). Quiero dejar en claro que odio al Luddy, pero no odio a Lucas, y aunque lo odiase, él no es ningún antagonista. El fic está descrito en 3ra persona pero desde el pensamiento de Cuddy.
*House no es mío blablabla.. :)
*Podrían decir que contiene material NR-18, pero yo creo que no porque verán que no profundicé en eso. Si viene algo que yo considere subido de tono después, lo avisaré.
*Dedicado a Laury, que me dio la idea, y a Saru :D que se da la paciencia de leerlos :P ..
COMENTEN! :D
Dulces mentiras
Ambos cuerpos se movían frenéticamente entre las sábanas, emitiendo pequeños gemidos de placer. Era una noche tranquila de primavera, la habitación era alumbrada por una pequeña lámpara ubicada en el velador y no se oía nada más que los leves gemidos de aquellas dos personas sólo entregadas al placer.
Lucas terminó dentro de Cuddy y se quedó en ella por varios minutos, aún con el corazón agitado. Cuddy tenía los ojos cerrados y lo abrazaba por el cuello; ella también necesitaba regularizar su respiración. Ya al cabo de unos 5 minutos Lucas se movió a su lado de la cama, besó en los labios a Cuddy y se durmió sonriendo…
Y ahí estaba Cuddy. Sólo eran ella y el silencio agónico de aquella noche. No dejaba de pensar, recordar y reflexionar tantas cosas. Demasiadas ideas y pensamientos que la estaban enloqueciendo. Ni siquiera el sexo con Lucas logró sacarla de aquella tormenta en la que se había convertido su cabeza.
Era feliz. Por fin, luego de años buscando aquel sentimiento, lo había encontrado. Él era un buen hombre, se notaba que estaba muy enamorado. Su hija y él se llevaban de maravilla, por lo que ya se podían considerar una "familia". Le encanta ver en su velador, en sus muebles, en su repisa… en todos lados fotos de ellos tres. Ella siempre quiso eso, una familia, estabilidad, seguridad… felicidad.
Sin embargo ahí estaba, desnuda entre sus sábanas luego de tener sexo con su novio, triste, melancólica, cuestionándose si acaso todo eso que tanto deseó era en realidad lo que ella necesitaba. O mejor dicho, si todo eso que necesitaba era en realidad lo que deseaba.
Se odió. Se rió de sí misma porque al final siempre terminaba odiándose. Se odió por tener la vida perfecta… y seguir sintiéndose miserable. No entendía cómo es que la mayoría del tiempo era tan feliz con Lucas, pero sin embargo estos pocos momentos como ahora, parecían el doble de fuertes y amenazaban con destruir todo lo que había logrado armar.
Le encantaba salir con él, abrazarlo, besarlo, incluso el sexo con él era estupendo. Era todo lo que siempre había querido, y aún así esa noche estaba ahí, preguntándose si aquello era realmente lo correcto.
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Al otro día todas esas ideas se habían ido. En la mañana se despertó y Lucas la mimó un poco, jugaron con Rachel y se fue a bañar. Le gustaba bañarse porque sentía que el agua se llevaba todos esos pensamientos que tanto le confundían.
Ya lista se despidió de su hija y de su novio y se fue al trabajo. En la mitad del camino recibió una llamada de Lucas.
-¿Sí? ¿Pasó algo cariño?
-No –Respondió Lucas al otro lado- Sólo olvidé decirte que lucías hermosa con ese traje.
-¿Me llamaste mientras conduzco para decirme que lucía hermosa?
-Sí, es un poco irresponsable cuando lo dices en ese tono –Cuddy sonrió al otro lado y Lucas se percató- Entonces… ¿Paso por ti al hospital?
-No es necesario, puedo llegar a casa sola.
-¿Sabes que iré por ti de todas maneras, verdad?
-Sí, me hacía la difícil.
-Eres el doble de sexy haciéndote la difícil, pero debes variar un poco.
-Hasta la tarde Lucas.
-Hasta la tarde Lisa.
Cuddy cortó con una sonrisa y siguió su camino al hospital. Como supuso, otra vez agradecía infinitamente estar con alguien como Lucas.
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Entró al hospital con la cabeza ocupada en Rachel, Lucas, la niñera, su casa, su paseo al zoológico el fin de semana y… ¿House?
Otra vez ese maldito hijo de perra ocupando su mente. Y lo peor es que no era algo de trabajo sino algo netamente personal.
-Disculpe –Y ahí estaba. La razón por la que ha tenido a House en su cabeza como un mosquito insaciable cantándole a oído- ¿Dra. Cuddy?
-Sí –Le sonrió con cinismo, pensando en lo que odiaba ese acento alemán salir de su boca- ¿Qué desea?
-Hola, usted no me conoce –Sintió deseos de gritarle que sí la conocía, pero guardó la compostura hasta el final- soy Lydia Rajcevic.
-La recuerdo, usted estaba con el doctor House ayer ¿Me equivoco?
-No. Bueno, vine a disculparme en nombre de Greg también.
Cuddy sintió deseos de quemar viva a aquella alemana de cabellera rubia, pero no hizo más que mantener la compostura de decana que siempre ha tenido:
-No sé de qué deba disculparse srta. Rajcevic.
-No fue apropiado el que nos encontrara besándonos en una de las consultas.
-No, no lo fue –A Cuddy le hervía la sangre recordar aquel incidente- Sólo espero que no se vuelva a repetir.
-Lo dudo, pronto me iré a Arizona.
-¿Sí? –A Cuddy le alivió mucho oír eso- Seguramente House la extrañará mucho.
-No lo hará –La alemana se sorprendió- ¿No se lo ha dicho?
-¿Decir? ¿Qué?
-Nos iremos juntos a Arizona.
Cuddy se quedó helada. Olvidó absolutamente todo lo que le había hecho sonreír en la mañana, todo lo relacionado con su vida se esfumó. Todo ahora se redujo a HOUSE.
-Lydia –Ambas mujeres miraron hasta la entrada. Ahí estaba House, quién al parecer había escuchado las palabras de Lydia y las miraba incómodo- Hola –Saludó a Cuddy indiferente, concentrándose únicamente en la alemana- ¿Me acompañas arriba?
-Sí.
Cuddy se sintió totalmente ofendida. Ni una mínima explicación por parte de House, prácticamente ella no existió para él. Por supuesto Lisa Cuddy se iba a hacer notar:
-House, te recuerdo que estás en tu lugar de trabajo, no en tu casa. No puedes invitar a tu amiga a…
-Novia –Corrigió House seriamente. Cuddy se quedó sin habla- A ti no te veo molesta cuando Lucas entra a tu oficina y se quedan besándose como dos pre púberes
-Yo…
-Adiós Cuddy.
House tomó de la mano a Lydia y juntos subieron por el ascensor.
Cuddy entró a su oficina furiosa. House, House, House, House… todo al final terminaba en HOUSE. ¿Qué demonios le pasaba? ¿Por qué parecía que para lo único que tenía cabeza era para pensar en él? Al final todos sus pensamientos eran sobre él. Los malos, los buenos, los tristes, los divertidos… todo en su maldita vida giraba en torno a él.
¿Y él? Él con su estúpida novia. No entendía por qué le daba tanta rabia verlo junto a Lydia; ella era feliz con Lucas, feliz con su vida. Pero verlo tomarle la mano, llamándola "novia", siendo un verdadero caballero con ella… No, eso no podía aguantarlo.
Luego estaba eso de que se iba con ella a Arizona ¿No se merecía aunque sea una mísera explicación? ¿Acaso no era gracias a ella que tenía el trabajo que tanto le gustaba? ¿No fue ella quien le salvó el trasero tantas veces frente al comité? ¿¡No fue con ella con quién alucinó que tenía sexo!?
-House –Habló muy seria y mostrándose indiferente, a través del teléfono- necesito que vengas ahora, no quiero excusas.
-Estoy ocupado –Contestó House. Cuddy iba a replicar pero sintió otra voz un poco más lejos- "Greg no seas mal educado y ve a hablar con ella" -¿Qué se creía? ¿Por qué hablaba como si fuera su madre? ¿Cómo es que se sentía en el derecho de regañarlo?- Bien, iré.
Cuddy sintió deseos de llorar. Era como si House tratara a esa alemana tal y como ella por tanto tiempo anheló, era como si esa desconocida llamada Lydia tomara lo mejor de SU House y se lo llevara lejos.
¿Por qué seguía pensando que era suyo? ¿Por qué sentía como si le hubieran robado algo de mucho valor?
-¿Qué quieres? –House la sacó de las nubes- Estoy ocupado, dime qué quieres.
-¿Ocupado? ¿Besarte con tu noviecita es estar muy ocupado?
-Ve al grano Cuddy.
-¿Piensas renunciar?
-No.
-Lydia dijo…
-Que me iría con ella a Arizona, es cierto. Iré a conocer a su hijo y probablemente lo traiga a vivir con nosotros aquí. No te preocupes, mis vacaciones vienen ahora así que no será nada que rompa tus esquemas.
-¿Traerás a su hijo a vivir contigo?
-Eso pretendemos.
-¿Están viviendo juntos…tú y ella?
-Sí.
A Cuddy toda esa información le cayó como un balde de agua. Sentía tantas ganas de reclamarle a House, pero no tenía ningún derecho moral que la apoyara. Ella tiene novio, una familia...
-¿Es enserio House?
-¿Qué?
-Lo de esta chica.
-Eso pretendo al menos.
-¿Cómo…la conociste?
-En Mayfield.
-¿Era interna?
-No, ella visitaba a una amiga ahí. Nos conocimos, tuvimos algo así como una relación… terminamos cuando salí de Mayfield.
-¿Y ahora volvieron?
-Hace algunas semanas vino a verme, todo floreció y… no queremos perder el tiempo. ¿Alguna otra curiosidad, jefa?
-No, no, no…
House salió y otra vez esos estúpidos pensamientos en Cuddy. No dejaba de replantearse las cosas, de pensar cómo sería todo si le hubiera dado otra oportunidad cuando regresó de Mayfield.
Por otro lado, él salió de Mayfield dispuesto a conquistarla, jamás le mencionó a esa tal Lydia, hasta hace algunas semanas sólo tenía ojos para ella.
Y otra vez ese pensamiento egoísta ¿Por qué hablaba de House como si le perteneciese? No tenía derecho, ella era feliz con su novio, feliz con todo lo que había deseado siempre.
-Hey… planeta tierra llamando a Lisa Cuddy…
Cuddy reaccionó y vio a Lucas sosteniendo a Rachel frente a ella.
-¿Qué hacen aquí? –Cuddy se paró y tomó en brazos a Rachel mientras besaba a Lucas- Pensé que vendrían en la tarde.
-Te extrañábamos mucho –Lucas la volvió a besar cariñosamente- ¿En qué pensabas?
-En nada…
-¿En mí? –Lucas sonrió y levantó las cejas sugerentemente, igual que un niño.
-Qué egocéntrico –Cuddy sonrió también- No pienso en ti todo el día.
-¿La mitad del día?
-Tonto –Cuddy lo abrazó con Rachel jugando con su cabello- ¿Qué quieres hacer? No me puedo mover del hospital, pero podemos ir a la cafetería.
-La cafetería estaría genial.
Cuddy sonrió y abrazada a su cintura salieron los tres rumbo a la cafetería. En el trayecto Cuddy se sintió muy aliviada: otra vez reía gracias a Lucas, otra vez sentía esa alegría cada vez que éste la miraba. En la cafetería fue Lucas quién eligió por ella: la conocía tanto, incluso en la cantidad de azúcar que le echaba al café, los panecillos que le gustaba comer… todo.
Comieron y charlaron un buen rato. Cuddy olvidó sus problemas, olvidó a Lydia y por fin olvidó a House. Rachel estaba muy inquieta, quería conocer más este gigante lugar al que mamá la traía de vez en cuando. En un descuido, Cuddy y Lucas se besaron por varios minutos, tiempo más que suficiente para que Rachel, quien recién había aprendido a caminar, utilizó y salió corriendo de ahí.
-¿Rachel? –Reaccionó tarde Cuddy- ¿¡Rachel!?
-Oh Dios…
Ambos salieron corriendo en busca de la pequeña. Se preocuparon mucho, el hospital era demasiado grande y Rachel tenía demasiada energía. Pero no tardaron en encontrarla: estaba en la sala donde algunos internos pasaban un rato agradable antes de volver a sus aburridas habitaciones.
Cuddy sintió que vivía una maldición. Era como si su propia hija se encargara de recordarle que algo no estaba bien en su vida y debía resolverlo en vez de huir.
Sí, ahí en esa sala estaban House y Lydia. House tocaba en el piano una pieza musical que seguro compuso para ella, porque la alemana no hacía más que mirarlo hipnotizada. Y ahí iba su pequeña hija, caminando hacia esos dos. Quiso detenerla y mantenerla lejos, muy lejos. Pero Lydia la vio, House le dijo algo y entonces la tomó en brazos para que pudiera escuchar la música mejor. Rachel se veía muy feliz, miraba a House tocar y sonreía. Y House… House también le sonreía a ella, algo más tímido claro, pero le sonreía al fin y al cabo.
Cuddy se olvidó de Lucas. Todo otra vez se había transformado en House. Había tomado a su hija en brazos y la dejaba jugar con el piano sentada en sus piernas. Era sin duda lo más hermoso que había visto alguna vez. Pero ahí estaba esa rubia para arruinarle la imagen. Lo abrazó por la espalda y apoyó su cabeza en su hombro, diciéndole algo al oído. Cómo deseó matarla ahí mismo, cómo deseó que House no estuviera con ella, cómo deseo…
-Rachel –Intervino por fin. Se acercó a la pareja- Disculpen, se nos escapó.
-¿Es su hija? –Preguntó Lydia sonriendo. Cuddy asintió- Es muy bonita –Lydia vio a Lucas a unos metros de ahí- ¿Es su esposo, el papá de ella?
-Es mi novio –Explicó Cuddy tratando de ser cortés- y Rachel es adoptada.
-Ah –Lydia no pareció incomodarse con el error- Tuvo mucha suerte, adoptó a una niña encantadora.
-Lo sé –Cuddy vio que House aún jugaba con Rachel. Sintió deseos de verlos así por siempre, pero sabía que debía parar- House ¿Me pasas a mi hija?
-Sí –House le entregó muy cuidadosamente a Rachel- Tuviste suerte, vinimos de casualidad.
-Gracias –Besó a Rachel en la frente. Miró a House y otra vez esa lluvia de emociones e ideas- ¿Cuándo se van a Arizona?
-El domingo –Respondió Lydia sonriendo- Espero que no sea un problema.
-No lo es, House se va de vacaciones el viernes.
-Celebra: estarás varios días sin mi presencia.
Cuddy pretendió seguir la broma pero Lucas la abrazó por la cintura esperando presentaciones. Cuddy tartamudeó en un principio:
-Lucas… ella es Lydia Rajcevic, novia de House –Lydia le estrechó la mano cortésmente- Lydia, él es Lucas Douglas, mi novio.
-No sabía que House tenía novia –Lucas sonrió como siempre- Felicidades.
Cuddy sintió la situación demasiado incómoda para lo rejalados que estaban todos. Lucas abrazándola por la cintura, Lydia besando de vez en cuando a House. Ya se había perdido de la conversación, sólo se concentraba en House y en recordar lo tierno que se veía junto a Rachel. Al parecer House había dicho algo divertido porque todos reían, excepto ella, quién seguía en la luna. House la miró y sintió como un escalofrío recorrió su cuerpo. Pero el nefrólogo otra vez miraba a Lydia y Cuddy se sentía al borde de la decepción.
-¿Lisa, estás bien? –Lucas la sacó del estupor- No has dicho nada.
-Es que tengo muchas cosas en la cabeza, cariño –Cuddy comenzó a sentirse incómoda junto a Lucas, pero lo disimuló muy bien- Gracias por lo de Rachel… adiós.
-Adiós –Se despidió la pareja sonrientes.
Lucas decidió cargar a Rachel y tomar de la mano a Cuddy. Juntos caminaron de regreso a la oficina.
-No me habías contado que House tenía novia –Lucas notó como Cuddy arrugaba el ceño al escuchar sus palabras- ¿Qué piensas de eso?
-¿Qué voy a pensar? Pobre de esa inocente que no tiene idea en qué se está metiendo.
-¿Eso crees?
-¿Por qué creería otra cosa?
-No lo sé, yo creo que él sí ha cambiado.
Cuddy guardó silencio. El mismo Lucas se lo decía, TODO a su alrededor parecía decírselo ¿Y si había cometido un error? ¿Y si debió darle otra oportunidad?
-Tal vez –Habló la endocrina- ¿Y eso qué?
-Pensé que te importaría. Tú siempre quisiste que él cambiara y…
-Pero él no cambió –Lo interrumpió con una voz amarga- Le di demasiadas oportunidades y les desaprovechó. Ya no importa, en todo caso.
-Porque me tienes a mí ¿Verdad? –Lucas la vio con cara de perrito, Cuddy sonrió.
-Sí –Lo besó- ¿Por qué te gusta hacerme esta clase de preguntas que sabes que me desagradan tanto?
-No sé, un poco de masoquismo de mi parte, supongo.
-¿Masoquismo?
-Bueno, verás: la mayor parte del tiempo siento que esto va bien, que realmente te importo y quieres algo serio; pero hay veces, muy pocas, en las que no te siento verdaderamente ahí, siento que en realidad no eres parte de nuestra relación y bueno… eso me preocupa un poco –Cuddy bajó la mirada y tomó a Rachel en brazos, sin saber qué decir- Pero… -Lucas tomó su mano- al final, sigues aquí, esto sigue funcionando, entonces mis dudas son bastante estúpidas ¿No crees?
-Entiendo que te sientas así –Cuddy se sentía fatal. Las palabras de Lucas habían dado justo en el clavo- Pero… tú lo dijiste: sigo aquí, esto sigue funcionando. Cuando comenzamos a salir jamás se me cruzó por la cabeza que sería algo serio. Pero lo ha sido, seguimos juntos y eso es lo que importa ¿O no?
-Sí, sí, no me tomes enserio, este lugar me vuelve un poco paranoico, pero ¿De verdad no sientes nada por…?
-Lucas –Cuddy lo interrumpió con la ceja enarcada. Sí estaba llena de dudas, pero era demasiado ELLA como para confesárselos a alguien, más aún a él. Lo detuvo en mitad del pasillo y se paró enfrente, seria- Si quisiera algo con House, hace tiempo que esto hubiera acabado. Me alegro que House rehaga su vida, porque yo ya lo hice –Lo besó tiernamente- contigo ¿Entendido?
-Genial.
Cuddy rió y siguieron caminando. Sin embargo, no dejó de sentir como si le estuviera mintiendo a él… y a ella misma. Entraron a la oficina y Lucas volvió a tomar a Rachel en brazos:
-Te dejaremos trabajar.
-¿A dónde van?
-Mmm.. había pensado llevarla al parque ¿No hay problema?
-No, diviértanse.
-Venimos por ti en la tarde.
-Ok –A Rachel- Adiós mi vida, pórtate bien con Lucas –Besó a Lucas y los acompañó hasta la puerta. Lucas salió con Rachel sonriendo, como era característico en él.
Cuddy iba a volver a su oficina cuando vio a House y Lydia en la entrada. Se quedó observando: al parecer Lydia se iba y House sólo la había acompañado hasta la salida. La pareja se dijo algo al oído y luego se besaron. Lydia se fue. Entonces, cuando House se iba de casualidad la mirada de ambos doctores se cruzó.
Por primera vez desde que supo lo de Lydia, Cuddy sintió qué se conectaba con House, tal y como ocurría antes. Parecía triste, solo, vacío… no estaba segura, pero esa mirada no le decía que House estaba bien. Al final, ella muy bien sabía que a pesar de todo ellos se parecían mucho. Dos seres solitarios buscando compañía, tratando de darle algún sentido a sus miserables vidas.
House fingió no haberla visto y se fue por el ascensor. Cuddy entró a su oficina y sentada en su escritorio se dedicó a ver la foto de su familia.
¿Era eso felicidad?
Continuará.
